Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo

La melodía empezaba a llenar sus sentidos lentamente, esa ligera tonada en el piano invadía sus oídos por milésima vez en ese día.

No es que ese fuera precisamente su estilo de música predilecto, pero esa canción lograba crearle la misma emoción que tendría al escuchar a su grupo favorito  en un concierto en vivo.

Pensaba que habían escrito esa canción específicamente para él... o mejor dicho, para ambos

-¿Otra vez con los audífonos?- la voz de su ahora novio interrumpió sus pensamientos

Rin se quitó los auriculares y apagó su celular, dandole fin a la música en sus oídos.

Se levantó de la cama en que estaba recostado y observó con una sonrisa el pecho desnudo de Haru, el ojiazul apenas había salido de una de sus largas duchas y todavía tenía el cuerpo un poco mojado, al igual que su cabello que goteaba, cosa que, según el pelirrojo solo le hacía ver más atractivo.

Sin contestar la pregunta hecha por el azabache, Rin lo jaló del brazo para tumbarlo en la cama, de manera en que el chico pelirrojo pudiera abrazarlo cómodamente.

-Haru...-el solo poder pronunciar su nombre con esa ternura guardada durante mucho, lo hacía inmensamente dichoso- ¿Es que acaso estas celoso de una canción?

-Claro que no, eres libre de hacer lo que te plazca-dijó Haru mientras ocultaba su rostro sonrojado en el pecho de Rin.
Tal vez si le molestara "SOLO UN POCO" el que su novio no notara su presencia inmediatemente.

Rin lo besó en la cabeza, aquél comportamiento infantil que Haru demostraba cuando fingía no estar celoso era demasiado adorable.

- ¿Libre de hacer lo que yo quiera? - le preguntó divertido

-Supongo que si

-Entoncés...¿Puedo besarte?

Rin y sus propuestas atrevidas eran una de las debilidades de Haruka Nanase, pero no iba a dejarsela tan facíl, o al menos, no hasta que satisfaciera su curiosidad.

- Solo si me dejas escuchar eso que haz estado oyendo durante todo el día

Haru estaba seguro que todo ese tiempo Rin había repetido una y otra vez la misma canción, lo que le parecía extraño, ya que normalmente solo dejaba su lista de reproducción favorita y se despreocuba de elegir cualquier otra canción.

Rin con su personalidad romántica más una canción de amor o una triste, eran una combinación que podían, una de dos, alegralo o deprimirlo.

Y en todo caso, Haru estaba curioso por saber que es lo pasaba por la linda cabeza pelirroja de su novio.

- No es algo difícil, se nota que quieres besarme tanto como yo a tí- soltó una risita mientras apegaba aún más su cuerpo contra el de Haru

- ¿Me vas a dejar oír o no?- respondió, evitando la obvia afirmación que iba a hacer a las palabras de Rin

El pelirrojo volvió a reir, si había algo que adoraba de su delfín era esa ternura oculta tras la frialdad que aparentaba.

- Okey, okey- contestó al fin- pero, ¿Podemos quedarnos así ?, digo, ¿Puedo seguir abrazandote?

- Obviamente que puedes- le contestó con una falsa tranquilidad

Tanteando en la cama, y con cuidado de no golpear accidentalmente a Haru, Rin buscó sus audífono y el celular.
Dandole uno de los auriculares al ojiazul, se dispuso a dar "play" a la canción del trovador cubano

-No entiendo que dice- se quejó inmediatamente el azabache- ¿Qué idioma es este?

Cierto... Rin había olvidado que Haru no entendía ni tenía idea alguna del español, y mucho menos del español cubano.

¡¡Que problema!!

- Es español - le dijó el pelirrojo que parecía tener la típica cara con una gotita de sudor resbalandose de su rostro.

- ¿Y tú como lo entiendes?, o me iras a decir que solo la escuchas sin saber lo que dice- Haru no era bueno con los idiomas, pero, hasta dondé sabía la única lengua extranjera que Rin hablaba y comprendía el inglés

- ¡¡Claro que lo comprendo!!, en Australia no solo práctique inglés, hay gente de todo el.mundo y muchas lenguas sonando en cada rincón. Creeme, el español es difícil de aprender- le comentó orgulloso de si mismo- y, aunque no lo sepa hablar lo comprendo lo suficiente para entender lo que significa la letra de una canción

- Entoncés traduceme- le sugiró, o más bien le ordenó su novio, haciendo un puchero

- ¿Seguro? ¿No te espantaras por mi voz? - le preguntó en son de broma

- Cantas bonito- se atrevió a decirle Haruka con un sonrojo digno de un tomate

De algo había servido el espiar a Rin en la ducha ¿no?

Haru sabía con certeza que Rin cantaba bastante bien.

- De acuerdo- cedió el pelirrojo, conciente de que era debil ante Haru halagandolo


私はあなたを解放したい *


Rin se sincronizaba con la canción, tratando de que las palabras traducidas encajaran con el ritmo y letra original

Haru lo escuchaba atentamente y lo miraba extaciado, cada sílaba era cantada con dulzura y meláncolia, llenando sus ojos de lágrimas

La canción era corta, pero transmitía lo necesario para que el delfín se diera cuenta del porque su novio no se había despegado de ella en todo el día

Así era como Rin se sentía...

Esos eran los versos que su agrietado corazón le había dedicado...

O al menos hasta hace un tiempo, cuando ambos seguían siendo solo amigos

Ambos enamorados, pero sin valor para decirlo

(...)

- Haru, no llores- le dijó el pelirrojo al chico, limpiando delicadamente las pequeñas lágrimas que se habían formado alrededor de sus ojos marinos

- Oye, se supone que eso lo debería decir yo- le reprochó- no estoy llorando

Rin se acerco más a Haru y beso gentilmente ambas mejillas, lamiendo delicadamente el hilillo que una pequeña lágrima había dejado en su rostro.

Le sonrió, y Haruka le devolvió la sonrisa como una manera más simple de decir "ya paso"

- ¿Y entoncés...- el pelirrojo hizo una cara de cachorrito abandonado- me vas a besar o tendré que hacerlo yo?

El pelinegro contestó uniendo sus labios con los de contrario, fundiendose en un beso que en un principio fué lento, los suficiente para que ambos fueran asimilando las sensaciones que se provocaban poco a poco, para luego aumentar el ritmo hasta llegar a buscar sus bocas casi con desenfreno, como si bebieran agua fresca de la boca del otro.

Sabían bien lo que se provocaban mutuamente y podrían estar así durante horas de no ser por la vitalidad del oxígeno.

No querer separarte de esa persona a la que haz añorado durante tanto tiempo es un sentimiento natural, pero eso no significa que por eso te vuelves dependiente de su presencia.

Al contrario, te das cuenta de que por más lejos que esté y por más que el destino juegue para limitar sus visitas

Él volvera a tí

El seguirá queriendote como ha sido desde siempre

Y, claro, tú estaras esperandolo con el corazón sonriente

Haciendo el momento mucho más especial...

Ambos compartiendo un solo sentimiento de amor

Un solo latir de corazones

Una Libertad








*Watashi wa anata o kaihō shita
"Yo te quiero Libre"













Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro