Capítulo 24 "Gritos"
Me quedé fría. Mi mente se congeló al verlo avanzar hacia mí. No podía ver bien su rostro, ya que llevaba una capucha cubriendo su cabeza. Se quedó parado en el lugar y cerró la puerta. Cuando quedó descubierto, vi que estaba sonriendo. El cachorro qué tenía entre mis manos se revolvía por soltarse.
-¿Cómo estás, cielo?-estaba desquiciado.
-Vete de aquí-murmuré, apretando mis dientes.
-¿Por qué me estas echando? Acabo de llegar. Tuve que esperar a que mi primito te dejara. No le has contado nada, ¿no es así? Eso complicaría las cosas para ambos.
Yo no me movía del lugar. Mantenía mi cuchillo con una mano. Sin embargo, tuve que soltar al cachorro, ya que estaba desesperado. Lord, se acercó a él y comenzó a olerlo. Cuando terminó, movió su colita, inocentemente. Él sonrió.
-Me gustan los perros, mientras que no molesten. Lamento lo de la perrita. Me dolió aquí-tocó su corazón.
-Ben volverá en cualquier momento-lo amenacé, sin embargo, no sabía cuando volvería. Sin saber que demonios iba a ser de mi vida los próximos minutos.
-No creo que vuelva. Además, no irá a creerte. Vamos, hazme las cosas más fáciles. Si de todas maneras, vendrás conmigo. Quieras o no.
-No me llevarás viva. Mi cadáver no te servirá de nada.
-Te aseguro que el niño no será feliz si mueres. No creo que quieras darle más sufrimiento.
-¿Qué le has hecho?-estaba furiosa.
-Todavía nada.-respondió-Creo qué eres una chica inteligente. No me compliques las cosas y ven conmigo.
-No me voy a ir contigo. Vete de aquí.
Me levanté, con el cuchillo apuntando hacia él. El filo del arma blanca brilló con la tenue luz del farol. Mis manos no paraban de sudar, haciéndome inseguro el agarre. Me mantuve quieta cuando él se levantó y dio un paso hacia mí, lento y sigiloso, como si temiera hacer ruido. Mis brazos temblaron y levanté más aún el cuchillo en su dirección. Charly sonrió.
-No lo harás. Baja eso. Sé una buena chica.
Siguió avanzando y los nervios me invadieron por completo. Empecé a llorar, con lágrimas silenciosas. Retrocedía de pequeños pasos. El cachorro que estaba en el suelo sintió la tensión y comenzó a gruñirle.
-¡Vete de aquí!-grité. El sujeto se tensó y puso su dedo índice en la boca.
-Shhh. No grites.
Mi espalda chocó la pared. Estaba llorando más cada vez. Quise derrumbarme al notar que ya no había escapatoria. Lord, repentinamente se lanzó a una de sus botas, mordiendolo. Charly se comenzó a poner nervioso y, sin dudarlo, sacudió su pie, lanzando al pequeño cachorro contra la pared. Quise ahorcarlo, matarlo, cuando vi al perrito tirado en el suelo, sin moverse.
-¡Maldito desgraciado! ¡Lo mataste!
-Él se interpuso.
Estaba atrapada. No tenía escapatoria. Sin embargo, no se la dejaría fácil. Aunque, si no podía con él, estaba segura que prefería morir antes que dejar que me llevara. Me mataría si fuera necesario.
Estaba a sólo unos pasos. Sabía que lo único que lo obligaba a mantener distancia, era el arma entre mis manos nerviosas. Al menos, durante ese tiempo, había tenido tiempo de pensar en como escapar. Visualicé en mi mente lo que tenía que hacer. Cuando se acercara lo suficiente, clavaría el cuchillo en su cuello e intentaría desestabilizar sus pies, para salir de la cabaña. Las probabilidades de poder eran bajas, pero tenía débiles esperanzas. Esperanzas.
-Es hora, cielo.
De un momento al otro, se lanzó encima mío, tomando con una mano la del cuchillo y con la otra, bloqueando mi cuello para que no pudiera moverme. Aproveché que tenía aún uno de mis pies libres y lancé una patada a sus piernas, lastimando su rodilla. Charly se quejó y se puso agresivo, quitándome el cuchillo y lanzandolo al suelo. Con sus piernas, logró atrapar las mías, impidiéndome el movimiento. Su rostro quedó a sólo unos centímetros del mío. Sonrió.
-Serás mía, quieras o no.
Comenzó a besarme, hasta que mordí su labio inferior lo más fuerte que pude, sacándole sangre. Sin poder evitar el reflejo, liberó una de mis manos y comenzó a tocarse su boca lastimada, dándome oportunidad de rasguñar su rostro y jalar su cabello. No sabía bien lo que hacía, pero estaba defendiéndome lo más que podía.
-¡Quédate quieta, maldita sea!
Su furia y desesperación era cada vez mayor.
Logró tirarme al suelo, y fue ahí cuando comencé a gritar y a patearlo por donde fuera qué pudiera. Pero, a cada movimiento que daba, notaba lo fuerte que era y por cuanto me superaba. Yo, parecía una simple muñeca de trapo en las manos de un sujeto con metro ochenta. Hasta que llegó un momento en el que, no podía más. Me tenía inmóvil. Estaba con todo el peso de su cuerpo encima mio y ya no podía hacer nada. Mi respiración era agitada, así como la de él. Estaba agotada y asustada.
-¿Lo ves? Tanto esfuerzo, ¿para qué?
Cuando se acercó a mi rostro, escupí con desprecio, mostrándole qué nunca le pertenecería así como decía.
-Ahora verás como me amas a la fuerza...
Y supe lo que se venía. La imagen de aquel día se repitió y grité. Grité, grité y grité. Saqué toda la voz que me fue posible. Y así fue como lo puse más nervioso que nunca antes. Tapó mi boca con una de sus manos y lo mordí.
Y ahí fue cuando aproveche, con ese rápido movimiento, a estamparle un buen golpe en la cara. Sentí algo húmedo en mi puño, así que supuse sería el ojo. No pudo aguantar el dolor, así que cuando se apartó un poco de mí para palpar la parte lastimada, empecé a gritar nuevamente y a levantarme, para correr hacia la puerta. Justo cuando estaba por tomar el picaporte, alguien desde la parte de afuera, abrió antes que yo.
Era Ben.
Era mi amado Ben.
Sorprendido, miró la situación y, al verlo tirado en el suelo, desfundó un arma de su cinturón. Y le apuntó. Sin quitar la vista de blanco, con la otra mano, me tomó del hombro y me sacó afuera. Sin embargo, no pensaba irme de allí.
-Dame sólo una razón para que no te atraviese el cráneo ahora mismo.
Charly tembló y se arrastró por el suelo, fingiendo ser indefenso. Tenía falsa cara de tristeza, por ver al soldado apuntandole. Era una serpiente qué esperaba el momento oportuno para lanzarse por la espalda.
-Soy tu primo. Compartimos toda nuestra infancia juntos.
...
Nuevo capítulo de suspenso... ¿Qué hará Ben? Apuesten...
Gracias por su amor :3 Las quiero muchísimo. Hasta la próxima.
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