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No me hagas esto, chica Streamer

[Advertencia, el siguiente capítulo... Puede que no sea de tu agrado]

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Un mes atrás

— Oye Boscha. — Recién despertaba su novia y le miraba con cierta timidez.

— ¿Quieres celebrar nuestro aniversario de un día? — Bromeó al respecto, el rostro de Willow era más fácil de leer que la vida privada de cualquier celebridad.

— Apenas han pasado unas horas, no califica aún.

— Para mi, después de las 12 am ya es otro día. — La hizo reír, victoria.

— Vale. — Calmó su risa. — Pero, verás, ahora me doy cuenta de que hay algo que te he ocultado. — Boscha tenía una respuesta ingeniosa, pero, pensó que quizás lo mejor era ponerse seria.

— Bueno, quizás llevamos horas de relación pero tenemos varios meses de conocernos. — Se sentó a su lado. — Y para ser justas, creo que ya me gané con creces tu confianza.

Willow pudo notar el tono orgulloso con el que Boscha soltó esa verdad, así que solo atinó a darle algo de cosquillas a su torso desnudo.

La besó, besarla era tan dulce y relajante que a veces deseaba poder hacerlo eternamente.

Aunque no podía decirle eso o crearía a un peligroso y presumido monstruo.

— Muy bien, es, sobre mi cuarto.

Boscha siempre se preguntó que había en ese lugar pero siempre respetó la decisión de Willow de no decir ni mostrar nada y por lo mismo, jamás preguntó.

No pudo evitar tragar un poco.

Claro, a este punto, le aceptaría cualquier secreto, incluso si es que tenía cadáveres ahí.

Vale no, quizás no a ese extremo... ¿O si?

— No se que estás pensando en tu pequeña cabecita Boscha, pero créeme, puede que no sea algo tan impresionante como piensas.

— Ay ¿Se notó que estaba pensando mucho? — Rascó la parte izquierda de su cabello. — Pero lo dudo. — Dijo cambiando su semblante. — Todo lo que sea de ti ha resultado ser impresionante o genial, así que seguramente tú secreto también.

La bella streamer se esperaba ese tipo de respuesta, le agradeció y finalmente mostró aquello que jamás pensó mostraría.

Quién diría que esa chica loca, pero sexy, llegaría a ganarse su corazón y confianza.

Fue una preparación mental bastante importante, lo suficiente para que Boscha le relajara con su mano en el hombro.

No, no le diría "si no estás lista no lo hagas" porque Boscha sabía que ya estaba lista y que hoy era ese día.

Sea lo que sea, ahí estaba frente a ella, un secreto que si novia guardaba con recelo.

— Muy bien. — inhaló profundamente. — No digas que no te lo advertí.

La puerta se abrió, Boscha escuchó un chirrido inexistente de ella.

Cuando posó su mirada allí, finalmente lo vio.

Algo que no esperaba ver, en realidad, algo que ni siquiera se imaginó.

Un cuarto bastante lindo, una cama con ponis y demás figuras similares, paredes pintadas de rosa y con muchos, muchos peluches y muñecas.

¿Que?

— Am... Es un cuarto muy lindo. — Miró hacia todos lados esperando ver algo más, quizá alguna compuerta secreta.

— Ya deja de hacer eso, tonta, esto es todo lo que hay.

Seguía confundida, realmente esperaba algo, diferente.

Aunque si era sincera, la verdad es que ese cuarto se veía bastante más lindo que en la sala donde hacía sus streaming.

Pero también... Mucho más infantil, el cuarto de una niña, una muy femenina incluso, no entendía mucho de esto.

Pero lo que si sabía, es que debía pasar algo para que esto fuera un secreto.

¿Vergüenza por sus gustos? La chica que se pasea desnuda por la casa no parecía ser de esas ¿Objetos robados que la policía busca? No, eso es absurdo.

— Es tan divertido verte pensando las cosas. — El nerviosismo de Willow se había disipado por completo al ver a Boscha en ese estado, podía jurar que veía ecuaciones random flotar en frente de su cabeza.

— Tengo que admitirlo, una parte de mi sospecha que en algún momento jalarás alguna palanca y algo pasará. — Comenzó a revisar. — Por ejemplo, ese oso de allá se ve sospechoso ¿Tiene cámaras en sus ojos? — Willow soltó terrible carcajada.

— ¿Y para que lo tendría en mi propio cuarto entonces? En cuyo caso lo pondría en el tuyo. — La pelirrosa sonrió con rubor en su mejilla.

Estaban bastante melosas en ese momento, pero era hora de explicarlo.

Un cambio tan repentino en el rostro de Willow dio a la pelirrosa un mal presentimiento.

— No, ese oso no tiene nada dentro más que felpa. — Caminó hacia el y rodó sobre la cama que estaba allí para caer frente a el. — Se llama jal swida. — Dijo, sin mirar a Boscha.

— ¿Ese es un nombre en coreano? A veces olvido que eres de-

— Y me lo regaló mi mamá cuando tenía 4 años.

Eso último sorprendió a Boscha, al punto de arquear la ceja con demasiada fuerza.

Y esa forma de haberla interrumpido, parecía en trance.

— Este pequeño reptil de aquí, se llama achim sigsa. — Otro nombre natal que le sorprendió. — Me lo regaló mi papá después de que aprendí á tocar una canción con la flauta, desde los 5 años me acompañaba en el desayuno siempre.

Otra descripción, extraña, verla además con esa sonrisa de oreja a oreja no mejoraba el ambiente.

— Esta muñeca de aquí se llama joh-eun sido, fue de cuando fuimos los 3 a una feria, me lo compraron porque fallé en el juego de los dardos y estaba llorando. — Su voz se hizo nostálgica, apagada. — Pero por desgracia, me subí a un juego donde me mareé y la vomité.

Ella comenzó a reír, pero para ese punto, Boscha ya había notado lo raro que era todo esto por no decir otra cosa

Willow siguió hablando de varios de sus objetos de aquel lugar, desde juguetes, ropa y demás, hasta otro tipo de accesorios como un sombrero, un vaso con popote y hasta incluso monedas o piedras.

Pero todo tenía una constante, cada cosa era un regalo de sus padres y su voz se hacía cada vez más triste.

¿No siempre fueron unos monstruos?

— Y esta estrella a la que le falta un diente se llama yong-gamhan. — Comenzó a reír un poco. — No lloré cuando me sacaron 2 dientes a mis 10 años, así que la pidieron al dentista para que me lo diera por mi valor. — Presumió. — Y le puse una W en su frente, ya sabes que significa. — Una sonrisa que no reflejaba alegria se vio en ella.

Finalmente Willow tomó aire y miró a Boscha.

No era nada difícil saber que la mirada de la pelirrosa era la descripción de wtf total.

— Perdona, creo que me dejé llevar.

Al fin Boscha entendía el porque mantenía estas cosas en secreto, pero pese a todo, si tío que aún necesitaba confirmarlo.

— ¿De verdad tus padres te regalaron estas cosas, Park?

Fue una pregunta directa, sin ningún cambio de expresión y con la mirada fija en Willow, misma que podía sentir dicha intensidad.

— Se que es difícil de creer pero, si, ellos me regalaron estas cosas.

Boscha sintió que aún faltaba algo, no precisamente de describir, ya que claramente había cubierto todo lo que estaba ahí, solo omitiendo la cama, su guardarropa, paredes y el suelo.

— Suena a qué eran buenos padres, pero entonces ¿Por qué?

Willow se recostó en su cama, mientras que con su mano izquierda tocaba sus cosas.

¿Por qué? Era clara la intención de esa pregunta.

— Cuando era muy pequeña, mis padres y yo salíamos a muchos lugares y hacíamos varias cosas, jugar, cantar, viajes a varios países, mucha ropa, juguetes y comer en restaurantes de lujo, no había un día que fuera aburrido o igual al anterior, incluso si el clima arruinaba nuestros planes, siempre la pasábamos bien. — Tomó aire y uno de sus objetos. — Pero, un día de repente... Todo dejó de ser así y...

Algunas lágrimas se asomaron, Boscha se preocupó y se acercó a ella.

— No quiero recordar lo demás pero, cuando me di cuenta de porque todo cambió, no volví a tener un recuerdo feliz con mis padres. — Sus lagrimas se acrecentaron. — Todo había sido una mentira, cualquier cariño que ellas tuvieron por mi fue, falso. — Se relajó un poco al sentir el roce de Boscha en su rostro. — Solo estaban felices porque tenían dinero, cuando se acabó y cuando yo ya dejé de ser un seguro para sus horribles vidas, bueno ¿Quién necesita a esa carga de 11 años?

Boscha no sabía si pedirle que deje de insultarse o solo limitarse a escucharla, jamás había estado en una posición de animar a nadie, menos a alguien que creía muy fuerte, más que ella.

— Ellos recibían dinero de personas que me querían mucho, mis abuelos. — Hizo una pausa intentando recordar algo. — No se porque, nunca me visitaron, se cómo lucen sus rostros porque veía muchas fotos de ellos y porque muchas veces hablaba con ellos por teléfono. Pero murieron, al parecer, fueron asesinados sin más, una muerte que tomó a todos por sorpresa. Pero jamás vi a mi padre o madre llorar ¿Quieres saber lo que vi que hicieron?

Boscha asintió.

— Dijeron ¿Y ahora como pagaremos los autos que acabamos de comprar?

La pelirrosa solo rodó los ojos, ahora entendía porque Willow dijo que todo era una mentira.

— Discutieron, era la primera vez que los veía hacerlo, insultos, se culpaban entre sí... Que tonta fuí por haberme metido en ese momento. — Apretó sus puños. — Al final, yo fui la culpable de todo.

Si no hubiéramos gastado en ti, tendríamos más dinero ahora mismo.

— Eso me dijeron. — Ahora Boscha apretó los puños. — Y tuvieron la brillante idea de vender todo lo mío que pudieran, estas cosas rotas o muy viejas, fueron las que nadie quiso.

Pese a todo, Willow se tranquilizó, vió en Boscha lágrimas, aunque más que nada, furia, sus ojos cerrados eran una señal inequívoca de eso.

— Después de eso, mis padres tuvieron que hacer algo que odiaban con cada pizca de su alma, trabajar, o al menos lo que creían que era eso, por supuesto, no hubo más charlas en la mesa, no volvieron a llevarme a la escuela pues vendieron los autos, no hubo más una relación de familia. Sin mencionar las veces que se desquitaban conmigo, gritándome, al menos nunca hubo golpes ¿No es bueno?

— No puedo decir que lo sea, Willow. — Tuvo que decir algo después de ver cómo su novia se lo pidió con la mirada.

— Vamos, se que me amaron, estoy segura de que no todo fue una ilusión, ¿Verdad?

Boscha ya no pudo responder, solo le miró con sus ojos cristalizados a la chica de lentes quien sonreía.

La esperanza de aquellos ojos verdes de recibir palabras positivas eram enormes.

"Si, estoy segura de que tus padres te amaban" era la respuesta que quería de su nueva pareja.

Pero Boscha no deseaba mentirle, no creía que fuera lo correcto en lo más mínimo.

— Se que de verdad debieron amarme un poco. — Volvió a hablar Willow. — Ese poco me basta, recordar esos momentos con estos chicos, también, ellos son la prueba, porque sino, los habrían roto o algo ¿A qué si? Se que si.

Finalmente Boscha entendió porque pese a todo lo que podía ser, Willow aún daba dinero a esas sanguijuelas, porque pese a todo los llamaba de forma respetuosa y se preocupaba por ellos.

Tenía ganas de golpearlos, de decirle a Willow que se aleje de esas cosas para siempre y que no vuelva a dirigirles la palabra, que no valían ni un solo instante de sus pensamientos.

Pero claramente no podía decir eso, solo deseaba apoyarla ahora.

Además, sabía que Willow no era una crédula.

— Ya veo. — Dijo Boscha, después de relajarse. — Entiendo el porque de este cuarto. — Ahora Boscha rompió en llanto y le abrazó. — No diré mis opiniones, Park, pero gracias por mostrarme esto, eres muy valiente

— Pues, gracias. — Lloró un poco más, pero en los brazos de Boscha, cualquier dolor se disipaba rápido. — Por cierto, valiente significa yong-gamhan.

— ¿La estrella se llama valiente porque te la regalaron por ser valiente? — Willow asintió sobre el hombro de Boscha ya que seguían abrazadas. — Que mala eres para los nombres, Park.

— Y eso que no sabes el significado de los otros nombres.

— Me los puedo imaginar si te soy sincera.

Ambas mantuvieron el abrazo y un par de risas, hasta que Boscha cortó el mismo y la besó.

Un beso que Willow detuvo al instante.

— No, aquí no. — Cortó Willow. — No me siento cómoda de hacer esto aquí, donde pienso que tengo 7 años.

Boscha le miró, se mantuvo reflexiva por unos instantes y luego le dió una cálida sonrisa.

— Lo entiendo, descuida, estaremos juntas por siempre. — Hizo una pausa. — Así que, ¿Podemos quedarnos aquí un rato y jugar? — Willow le dió una mirada de no creer lo que me propuso

Es... ¿Es en serio?

— Claro, hace mucho tiempo que no juego con juguetes yo tampoco... De hecho, no recuerdo si lo llegué a hacer. — Cuestionó aquello. — Mi memoria no es tan buena como la tuya.

La joven Park también podía entender a su novia, así que solo se limitó a reír un poco

— Está bien, pero yo usaré estos si o si, señaló a sus 3 juguetes favoritos.

— Me gustaba mucho ese oso.

— Mío. — Dijo Willow, con voz bastante infantil y abrazándose a el.

La pelirrosa empezó a reír, tomando para si misma otro juguete al azar y jugando lo que la mente de su novia inventó.

Nunca esperó que ella tuviera una imaginación tan activa para crear juegos, en verdad la pasó completamente bien.

Hasta que sus estómagos sonaron y Boscha salió de la habitación.

— Muy bien, creo que habrá que salir ahora.

— Si. — Acomodó sus juguetes mientras Boscha continúo su camino a la cocina. — Está bien, ahora está mucho mejor.

La joven de lentes se sintió ligera como una pluma por finalmente mostrar aquello.

Y por jugar con una amiga después de más de una década.

Ya una vez que Willow cerró su cuarto, su actitud dejó de ser tan infantil

— Bueno, vamos a desayunar. — Ahora fue ella quién robo un beso a los labios de Boscha. — ¿Segura que me harás de desayunar?

— ¡Claro! Será nuestra primera comida como novias. — Chilló Boscha. — Y te haría algo especial si tuvieras aunque sea ingredientes decentes en tu cocina.

***

Willow no podía creer que estaba frente a ese, monstruo.

Pensó que solo lo vería en sus pesadillas de ahora en adelante.

Pero ahí se encontraba, con una mirada penetrante que hacía a Willow balbucear.

Ahogó un grito y finalmente reaccionó.

Intentó cerrar la puerta de golpe pero el terror le hizo perder una gran cantidad de fuerza, la suficiente como para no poder retenerlo y fue empujada de una patada que el miserable bastardo dio a la puerta.

Cayó de espaldas, lastimandose con la misma pues su cuerpo estaba demasiado tenso.

— ¿A caso querías dejar afuera a tu querido tío, Willow? — Miraba con una sonrisa fulminante a su sobrina, posteriormente, cerró la puerta. — Me decepcionas, que dirían tus padres si vieran lo grosera que eres.

Se arrastró hacia atrás, en busca de algo, lo que fuera, pero y pese a que se departamento era pequeño, no tenía nada al alcance

¿Por qué ahora parecía que su casa era enorme?

— P-por favor. — Solo alcanzó a murmurar con el poco aliento que tenía.

— Cielos, en verdad te gusta ponerlo difícil sobrinita.

No tuvo más tiempo para pensar, el se acercó lentamente y ella intentó lanzar una patada que ni siquiera estuvo cerca de conectar.

Pero era una distracción, por lo que tan rápido como pudo se apresuró al único lugar que sabía que era seguro en ese momento.

Su cuarto secreto.

Pero no pudo correr mucho, su cabello le jugó una mala pasada y un puñetazo a su costado la hizo tambalear.

Lloró del dolor, no era débil, pero no tenía condición física para soportar el golpe de un adulto incluso si tenía casi 50 años.

— Bien. — La tomó del cuello con su brazo presionando fuertemente y la besó forzadamente para robarle el poco oxígeno que pudiera tener, mientras Willow solo podía patalear, pero sin hacer daño alguno.

En la mente de la ojiverde solo pasaba el nombre de una persona.

¡Boscha, sálvame, por favor!

Pero era absurdo, no tenía poderes telepáticos ni tampoco Boscha, no había nada que pudiera hacer mientras veía como poco a poco no podia articular pensamientos.

Pronto, pensó que moriría y quizás, eso sería piadoso para ella.

Vivió feliz los últimos meses gracias a una hermosa chica ¿No era eso suficiente?

Si, morir se sentía bien.

Pero cuando perdió la fuerza en las piernas, fue solo ahí, que aquel bastardo la soltó y la tiró al lugar donde finalmente abusaria de ella.

— Me encanta este juego, Willow, no tienes idea de cuánto me estuve conteniendo.

Un auténtico demonio comenzaba a desabotonar su camisa, seguido de sus pantalones.

Se relamia frente a la asustada joven, era sencillamente repulsivo.

Pero una vez que recuperó su aliento, intentó de nuevo huir hacia su cuarto seguro, de nuevo eso no funcionó.

Pero aquello por desgracia, no sería lo peor.

— Veo que tienes interés por esta puerta, Park. — Le cuestionó mientras se aproximaba hacia el mismo. — ¿Que hay ahí?

Cuando hizo a abrir el lugar, Willow finalmente decidió enfrentarlo y dar un golpe que de verdad conectó, pero por desgracia no donde quería.

Eso solo aumentó su cólera y se lo demostró dándole un golpe al rostro.

— Escúchame bien, o dejas tu detestable actitud o tus padres y tú queridísima Boscha lo van a pagar.

Esas palabras las sintió más que el golpe anterior.

La luz de sus ojos se fue en el momento en que escuchó aquello.

¿Cómo sabía de Boscha? ¿A caso el si podía leer su mente?

— ¿Crees que no me daría cuenta? Maldita machorra de mierda. — Lo siguiente fue una cachetada que le hizo soltar lágrimas. — Es un desperdicio que te acuestes con mujeres, o peor aún, que ni si quiera lo hagas.

Willow no necesitó entender más, de alguna manera pudo entenderlo.

El sabía todo.

El como ya no importaba, perdió la fuerza en sus piernas y brazos y solo se dejó caer.

Aceptó lo que fuera que tuviera en mente.

— Veo que finalmente entiendes.

La tomó del brazo, Willow era un guiñapo en ese momento.

O al menos, hasta que vio que su tío abrió su cuarto.

— ¿Que son estas porquerías?

— No por favor, haré lo que quieras tío, por favor, no aquí... Por favor. — Comenzó a llorar desconsoladamente mientras se arrodilló frente a el. — No aquí, por el amor de dios no aquí.

Se aferraba a sus pies, los pies de aquel mismo sujeto que había arruinado su inocencia.

No podía permitirle que lo hiciera otra vez, si tenía que rogar, lo haría.

Pero el haber rogado, fue su peor error.

— Me encanta verte así. — Acaricio su cabello y Willow reaccionó tensando su cuerpo. — Por desgracia, así no se piden las cosas, tal vez si no me hubieras golpeado.

Willow chilló de miedo al saber lo que eso significaba, hizo su último intento de detenerlo pero la posición en la que se encontraba, hizo fácil para aquel repulsivo ser humano patearla.

Lo siguiente fue desgarrador.

Cuando alzó la vista, su tío destruía todo lo que podía con sus despreciables manos.

Willow solo atinó a gritar de dolor, uno desgarrador que esperaba que, de alguna manera, alguien pudiera escucharlo.

Pero claramente no pasaria, ella misma había elegido este lugar de la ciudad por saber que estaba alejado de la misma.

Nadie la ayudaría.

Solo contempló impotente aquel doloroso escenario.

Pero ese sujeto no alcanzó a destruirlo todo, realmente ese no era su objetivo.

