
Capítulo 20 "Me vuelvo vulnerable"
Ben relata.
¿Que no quería besar a su propio novio?
-¿Qué? ¿Tiene tan mal aliento?-ella rodó los ojos. Se la notaba avergonzada. Nerviosa.
-Ay, no es eso.-refunfuñeo. Me dio ternura, y no sabía que me estaba pasando últimamente.
-¿Y entonces?
-Bueno...es que...-dudó-No me siento...-y no estaba sonando muy convincente-demasiado atraída hacia él, ¿me entiendes?
Esta bien que no soy una chica y no sé mucho de sentimientos amorosos, pero eso no tenía un demonio de lógica. Se supone, según yo, que si es tu novio, ¡querrás besarlo! No hay demasiadas explicaciones. Además, el hecho de que no le atraiga "demasiado" es estúpido.
-Bueno, eso ya no importa-dije-Ahora hablemos de lo que yo te dije. Oh si, soné bastante desesperado-y ella rió.-No quise...bueno yo...
-¿Sabes qué? Hagamos como que nunca pasó. Fue sólo...tensión del momento.
Que quisiera besarla era tensión. Tensionante. No era lo que esperaba oír, pero yo no había ayudado demasiado. Ni yo me entendía.
-Si...eso. Tensión.
El silencio incómodo que yo odio tanto, vino. Se puso entre nosotros y creo "tensión". Como un completo idiota, empecé a sonreír, preguntándome si nos besaríamos con relación. Pero no. Sólo apareció el niño con cara de vergüenza. Odié a ese niño.
-Hum...estem...-parecía nervioso o incómodo.-Creo que rompimos una vasija-enrojecio y ambos corrimos hacia adentro.
Las dos niñas estaban mirándonos con culpabilidad y los cachorros, de toda especie, ladraban y maullaban a los pedazos desperdigados. Isabella se alarmó y quise ayudarla como fuera. No parecía una persona con demasiado autocontrol...bueno no.
-¡Dios!-exclamó-Alejense que pueden lastimarse.
Se había roto una vajilla de cerámica vieja y barata. Contenía algunas galletas de avena, que supuse eran las que le había traído.
Cuando vi como lo empujaba.
Después de que recogimos los pedazos, decidimos no dejarlos más solos, así que salimos en camino a la plaza. En esta época del año no se cultivaban muchos frutos, así que Isabella tenía más días libres. El pueblo solía sustentarse con pescado, pero aún así, el alimento era poco. Había hambre. Y todo solía ponerse más crudo. Pero, el pueblo parecía sostener un poco la alegría.
Nos pusimos justo en el centro y esperamos. Y esperamos. Estábamos en el lugar más transitado del pueblo, pero no teníamos demasiada suerte. Al menos, uno de los gatitos ya se había ido con una niña y su madre. Pero seguíamos con dos felinos y tres caninos en mano.
-Tengo una idea-dijo Isabella mientras se levantaba del banco. En segundos, había desaparecido con las dos niñas, dejándome con Reinaldo.
-Así que te gusta la novia de mi hermano-rompió el silencio-Eso no está bien.
-No, claro que no me gusta.
-Si. Mentir tampoco está bien. ¿Tu hace cuánto que no vas a la iglesia?-preguntó-Parece que haces todo mal.
-No creo en esas cosas. Mi madre está enferma. No creo que un buen Dios tenga la necesidad de causar sufrimiento. Por eso no estoy conforme con la religión-y de pronto me sentí estúpido por contarle algo así a un niño.
-Dios no tiene la culpa.
Agradecí que las chicas volvieran rápidamente para cortar la extraña conversación. Aunque me quede pensando en porqué me había dicho eso Rei, acerca de Dios.
-Ponganles esos listones en el cuello-Isabella estaba extraña, parecía haber llorado-Yo vendré luego.-se fue de manera rápida, y quise seguirla. Pero no. Tal vez necesitaba un poco de privacidad para ella misma. Aún así, la duda me carcomia.
Mientras veía como los niños colocaban los listones en forma de moño, quise ver si podía averiguar adonde se iba.
-Hum...¿ustedes no saben adónde fue Isa?-pregunté, intentando ser casual.
-Pues no...-respondió la más pequeña-Pero vino un hombre y le dijo algo. Ella casi que grita, pero terminó abrazandolo.
Me quedé helado, petrificado. ¿Quién podía ser? ¿Un ex? No...eso es poco probable, y psicópata de mi parte.
-¿No vieron su cara?
-Nop, estaba cubierto.
Y quise correr a buscarla para ver quien era. Una duda gigante invadía toda mi materia gris. Pero tampoco podía dejar a los niños solos.
-Mira que lindos cachorros-dijo una mujer mayor, a lo que parecía, era su hijo-¿Los están obsequiando?
-Si-asintió Rei-Puede llevarse el que más le guste.
La mujer, tomó uno y se lo llevó sonriente. Tal vez aún sostenía su sonrisa porque el frío recién comenzaba. Dos semanas después, todos lucharian por conseguir un pedazo de pan, y alimentar a su familia.
Estaban contentos porqué habían logrado su objetivo, y poco a poco, los pequeños animales encontraban hogar. Aunque, las horas pasaban y comenzaban a quejarse de cansancio. Para nuestra suerte, el último gato se fue y pudimos regresar a la cabaña donde Isabella. Tal vez estaría allí y podría ver quién es el dichoso sujeto.
Cuando abrimos la puerta, nadie estaba. Sólo estaban los dos insoportables animales que Isabella insistió en tener. Dormían tranquilos en aunque cama. ¿Donde demonios estaba?
-Ya llegué-ella apareció y entró, dejando que una correntada de viento me golpeara la espalda-¿Cómo les fue?-y vi sus ojos hinchados. Lágrimas.
-¡Bien!-exclamaron-Todos se fueron-puchereo la más pequeña, a la cual yo todavía no le conocía nombre.
Necesitaba que estos niños se fueran de una vez. Tenía que hablar con ella. Preguntarle quien había venido a verla.
Esperé y esperé, hasta que dos horas después, las dos hermanas se fueron. Me pregunté cuando se iría Reinaldo, pero Isabella dijo que él se quedaba con ella por un tiempo más. Demonios.
-Necesito preguntarte algo. ¿Podemos ir afuera?-ella enmudecio.
-No...es que tengo que terminar esto-Isabella nunca se esforzaba por terminar algo.
-Vamos afuera-aquello sonó como una orden y ella dejó el queso en la mesa-Vamos.
-Ben, dije que no puedo ahora-volvió a decir, exasperada.
-Isabella...-iba a levantar la voz, pero recordé a Reinaldo y apreté el respaldo de la silla.
-Creo que podrás esperar hasta que me desocupe, ¿no? ¿O es que no sabes esperar?-volteó y clavé mis ojos sobre ella. El aire estaba tenso, y en ese momento, sólo se escuchó como Reinaldo mordia un pedazo de pan.
-No. Quiero que hablemos ahora.
-¡Oigan!-él se levantó de la silla y alzó sus manos arriba-Iré un rato afuera...hablen...hum...-y se fue.
Ella quiso detenerlo, pero yo tomé su hombro. La princesa quitó mi agarre y me enfrentó. Estaba muy enojada. Sus mejillas estaban rojas, sus ojos filosos y su boca fruncido y pequeña. Hermosa. Molesta y hermosa. Condenadamente preciosa...
-¿Qué te pasa Ben?-murmuró cerca. Intentaba ser de mi altura, y casi se paraba en puntas de pie. Odiaba admitir que casi había olvidado porque todo esto había comenzado. Mi cabeza se volvió estúpida.
-Quiero...-la voz salió ronca de mi garganta. Carraspee-¿Quién...
-¿Quién qué?-me interrumpió, acercándose aún más.
La situación era fuerte. No podía concentrarme. Estaba perdiendo el control, como en la noche de ayer. Sólo podía ver sus labios. Su aroma me envolvía. Su cabello olía delicioso.
-¿Ben?-ya no estaba molesta, sólo confundida.
-Isabella...-y me aleje. Con toda mi fuerza de voluntad.
-¿Por qué te alejas?-preguntó y ahora ella tomó mi hombro para voltearme-Últimamente no se que te pasa.
-Es mi madre-mentí. Mi madre no tenía demasiado que ver con mi actitud hacia ella.
-Ella estará bien-me abrazó y todo por dentro mío pareció estallar.
-Por favor, alejate-pedí-Isabella, alejate de mí.
Al momento de levantar su mirada, vi dolor. Decepción. Hizo lo que le dije y soltó mi agarre.
-¿Qué estas diciendo, Ben?-sus ojos se aguaron y me desarme de la peor manera.
-No llores, por favor.-no resisti y limpie la pequeña lágrima que se le había caído-No entiendes que me está pasando. No sabes lo que me sucede cada vez que estas cerca. Ni yo lo entiendo.
-¿Qué sucede entonces? Explícame, porque no te entiendo.
Y no pude. Mi fuerza de voluntad se fue de un segundo al otro. Mi cerebro dejó su órbita y tomé su frágil y pequeño rostro entre mis manos. Isabella respiró asustada, pero no se apartó. Y la besé. La besé.
-Si te miro, es porque me encantas. Te miro y entiendo lo que es ser hermosa-murmure con loa ojos aún cerrados-Cuando estas cerca, no me concentro. Estoy idiota-sonreí-No soy soldado. Me vuelvo vulnerable.
...
Okey...no voy a decir nada porque sigo flipando de emoción. ¡TE AMO BEN HERMOSO!
Pd: El sexy Ben en multimedia *a pedido de las chiquitas 7u7*
Contadme sus reacciones pequeñas 7u7
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