¿Por qué el mundo me odia?

¿Por qué todo me sale mal?

¿Por qué tenía que ser equipo con Min Yoongi? ¿Por qué con él? ¿Por qué no podía haber sido con MinMin? ¿Por qué tuve que venir hoy a clases? ¿Por qué? ¿Por qué? ¡¿Por qué?!

— ¡Jimin! ¡Deja ya de golpearme! –Se quejó Jin, estaba tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta cuando tomé su brazo y empecé a darle de manotazos en lugar de comer mi comida.

— Seguro eres masoquista Jin, y te gusta que te golpeen pero para ocultarlo le dices que deje de hacerlo –Teorizó TaeHyung apuntando al mayor con su tenedor de forma muy campante. En serio, TaeHyung me da miedito.

— ¿Qué carajos? ¡Yo no soy masoquista!

— Yi ni siy misiquisti, si claro, seguro mañana llegas con látigos a la casa –Afirmó tomando un trago de su vaso de agua y mirándolo fijamente– MasoKimsta.

Ay SeokJin, te dije que era mala idea enseñarle a hacer juegos de palabras pero como el terco que eres nunca haces caso.

Jin se levantó dando un golpe a la mesa— Te has atrevido a usar mis trucos contra mí...

Oh oh...

Bread Jinnie está enojado.

TaeHyung le dió una sonrisa cuadrada, ese demonio, es un lobo vestido con piel de cordero.

El menor se levantó de la banca para correr, tirando a JungKook el cual estaba recostado en sus piernas leyendo el libro de historia...

Bueno... realmente Jungkook estaba leyendo el cómic de Iron Man.

— TAEHYUNG VOY A MATARTE

— INTENTALO SI PUEDES, MASOKIMSTA

— LA UNICA PERSONA QUE SERÁ GOLPEADA CON LATIGOS SERÁS TÚ

— Serán hijos de- –JungKook se contuvo de terminar la frase mientras se levantaba del suelo tomando el puente de su nariz.

— ¡Oye Park! –Ay no... no, no, no, no, NO.

MIN YOONGI AHORA NO.

Por favor, tierra tragame lo más profundo que puedas y escupeme al lado de Taeyang, te lo suplico.

¿¡POR QUÉ CUANDO YO QUIERO HABLARLE ÉL HUYE?! ¡AH! PERO AHORA QUE NO QUIERO QUE NI ME VEA VIENE HACIA MÍ.

Puto destino miserable y cruel.

— ¿Si, hyung? –Pregunté suspirando y mirándolo con una sonrisa, si se le puede decir así.

Lo bueno de esto es que JungKook se había quedado, lo malo era que estaba muy distraído mirando a Hoseok "disimuladamente" como para ayudarme.

— ¿Nos pondremos de acuerdo para nuestro trabajo?

— ¿Eh?... Ah, si –Rodé los ojos al haber olvidado por un momento el trabajo, debería llamarme Park Memoria de Ardilla Jimin.

Tomé mi mochila sacando una libreta con anotaciones y me moví un poco para que pudiera sentarse, al menos no estaríamos solos así que sería mucho menos incómodo.

— Bien, nos vemos en la salida para ir a mí casa, tengo cosas que hacer ahora mismo –Avisó y se dió media vuelva para caminar e irse sin despedirse.

— Es un maleducado, cuando le conviene –Hoseok rodó los ojos y se despidió sonriendo de ambos, bueno, Kook tiene buenos gustos.

Suspiré abrazando mi mochila, al menos me había librado de Min por ahora.

...

Espera...

¡¿EN SU CASA?!