Su objetivo estaba ahí y sabía que estaba más vulnerable que nunca.

La volvió a tomar bruscamente y esta vez del cabello.

Con su fuerza, la llevó a esa cama, todo lo que intentó para quitárselo de encima fue inútil.

Su ropa fue rasgada y retirada rápidamente.

Se maldijo a si misma por usar ropas tan delgadas.

Al final, cuando sintió aquella cosa dentro y el dolor que le provocó, solo recibió más golpes y el brazo de su tío apretar su cuello mientras que sus dos manos eran tomada por la mano sobrante del miserable sujeto.

No pudo hacer nada más, solo resignarse a resistir ese punzante ardor por un tiempo que pareció una eternidad.

Por segunda maldita vez, su tío le destruía la vida.

Cuando finalmente terminó, Solo tenía lágrimas en sus ojos mientras cubría su rostro con sus manos.

— Limpialo.

Lloró y cerró su boca cuando sintió aquel miembro en su rostro, pero su tío usó su fuerza y amenazas de nueva cuenta para lograr su objetivo.

Ella no tuvo más opción que complacer sus repulsivos deseos.

Decir que era una pesadilla sería quedarse corta, era el infierno.

— Asegúrate de tomar la pastilla, si te embarazas y alguien se entera, tus padres lo pagarán.

Fue así como ese bastardo salió de la habitación.

Willow quedó despierta toda la noche preguntándose cuál había sido el pecado por el cual sufría este castigo.

Su único consuelo era saber que sus padres y Boscha estaban a salvo.

Pero su infierno, apenas había empezado.

***

Al siguiente día, Boscha llegaba a la escuela como era habitual, robando suspiros y charlando con sus amigas, al menos dos de ellas, pues una de ellas ya no era parte del club de las bellezas.

Después de todo, su nuevo look hacia de Skara algo muy lejano a la palabra "belleza".

Y claro que no podría importarle menos, era sorprendente el como podía dejar las cosas atrás sin problema alguno, por lo que decidió excluirse a si misma y dejarlas con su fama.

Ya no tenía ese objetivo en su vida nunca más.

Pese a todo, aún charlaba con Boscha y las chicas, incluso con Luz con quién limó asperezas, después de un par de ajustes de cuenta traducidos a coscorrones.

— ¿Harán algo está tarde? — Preguntó Boscha a sus amigas, ellas no tenían planes. — Pienso salir al mall ¿Me acompañan? También irá Willow y los demás.

— Claro, suena bien. — Respondió Cat acomodando sus rizos. — Últimamente me agrada mucho, ya veo porque es tu mejor amiga.

— ¿Que que? — Boscha se puso algo nerviosa, pero rápidamente recobró la calma. — No se si decir que lo es, pero me cae bien.

— ¿En serio no lo sabes? — Cuestionó Amelia alzando la ceja. — Sueles hablar mucho de ella.

— Y con ella. — Remató la morena.

— Todos pensamos que era tu mejor amiga.

— P-pero... ¿Y Luz?

— ¿Por qué nos preguntas eso Boscha? — Amelia incluso ladeó la cabeza. — Con Luz solo sales algunas veces pero con Willow hasta vuelven a casa juntas ¿No?

La pelirrosa comenzó a sudar un poco.

¿Había sido tan obvia con eso? Si empezaban a sospechar de su verdadera relación con Willow sería peligroso.

Y su rostro dubitativo no ayudaba en nada.

Al final, solo decidió seguir caminando, mientras Cat y Amelia se encogíeron de hombros.

Boscha solo se sentó intentando hacer que el tema se olvidara fácilmente.

Por fortuna la clase empezó y todo se dejaría a segundo plan, al menos, hasta que notó la ausencia de alguien.

— ¿Hoy no vendrá Willow? — Cat le preguntó a su líder amiga quien miró el celular para revisar su última conexión.

— No lo sé.

Pese a que eran pareja, eran raras las ocasiones donde se enviaban mensajes de texto en las noches o llamadas, pero Boscha siempre revisaba cuando Willow se conectaba y desconectaba para enviarle imágenes divertidas y demás

Pero extrañamente, no se había conectado en más de 12 horas al parecer.

Las clases continuaron sin su presencia en el salón y Boscha apenas podía concentrarse.

Sus mensajes seguían sin respuesta.

Hasta que de forma espontánea, Willow arribó al salón.

— Joven Park, pensábamos que no vendría este día, adelante.

Los maestros como era usual, eran amables con ella, cómo sea, nadie se quejaría.

— Hey Will-

La pelirrosa miró como los ojos de su novia parecían grises y apenas abiertos, con la mirada perdida.

Nadie sabía el enorme milagro que había sido el que ella pudiera llegar a clases.

— ¿Te pasa algo Park?

Cuando Boscha hizo a tocarla, la reacción de la joven de lentes fue algo más que inusual.

Dió un sobresalto que casi le hace caer encima de un compañero.

Miró a Boscha con terror hasta que después de unos segundos, finalmente entró en razón.

— ¿Y que tal? ¿Les gustó mi actuación?

Los chicos en la clase empezaron a reír con eso después de un silencio ensordecedor.

