Capitulo 5
Taehyung permaneció en la azotea, observando en silencio la figura de Jungkook alejándose por las calles iluminadas por la luz de la luna. Una mezcla de determinación y pesar se refleja en su rostro mientras se pierde de vista.
–Taehyung,– para sí mismo–Debo protegerlo, aunque me duela mantenerme alejado.
Taehyung se adentra en las sombras de la azotea, listo para cumplir con su deber de vigilancia y protección.
Apartamento de Jungkook - Dormitorio
Jungkook regresa a su apartamento, con la advertencia de Taehyung resonando en su mente. Se sienta en el borde de la cama, perdido en sus pensamientos.
–Jungkook,–(susurrando,–¿Por qué esa conexión no puede ser? ¿Qué secreto guarda Taehyung?
Jungkook mira por la ventana hacia la noche oscura, preguntándose sobre el misterio que envuelve a su protector.
En la Azotea
Taehyung permanece en la azotea, su mirada fija en la ciudad extendiéndose ante él. Una sensación de inquietud lo invade mientras medita sobre las palabras que ha tenido que decirle a Jungkook.
–Taehyung,–(para sí mismo)– No puedo permitir que nada le suceda. Debo mantenerlo a salvo, incluso si eso significa mantenerme distante.
Taehyung se prepara para otra noche de vigilancia, decidido a proteger a Jungkook a toda costa.
.....
Jungkook se encontraba en su habitación, tumbado en la cama, mirando al techo mientras sus pensamientos giraban sin cesar. La conversación con Taehyung seguía repitiéndose en su mente, como una canción que no podía dejar de escuchar.
"Jungkook, la conexión que tú y yo sentimos... no puede ser posible", había dicho Taehyung con una voz cargada de tristeza y resignación. Jungkook había sentido como si una daga invisible atravesara su corazón en ese mismo instante.
No podía entenderlo del todo. Sintió que ambos tenían esa conexión. La conexión entre ellos siempre había sido algo más que amistad, algo más profundo y esencial. Y ahora, Taehyung le decía que todo eso no era posible. ¿Por qué? ¿Qué había cambiado?
Jungkook se giró en la cama, tratando de encontrar una posición cómoda, pero el insomnio lo había atrapado. Las palabras de Taehyung seguían resonando en su cabeza. ¿Era por la presión de su carrera? ¿Era algo personal que Taehyung no podía compartir? Las preguntas no dejaban de surgir, y con cada una, Jungkook sentía cómo su mente se adentraba más en un laberinto de incertidumbre.
.....
El amanecer llegó demasiado rápido. Los primeros rayos de sol se colaron por las cortinas, anunciando el comienzo de un nuevo día. Jungkook se levantó de la cama sintiéndose como si no hubiera dormido en absoluto. Sus ojos estaban pesados y su mente, nublada. Tenía una sesión de fotos programada para su nuevo álbum, y aunque su cuerpo estaba agotado, sabía que no podía faltar.
Se vistió con ropa cómoda y se dirigió al estudio, tratando de mantener una apariencia de normalidad. Al llegar, fue recibido con sonrisas y saludos, pero todo parecía distante y ajeno. Los flashes de las cámaras parpadeaban, y las instrucciones del fotógrafo resonaban en el aire, pero Jungkook se sentía como un autómata, siguiendo órdenes sin realmente estar presente.
Lo que Jungkook no sabía era que Taehyung estaba allí, escondido entre las sombras del estudio. Había llegado temprano, preocupado por Jungkook. Sabía que la conversación de la noche anterior había sido dura, y aunque tenía sus razones para decir lo que dijo, no podía evitar sentirse culpable. Desde un rincón oscuro, Taehyung observaba cada movimiento de Jungkook, atento a cualquier señal de que necesitara ayuda.
Cada vez que Jungkook parecía tambalearse, Taehyung estaba listo para intervenir, pero siempre se detenía, recordando sus propias palabras. Sentía un nudo en el estómago al ver el cansancio en los ojos de Jungkook pero no podía hacer más que observar y esperar.
La sesión de fotos se prolongó durante horas. Jungkook, a pesar de su fatiga, se esforzó por dar lo mejor de sí mismo. Entre cada pausa, se sentaba en una silla, frotándose los ojos y tomando sorbos de café, tratando de mantenerse despierto.
Taehyung, desde su posición oculta, enviaba pequeñas señales de apoyo. Una botella de agua fresca aparecía mágicamente al lado de Jungkook cuando más la necesitaba. Una toalla húmeda para refrescarse era dejada discretamente sobre una mesa cercana. Jungkook no sabía de dónde venían estos pequeños gestos, pero los agradecía en silencio, sintiendo de alguna manera la presencia de alguien que se preocupaba por él.
