Capítulo 15
—Vas a irte ahora —le demandó seriamente—, ¿Escuchaste bien? —la miró.
—¿¡Q-qué!? ¿¡a dónde quieres que me vaya!? —exclamó con desespero.
—A la estación de servicio estúpida, a dónde más.
—¡No voy a irme sola!
—¡No te pregunté si querías irte sola o no! ¡Créeme que me vale verga tu opinión en estos momentos! —revatió casi con cierto desespero. ____ se paralizó ante su cruel contestación.
—¿Podemos pasar directamente al grano de una puta vez? —intervino Jeff, quien cruzado de brazos y dando leves zapatazos al suelo, los miraba con impaciencia—. Seré amable y dejaré que ella se adelante un par de calles. De todos modos —sonríe—, jamás llegará al carro.
—¡Tu puta madre no llegará al carro! —respondió Darkar con enfado—, y tú —la miró—, ¿Quieres irte de una puta vez?
—Por favor no me dejes sola —le suplicó aferrándose a su chamarra con fuerzas.
—Oye, solo serán unos minutos —le susurró mientras tomaba sus manos con delicadeza para entrelazarlas con las de él, y así liberarse de su agarre—, no podemos llegar los dos al carro al mismo tiempo, alguien tiene que distraerlo, ¿entiendes? —preguntó mientras besaba dulcemente la cabeza de ella—, y cuando menos lo esperes estaré contigo en el auto.
—¿Me lo prometes? —musitó casi entre llantos.
—¿Cuándo pinches vergas te he mentido? —aseguró, causándole un sonrojo a ella—, ahora sí… ¡Mueve tu culo flácido hasta la estación de servicio!
—Ya la tenías que chingar —lo miró con rabia para luego marcharse al lugar pactado.
—Así que finalmente decides aparecer —sus ojos se clavaron fríamente en la mirada inexpresiva de aquél asesino—, dime; ¿Que se siente salir del clóset, pedazo de joto?
—¿Todavía tienes ánimos para bromear? Descuida, en un par de minutos no te atreveras a abrir tu sucia boca de nuevo.
—Pues discúlpame por reírme, es inevitable ya que... bueno pues... tengo a la versión jota del guasón justo en frente de mí —se burló.
—¿Piensas que no sé lo que haces? —cuestionó escondiendo una de sus manos en el bolsillo de su sudadera— ¿Crees que no sé que intentas distraerme para ganar tiempo? —desenfundó su cuchillo al fin.
—No esperaba que fuera un secreto —se limitó a responder.
—Admito que es tierno que arriesgues tu patética vida para salvarla, pero ¿Te digo algo? —Darkar frunció el seño tras oír una risa burlona de parte de Jeff— aquí el único que está haciendo tiempo, soy yo —musitó aquella última oración.
—¡¡Darkar!! —se oyó a lo lejos.
—¡Me lleva la verga! —gritó con desespero.
Sin pensarlo dos veces caminó a paso firme hasta dar con el pelinegro, en un abrir y cerrar de ojos Darkar se veía sujetando a Jeff de su sudadera con fuerzas— ¿¡Qué mierda le hiciste!?
—¿Yo? nada aún —ríe malicioso—, pero mi amigo Slendy no es de las personas más pacientes que digamos. Y mientras él se la lleva lejos de aquí, tú y yo jugaremos un juego.
—¿¡A dónde mierda se la llevan!?
—Si te lo dijera el juego perdería el sentido —contestó divertido.
Sin dar mas rodeos, el puño de Darkar aterrizo en su mandíbula, seguido de un fuerte puntapié. Jeff calló sobre la acera, soltando un leve quejido de dolor, y antes de que el pudiera levantarse el castaño le proporcionó una fuerte patada en las costillas. El tipo ya no parecía ser tan intimidante como aparentaba, arrodillado en el suelo por el dolor.
—¡Eres una perra asquerosa! —masculló el pelinegro, escupiendo sangre.
—Esta perra asquerosa está pateando tu culo flácido —respondió con sorna.
Jeff apretó sus puños con fuerza, corrió hacía él, brindándole una tacleada, de manera que ambos terminaron en el suelo. Pero eso no le bastaba al asesino, así que lo cargó en sus brazos y lo aventó al otro lado de la calle.
Rápidamente Darkar se puso de pié. No podía darse el lujo de perder, pues nunca lo había hecho. Lanzó un puñetazo, que fácilmente Jeff esquivó. Tomó su mano rápidamente, escogió uno de sus dedos y se lo fracturó. El pelinegro gritaba de dolor. Mientras el agonizaba se detuvo a pensar
¿Dónde lo golpearía ahora?
Un golpe lo suficientemente fuerte en el pecho podría causar fácilmente un paro cardíaco. Aunque esa bestia parecía ser prácticamente inmortal, se necesitaría más que un simple golpe para acabar con él.
Antes de que Darkar reaccionara, sintió una fuerte aflicción en la cabeza. Calló al suelo, su vista se tornó borrosa de repente.
Observó a su contrincante, tenía su arma blanca en la mano, dispuesto a matarlo con ella. Desepcionado por el arma en mano del psicópata, rápidamente se puso de pié. Él lanzó un cuchillaso al azar. Fácilmente lo detuvo, y se alejó lo suficiente como para obsequiarle otro puntapié en la mandíbula, pero desgraciadamente, Jeff lo tomó de la pierna antes de que el golpe impactara, y nuevamente terminó en el suelo.
Darkar comenzaba a agotarse, su cara estaba ensangrentada y ya casi no le quedaban fuerzas.
Ambos se miraron con odio, aunque Jeff dibujó una sonrisa en su rostro, estaba a punto de dar el golpe final, y Darkar se encontraba casi inconsciente en el suelo.
—¿Algo que decir antes de que te envie a dormir? —preguntó intrigado.
—T-tu frase... —respondió con dificultad.
—¿Qué tiene? —frunció el seño.
—Está de la mega verga —soltó una suave risa.
—Lástima que sea lo último que escuches antes de morir asquerosamente desangrando —rió a carcajadas—. Go to sleep, pedazo de porquería.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro