Introducción
Hoy es un día habitual en casa de Darkar y Mecoboy, como es de esperarse, Darkar no ha pasado media hora sin chingar la paciencia de su compañero de casa.
Cansado de soportar el enorme pendejo y criminal experimentado, llegó la hora en la que Mecoboy debe irse a trabajar.
-¡Y ya te dije, cabrón!, ¡En cuanto destruyas algo mas valiste verga!
-Ya wey, no seas pinche delicada y vete de una puta vez -Respondió totalmente relajado, echado en el sofá.
Mecoboy soltó un suspiro de preocupación, sabe que a Darkar le valen madres sus amenazas. Después de todo ya no hay más que hacer, así que finalmente se retira del hogar, y que sea lo que dios quiera.
[...]
Han pasado quince minutos desde que Mecoboy abandonó la casa, y Darkar comienza a sufrir de ansiedad.
-A huevo... ¡mi trasero no soporta estar tanto tiempo en el mismo lugar!
Justo cuando estaba a punto de ponerse de pie para realizar algún tipo de crimen mal organizado y repleto de improvisación pura, la puerta principal es azotada fuertemente.
El castaño rápidamente se levanta, aunque de manera sutil, y al llegar a la puerta, luego de abrirla, una mujer castaña, de ojos color miel cayó en los brazos de Darkar.
-¿Que chingados?
Darkar observó mas atentamente a la mujer, está de mas decir que se encuentra inconsciente, el muchacho la sacudió repetidas veces, y de forma muy brusca para que esta respondiera.
-¡Oye, mujer!, ¡despierta, chingada madre! -suspira con enojo-, ¡no mames!, esto me pasa por andar de pendejo y sentarme pacíficamente a no hacer nada, ¡ahora me toca andar de puta niñera, que pinche asco!
Poco a poco la mujer abre los ojos, y se encuentra con un no muy alegre psicópata criminal.
- Ya era hora -se queja el a regañadientes.
- ¡Tienes que ayudarme! -la mujer se arrodilla frente a Darkar, en un intento desesperado de conseguir la compasión de aquél sujeto que la mira totalmente extrañado.
- Depende, ¿cuánto cobras la hora? -Cuestiona sacando su billetera.
-... ¡Pendejo, no soy una prostituta!
- ¿Entonces que vergas quieres? -nuevamente se oye enfadado, y ella se intimida.
- Me... Me...
- ¿Te?... ¡habla ya!, ¡puta madre!
Los ojos de la mujer comenzaron a cristalizarse, y finalmente rompió en llanto de forma desconsolada. Nuevamente calló con suavidad de rodillas, y Darkar no dejaba de contemplar atónito aquella situación.
«¿Fui muy rudo con ella quizás? -pensó al vez sus lágrimas resbalar por sus mejillas»
-Oye -intentó llamarla aún con cierta brusquedad en su habla, pero ella no hizo caso omiso, y su llanto ni siquiera cesó un poco.
El castaño, al ver que la mujer no logra componerse, decide arrodillarse junto a ella, y brindarle un intento de abrazo un poco... frío. Darkar no acostumbra a brindar abrazos a las personas, de hecho nunca lo hace, hace tanto tiempo no los recibe, ni los da, que ya había olvidado como se hace.
-No quise ser grosero, nomás así me sale bien natural -confesó él, intentando acariciar la melena de la chica.
-¡No es por eso, tarado! -solloza.
-A ver... esta meca culera... -susurra aquél insulto solo para él-, estás en casa de un pinche desconocido, y ya que te encuentras regando tus lágrimas por todo el tapete, me gustaría saber que putas madres es el causante de tu llanto.
Darkar se imaginaba que quizás tendría problemas familiares, o algún pleito con su novio, o quizás aquellos pensamientos rebeldes estúpidos de una adolescente, así que decidió restarle importancia, sin embrago la mujer no se iría, así que no le queda mas opción que insistir.
-Me... -el balbuceo de la joven fue totalmente inaudible para Darkar.
-¿Que anos fue lo que dijiste? -frunce el seño al no comprender.
-Me violaron -musitó, está vez lo suficientemente fuerte como para que él escuchase.
-¿Qué? -soltó. Fué lo único que supo decir en el momento-, es decir, puta madre, si escuché -toma su cabello totalmente nervioso- ¿como pinches chingados quieres que te ayude?, digo, ¿estás bien? a huevo, que pendejo. Claramente no lo estás, pero ¿te lastimó?
-N-no, pero siento dolor en mi cabeza, ha de ser el golpe que me di cuando intenté escapar.
Darkar, al examinar la cabeza de la mujer logra distinguir una gran herida, y una zona se encuentra manchada de sangre.
-No mames, ¡te diste un putazo de la puta madre y dices que no estás lastimada! -suspira-, voy a llamar a la policía, y que ellos-
- ¡No! -exclama poniéndose de pie, evitando que él tomara el teléfono en sus manos-, por lo que más quieras -S
susurra-, sin policías.
En cualquier otro momento hubiera hecho caso omiso ante la petición de la joven, pero sabe perfectamente lo que es estar desesperado en busca de ayuda.
-Recuésate, iré por el botiquín -A
enuncia frivolamente.
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¡Muy buenas!
He regresado, ¡esta vez con un nuevo fanfic!
Muchas pensaran que es una mamada escribir una historia sobre un personaje de Vete a la versh, sin embargo Darkar está en mi lista de personajes que amo, y no podía faltar un fanfic de el en mi cuenta, por más de que nadie la lea(?)
A demás casi no hay fanfics de este tipo, y si lo hay no son para nada serios, pues nada, ¡hasta la próxima!
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(¸.•' (¸.•' ¤ Shiorikido
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