Pero para la pelirrosa y alguien más, eso era demasiado raro.

Y esa mirada en sus ojos no parecía haber sido actuada de ninguna manera.

Sin mencionar que el sentarse parecía ser todo un calvario para Willow, sin mencionar su caminar por ratos.

Todo eso preocupó a la pelirrosa, quien durante el resto del día intentó hablar con ella, pero su actitud volvió a ser la misma.

Quizás fue su imaginación o algo momentáneo, pensó la pelirrosa mientras degustaba sus alimentos.

Aunque no decidió quitarle la mirada del todo, ya que podía notar irregularidades en algunas partes de su cuerpo.

Sin mencionar las más que notorias ojeras que tenía y que eran imposibles de ocultar.

— Me desvelé jugando un nuevo juego.

Mintió, con la enorme facilidad que le caracterizaba y Boscha confió en sus palabras, como siempre solía hacerlo, regañandola en el proceso.

Y así concluyó ese día.

— Willow, las chicas y yo iremos de compras ¿Vienes?

Nuevamente la joven de lentes actuó de forma extraña, tragando aire pesadamente y agarrando con fuerza uno de sus brazos, casi como si tuviese algún dolor repentino.

— Lo lamento, ese nuevo videojuego me gusta mucho, quiero terminarlo y desbloquear todo antes de esos malditos spoilers de internet.

— ¿Es en serio? Dijiste que haríamos más, ya sabes. — Habló discretamente sobre sus planes de pareja.

Comenzó a jadear de repente, asustando a Boscha.

— Oye ¿Estás bien? — Pero tan rápido como empezó, terminó y Boscha se puso firme. — Has estado actuando rara Park ¿Pasa algo? Te noto algo pálida además.

—  Si si, discul... pa solo me-me pase toda la noche jugan, do. — Trago saliva por momentos, la misma que le había evitado hablar bien.

Boscha le dió una mirada penetrante, deseando poder leerle la mente.

Pero nunca logró ver nada y los ojos de Willow jamás hicieron contacto con los suyos.

— Créeme Boscha, todo estará bien. — Respondió Willow mientras caminaba.

¿Estará?

— ¡¿Que harás que?!

Se escuchó un grito que, para desgracia, cortó el tema.

Ese chillido provenía de una peliverde mal humorada.

— ¿Que rayos te pasa Amity? Parece que te dije que me drogaré o peor.

— ¡Pues creo que eso sería menos destructivo! — Se tomó el cabello con sus manos e intentó respirar.

— ¿Que pasa ahora? — Preguntó Boscha esperando que fuera lo que sea.

— Por favor, denme apoyo, díganle a Luz que está loca. — Rogó Amity.

— Estás loca, Luz. — Respondió Boscha de inmediato.

— ¿Que mierda? Ni sabes porque te lo pidió.

— Bueno, eres Luz Noceda y cargas todos los días con un bate metálico. — Mientra Willow se rió por esa sentencia, Amity cruzaba sus brazos orgullosa, Luz se quedó sin palabras por un buen rato.

— No es para tanto. — Finalmente habló. — Además, esta vez solo tendré una cita no lo veo como algo malo.

— ¿Una cita? — Se cuestionaron Boscha y Willow al unísono.

— Si, gracias por esa cara de sorprendidas normies payasas.

— ¿Con quién? — Cuestionó Willow sin salir de su sorpresa.

— Con Kevin.

La respuesta indignada de Amity sorprendió a las dos chicas y a un par de chismosos que pasaban por ahí dado a que básicamente gritaba.

— Ya te lo dije, el no es ya ese idiota, solo será salir y charlar con el, no es como que sea la primera vez qu-

— ¡No hay manera! — Interrumpió Amity. — Estoy segura de que está tramando algo. — Se le veia alterada y movia si cuello de lado a lado en negación. — El podría hacerte daño.

— Oye ¿Todo esto es porque ella tendrá una cita? — Boscha le miró con los ojos entrecerrados a la chica de cabello verde. — Me equivoqué Luz, estás bien.

— ¿De que lado estás Patterson? — Amity usando el apellido de los demás significaba peligro.

— Amity, entiendo cómo te sientes y todo, pero Luz tiene derecho a hacer su vida. — Habló Willow, haciendo referencia a algo diferente.

— Gracias, al menos ellas no me llevan de las manos como si tuviera cinco, Blight.

La joven de tes blanca estaba bastante furiosa, a dónde volteara, nadie apoyaba su punto de vista y eso le frustraba.

— Haz lo que quieras, Noceda, no vengas a mí sí te va mal.

— Descuida, dudo mucho que me rompan el corazón o algo así. — Boscha y Willow solo reprochaban a Amity. — A veces no entiendo porque crees que debes prohibirme cosas como si fuera de tu propiedad.

La mirada de Amity decayó, pero no permitió que Luz la viera.

Mientras Boscha pensaba en que Luz había dado al clavo con esa expresión.

— Hola Luz, disculpa se me hizo algo tarde en la práctica.

Finalmente el joven rubio atractivo llegó y logró notar el aura intensa del lugar.

No podía decir nada, si todos desconfiaban de el, definitivamente no los podía culpar.

— Perdón si.

