Mi mundo se volvió más colorido. Mi mundo se volvió más feliz en un instante. Aunque no sabía porqué le había respondido así, estaba extrañamente contenta. Me sentía audaz, atrevida. Mi vergüenza humana se había ido por una centésima de segundo. Estaba siendo yo misma frente a él. Tal vez, todos teníamos una burbuja dentro nuestro. Una burbuja que podía explotar de momentos, pero después volver a formarse, porqué segundos después, me ruboricé un poco. Caí a tierra Isabella.

-Hey-sonrió repentinamente, un poco avergonzado-Nunca tuve la oportunidad de conocer esta parte de ti-paseo su mirada por mi cuerpo-Y no, no te tengo miedo.

Se acercó hacia mi, haciéndome sentir pequeña e indefensa. Al lado de su trabajado cuerpo, era una insípida hormiga. Parecía una pared de músculos viviente. Estúpida seré de haberlo provocado.

-Yo...yo...bueno...-empecé a tartamudear como una completa adolescente.

-¿Quién está asustada ahora?-Ben pintó una socarrona sonrisa en su rostro. Me ponía nerviosa. Me parecía atractivo. Demasiado. Más que nunca.

-Yo tampoco te tengo miedo-le dije con el poco valor que me quedaba-Es sólo que te...estabas...-puso su mano en mi mentón y un escalofrío rápido recorrió mi cuerpo. Unos estallidos de emociones se liberaron en mi interior-Tranquila, princesa...

Sus ojos. Esos ojos. ¿Desde cuándo eran tan brillantes? Su pupila estaba dilatada, tanto, que hasta mi rostro se reflejaba en esa parte oscura y profunda. No sabía si eran yo, o se había acercado un poco más. Ambos estábamos de pie, a dos dedos de distancia. Mi cabeza dolía al pensar aquello. Lo sentía cerca, diferente. Pero al mismo tiempo estaba lejos, y quería acercarlo. ¡Que locura!

-Estoy tranquila-dije casi susurrando-No seas tonto...

-No soy tonto-negó él, también con la voz baja.

-¿Cómo se que no?-cada vez parecíamos más y más cerca. Los susurros eran bajos. Las respiraciones agitadas, pero tranquilas a la vez. ¿Era eso posible?

-Porque se lo que quiero-respondió a sólo unos centímetros de mi ruborizado rostro. Rostro que no quería apartarse.

No sabía que pasaba. No sabía porqué estábamos hablandonos así, ni porqué nuestra cercanía, ni porque todo el aire parecía más calido a mi alrededor. Tenía escalofríos, pero al mismo tiempo sentía mucho calor. Fuera lo que fuera, no podía detenerme, no quería, y él tampoco. Lo presentía.

-¿Y qué es lo que quieres?-pregunté de una manera casi inaudible.

Mis piernas casi se convierten en mantequilla. Mis mejillas casi explotan de calor. Mi cuerpo parecía poseído por cada palabra que salía de su boca, en esos perfectos y placenteros minutos. Sólo un nariz separaba nuestros labios.

-Bésame. Bésame, por dios. No hay otra cosa que quiera más en este preciso instante.

Temblé. Pensé que había caído al suelo y mi cuerpo se había desecho en miles de partículas. Pero no. Comprobé que aún seguía ahí, cuando Ben puso ambos brazos en mi cintura, al costado de mi vestido, de manera suave, casi imperceptible. Sin embargo, para mi había sido muy notable. Y explosivo. Y maravilloso.

-Ben...-emiti ante su toque.

-Hazlo...

Ahí fue cuando mi tiempo se congeló y tomé valor. Iba a hacerlo. Ya no podía resistir. ¡Lo besaría! ¿Qué me importaba lo demás ya?

-¿Isa? ¿Estás ahí? Disculpa la hora.

Oh no.

¡Demonios! ¡Diablos! ¡Todas las maldiciones existentes!

Nos apartamos rápidamente. No podíamos mirarnos a la cara. Al menos no yo. Estaba demasiado avergonzada. Haber escuchado la voz de Mycol me había mutilado. ¡Se suponía que era mi novio! ¿Qué iba a pensar Ben de mi? Aunque él también tenía a Marcie...

Ambos habíamos caído en lo mismo. Bueno, tal vez no exactamente. Mycol no era mi novio en realidad...Pero a eso, el soldado no lo sabía.

-¿Hey?-preguntó de nuevo el chico al otro lado.

Ben revolvió sus cabellos y pasó una mano por su nuca. Reaccionó rápidamente y, acercándose al perchero, junto a la puerta, tomó su abrigo y me hizo un ademán, dándome a entender que nos veríamos mañana. Abrió la puerta, y se despidió velozmente de los dos que estaban afuera. Mycol y Reinaldo.

-¿Interrumpimos?-preguntó el mayor, un poco frío.

