¿Qué pasa? ¿Crees que no lo merecía no? Piensas que han sido injustas las muertes de los crios, ¿verdad?

Crees que, como tú, ella era una persona normal, una buena persona. Es posible que así fuera.

Pero no él.

Y dirás: ¡pedazo de sádico, demonio de libro... tú eres culpable de lo que ocurrió con esa familia! ¡Ella escuchó tu voz, tus horribles y crueles palabras y por eso la desgracia se cernió sobre su familia!

Ha, ha, ha, ha... no podrías estar más equivocado ¡Soy inocentísimo! Su alma sí merecía la pena. Miriam, ¡Oh! el alma de Miriam. Tan limpia, tan sana, tan bondadosa. Para chuparse los deditos al comérmela.

Peter, sin embargo, me fue muy útil. Un degenerado de los que creen que las personas son pertenencias, objetos... sí, de esos psicópatas amables y socializados que guardan las formas hasta que un día cualquiera deciden salir del armario y, te lo aseguro, suelen hacerlo a lo grande.

Te cuento, acércate, porque esto te va a interesar:

Miriam iba a dejar a su marido. Sí. Bueno mira así son las cosas, no te sientas decepcionado antes de tiempo.

Ella lo había amado hasta la médula. Era un hombre fuerte, atractivo, sensual y muy mujeriego. No.... no de los que ligan a tontas y a locas, no. El era de los que van de putas. Y ella, una mujer fiel, trabajadora, bella... se enteró de toda esa basura porque un compañero del hospital lo vio en un burdel ¡Un burdel! ¿Qué necesidad tenía de pagar por sexo?

Peter, lo negó todo. Las tarjetas de crédito lo afirmaron todo.

Él se daba caprichos, bajo su punto de vista, que no interferían para nada en su "amor" por ella. Más bien, no interferían en su teatro cara a la galería. Y su vida era divertida. Le encantaba elegir a las mujeres más sórdidas y alejadas del perfil de perfección de su preciosa mujer.Le encantaba humillarlas, degradarlas, y decirles al oído: "tengo una mujer preciosa a la que follarme con amor, a ti puta, te voy a violar" ¡Que encanto de hombre, en serio, para mí lo es!

Miriam le había pedido un divorcio de mutuo acuerdo. Él le dijo que la destruiría si se divorciaba.

Ella se sintió acorralada, hablo con su familia, y con su abogado. Esperó.

Peter y Ramón, sus hijos, de 10 y 6 años. ¡Qué apetitosos! Lo pasarían fatal si se divorciaban de manera traumática. Así que Miriam accedió a guardar las apariencias. Pero Peter, poquito a poco, comenzó a odiarla. Ella ya no quería nada con él. A él se le quitaron las ganas de ir de putas, porque ya no le excitaba. Su mujer lo sabía, ya no transgredía ninguna norma ética, no estaba realizando una conducta inmoral. Miriam le había dicho que hiciera lo que quisiera ¿Y de eso, escúchame bien, tengo yo la culpa?

Espera, espera... que ahora sí intervengo yo.

Peter junior me encontró "casualmente" en la biblioteca de su cole. ¿Qué que hacia un libro como yo, en un sitio como ese? Bueno, Lucía me dejó allí.

Lucía es una profe de infantil, buena amiga. De las que se dedican a maltratar psicológicamente a críos muy pequeñitos, (¡Nah! insultos y empujones cuando nadie la ve) mientras sus papás se van tranquilos al trabajo encantados por la buena educación y lo amable que es la profe Lucía.

Sí, así voy haciendo el mal.

Ahora el alma de Miriam se volverá sombría y oscura. Odiará a Dios y a los hombres. (Vamos la acercarán un poco más a mi) Y pensará, el resto de su vida, que se equivocó al no separarse de ese bastardo. El resto de su vida. Aunque espero que decida suicidarse y su vida sea corta y su martirio eterno aquí, a mi lado, porque voy a recordarle cada minuto y cada segundo, lo que le pasó en su vida... por su culpa, su sufrimiento será eterno.

Ahora, he caído en manos de uno de los polis que inspeccionaron la vivienda de Miriam. Al abrirme, y leer la primera página, se sintió completamente identificado y me guardó para sí mismo.

La cadena sigue.

Y si he llegado hasta ti, es porque algo terrible se va a desencadenar a tu alrededor. Que sí, ya verás, ten paciencia.

Mira bien todo lo que te rodea, observa a todas las personas que están cerca de ti, y dime: ¿cuál es la mejor de ellas?