Sus rostros estaban tan cerca, sus respiraciones se mezclaban y sus labios gritaban por unirse.

Subió una de sus manos hasta la mejilla contraria, disfrutando de la suavidad de la misma y sin notarlo sus narices se estaban rozando, sus ojos viajaron a los del menor, observándolos completamente cerrados y pacíficos debido al profundo sueño en el que se encontraba.

Se acercó un poco, solo un poco más, lo suficiente para pegar un brinco cuando el menor se removió en su lugar debido a un cosquilleo en su nariz causado por el contrario.

El mayor rápidamente entró en pánico, ¿Y si se había dado cuenta de su cercanía? Habría arruinado todo, su respiración se aceleró cuando el menor siguió moviéndose y buscó por la habitación por algo que lo ayudara.

Hasta que lo encontró.

— ¡PARK! ¡LEVANTATE MALDITO CABRON! ¡VAMOS A LLEGAR TARDE!

Y Jimin pegó un brinco tan alto que Yoongi pudo jurar que por poco y se pegaba al techo.

En ese momento ambos supieron que el día iba a ser muy, pero muy largo.

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Yoongi jaló la muñeca del menor bajando las escaleras rápidamente, su mochila en el hombro y en su mano libre llevaba uno de sus zapatos que no había podido ponerse por el tiempo.

— ¡Espera! –Jimin jaló rápidamente el brazo del mayor, haciéndolo parar en seco.

— ¿¡Qué pasa!? ¡Llegaremos tarde a la clase de la maestra Lee! Y sabes muy bien que esa doña se emputa por todo –Exclamó desesperado mientras se sostenía del marco de la puerta para aprovechar a acomodarse los zapatos.

— ¡Solo le hablaré a TaeHyung! Necesito que lleve mi parte de nuestro proyecto a clases porque yo no alcanzaré a ir por ella.

— ¡Bien! Pero apresurate! –Yoongi maldijo bajo cuando aún tenía que desamarrar las agujetas de su zapato debido a que siempre se los quitaba sin hacerlo.

Jimin rápidamente marco el número del menor y gruño cuando no contestaba— ¿Para qué quieren teléfono si nunca van a contestar?... Ugh, ya sueno como mi madre...

A los tres timbres, TaeHyung por fin contestó— ¿Hola? ¡TaeHyung! Bueno, solo te hablaba porque-

— Si, si, traje tú proyecto a la escuela, lo dejé sobre tu banca y apresurense a llegar, la maestra Lee no tarda en entrar al salón y seguramente va a querer que sean los primeros en pasar y saben que esa doña siempre se emputa un chingo –Y sin más, colgó.

Jimin miró su teléfono algo anonadado— Vaya, y ni siquiera tuve que pedírselo —Jimin movió su cabeza y guardó su teléfono para voltear a ver a la puerta donde se supone que tendría que estar el mayor— Bueno Yoongi, ahora si, vamonos —Sonrió, pero su sorpresa fue ya no ver al mayor parado ahí— ¿Yoongi?

Rápidamente se acercó a la puerta mirando hacia afuera y no sabía si reír o preocuparse, así que primero hizo lo que más deseaba, soltar las carcajadas.

— ¡MALDITO PERRO! ¡VUELVE AQUÍ CON MI ZAPATO! 

Yoongi se encontraba corriendo detrás de un perro seguramente callejero quien de alguna forma le había robado el zapato derecho y ahora su calceta blanca estaba completamente sucia de tierra.

— ¡JIMIN! ¡NO TE QUEDES AHÍ Y AYUDAME!

Definitivamente llegarían tarde a clases.

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— Bueno chicos, un aplauso para sus compañeros —Habló la maestra Lee mirando al par de alumnos enfrente de toda la clase y el resto de los alumnos comenzó a aplaudir, Jimin y Yoongi se miraron con una sonrisa, la maestra aprovechó para hablar cuando todos guardaron silencio— Ustedes dos, estuvieron excelente, se nota que se prepararon muy bien y no esperaba menos de ustedes, pero díganme... ¿Por qué demonios están tan desaliñados en mí clase?

Jimin mordió su labio y Yoongi solo suspiró, tal vez no estaban tan bien arreglados pero no era para tanto, o bueno, tal vez sí.

— Mire maestra —Jimin se apresuró a hablar— Cuando salíamos de la casa de Yoongi para la escuela, un perro robó su zapato y-

— ¿su zapato? ¿no lo traía puesto?

— No, es que salimos muy apurados porque se nos hizo tarde y-

— ¿Y qué hacían ambos en casa del joven Min en la mañana del lunes? —Preguntó con una ceja alzada y el resto del salón coreó un "uhhhhh~" haciendo sonrojar suavemente a ambos chicos enfrente.

— Estábamos terminando algunas cosas de nuestro proyecto —Aclaró Yoongi carraspeando un poco.

— ¿y luego?...

— Pues lo ayudé a atrapar al perro pero entonces me caí en el lodo y mi pantalón se rasgó, Yoongi persiguió al perro y se peleó con él, le gruñó, jaloneó su zapato y luego el perro lo mordió y por eso su camisa está rota y su pelo alborotado —Ambos sonrieron inocentemente hacia la maestra, parecían dos pequeños angelitos que no rompían ni un plato, aunque claro, nadie sabía que a mitad de camino comenzaron a pelear porque Jimin quería que Yoongi olvidara su zapato y fuera rápidamente a ponerse otro par, pero Yoongi se excusó con" pero son mis zapatos favoritos" aunque ahora uno estaba mordisqueado y babeado.

— Ajá, supondré que les creo, pero buenos, ambos tienen un 10 este mes —La maestra se levantó y la sonrisa de ambos se hizo más grande al oirla— Pero saben lo que pienso de llegar tarde a mi clase, así que ambos se quedarán a limpiar el laboratorio después de clases si no quieren que lo tome como una falta.

Y aquello que era una sonrisa, desapareció.