— Andando. — Luz lo tomó del brazo y salió caminando con el totalmente pegada a su cuerpo, Kevin solo atinó a seguir su ritmo.

Amity por su parte, los miró de reojo.

Tenía todas las ganas del mundo de detenerlos así fuera a la fuerza.

— Oye amor ¿Nos vamos? Papá va a platicarnos sobre la nueva fecha de la boda y.

— No me interesa. — Dijo Amity sin mirarlo si quiera.

— ¿Disculpa? — Por primera vez, el tono de Hunter se tornó grave. — ¿Cómo que no te interesa nuestra boda?

— No lo quise decir así, déjame en paz por favor, no estoy para esa conversación.

— ¿Tu no estás para esa conversación? — Presionó el puño. — Cambié la fecha a más de un mes porque tú me lo pediste para respetar a tu ¿Amigo? Gus y lo comprendí, no me vengas con esta falta de respeto niña.

Boscha y Willow en ese momento eran estatuas de piedra, evitando moverse o respirar si quiera.

Pero el sonido del celular tensó nuevamente a Willow, fue como si un fantasma saliera frente a ella, un gesto que fue apreciado por todos.

Pero más apreciable fue su terror cuando casi suelta el celular.

— ¿Willow?

— N-no no es nada.

— Oye, definitivamente es algo, ya basta de ocultarme sea lo que sea que.

Willow caminó y se alejó, pero lógicamente Boscha no le permitió irse, tomándola del brazo.

— Ahora me verás a los ojos y me dirás qué pasa.

— ¿Que yo que? — Willow cambió nuevamente su expresión a una de muy mal humor. — No.

La discusión iba a ser larga y definitivamente Boscha no cedería, pero al ver cómo todos rodeaban la escena, Boscha finalmente cesó su interrogatorio.

Willow se fue y a lo lejos, Boscha pudo notar que retiró sus lentes y pasó su mano a la altura de sus ojos.

Sus ojos se ensancharon después de eso.

— ¿Pasó algo, Boscha? — Preguntó Amity con su novio detrás y aún enojado.

— Sigo aquí, Amity.

— ¿No ves que mi amiga necesita apoyo? Quizás necesitamos aplazar la boda más tiempo.

Esa frase dio por terminada la charla, el rubio solo se fue.

Amity por su parte, al voltear a ver a Boscha se dió cuenta de que esta ya no estaba.

Y por su parte, Hunter entró al baño, soltando un fuerte golpe a la pared más cercana y tomando su celular y agregando un número que no pensaba realmente agregar nunca.

"Acepto tu propuesta", eso fue lo que rápidamente escribió, un mensaje que fue leído de inmediato y le hizo sonreír.

Pero aún así, no estaba precisamente feliz.

— Maldita sea con la familia Blight. — Guardó su celular. — ¿Por qué tenías que ser así, nena?

***

Mientras tanto, Willow había tomado un par de desviaciones antes de llegar a su casa, todo esto mientras era vigilada por una Boscha que decidió seguirla sin importarle cuan mal fuera eso.

Pido verla entrando a comprar muchas cosas de comida sin ninguna de sus sopas instantáneas, algo que era su prioridad.

Pero nada la alertó mas que verla entrar a una farmacia.

Pensó cuánto pudo pero la pelirrosa ya sabía que Willow tenía cualquier cosa necesaria de ese lugar en casa ¿Que más necesitaba?

Intentó ver cuál águila en pleno vuelo a su presa pero lógicamente no podía acercarse lo suficiente.

Luego, pudo verla asustarse de nuevo, está vez si dejando caer el celular.

Acercó el mismo a su oreja, supuso que era una llamada.

Una que parecía darle repulsión y extremo miedo a la joven de lentes, se notaba en su postura rígida.

Y cuando vió que guardó su celular, la vió respirar profundo mientras miraba sus cosas y apretaba los dientes.

Pero antes de que pudiera acercarse, esta tomó un taxi y se fue tan rápido como pudo.

Boscha se asustó y pensó que ya era suficiente de estupideces, sea lo que sea, sabía que Willow necesitaba su ayuda.

Estaba segura además de que la vió llorar, otra vez.

***

Willow llegaba a su apartamento, con muchas ganas de no entrar.

Ojalá hubiera tenido un accidente vial en la autopista.

Respiró profundo, no sabía cuál sería la peor parte de estos días en casa.

— Al fin llegas.

Lo vió allí, sobre su cama y totalmente desnudo con esa cosa en sus manos.

Sus piernas temblaron y estuvo a nada de huir, de ser egoísta y velar por su propia seguridad.

Hasta que el recuerdo de sus padres asaltó su mente y, por último, el de su hermosa novia.

Rezó para que ella no estuviera enojada ni un poco.

— L-lo siento. — Decidió mejor meter las cosas y aproximarse a el antes de ser forzada a ello de una peor forma.

fue obligada a despojarse de su ropa y practicarle sexo oral.

— Más te vale no usar tus dientes, si sabes lo que te conviene.

Willow se asustó, pensar que le podían leer la mente era otro terror más a su larga y tortuosa lista.

