Toothless estaba dormido mientras que Hiccup aunque sus alas lo tapaban podía ver a su amigo sin problemas.

Los jinetes estaban a gusto con sus dragones y con cada uno de los minutos que pasaban se sentían más enfocados en seguir como ahora aunque hayan abandonado su pueblo sentían que era lo correcto y no abandonaban nada.

Mejor dicho seguían de frente, era un nuevo comienzo.

 Los kyubis estaban mirando todo estaban a intemperie con los demás dragones estaban arrullandolos con sus ronroneos .

Los dragones alfa veían que estaban sus hijos que estaban acurrucados sentían el amor que se transmitían.

-Se ve su futuro juntos-dijo Seiya a lado de los alfas.

-#Es cierto#-"dijo" el furia luminoso.

-#Espero que siga así#-"dijo" el furia nocturna.

-Yo haré que eso suceda-dijo Seiya serio mirando la casa.

-#Contamos con ustedes#-dijo el furia luminosa.

-#Siempre contamos con ustedes nunca nos han fallado#-dijo el furia nocturna.

-#Sus papás estarían orgullosos de ustedes#-dijo el furia luminosa.

-Gracias lo malo es que no estén aquí-dijo con voz apagada pero los dos furias se acercaron ronroneando.

-#Sus papás sabían que algún día irían por ellos al igual que nosotros lo sabíamos#-dijo el furia nocturna.

-#Siguieron adelante y ahora son como ellos ayudan a los que más lo necesitan#-dijo el furia luminosa.

-En serio que ustedes...-dijeron los kyubis en tono agradecido así en con el cielo estrellado durmieron esperando un mejor futuro para ellos.

En el pueblo de Berk estaba una furiosa Astrid que derribaba árboles con su furia.

-Maldito....-decía Astrid derribando otro árbol con su hacha-maldito....maldecido...furia nocturna-con cada palabra derriba un nuevo pobre árbol.

-Astrid aunque hagas eso no dirá nada-dijo una chica en la rama de los árboles con sorna pero tuvo que saltar a otro ya que este fue derribado-o vamos yo lo digo con todo mi corazón dijo con broma.

-Ruffnut déjame en paz-dijo Astrid apretando los dientes.

-Solo buscaba a mi dragón-dijo como si mirara al horizonte.

-No lo vi-dijo furibunda.

-Al parecer todos los dragones se han ido-dijo captando la atención de Astrid-incluso el tuyo-dijo como si nada.

-Es imposible-dijo Astrid al salir corriendo al corral de su dragón mientras que Ruffnut sonreía hasta las orejas.

-Pero ahora como encontraremos a nuestras presas si  no podemos volar-dijo Ruffnut pensando y chasqueo la lengua mientras pensaba una manera de ir a varios lugares pero rápido la única manera que conocía era por dragón pero ahora no se asomaba ninguno ni por un misero pescado o algo más.

Los dragones estaban pescando en ese paraíso terrenal, pescaban, cazaban y volaban sin preocupación todo era paz los kyubis tuvieron que irse para ir a ver a otra pareja que eran pilares hasta ver sus avances pero si necesitaban su ayuda estarían ahí.

Tuffnut y Hiccup fueron a pescar en compañía de sus dragones que al llegar se abalanzaron al mar para tener su cena.

-Ahhh... con ellos no creo que haya muchos peces-dijo Hiccup al ver a Toothless y a Cremallerus en el mar cazando abundantes peces.

-Mejor vayamos a un lugar un poco apartado-dijo Tuffnut viendo la misma escena.

Pero al ir más allá los vikingos los dragones también.

-Chicos si siguen así no podremos pescar-dijo Hiccup ya corriendo con Tuffnut detrás para separarse y pescar pero al parecer los dragones no estaban de acuerdo ya que por el agua los seguían como si nada.

Después se veían a dos vikingos cansados de su maratón tratando de recuperar aire mientras que los dragones al no ver su escape siguieron pescando.

Los vikingos se sentaron en la arena esperando a sus dragones ya que tal vez que cuando se encontraran satisfechos los dejarían pero al ver venir a los dragones se fijaron que ya era de noche.

-Ahora que haremos-dijo Hiccup suspirando.

-Pues veremos como nos las arreglamos-dijo Tuffnut del mismo modo.

Los dos dragones al salir del mar se acercaron contentos a sus vikingos pero estos morían de hambre y su estómago hizo su reclamo claro que los vikingos se avergonzaron de este hecho.

-Chicos vamos-dijo Hiccup tratando de opacar ese vergonzoso momento pero los dragones no se movieron.

-¿Qué pasa?-preguntó extrañado Tuffnut pero los dragones se acercaron a ellos cambiando a su forma semi-humana y en brazos llevaban varios pescados que antes estaban en sus hocicos en su forma dragón.

Los dragones no eran tontos era parte de su instinto mantener vigilados a sus parejas para que no les pasara nada y dar alimento como intento también un poco de cortejo.

-Lo sentimos-dijeron ambos dragones pero dejaron su caza a los pies de los vikingos. estos se sonrojaron pero aceptaron el gesto y comprendieron al explicarles los dragones que fue lo que paso.

-Los amamos así que esta bien-dijeron ambos vikingos y los dragones afirmaron que sus parejas eran perfectas.

Así ambas parejas tanto dragón con humano se fueron a su hogar para comer su caza claro que dejaron un poco para las crías de dragón que al parecer babeaban por su carga.

Los dragones volvieron a acostarse con sus amores o almas gemelas como ellos los llaman.

Los demás dormían alrededor cuidando el hogar de sus alfas.

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