Al final de la sesión, cuando el equipo comenzó a recoger el equipo, Jungkook se quedó en el estudio, mirando por una ventana, perdido en sus pensamientos. Fue entonces cuando sintió una mano suave en su hombro. Se dio la vuelta y allí estaba Taehyung, con una mirada llena de preocupación y arrepentimiento.
–Jungkook..., –comenzó Taehyung, pero las palabras se le atragantaron en la garganta. Jungkook lo miró fijamente, sus ojos cansados pero llenos de preguntas.
–No tienes que decir nada,–dijo Jungkook con una voz suave pero firme. –Sé que lo que dijiste anoche fue difícil para ti. Y aunque no lo entienda del todo, confío en ti, Tae. Siempre lo haré.
Taehyung sintió una oleada de emociones que amenazaban con abrumarlo. Sin poder evitarlo, abrazó a Jungkook con fuerza. Fue un abrazo lleno de sentimientos no dichos, de promesas silenciosas y de una conexión que, a pesar de las palabras de la noche anterior, seguía intacta.
.....
El estudio se fue vaciando lentamente, dejando a los dos amigos en una paz relativa. Taehyung finalmente se apartó, sus ojos encontrándose con los de Jungkook. Había tanto que quería decir, pero las palabras parecían inadecuadas.
–Lo siento, –murmuró Taehyung finalmente, su voz apenas un susurro.
Jungkook negó con la cabeza.
–No tienes que disculparte. Solo quiero entender. ¿Por qué dijiste que nuestra conexión no puede ser posible? ¿Qué es lo que te preocupa tanto?
Taehyung suspiró, buscando las palabras adecuadas.
–Es complicado, Jungkook. Hay tantas cosas que nos rodean, expectativas, presiones y peligros. A veces siento que lo que tenemos es... demasiado frágil para este mundo.
Jungkook frunció el ceño.
–Pero precisamente porque es frágil, deberíamos protegerlo más, ¿no? No dejar que otros dicten lo que podemos o no tener.
Taehyung asintió lentamente, reconociendo la verdad en las palabras de Jungkook. Pero había más, algo que no podía expresar completamente.
–Es solo que... tengo miedo, Kook. Miedo de que todo esto nos destruya a ambos.
Jungkook tomó la mano de Taehyung, entrelazando sus dedos.
–No nos destruirá, Tae. Somos más fuertes de lo que creemos. Y si alguna vez sientes que no puedes con todo esto, recuerda que siempre estaremos aquí el uno para el otro.
Taehyung sintió una oleada de alivio al escuchar eso. Sabía que había sido injusto al imponer sus propios miedos sobre Jungkook, pero la sinceridad y la fuerza en las palabras le dieron un nuevo sentido de esperanza.
–Gracias, Jungkook, –dijo finalmente, apretando suavemente la mano de su amigo. –Prometo que haré mi mejor esfuerzo para no dejar que mis miedos nos separen.
Jungkook sonrió, aunque el cansancio seguía presente en sus ojos.
–Eso es todo lo que necesito escuchar, Tae.
......
Los siguientes días fueron una mezcla de trabajo y conversaciones profundas. La sesión de fotos fue un éxito, y las imágenes resultantes capturaron no solo la esencia de Jungkook como artista, sino también la profundidad de sus emociones.
Taehyung continuó cuidando de Jungkook, esta vez a plena vista de el, solo de el. No había más necesidad de esconderse en las sombras. Compartían momentos de risas y de silencio, de música y de palabras no dichas. Cada pequeño gesto, cada mirada, era una reafirmación de su algo más que amistad y de la conexión que, a pesar de todo, seguía siendo inquebrantable.
Una noche, después de una larga jornada de ensayos, se encontraron en la azotea del edificio donde vivían. El cielo estaba despejado, y las estrellas brillaban con intensidad.
–Sabes, Tae,– dijo Jungkook rompiendo el silencio, –lo que dijiste aquella noche me hizo pensar mucho. Y aunque fue doloroso, creo que nos ha hecho más fuertes.
Taehyung lo miró, sus ojos reflejando la luz de las estrellas.
–A veces, las verdades más dolorosas son las que nos enseñan las lecciones más importantes.
Jungkook asintió.
–Y la lección que he aprendido es que, pase lo que pase, no debemos dejar que el miedo nos controle. Nuestra conexión es real, y vale la pena luchar por ella.
Taehyung sonrió, sintiendo una calidez que empezaba a disipar sus temores.
–Tienes razón, Jungkook. Y prometo que siempre lucharé por lo que tenemos.
Se quedaron allí, en silencio, observando las estrellas. No había más necesidad de palabras. La noche era testigo de una resolución renovada, de una "amistad" que había superado una prueba difícil y que ahora era más fuerte que nunca.
......
Les dejo un nuevo capítulo
Mis bell@s lectores
Perdón por no actualizar
Tuve un pequeño bloqueo
Pero ya hemos vuelto..🥰🥰
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