Lo siguiente que sintió fue esa cosa dentro de ella y el movimiento brusco de aquel cerdo quien seguía sin tener tacto alguno con ella.

— ¿Willow, estás ahí?

La joven de lentes se aterró y llevó sus manos a su boca, mientras que aquel bastardo se detuvo.

Después de unos segundos deseando que se haya ido, volvió a hablar subiendo el tono de su voz.

— Pregunta retórica Park, ya se que estás ahí.

Finalmente decidió hablar, mirando a su tío de reojo quien con solo la mirada le desafió.

— Si, aquí estoy ¿Pasa algo?

— Esa es mi pregunta, la misma de la mañana.

— Te doy la misma respuesta entonces. — Por favor, vete.

— ¿Y tú crees que soy idiota? Es obvio que algo te pasa, dímelo.

— No quiero responderte a tu primera pregunta. — Apretó su brazo y lloró tras decir eso. — Eres libre de creerme o no, no me interesa.

— Willow, deja de actuar como una tonta y abre la maldita puerta, ahora.

— ¿Quién te dijo que puedes darme órdenes? — Le era difícil secar sus lágrimas y hablar al mismo tiempo pero tenía experiencia en ello, lastimosamente.

— Esto comienza a molestarme ¿Entiendes?

— ¿Y crees que me importa como te sientes o algo así? Ni siquiera a tus padres le importas ¿Por qué crees que a mí sí? — Ahogó un quejido, le era tan horrible decir estas cosas hirientes.

No quería ni imaginarse cómo estaba la chica afuera de su puerta, pero podía sentirla hecha una furia.

— Imbécil... ¡Ya basta! — Boscha dió un par de golpes a la puerta con obvia intención de derribar la, pero se detuvo, manteniéndose en silencio durante un buen rato. — Oye... ¿A caso hay alguien ahí?

Willow entendió esa pregunta.

Esa dolorosa y cruel pregunta.

Sabía que debía responder antes eso y lograría alejarla, salvarla del monstruo que amenazaba desde atrás.

Lloró amargamente aún más de lo que ya lo hacía, se abrazó a si misma sin poder articular palabras, era doloroso.

No, no podía fallarle a ella, a la única persona que la amó pese a todo, no a Boscha, no la quería lastimar jamás.

— Willow.

Otro silencio, Willow se negaba a darle la razón ¿Pero que más podía hacer?

Su tío por su parte, solo esperaba impaciente, pero se había desesperado, así que la pateó.

Cayó al suelo y ese sonido era algo que definitivamente Boscha escucharía.

— ¡Willow!

— Si, es justo lo que crees. — Apretó su cráneo con sus propias manos, lo siguiente que diría sería lo peor que pudiera haber salido de su lengua. — ¿Creíste que lo nuestro sería en serio, idiota? — Jadeó tanto como pudo y de la forma más silenciosa posible. — Si ya lo entiendes. — Soltó un quejido. — ¡Lárgate, no quiero que me vuelvas a hablar!

Ante eso hubo un silencio, Willow ahogaba su llanto, sea lo que sea que diga Boscha después de eso, ella ya no podía responder sin que se escucharan sus lamentos.

— Te lo juro, te vas a arrepentir de esto.

Willow solo escuchó aquella voz y supo inmediatamente que lloraba, un llanto amargo que la hizo sentir aún peor, si es que eso si quiera era posible.

Pasaron varios minutos, finalmente y sin poder contenerlo más, Willow se echó a llorar en duro sueño de su apartamento.

Pero alguien tenía otros planes.

— buah buah, ya cállate, eres una vergüenza para nuestra familia.

Ella seguía llorando, hasta que la tomaron nuevamente a la fuerza y la arrojaron a la cama.

— Si tanto quieres llorar te voy a dar una razón para que llores.

Fue violada el resto de aquella tarde, entre quejidos de tristeza y dolor.

Lo único que deseaba era la muerte.

***

Al día siguiente, Willow no asistió a clases.

Y Boscha citó a todas a un estudio grupal en la cafetería.

— Chicas, hay algo que debo decirles.

Todas voltearon a verle, esperando ser cuestionadas por una ayuda en algún problema.

Pero nunca se imaginaron que había un verdadero problema, uno para el que la escuela jamás las había preparado.

*
*
*

[Holi, lamento la demora de nuevo pero hey, esta vez no fueron más de 2 meses, he tenido días más flexibles así que sencillamente aproveché el tiempo.

Pese a todo lo horrible que fue esto, incluso para mí escribirlo, espero no abandonen el barco :(, créanme que como pueden ya intuir, algo satisfactorio va a ocurrir después.

Diría que se aceptan sugerencias para eso pero en realidad su destino ya está sellado.

Y con respecto a lo que pasó con Hunter, bueno, quizás quieran ir a echarle un ojo al capítulo 10 por si a caso.

He estado leyendo mis apuntes y sinceramente hay muchos detalles que quiero modificar porque siento que sería un absurdo enorme algunos de ellos, en realidad, ya edité bastantes de este capítulo y no me refiero a haberle bajado el tono a las escenas hostiles, eso sinceramente es poco importante al respecto.

Eso es todo, yo me despido y espero no haber escrito algo imposible de leer, nos vemos en el siguiente.

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