-No, no, claro que no. Ben se fue porque tenía muchísimas cosas que hacer-mentí.

-Valla...bueno...hum...-se notaba nervioso, o tal vez incómodo-Mis padres tienen un viaje corto a casa de unos tíos. Yo tengo que ir con ellos, pero él no puede faltar a la escuela-ví a su hermano bufar-Pensé que...

-¿Quieres que se quede conmigo hasta que ustedes vuelvan?-pregunté dando por entendido su propuesta no planteada-No hay ningún problema-sonreí-¿Tú quieres?

-Seh-dijo Rei, encogiendose de hombros-¿Puedo traer a la perra con sus cachorros? Es que no pueden quedarse solos en la casa.

¿Algo más? Ahora la pequeña cabaña en donde vivía, sería la cabaña comunitaria del pueblo. Primero los gatos, ahora también tenía un niño, y cuatro perros.

-Está bien-asenti-No puedes dejarlos solos.

-¡Gracias! Nos estas salvando-segundos después, tenía a un Mycol abrazandome.

Los dos se retiraron para buscar y traer las cosas de Rei y las mascotas. Las acomodamos como pudimos y logramos aprovechar bien el espacio. Para mi mala suerte, los cachorros ya caminaban y jugueteaban entre ellos. Apenas que sabían, pero eso nos complicaba un poco, porque los gatitos, no tenían demasiada paciencia con los nuevos vecinos.

-En serio, no se como agradecerte-dijo Mycol.

Estábamos afuera. Él ya se iba, así que nos estábamos por despedir. Sin embargo, su actitud nerviosa y cariñosa, me ponía tensa. No sabía porque actuaba así. Movía sus dedos rítmicamente y se balanceaba sobre sus talones.

-Está bien, Mycol-le decía-No es problema. Mejor, me gusta tener compañía. No tienes que agradecerme.

La brisa estaba fresca. Se sentía el aire otoñal por todas partes. Me gustaba sentir un poco el frío, más que el agobiante calor. Algunas hojas amarillas volaban. El cabello de Mycol se despeinaba un poco, pero él parecía muy ajeno a eso. Me miraba feliz, agradecido. Yo simplemente lo había tomado como un favor de amigos. Algo simple para poder ayudarlo a él y a su familia.

-Si, si tengo que.

Y allí fue cuando me quede estática, rígida, pegada al suelo por una fuerza de atracción. Mycol tomó mi rostro y me besó. Sus labios temblaron al contacto. Quería apartarme, pero mi cuerpo no respondía. Abrí mis ojos y comencé a mover mis manos como loca. Segundos después, logré empujarlo. Vi su cara de dolor y vergüenza. Pero eso no fue lo peor de todo. Ben estaba a un metro de distancia, viéndolo todo. En sus manos llevaba una bandeja, cubierta por un trapo cuadriculado.

-Yo...te traje esto-dijo.

Eran galletas de avena. Esas que una vez, me contó que amaba y le costaba compartir. Esa tarde reí como loca. Él me las había traído. Parecían deliciosas.

-Buenas noches-dijo antes de irse.

No pude detenerlo porque aún seguía sin creer lo estúpido de la situación. Y de repente, me sentí molesta con Mycol. No, enojadisima. ¿Quién se creía que era? ¡Lo de novios era actuación!

-¡¿Por qué hiciste eso?!-grité.

-Lo lamento-dijo apenado-No quería molestarte.

-¡Me besaste!-menuda exclamación.

-Perdóname-se notaba arrepentido y avergonzado.

-¡Vete de aquí!

Cerré la puerta con un estruendo, dejándolo fuera. Tuve que inventar una excusa para su hermano menor, que había escuchado los gritos de afuera.

Dos horas despues, ya acostada en la cama, mirando al techo, en plena oscuridad, me puse a pensar. Medite en todo lo ocurrido durante ese tiempo. Había sido demasiado rápido, tanto, que ni podía procesar bien mis emociones. ¿Por qué me habría besado? ¿Por qué Ben me habría pedido que lo bese? ¿Yo le gustaba? ¿Él me gustaba?

De lo último tenía algo bien claro. Ese soldado no era simplemente una masa de músculos atractiva. Tenía sentimientos. Sentimientos nobles, que nunca había conocido en otra persona antes. Eso lo hacía especial. Eso me hacía quererlo. Pero...mi pregunta correcta entonces debería ser...

¿Cómo lo quería?

-¿Qué?-escuché la voz de Rei en la oscuridad.

-¿Hablé en voz alta?

-Sip-rió.

-Lo siento. Buenas noches.

-Buenas noches, princesa Isabella.

...

Perdonen la nueva demora :( Prometo subir más seguido :c
Y también, gracias a ustedes por su tierno apoyo :3 No me imagine que podía gustarles tanto♥ :')

Hasta la próxima♥

Pd: ¿Cómo esta el clima en su ciudad? Yo acá muriendo de frío♥