1. Colección privada
Llamé ansiosamente a la puerta de Izuku un par de veces mientras me acomodaba la mochila sobre los hombros.
Si no se da prisa vamos a llegar tarde, igual sería un poco por elegir caminar hasta acá en lugar de tomar el autobús.
Finalmente la puerta se abrió, aunque quién salió a recibirme no fue precisamente Izuku.
- _______, qué gusto verte, ¿Vas a salir con Izuku?
- ¡Buenos días señora Inko! Sí, lamento que sea tan de la nada pero el evento de la biblioteca se adelantó
- Oh sí, me parece que Izuku me había comentado algo de eso. No te preocupes, ¿Por qué no pasas mientras esperas? Él apenas se está duchando así que seguramente tardará un poco más
- Muchas gracias, con permiso
Le sonreí suavemente a la señora, agradeciéndole en silencio mientras pasaba a su lado.
Me quité los zapatos y los dejé a un lado del umbral. La señora Inko me ofreció un par de sandalias, no lo creí necesario pero no quise ser grosero rechazando su amable gesto.
Seguí a la señora hacia el comedor, aún cuando llevaba tantos años viniendo aquí e incluso quedándome a dormir a veces hasta por tres días seguidos o poco más, seguía dándome algo de vergüenza moverme por mi cuenta en su casa.
- Vamos, siéntate. ¿Te ofrezco algo? Puse la cafetera hace poco así que aún debería estar caliente el café. O si prefieres un té o algo de leche...
- Estoy bien con un poco de café pero no se moleste por favor, yo me encargo
Me acerqué a la señora cuando ella se dispuso a servirme una taza, para hacerlo yo en su lugar, pero ambos nos detuvimos al escuchar una puerta abrirse apresuradamente en el pasillo que salía de la sala.
Ambas esperamos unos segundos en silencio, escuchando pasos apresurados y húmedos acercándose hasta la esquina del pasillo hasta que finalmente mi amigo se asomó por ahí, con el verdoso cabello alborotado y húmedo goteando un poco de agua sobre el suelo y con su única vestimenta siendo una toalla flojamente sujeta alrededor de la cadera y sus sandalias, que hacían ruidos de humedad cada que se movía.
- ¿Mamá no viste mí...? ¡A-ah, _______!
No pude evitar reírme un poco al ver como Izuku se sobresaltó, ocultando de inmediato su torso húmedo y desnudo tras la esquina, asomando apenas su rostro a la altura de sus pequitas.
Qué lindo, nos hemos bañado cientos de veces juntos desde pequeños pero ahora se siente avergonzado.
Aunque es verdad que ya llevábamos un momento sin hacerlo, no recordaba que el cuerpo de Izuku se hubiera vuelto menos masita y más... Masita marcada.
Debe haber comenzado a hacer ejercicio.
- Hola Izuku
- Hola... ¡Hola, eh...! En un minuto me visto, lo juro. No tardo nada, ¡No te vayas a ir sin mí!
Izuku se apresuró a ir a su habitación, volviendo por el pasillo para ir a cambiarse, aunque a medio camino su mamá lo llamó con una sonrisa divertida.
- Cariño, ¿No buscabas algo?
- ¡N-no es nada, ya no es importante!
Poco después escuchamos la puerta que debía ser de su habitación cerrándose.
Su madre ahogó una pequeña risa, mientras que yo terminé de servir la taza de café.
- Casi parece que fue ayer cuando ustedes dos corrían de aquí para acá jugando a ser héroes... Y ahora quieren correr por toda la ciudad siendo unos grandes héroes, han crecido tanto...
La señora suspiró mientras sonreía con un poco de tristeza melancólica, ambos fuimos a sentarnos en el comedor a esperar a que mi amigo terminara de arreglarse.
- Bueno, ¿Qué tal te ha ido con tus estudios?
- Apliqué el examen teórico en Yuuei la semana pasada. Si lo pasé con el 90% mínimo podré hacer el práctico, y si lo paso... Bueno, podré entrar a estudiar ahí
- Oh es verdad, Izuku y tú querían ir a la misma academia. ¿Y cuando sabes la calificación de tu examen teórico?
- En teoría llega esta semana, puede llegar una carta o un e-mail
- Bueno, estoy segura de que aprobarás. Eres un chico muy inteligente, pero mira esas ojeras, espero que no te estés esforzando de más
Tranquilicé a la señora Inko mientras ella me acariciaba la mejilla.
Es tan amable... Cómo me hubiera gustado que ella hubiera sido mi madre.
No me importa que no hubiera tenido un kosei, incluso tendría a Izuku como hermano así que sería mejor lo vea cómo lo vea.
Le pregunté a la señora un poco sobre Izuku y ambos en general, aunque apenas si alcanzamos a conversar unos cuantos minutos antes de que el sonido de una puerta y pasos apresurados nos hiciera saber a ambos que mi amigo había terminado de alistarse, y a los pocos segundos él terminó llegando a la sala vestido con una encantadora combinación de una playera blanca con una ligera chamarra verde a cuadros.
