Taehyung y Jungkook se encontraban acorralados en el viejo almacén abandonado, rodeados por una docena de hombres armados hasta los dientes. El sonido de sus respiraciones aceleradas resonaba en el espacio vacío, mezclándose con el eco de los pasos de sus enemigos acercándose lentamente.

Taehyung,mantenía su mirada fija y calculadora, buscando una salida a la situación. Jungkook, su amor permanecía a su lado, listo para actuar en cualquier momento. Sin embargo, los hombres que los rodeaban no parecían darles tregua, y la tensión en el aire era palpable.

De repente, una risa arrogante rompió el silencio. Desde la oscuridad del fondo del almacén, apareció el creador de todo, un hombre de mirada fría y sonrisa siniestra. Sin previo aviso, sacó un pequeño dispositivo de su bolsillo y presionó un botón. Una explosión resonó en el lugar, creando una barrera de escombros que impidió el avance de los hombres de Taehyung.

-¡Los estaba esperando! -exclamó el hombre mientras entraba lentamente en la escena, bebiendo con despreocupación de una botella de licor. Sus ojos brillaban con una mezcla de diversión y malicia.

Taehyung y Jungkook intercambiaron una mirada rápida. Sabían que estaban en desventaja, pero no podían permitirse perder el control. El tipo avanzó con pasos seguros, acercándose a ellos sin prisa.

-Creo que es hora de que demostremos quién manda aquí -dijo, arrojando la botella vacía a un lado y adoptando una postura de combate

La batalla comenzó de inmediato. Los movimientos de Taehyung eran fluidos y precisos, cada golpe y patada ejecutados con una habilidad impecable eran 5 hombres contra el. Jungkook no se quedaba atrás, trataba de golpear como el podia. Sin embargo, el tipo era un oponente formidable, anticipando sus movimientos y contraatacando con una velocidad asombrosa.

-Esto no ha terminado, -Dijo taehyung
En medio del caos, el tipo logró agarrar a Jungkook, inmovilizándolo con un brazo alrededor de su cuello y una pistola apuntando directamente a su cabeza.

-¡No te muevas, Taehyung! -amenazó, con una sonrisa cruel en el rostro-. Si haces un solo movimiento, tu noviecito no vivirá para contarlo.

Taehyung detuvo su ataque, levantando las manos en señal de rendición. Sus ojos oscuros estaban llenos de ira contenida, pero sabía que no podía arriesgarse a perder a Jungkook. Sus hombres seguían inconscientes en el suelo, incapaces de ayudarlos.

-Eres más listo de lo que parece -se burló el tipo, apretando aún más su agarre sobre Jungkook-. Pero eso no cambia nada. Este es el final del camino para ti.

Con un movimiento rápido, el disparó varias veces a Taehyung en el pecho. El sonido de los disparos resonó en el almacén vacío, y Taehyung cayó al suelo, su cuerpo impactando contra el frío concreto. La sangre comenzó a manar de sus heridas, tiñendo su ropa de un rojo oscuro.

Jungkook gritó de desesperación, luchando por liberarse del agarre de el, pero era inútil. El peso de la situación lo aplastó, y las lágrimas comenzaron a correr por su rostro. Taehyung, su prometido,su amigo y confidente, yacía inconsciente a sus pies.

El tipo soltó a Jungkook, empujándolo hacia el suelo con desprecio. Luego se acercó a Taehyung, observando su cuerpo inmóvil con una expresión de triunfo en su rostro.

-Nunca subestimes el poder de la desesperación -dijo en voz baja, antes de volverse hacia la salida del almacén.

Jungkook, temblando de rabia y dolor, se arrastró hasta Taehyung. Sus manos temblorosas intentaron detener el flujo de sangre, pero sabía que necesitaba ayuda médica de inmediato. Con los ojos llenos de lágrimas, levantó la vista hacia el chico, quien se alejaba lentamente.

-Esto no ha terminado -murmuró, su voz quebrada pero llena de determinación-. Te encontraré, y pagarás por esto.

El chico se detuvo por un momento, mirando a Jungkook por encima del hombro con una sonrisa cruel en los labios.

-No, Jungkook -dijo con voz suave pero amenazante-. Esto acaba de empezar. Tú vienes conmigo.

Antes de que Jungkook pudiera reaccionar, dos de los hombres se acercaron rápidamente y lo tomaron por los brazos, inmovilizándolo. Jungkook luchó con todas sus fuerzas, pero sus captores eran demasiado fuertes. Con una eficiencia fría, lo arrastraron hacia una salida lateral del almacén, alejándolo de Taehyung.

-¡No! ¡Déjenme! -gritó Jungkook, sus ojos llenos de desesperación y furia-. ¡Mi amor, resiste!

El tipo observó la escena con satisfacción, disfrutando del dolor y la impotencia en el rostro de Jungkook. Luego se volvió y caminó hacia la salida principal, dejando atrás el almacén en ruinas y el cuerpo inerte de Taehyung.

-Asegúrense de que no pueda escapar -ordenó a sus hombres mientras salían al aire libre-. Lo quiero vivo, pero sin posibilidades de causar problemas.

Los hombres asintieron y llevaron a Jungkook hacia un vehículo negro estacionado en las sombras. Lo empujaron dentro, cerrando las puertas con un sonido metálico que resonó en la silenciosa noche. El se subió al asiento del conductor, arrancando el motor con un rugido.

-Vamos a divertirnos mucho, Jungkook -dijo, mirando por el retrovisor con una sonrisa siniestra-. Espero que estés listo para un viaje inolvidable.

Mientras el coche se alejaba, Jungkook no podía dejar de pensar en Taehyung. Su corazón latía con fuerza, no solo por el miedo a lo que le esperaba, sino también por la preocupación por su amor. Debía encontrar una manera de escapar y salvar a Taehyung. No podía permitir que esté ganara esta batalla.

.....

El almacén en ruinas se quedó en silencio después de que el coche del tipo desapareció en la oscuridad de la noche. Los hombres de Taehyung comenzaron a recuperarse lentamente, frotándose las cabezas y mirando a su alrededor con confusión. Taehyung, yaciendo en el suelo, permanecía inmóvil, su respiración apenas perceptible.

Sin embargo, lo que nadie sabía en ese momento era que todo había sido parte de un plan meticulosamente preparado por Taehyung. Con un esfuerzo doloroso, Taehyung abrió los ojos, sintiendo el peso del chaleco antibalas bajo su ropa. La "sangre" que manchaba su ropa era una mezcla especial de tintes y fluidos preparada por su equipo médico para hacer la escena lo más realista posible.

Uno de sus hombres, seokjin, se acercó rápidamente cuando vio que su líder estaba consciente.

-¡Taehyung! ¿Estás bien? -preguntó, la preocupación evidente en su voz.

Taehyung asintió lentamente, permitiendo que sus hombres lo ayudaran a levantarse.

-Estoy bien, seokjin. Todo salió como lo planeamos -respondió, con un tono firme pero cansado.

Seokjin y los otros miembros del equipo intercambiaron miradas de alivio y admiración. Taehyung siempre había sido un líder astuto y estratégico, pero este plan había superado todas sus expectativas.

-El tipo cree que estoy muerto -continuó Taehyung, sus ojos brillando con determinación-. Eso nos da una ventaja. Ahora, debemos movernos rápido. Jungkook está en peligro y no tenemos tiempo que perder.

Los hombres asintieron y, con un renovado sentido de urgencia, comenzaron a preparar el equipo necesario para la misión de rescate. Taehyung, aún sintiendo los efectos del impacto de las balas contra su chaleco, se tomó un momento para recuperarse antes de unirse a ellos.

Mientras tanto, en el coche que se alejaba del almacén, el tipo miraba a Jungkook por el retrovisor, disfrutando de la expresión de angustia en su rostro.

-Taehyung está muerto, Jungkook -dijo con una sonrisa maliciosa-. Ahora no hay nadie que pueda salvarte.

Jungkook, sin embargo, mantenía la esperanza. Conocía a Taehyung mejor que nadie y sabía que el no era débil siempre estaba un paso adelante. Cerró los ojos y tomó una profunda respiración, preparándose para lo que sea que viniera.

....

Horas más tarde, en la base secreta de Taehyung, el equipo estaba listo para partir. Habían rastreado la ubicación del chico gracias a un dispositivo de seguimiento que Taehyung había logrado colocar en el coche durante la batalla. Con un plan sólido y la esperanza de salvar a Jungkook, se dirigieron hacia el escondite del enemigo.

El escondite del tipo era una antigua fábrica en las afueras de la ciudad, rodeada de guardias armados. Taehyung y su equipo se movieron con sigilo, eliminando a los guardias uno por uno sin hacer ruido. Finalmente, llegaron a la entrada principal, donde Taehyung hizo una señal para que su equipo se dividiera y cubriera todas las salidas.

Dentro de la fábrica, el estaba celebrando su aparente victoria, confiado en que Taehyung estaba muerto y que Jungkook no tenía ninguna posibilidad de ser rescatado. Jungkook, atado a una silla en el centro de la habitación, observaba a su captor con una mezcla de odio y determinación.

De repente, la puerta principal se abrió de golpe. Taehyung apareció en el umbral, su figura imponente recortada contra la luz exterior. El chico se congeló, su sonrisa desvaneciéndose al darse cuenta de que su enemigo estaba muy vivo.

-¿Sorprendido de verme? -dijo Taehyung, avanzando con pasos seguros-. Te dije que esto no había terminado.

El chico intentó sacar su arma, pero Taehyung fue más rápido. En un abrir y cerrar de ojos, desarmó a su enemigo y lo derribó al suelo con un golpe preciso. Los hombres de Taehyung entraron rápidamente, asegurando la sala y liberando a Jungkook de sus ataduras.

Jungkook se levantó de la silla y corrió hacia Taehyung, abrazándolo con fuerza. Las lágrimas de alivio y gratitud rodaron por sus mejillas.

-Sabía que vendrías -murmuró, la voz temblorosa-. Sabía que no me abandonarías.

....

Les dejo un nuevo capítulo
Mis lectores 🥰 🥰 😘