Capítulo 6... (pito perras)
—¡Estás bien pinche loca!, ¿¡me oíste!? ¡bien pinche loca! —enfatizó, ya agitado de tanto correr.
—¿¡Pues que se suponía que debía hacer!? ¿¡dejar que se maten!? —continúas, aún manteniendo el ritmo de tus pasos, pues Darkar te sujeta firmemente de la mano para que no te retrasaras.
—¡Estaba ganando estúpida! —asegura, reduciendo la velocidad de sus pasos.
—Claro —ríes y repites su acción—, en verdad te estaban dando unos buenos putazotes —sueltas una sonora carcajada, el te mira totalmente serio.
—¿En serio salías con ese morro? —Cuestionó, dicho esto su mirada se desvió hacia el camino, y tu mandíbula se tensó.
—Si... —respondiste en un resuello, soltaste la mano de Darkar, acto que le sorprendió, y la guardaste en el bolsillo de tus jeans.
—Y... ¿aún quieres...
—¡N-no! —respondiste con total firmeza, aunque luego recapacitaste—, no lo sé —inhalas.
—¿No lo sabes? —te miró incrédulo—, después de todo lo que hizo ni siquiera se merece estar vivo.
—Lo sé, Darkar —frunces el seño molesta, te resulta tedioso el echo de hablar constantemente sobre el hombre que te hizo daño, física y mentalmente, pero ante el chico que te ha ofrecido un lugar donde quedarte, no puedes quejarte.
Restaba aún la mitad del camino antes de llegar a casa del castaño, ambos caminan ya a paso lento, aunque de todos modos te preocupa que Jeff pudiese encontrarlos, digamos que eso de espiar a las personas se le da bastante bien. Logras despabilarte sin así quererlo, cuando oyes un quejido proveniente de tu acompañante.
—¿Darkar? —volteas a verlo, levemente encorvado y con una mano sujetando el costado de su estómago él hace fuerzas para continuar el recorrido— ¿estás bien?
—Ah, si pendeja, nomas y me encorvo por gusto —respondió con sorna, nuevamente un gemido de dolor se escapó de entre sus labios.
En cualquier otro momento te hubieras dedicado a contraatacar su comentario repleto de sarcasmo, sin embargo te concentraste en la situación.
—A ver pendejo —tomé a Darkar firmemente para que no pudiera tambalearse, antes de siquiera intentar levantar su camiseta ví un chingo de sangre, y desesperada subí la prenda mencionada para inspeccionar la gravedad del asunto—, ¡Darkar debemos ir al hospital!
—¿Cómo crees? ¿me veo muy puteado? o, ¿qué?
—¡Estúpido!, ¡estás gravemente herido!
—Mamadas —carcajeó—, camina pendeja, que ya casi llegamos.
Las calles que restaban decidí ayudar a Darkar, pasando su brazo por al rededor de mis hombros para cargarlo, hasta llegar a casa.
—Recuéstate —ordené—, voy a traer el botiquín.
Corrí hasta el baño con desesperación, temía que Darkar pudiera desmayarse por perder tanta sangre; pero en cuanto abrí la puerta del cuarto me topé con una escena horrible.
"Go to sleep" era lo que estaba escrito en el espejo, con una sustancia líquida, color rojo...
Que no sea lo que estoy pensando...
Con náuseas tomé el botiquín y de inmediato salí de allí para regresar con Darkar; Jeff no es lo que me importa ahora.
—¡Ya regresé!.. ¿Darkar?... ¡Darkar, háblame! —lo zarandeaba con fuerzas intentando así que reaccionara—, ¡no puedes cerrar los ojos ahora!, ¡háblame por favor!
—____... —musitó, sin abrir sus ojos.
—¡Ay, gracias a dios! —resoplé aliviada, tomé de nuevo el botiquín, y de allí mismo saqué gasas, algodón, agua oxigenada, vendas, aguja e hilo—, bien, esto te va a doler, pero si cooperas acabaremos rápido para-
—N-necesito decirte... algo —valbuceó.
—¿Eh? C-claro, te escucho.
—Acércate...
—Dime —di pié a que prosiguiera en cuanto me acerqué a su rostro... estábamos tan cerca... que podía sentir perfectamente su respiración nerviosa.
—Eres...
—¿Si?
—E-eres... eres una... p-puerca —soltó.
—¡Eres un estúpido! —increpé molesta, finalmente Darkar abrió los ojos, y explotó en una sonora y contagiosa carcajada— ¡y yo aquí como tu pendeja intentando ayudarte!
—Ándale pues, no seas apretada —rió.
—¡No lo soy! —revatí—, ¿sí eres consciente de la gravedad del asunto por el que estamos pasando? ¡no es momento para bromas!
—Ni is miminti piri brimis —respondió a modo de burla.
Solté un suspiro de agotamiento, de nuevo tomé las cosas del botiquín, y sin previo aviso comencé a verter el líquido correspondiente sobre la herida de Darkar para desinfectarla.
—¡Hija de la chingada madre! —gritó— ¡no mames!, ¡ya párale estúpida, eso duele un chingo!
—Te jodes —respondí con indiferencia.
En cuanto tomé la aguja en mis manos Darkar se alejó.
—Wey, estás pendeja si crees que voy a dejar que atravieces mi cuerpo con esa mierda.
—Ya mamón, no seas fresa —lo miré—, será rápido, lo prometo.
—Sale —inhaló.
—Bien...
Comencé a costurar la herida sin problemas, el único dilema es que a la segunda puntada Darkar se desmayó, pero ni madres, ya ni le muevo, tarde o temprano tendrá que despertar.
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¡Muy buenas mis Antares!
¿Cómo han estado? ¡Finalmente ha llegado una nueva actualización de este fanfic!
Espero que les guste un chingo, lo hice con amorsh♡
¡Nos veremos en el próximo libro que se me ocurra actualizar primero!
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(¸.•' (¸.•' ¤ Shiorikido
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