Llevaba su mochila al hombro, y de inmediato comenzó a balbucear algo sobre que íbamos tarde y cosas así.
- ... No hay manera de que lleguemos a tiempo caminando, pero si cortarnos por algunos callejones y... ¡Ah, sí el autobús llega en menos de quince minutos podremos llegar justo a tiempo! Pero si no habremos perdido tiempo para caminar y...
- Creo que me lo llevaré antes de que pierda esos quince minutos en hablar
La señora Inko asintió con una gentil sonrisa, le agradecí por la taza de café y su amabilidad.
- Lo traeré de regreso más tarde
- Claro, ¿No se llevan algo para comer en el camino...?
- Descuide, preparé algo
Me puse de pie, yendo con Izuku para tomarlo de los hombros y guiarlo hacia la puerta.
- Vamos, deja de balbucear antes de que te quedes sin aire
- ¡S-sí, pero vámonos ya! ¡Nos vemos mamá!
- Adiós Izuku, ______. Pásenla bien
Apenas abandonamos la casa de mi amigo, ambos echamos a correr lo más rápido (y menos ridículamente) que nos permitían las mochilas que íbamos cargando hacia la parda de autobús.
Estaba apenas a un par de cuadras de la casa de Izuku, pero aún así se hizo un tramo bastante eterno.
Llegamos justo cuando el autobús lo hacía, así que ese cálculo de quince minutos que hizo Izuku falló al dudar de nuestra suerte.
- El pasaje... Un momento...
- Vete a sentar, yo lo pago
Apresuré a Izuku, empujándolo un poco por la mochila, para que fuera a sentarse mientras yo pagaba.
Soy mayo y el único que trabaja de los dos, así que me sentiría algo mal de hacer pagarle el pasaje a Izuku. Además, él no se sabe mantener en pie cuando el autobús avanza.
Después de pagar fui con Izuku a uno de los asientos dobles del lado derecho del bus. Apenas me senté mi amigo me comenzó a interrogar sobre el examen de la UA.
Me preguntaba a diario desde que hice el examen teórico sobre si ya me habían llegado los resultados, o si ya sabía alguna cosa del examen teórico.
Yuuei era famosa por sus difícil exámenes de admisión, sobretodo por el práctico, que cambiaba totalmente de año a año y llegaba a dejar aspirantes gravemente heridos en ocasiones.
Pero bueno, por algo era de las mejores academias formadoras de héroes en el país.
Después de negar varias veces a prácticamente todas sus preguntas (igual que siempre) al fin llegamos nuestra parada: la biblioteca. Aún faltaban unos quince minutos para que abrieran así que nos sentamos en los escalones de la entrada.
Antes de que Izuku se pusiera a balbucear de nuevo por la emoción, saqué una bolsa con algunos emparedados de mi mochila, junto con un par termos de tapa ancha llenos de té frío y chocolate caliente (tal vez un poco tibio ahora) respectivamente.
- Anda, come. Hay de mantequilla de cacahuate y mermelada, jamón o queso
- Pero.... ¡Mmmh!
- Come y calla
Le puse un emparedado dulce a Izuku en la boca, como me imaginé tenía hambre aunque no sé hubiera dado cuenta ya que apenas percibió la dulce combinación en su boca se puso a comer sin mayor protesta.
- ¿Chocolate o té?
- Mmh, chocolate
Izuku estaba sentado un poco más arriba que yo, sumado a eso que aún cuando él era menor que yo era casi diez centímetros más alto, por lo que se apoyó fácilmente sobre mi cabeza mientras le pasaba el termo de chocolate.
Bufé, y me sacudí un poco para sacármelo de encima. Él se alejó, no sin antes alborotarme el cabello.
- Gracias, lo necesitaba
- Seguro que sí
Me quité un guante para agarrar un emparedado yo también, y comenzar a comerlo. Tomé algo de té mientras miraba a las pocas personas que caminaban en la acera de enfrente a esta hora de la mañana.
Se supone que vinimos por una colección privada de libros que iba a estar unos pocos días en la biblioteca, pero aún así parece que no hay mucha gente interesada además de nosotros.
O bueno, tal vez no mucha gente consiguió el permiso para poder ver la colección.
Es una muy privada, ya que consiste en una colección de libros con información sobre los koseis de una buena cantidad de héroes.
Si bien hay bastante información sobre ellos que es de conocimiento público, estos libros contenían varios detalles contados personalmente por los héroes.
Durante los últimos años el nivel de crimen en la ciudad había estado bastante bajo, pero aún así se tomaron muchas precauciones con esta colección temporal de libros para evitar cualquier clase de problema.
A Izuku y a mí nos tomó un par de semanas cumplir con todos los requisitos que nos pidieron, pero al final el haber metido mi solicitud a una academia de héroes terminó siendo de bastante ayuda.
