Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Yo no mataré a Evelina

Un sueño recurrente, el mismo de todas las noches. Había ocurrido una vez más, aquel recordatorio eterno que tanto dolor le producía, el que le generaba pavor y le condenó a padecer de largas noches de insomnio. Su cuerpo estaba empapado, su piel fría y erizada a causa de la adrenalina. Un pensamiento estaba fijo en su mente: matar. Todavía podía sentir su sangre impregnando sus manos, el calor de su piel al tacto de su cuerpo, su dulce aliento mentolado y la misma colonia fragante que había usado antes. Temblaba, aterrorizado por el designio que su mente le reservó sin consulta previa.

Lanzó las frazadas a un costado, se puso de pie y llevó una de sus manos a su rostro mientras emprendía su camino al baño. Conocía su hogar, andaba en penumbra y, sin embargo, podía guiarse como si tuviera visión nocturna. Su paso era rápido, al igual que sus pulsaciones y sus pensamientos. Buscó el interruptor de la luz tras encontrar el baño y el foco se encendió de inmediato. Volteó hacia el espejo y vio, en su reflejo, la silueta de un hombre ojeroso y con los ojos hinchados, salpicado con sangre en todo su cuerpo. La misma discurría hasta sus manos, empapaba su camisón y goteaba al suelo con lentitud.

Parpadeó, pero aquellas manchas ya no estaban allí.

Esa noche, él mató a Evelina en sueños. En esa ocasión, lo hizo con un cuchillo de cocina, un tramontina simple con el que atravesó su pecho una y otra vez. Fue así que vio la luz extinguirse en sus ojos, los cuales nunca se cerraron y permanecieron fijos en el techo del cuarto, sin confusión, sin miedo, tampoco ira, apenas una expresión vacía que ya conocía muy bien. Todas las noches, ella perecía bajo sus manos, con la misma expresión pacífica en su rostro.

Abrió la llave de paso y el agua fluyó, pero él no la utilizó para refrescarse, tampoco para despabilarse tras una noche de terror. Escuchó el sonido del torrente, el mismo que llenó el silencio enseguida. Se relajó, mientras se repetía una y otra vez que había sido un sueño. Pero ya había perdido la cuenta de las muertes de Evelina, quien llevaba meses apareciendo en sus fantasías oníricas, pero no para brindarle un buen momento, sino todo lo contrario.

Él no le haría daño a Evelina, ¿cómo podría lastimar al amor de su vida? Sin embargo, su mente no pensaba igual. Su deseo romántico se contraponía con el tormento de su psiquis, la misma que le recordaba todas las noches el horror de la muerte. Pero... ¿Por qué lo haría? Era una buena chica, estudiosa, aplicada en su trabajo y amable, descripciones que le quedaban pequeñas, pero que englobaban gran parte de su opinión hacia la joven. Y ella siempre pasaba por su oficina para saludarlo, sonriente, algunas veces con café y un tema de charla, en otras ocasiones se hallaba ocupada, no obstante, siempre se tomaba el trabajo de llevarle una infusión simple y medialunas. Le sobraban motivos para quererla.

—No, jamás le haría daño a Evelina—dijo él—. No sería capaz de hacerlo... ¿Verdad?

Pero el recuerdo del sueño acudió a su mente una vez más, negándose a su sentencia.

Cerró la canilla del agua y apagó la luz de nuevo. Regresó hacia la sala, donde miró de reojo la sombra de sus sillones, los mismos en los que había pasado tantas horas en vela. Siguió de largo hasta su lecho, donde sus frazadas le esperaban a un costado del camino. Un gran ventanal se lucía junto a su cama, el cual se hallaba cubierto por dos gruesas telas por las que se traslucía un poco de la luz proveniente del alumbrado público.

Miró en dirección a las cortinas y luego desvió su atención hacia el reloj de su habitación. Marcaban las 3:33 de la mañana. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro