Opening: Start Dash (Captain Tsubasa 2018).

Arturo y Merlín eran hermanos nobles, hijos de uno de los miembros del antiguo alto mando de Galar. El primero, increíblemente diestro en los combates pokémon y con un gran sentido de la justicia. El segundo, gran fanático de la investigación y solo se empleaba al máximo para proteger a otros.

Por aquel entonces, Galar estaba divido en tres grandes reinos: el Reino de Pistón, el Reino de Puntera y el Reino de la Corona. De todos estos, Pistón era el más avanzado y poderoso, y donde vivían Arturo y Merlín. Los tres reinos mantenían una relación sorprendentemente amistosa, lo que ayudo más tarde a que se unificaran. Ningún reino poseía rey, aunque en el Reino de la Corona veneraban a un pokémon como tal.

La cosa está en que un día dicho pokémon rey tuvo una premonición, una que le avisaba de la caída de un meteorito en donde ahora se encuentra la Antigua Atalaya. El pokémon rey cabalgó junto a su corcel hasta llegar al lugar. Según cuenta el libro, el pokémon rey trasladó todo el bosque allí situado hasta otro lugar, mientras que Arturo y Merlín le ayudaron a transportar a los pokémon.

De aquel meteorito salió una enorme criatura en forma de mano que desató la negra noche. No sólo eso, sino que algunos pokémon de su alrededor mutaron, volviéndose gigantes y cambiando de forma, es decir, se gigamaxizaron. El pokémon rey derrotó el solo a todos los pokemon Gigamax, pero acabó gravemente malherido. Logró debilitar lo suficiente a la criatura como para retenerla por un tiempo, pero este sería demasiado corto. El pokémon rey usó toda la energía que le quedaba para dotar a dos pokémon de gran poder, Zacian y Zamazenta. Estos pokémon, uno con la fuerza de una espada y el otro con la resistencia de un escudo, quedaron al mando de Arturo y Merlín respectivamente. Gracias a ellos, pudieron derrotar a la criatura y a todos los pokémon gigantes bajo su control. Después de salvar el reino, ambos hermanos fueron coronados reyes y pese a que Zacian y Zamazenta permanecieron a su lado hasta su muerte, una gran porción de su poder fue sellada en dos objetos cuyo paradero es desconocido. Mientras ambos hermanos reinaron, lograron unificar los tres reinos creando Galar, además de que trayeron una época de paz y prosperidad.

En cuanto al pokémon rey, Merlín dice que regresó al Reino de la Corona y allí curaron sus heridas, pero no supo mucho más de él después de eso.

Tras la muerte de los héroes, Zacian y Zamazenta desaparecieron para nunca más volver a ser vistos.
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Nerio: - cerrando el libro - El libro lo escribió la hija de uno de los héroes, pero les pidió que firmaran para demostrar que no mentía.

Victor: ... ¿Y qué tiene la historia de especial? Los tapices de la Cámara Heptagonal narran prácticamente la misma historia, solo que saltándose algunos detalles. Allí se puede ver que eran dos héroes, y la relación entre la Negra Noche y el Dinamax está más que comprobada. Y, por si fuera poco, en Pueblo Ladera hay dos estatuas que prueban que eran pokémon, y no personas.

Nerio: - sorprendido - Parece que sabes mucho al respecto.

Victor: Sí, es que una amiga mía es investigadora y está estudiando el fenómeno Dinamax ayudándose de las leyendas. Espera un momento. ¿Si hay pruebas suficientes para afirmar que la Negra Noche ocurrió, por qué se sigue considerando una leyenda?

Nerio: Piénsalo. ¿Cuál es la "prueba" de la leyenda más conocida, más a la vista?

Victor: - estuvo unos segundos en silencio pensándolo - Supongo que la estatua del Hotel Budew. Sí, tiene que ser eso. Los tapices son desconocidos y el acceso a la Cámara Heptagonal está restringido, además las estatuas de los pokémon se descubrieron hace poco.