- Ah, hace un poco de frío
- Y tu no traes nada para cubrirte
- Los emparedados y los termos ocupaban espacio
Y me olvidé por completo de traer alguna clase de suéter o abrigo.
Izuku me regañó mientras se comenzaba a quitar su chamarra para dármela. Aún cuando protesté a él no le importó, y terminó colocandomela sobre los hombros.
- No es necesario, estoy bien
- Lo que digas
Izuku sonrió, parecía bastante divertido mientras tomaba un segundo emparedado de la bolsa.
Me pregunto qué le hace tanta gracia, tal vez me veo un poco ridículo con su chamarra puesta.
Como sea, está un poco abrigada así que lo soportaré esta vez.
Estuvimos esperando por varios minutos más, incluso comencé a pensar que tal vez nos habíamos equivocado de día y hoy ni siquiera abría la biblioteca.
- Ya se tardó mucho, ¿Llegamos muy temprano?
- Quizá, pero ya debería ser hora... Ni siquiera está el bibliotecario
- Yo siempre estoy aquí. La comida y bebida están prohibidas en la biblioteca
Una voz repentina a nuestras espaldas nos sobresaltó a ambos.
Me detuve a medio camino de darle una mordida a mi segundo emparedado, algo que me costó bastante caro ya que para cuando me di cuenta ni siquiera tenía mi comida en la mano.
Tan solo una reluciente y fría canica azul en mi palma, la cual fue rápidamente recogida por la persona que nos había sorprendido.
El bibliotecario era bastante alto, incluso más que Izuku, y siempre solía vestir camisas formales de colores llamativos como anaranjado y morado, junto con un chaleco oscuro y ese curioso medallón verde en su cuello.
Era un hombre bastante atractivo, de rostro bastante agradable y cabello alborotado peinado hacia atrás.
Sería un poco mi tipo, incluso siendo mayor, si no fuera tan arrogante en ocasiones a un punto en el que era hasta un poco molesto a veces.
El tipo nos sonrió de una forma digna de un zorro, y nos presumió con un fluido movimiento de su mano cuatro canicas entre sus dedos, idénticas a la que me acababa de quitar y sostenía en su mano libre.
Su kosei parece consistir en "comprimir" objetos dentro de esas canicas raras, así que voy a asumir que esas cinco canicas son los dos termos, los emparedados que Izuku y yo estábamos comiendo y la bolsa con los que quedaban.
- Ah, buenos días señor Sako...
- Me subestiman mucho al asumir que no estaría al pendiente de todo lo que sucede cerca del gran escenario que es la biblioteca. Se los regresaré cuando se vayan, sí es que pueden diferenciarlas del resto de objetos confiscados claro
Solté un bufido como protesta, negándome a responder a ese tonto juego que el bibliotecario quería hacer con nosotros, mientras que Izuku simplemente se disculpó y aceptó casi sin pensarlo.
Terminamos siguiendo al tipo al interior de la biblioteca.
El señor Sako ya nos conocía bastante bien de lo mucho que solíamos ir a la biblioteca, pero aún así le encantaba seguir los procedimientos haciendo todo un show de ello cada vez, así que nos hizo mostrarle los permisos de acceso para la colección privada que él mismo nos había dado hace un par de días.
- Bien, Izuku Midoriya... Y ______ Leech, todo en orden. Yo me quedo esto, y ustedes pasen. Las hojas y pastas no se rompen ni se doblan, y los libros no se sacan de la sección, ¿Entendido?
- Entendido, gracias señor
- Eh si, claro...
El bibliotecario nos abrió la reja de la sección privada, dejé pasar primero a Izuku antes de ir inmediatamente detrás de él.
Cruzamos una breve mirada con el tipo que me hizo sentir un tirón en el estómago. Maldita sea, creo que estoy un poco necesitado últimamente.
Estuve ocupado totalmente con los exámenes de Yuuei en las últimas semanas así que ni siquiera he salido, y aún no he terminado... Ah, me pregunto si debería llamarlo a él.
No quería tener que hacerlo, es tan molesto... Pero se mueve bien.
- Ahh _______, mira esto. Tiene algunos sobre los héroes más nuevos, ¡Y hay unos sobre los héroes top! ¡Seguro que aquí está el...!
- Sin gritar en la biblioteca
- L-lo siento
Salí de mis pensamientos de necesidad para mirar a Izuku, quién si bien parecía avergonzado por haber sido regañado por el bibliotecario seguía claramente emocionado mientras echaba un vistazo a todos los títulos disponibles de la colección.
Lo observé atentamente, mirando el brillo en sus ojos mientras movía los labios rápidamente en silencio, probablemente murmurando los títulos de los libros mientras intentaba decidir por cuál empezar.
Está tan emocionado... Ah, de acuerdo, bien puedo dejar de pensar en esas cosas aunque sea por ahora.
Estoy con mi amigo, y no haría mal ponernos con nuestro pasatiempo en común favorito.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro