— Min Yoongi, ¿Me está escuchando? –Desvié mi mirada a la profesora de ciencias la cuál me observaba con un aura de enojo total ¡Ugh! ¿Es eso un grano en la nariz?

— ¿Eh? Claro que sí, estoy prestando completa atención... –Susurré, maldita sea ¡Deja de ver su estúpido grano, Min!

— Si es así, repita lo que dije –Mierda, mierda y más mi- ¡Qué asco! ¡El grano es malditamente grande que parece que tiene vida propia!

— Claro –Me levanté de mi lugar completamente confiado para pasar al frente de toda la clase (aunque realmente éramos apenas 20 personas presentes).

Todos se me quedaron viendo, se quedaran ciegos por admirar tanta belleza...

...

¿A quién engaño? Me dan puto miedo todas esas miradas sobre mí, send help.

— Bueno... –Carraspeé un poco antes de comenzar a hablar, tratando de inventarme algo con lo poco que había oído– La maestra Lee quiere qué... –Chasqueé los dedos al tener una idea– Formemos parejas y hagamos un proyecto sobre las leyes de Newton, al igual que un modelo. –Min Yoongi eres un genio.

— ... Su compañero tiene razón –¡¿La tengo?!– Eso mismo es lo que harán, pero... Yo formaré las parejas.

En la madre.

Volví a mi lugar rápidamente, tenía que idearme un plan para huir y que no me tocara con Park, porque ahí si o si iba a valer verga.

— Park Jimin con...

Que no sea yo, que no sea yo, que no sea yo.

— Con Choi Minho.

De la que me salvé chama.

— Disculpe maestra –Minho levantó la mano– No me encontraré en la ciudad toda esta semana, ya tengo el justificante –¡¿Qué?!

— Oh, en ese caso... Min Yoongi, serás equipo con Park Jimin. –¡¿Qué de qué?!

¡Por un demonio! ¡Lo que me faltaba!

— Pero maestra, y-yo no-

— ¡Sin peros, Min! Nunca los vi trabajar juntos durante estos tres años, son los mejores de la clase y sería espectacular presenciar un trabajo de ambos. Espero que no me decepcionen –Nos miró con el ceño fruncido y una mirada amenazante a ambos antes de volver a su escritorio.

Volteé a ver al menor y me di cuenta que también me miraba a mí, rápidamente volteó a su cuaderno cuando se percató de que lo había pillado con las manos en la masa.

Bueno, después de todo no iba a poder estar evitándole por toda la vida, ¿Ó sí?

Era más fácil actuar como si fuéramos simples compañeros a disculparme por aquello. ¡Y si me disculpara tampoco es como si las cosas fueran a cambiar o si de repente fuéramos a ser mejores amigos!

Bah, como sea, me pregunto si la maestra se habrá exprimido el grano.

Volteé a verlo nuevamente despues de hacer algunas anotaciones sobre el trabajo en mi cuaderno y me di cuenta que estaba enfocado escribiendo algo en su libreta mientras hacía pequeños pucheros con sus labios...

Lindo.