La Segunda Negra Noche
Opening: Start Dash (Captain Tsubasa 2018).
Después del desastre en el estadio Victor salió del estadio volando sin saber muy bien que hacer. No pensaba quedarse de brazos cruzados, pero estaba convencido que simplemente ir a Ciudad Artejo no era una buena idea.
Sonia: ¡Eh, Victor! ¡Baja aquí!
Victor hizo caso y descendió hasta llegar a donde estaba Sonia, además de Paul, Gloria, Roxy y Nerio.
Gloria: ¡Ya sabía yo que no debíamos fiarnos de Rose! ¡No nos ha hecho caso!
Paul: Gloria, ahora yo no tiene sentido enfadarse.
Victor: ¿Alguien tiene algún plan?
Sonia: ¡Intuí que algo así podría pasar y creé un plan de emergencia! Después de nuestra conversación en Pueblo Auriga, me puse a investigar el paradero de los héroes de Galar. Al principio, tenía muchos candidatos. Mitos antiguos, leyendas urbanas, criaturas ancestrales... No daba con nada concreto. Pero, después de que me contases la verdadera historia, pensé que lo más factible era que estuviesen en el bosque que trasladó el pokémon rey. Ya sabéis, fueron creados por allí y ese lugar fue trasladado por su creador, tendría sentido que ahora viviesen en ese lugar. Basándome en eso, busqué cuál podría ser dicho bosque, y la respuesta era más obvio de lo que pensé. ¡Tenía que ser el Bosque Oniria! Un lugar lleno de misterios y leyendas y cuyo acceso está totalmente prohibido. Además, teniendo en cuenta que la actual familia real ocultó todas las pruebas de que fuesen dos pokémon y no un único humano, tendría sentido que hubiesen sido ellos los que prohibieron el acceso al bosque.
Nerio: Me sorprendes bastante, pero aún no me convence del todo. Aunque hay un par de pruebas, no sabemos si ese es el bosque y menos si Zacian y Zamazenta están allí.
Sonia: ¡Es lo mismo que pensé yo! Pero, entonces, recordé la historia de dos inquietos jóvenes que se adentraron en el bosque y encontraron a dos pokémon desconocidos que resultaron ser muy similares a las estatuas de Pueblo Ladera.
Victor: ¡Es verdad!
Paul: Ahora que lo dices, sí, son bastante parecidos.
Sonia: Puede que me esté equivocando, ¡pero no tenemos otra opción!
Roxy: ¿Ya te ha convencido, hermanito?
Nerio: Meh, supongo que es suficiente.
Victor: Nos tomará HORAS llegar al Bosque Oniria aunque sea en taxi volador, está en la otra punta de Galar.
Paul: Es lo que hay.
Sonia: Cuando eres investigadora y viajas por todo Galar aprendes algunos truquillos. ¡Adelante, Ralts!
Sonia sacó al pequeño pokémon y este se escondió detrás de su pierna.
Paul: Aunque conozca teletransporte, nos llevará al último centro pokémon que hayas visitado.
Sonia: Este pequeñín ha pasado tanto tiempo conmigo en el laboratorio que ya sabe de memoria como llegar. Agarraos todos a mí.
La mayoría le hicieron caso, aunque a Roxy le costó un poco más y Gloria directamente no lo hizo.
Gloria: Yo iré a ayudar a Lionel - sacando a Corviknight de su pokeball y subiéndose a él -. ¡Buena suerte!
Ralts llevó al grupo al laboratorio de Sonia, en Pueblo Par. Rápidamente salieron del lugar y la gente que estaba en la calle miraban a Nerio y Victor confundidos.
Nerio: ¿Tan mala pinta tengo para que me miren así?
Victor: No es eso. Lo que pasa es que nadie espera que un líder de gimnasio aparezca de la nada en un pueblo. Lo que me extraña es que también me miran raro a mí, y la mayoría me conoce desde que era un bebé.
Roxy: Victor, aún llevas el traje de aspirante puesto.
Victor: ¡Es verdad! Me he dejado mi mochila con la ropa y mis objetos en Ciudad Puntera. Espero poder recuperarla, me encantaba ese gorro.
Avanzaron corriendo hasta Pueblo Yarda. Pensaban entrar directamente en el Bosque Oniria, pero unas voces les detuvieron. Eran la madre de Victor y la madre de Paul y estaban muy preocupadas. Después de explicarles que trataban de ayudar a Lionel, a Victor le obligaron, pese a las prisas, a ponerse ropa más adecuada y cómoda que el traje de aspirante. Paul, Sonia y Nerio se adelantaron, pero Roxy esperó a que Victor acabase de vestirse para acompañarlo y que no fuese solo.
Victor acabó poniéndose ropa exactamente igual a la que usa siempre, solo que sin su gorro y, obviamente, sin su mochila.
Victor y Roxy entraron al bosque prohibido y avanzaron hasta alcanzar al resto gracias a que les era difícil avanzar debido a la densa niebla. Pese a esto, siguieron adelante y llegaron a una zona en la que Victor y Paul jamás habían estado. Al contrario de la entrada, habitada por pokémon comunes de la zona, está zona estaba repleta de Weezing de Galar, Munna, Orbeetle... Todos ellos pacíficos y tranquilos. Además, tenía un aire mágico que Victor hubiese disfrutado de no ser por las prisas del momento.
Después de avanzar por un rato, la niebla se hizo más densa de golpe alertando al grupo.
Victor: Es como la otra vez. ¿Verdad, Paul?
Paul: Sí...
De entre la niebla se acercaron unas extrañas figuras y, solo cuando se acercaron lo suficiente el grupo pudo verlos a detalle. Eran dos pokémon cuadrúpedos, uno de color azul y otro de color rojo. Sus cuerpos estaban marcados con cicatrices de algún feroz combate. Su presencia resultaba intimidante, incluso si no parecía agresivos.
Sonia: Són exactamente iguales a las estatuas. No hay duda, son ellos.
Nerio: Zacian, Zamazenta...
Roxy: ¿Así que estos son los famosos héroes de Galar?
Victor: Hola, hace mucho que no nos vemos.
Los pokémon se miraron entre ellos y con un fuerte aullido lograron que la densidad de la niebla aumentase. Para cuando sus ojos pudieron volver a ver lo que tenían en frente, Zacian y Zamazenta se habían marchado.
Paul: ¡No! ¡Esperad! ¡Os necesitamos! ¡Galar os necesita!
Victor: ¡Tenemos que convencerles de ayudarnos.
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