Nerio: ¿No te parece curioso que, justo la única prueba a la vista de todos es, precisamente, la que muestra a un solo héroe?

Victor: Sí, es curioso, pero no entiendo a dónde quieres llegar.

Nerio: Parece que se oculten las pruebas intencionadamente para hacer creer que era un único héroe.

Victor: ¿Por qué alguien querría ocultar la verdadera leyenda?

Nerio: Para beneficiarse, para hacer creer a todos que son descendientes del héroe legendario.

Victor: ¡¿Quieres decir qué...?!

Nerio: ¡Exacto! ¡La familia real de Galar es una farsa! ¡No son los descendientes de ningún héroe, solo gente lo suficientemente poderosa como para crear una gran farsa y suplantar a la verdadera familia real!

Victor: ¿Y cómo hicieron eso?

Nerio: Ocultaron todas las pruebas de la verdadera leyenda y crearon otras falsas que indicaran que fue un único héroe. Probablemente les costaría un siglo y varias generaciones, pero lograron su plan. Expulsaron a la verdadera familia real de la capital y se autocoronaron como los legítimos herederos. Con el tiempo la descendencia de la verdadera familia real logró pasar lo suficientemente desapercibida como para que su vida no se viese amenazada, aunque aún no se han desligado de su pasado.

Victor: Pero es imposible que todo eso esté en el libro. ¿Cómo lo sabes?

Nerio: Me lo contó mi padre, y a él su padre, y a él el suyo - se pone de pie de golpe y mira con intensidad, mas no amenazantemente, a Victor -. Nosotros somos los herederos de los héroes de Galar.

Roxy: Por eso nuestros peinados forman una corona, como mencionaste en Pueblo Plié.

Nerio volvió a sentarse y suspiró antes de desviar la mirada hacia una ventana sucia. El silencio se apoderó de la sala. Victor no sabia a donde mirar, ni que decir, simplemente se mantenía callado mientras su miraba bailaba entre el suelo, Nerio, Roxy y el libro. Al ver esto, Roxy colocó su mano en el hombro de su amigo tratando de calmarlo.

Roxy: Tranquilo, no le des demasiada importancia.

Victor: Lo siento, es solo que no termino de asimilar que este frente a la verdadera realeza.

Nerio: No vayas a empezar a hablarnos de ustedes, ¿vale? Ya te dije que no lo hicieras.

Victor: Vale.

Nerio: Bueno, ¿qué opinas ahora sobre el Dinamax?

Victor tragó saliva ante la mirada intensa de Nerio. Tras pensar como explicarse, Victor se levantó ardiendo en determinación.

Victor: ¡No creo que haya nada de malo con el Dinamax! ¡Sí, es cierto que lo originó la mayor catástrofe de Galar, pero no por eso debemos negarnos a usarlo! ¡Debemos aprender a utilizar lo que antes era un problema para sacar provecho de ello!

Nerio: ... No era necesario que gritases, idiota. Entiendo tu punto y lo que quieres decir, así que no discutiré más contigo. ¿Y tú que opinas sobre el Dinamax, Roxy?

Roxy: Yo... - cerró los ojos y suspiró lentamente, para después mirar de frente a Nerio - Yo estoy de acuerdo con Victor. Si realmente hubiera algo malo con el Dinamax, haría mucho que está prohibido.

Nerio: ¿Vas a negar el pasado y lo que hicieron nuestros ancestros por la región?

Roxy solamente balbuceaba sin dar una respuesta clara. A Victor le pareció algo raro en ella, debía de estar muy estresada. En un momento la mirada de la chica se desvío para hacer contacto visual con Victor. Nuestro protagonista le dedicó una sonrisa, buscando que su amiga recuperase la compostura. Al parecer sirvió, porque Roxy dio un largo suspiro antes de empezar a hablar con claridad.

Roxy: No estoy negando mi pasado, solo lo acepto como algo que ocurrió, pero que debemos superar. Arturo y Merlín hubiesen querido que aprovechasemos el poder de Eternatus en pos del bien de Galar.

Nerio: - suspiro - Bueno, no me hace mucha gracia, pero no te querré menos por eso, hermanita - acariciando la cabeza de Roxy -. No puedo hacer más que respetar tu decisión - se alejó hacia un mueble y empezó a rebuscar en el cajón -. ¿Te importaría quedarte con esto? Yo ya no lo necesito.

Nerio lanzó un objeto a Roxy. La chica apenas pudo atraparlo antes de que le golpeara. Cuando se fijó en lo que era, una pequeña sonrisa se formó en su rostro generalmente inexpresivo.

Victor: ¡¿Una maximuñequera?!

Nerio: Sí, yo en su momento también usé el Dinamax. No creo que jamás la vuelva a utilizar, así que puedes quedartela, Roxy.

Roxy: Gracias, hermano.

Nerio: Y para ti - lanzando otro objeto que Victor tuvo que atrapar -, una piedra noche. Puedes usarla con tu Doublede.

Victor: Muchas gracias.

Nerio: De nada. Ahora, si no os importa, debo irme para prepararme para el Torneo de Finalistas.

Victor: Supongo que no le puedo decir nada de esto a nadie, ¿no?

Nerio: Haz lo que quieras, pero no me hago responsable de que te traten de loco.

Victor: Vale, entonces me quedo callado. Antes de irme, ¿puedo hacer una última pregunta?

Nerio: Date prisa.

Victor: ¿Qué pasaría si la criatura de la Negra Noche regresase?

Nerio: Lo que les permitió a los pokémon espada y escudo derrotarla mas que su poder fue que fueron creados específicamente para derrotarla. Teniendo en cuenta que el paradero de Zacian, Zamazenta y el pokémon rey es desconocido, probablemente sería el fin de Galar y quién sabe que más podría pasar. Por suerte, eso jamás ocurrirá.

Victor sintió una enorme presión en el pecho, como si le estuvieran apretando el corazón. Notaba que su respiración era pesada, y agachó la cabeza para mirar al suelo.

Roxy: ¿Estás bien?

Victor levantó la cabeza para mirar a los ojos a Roxy. Pese a su rostro inexpresivo, Victor pudo notar preocupación en sus palabras e incluso en su mirada. Inhaló y exhaló, logrando tranquilizarse. Les explicó a ambos hermanos que simplemente se había asustado y se marchó.

Justo a las afueras del pueblo, una voz lo detuvo.

Roxy: ¡Espera!

La chica logró alcanzar a Victor, pero acabó con las manos en las rodillas y respirando agotada.

Roxy: Te acompaño. Yo también tengo que ir a Artejo, ¿recuerdas?

Victor: Oh, es todo un honor que su majestad desee acompañarme - riéndose.

Roxy se levantó y golpeó a Victor en el hombro, aunque eso no impidió que el entrenador dejase de reírse.

Roxy: Idiota.

Victor: Vamos, vamos, no te enfades, solo era una broma.

Roxy: No estoy enfadada.

Victor: Mala mía, es difícil saber lo que piensas.

Ambos chicos se subieron a la Rotom bicicleta y, aunque ya de noche, llegaron a Ciudad Artejo. Allí se separaron y Victor se fue directamente a dormir a un hotel. Bueno, más bien lo intentó. La imagen de una mano gigante arrasando Galar no le permitió dormir. Sus pokémon salieron de sus pokeballs para relajarlo, pero ni eso fue suficiente. Tenía que hablar sobre esto con Noa y Valeria para ver como avanzaría el plan, además de consultarle a Sonia si sabe algo. Puede que su mente fuera un lío y no supiera como afrontar la situación, pero sí sabía que debía hacer algo.