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¡El sueño de un pasado! ¡Secretos confusos!


En un lugar muy oscuro, paseaba un pequeño ser asustado, el lugar era el mismo que siempre aparecía, la misma sensación de soledad que sentía.

¿Dónde rayos, estoy? – Dijo - ¿cómo fui a parar en este lugar? - Se preguntó el pequeño ser.

¡Siempre era lo mismo! No sabía cómo rayos aparecía ahí.

El pequeño ser, siguió su camino en busca de una salida.

Se detiene de repente, ya que frente a él, apareció una luz donde alguien estaba mirándole.

¿M – Mikari - chan? – Dijo - ¿Qué haces aquí - Nya? - Pregunto el ser a la joven de ojos fucsias, que parada estaba mirándolo con una sonrisa.

Mi querido Jibanyan, he venido a sacarte de aquí - Dijo con dulzura la joven pelicorta, mientras le extendía la mano para que la tomara.

¿A sacarme? ¿Como? Y porque tu estas a... - Decía confundido el gato de dos colas, hasta que se percató de algo que dijo la joven - Espera... ¿M - Me llamaste Q-Querido? – Dijo poniéndose nervioso - ¿p-porque me llamas así - Nya? - Pregunta sonrojado, mientras sentía el latir de su corazón por esas sencillas palabras dichas por la joven.

Por qué lo eres, mi querido gatito lindo y siempre lo serás, como siempre lo quisiste ¿no? - Pregunto con mucha dulzura la joven.

¿¡P-Pero que estás diciendo!? – Dijo nervioso Jibanyan, no entendía el repentino cariño de la chica - ¡¡tú y yo solo somos amigos - Nya!! - Dijo.

Pero tú siempre me quisiste ¿no? Desde el día que nos conocimos – Dijo la joven – entonces, porque no vienes a mí, podremos estar juntos - Dijo mientras le extendía más su mano para que la tomara.

El yo kai gato de dos colas estaba sorprendido de que supiera eso y más al darse cuenta ahora que era verdad, la quería o ¿no?

Él estaba a punto de ir hacia la chica, cuando...

¡J-Jibanyan-kun! – Dijo una temerosa voz.

El gato rojo se detuvo al oír una delicada y tímida voz, él voltea hacia donde procedía y no muy lejos de donde estaba Mikari, a su costado estaba otra luz iluminando a otro ser uno más pequeño que la chica de su costado, que lo miraba con miedo y timidez a él.

El yo kai gato se sorprendió de verla ¡casi ni la recordaba! Pero ahí estaba, con esa mirada llena de miedo, como el día que la conoció.

¿M-Miawsy - Nya? – Dijo el Nekomata.

Mentiría si dijera que no le sorprendía ver a esa pequeña y escurridiza gatita, verla después de tanto tiempo y a pesar de no conocer casi nada de ella, ya que solo la vio una vez.

¿Y-Ya te olvidaste de mí? - Pregunto con una tímida voz, la gatita de cabellos fucsias.

....

¿Ya no me quieres? - Pregunto la pequeña gatita con la voz temblorosa y tímida, mientras se notaba su tristeza, ya que sus ojos se aguaron.

Cuando vio esto el gato rojo, fue preocupado a donde estaba ella, pero no dio más de tres pasos para ser detenido, por otra voz.

Jibanyan ¿me abandonaras? - Pregunto la joven con un rostro triste, mirándolo.

El mencionado la miro preocupado y estaba por ir de nuevo con ella, cuando de nuevo fue parado.

¿Me dejaras olvidada, Jibanyan? - Pregunto triste la gatita mirándolo.

El ojidorado la volteo a mira, ya empezando a desesperarse.

¿Ya no quiere estar conmigo? - Pregunto la chica.

¿Tan rápido te olvidaste de mí? - Pregunto la gatita.

¿No quieres que estemos juntos? - La chica empezó a preguntar.

¡Lamento haberme ido así, ese día! Pero ya estoy aquí, para estar a tu lado - Dijo la gatita de cabellera larga.

Jibanyan – Dijo Mikari.

Jibanyan – Dijo Miawsy.

Jibanyan – Dijo Mikari.

Eso era lo que escuchaba un desesperado yo kai, que de rodillas con las patas sobre su cabeza miraba de ambos lados confuso, desesperado por no saber a dónde mirar realmente, porque para ser totalmente sincero consigo mismo, las quería a ambas por igual.

Jibanyan decídete a quien elegirás - Dijo la castaña - a mi o... - Pregunto.

¿A mí? - Termino de completar la palabra, la gatita.

No sé ¡no puedo elegir entre ambas - Nya! - Dijo yo kai más desesperado, mientras apretaba los ojos fuertemente, desesperados por no saber.

¡TIENES QUE ELEGIR A UNA DE NOSOTRAS! - Le grito la chica junto a la gata.

¡¡NO SÉ - NYA!! - Grito más desesperado.

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.

.

Jibanyan - Fue lo único que dijeron, las dos féminas del lugar.

Además ¿porque debo elegir a una de ustedes - Nya? – Grito el ojidorado molesto en un ataque de confusión - ¡Si prácticamente tú, me vez como una amigo - Nya! - Grito mirando a la chica que se sorprendió por lo que dijo y la puso triste - y tú ¿porque debe vería elegirte - Nya? – Dijo - si ese día que te conocí te fuiste sin decir nada ¡solo dejando, una maldita nota! ¡PRÁCTICAMENTE NO TE CONOZCO - NYA! - Grito molesto mirando a la gatita, que hipaba por el grito que le dio, rápidamente se arrepintió por haberlas gritado - ¡L-Lo siento, no fue mi intención gritarles - Nya! - Dijo alterado, al ver a las que más quería con una cara triste a punto de llorar.

Tienes razón, todavía no nos conoces bien - Le interrumpió la chica al yo kai sus disculpas, mientras daba la vuelta para marcharse y la gatita la imito todavía mirando al dos colas arrepentida.

¡Esperen! ¿A dónde van - Nya? - Pregunto nervioso y asustado el gato rojo.

Cuando sepas quienes somos en verdad, tendrás que elegir a quien querer en verdad, hasta entonces, adiós - Dijo mirándolo sobre su hombro la joven de ojos fucsias, mientras se iba.

¡Espera Mikari! ¡No te vayas - Nya! - Grito intentando detenerla, pero sintió que sus patas traseras no lo obedecían.

Jibanyan – Llamo una delicada voz.

Escucho que lo llamaban y voltea al otro lado, donde estaba la otra luz.

Desde hace mucho tiempo he regresado y estuve siempre a tu lado, sin que te des cuenta y siempre he intentado decírtelo - Dijo la de ojos color chocolate, mientras sin dejar de mirarlo se iba.

¿Qué? ¿A que te refieres con eso - Nya? - Pregunto el dos colas muy alterado y confuso, intentando mover sus patas traseras.

Solo te pido que me busques ¡¡encuéntrame!! - Le insistió la gata fucsia, mirándolo con suplica.

¿Cómo? ¿Encontrarte? ¿Acaso estas aquí? ¿Dónde estás - Nya? - Pregunto muy confundido, el ojidorado.

Solo lo único que te puedo decir es que estoy cerca, pero lejos de ti - Fue lo último que dijo antes de desaparecer junto a la pelicorta del lugar.

¡¡Esperen, no se vayan - Nya!! - Grito desesperado Jibanyan, intentando llegar en vano a ellas, pero luego sintió como si unas manos lo jalaban atrás, el lucho por soltarse pero era inútil, sea lo que sea que lo jalaba era más fuerte que él.

Molesto volteo a ver quién es el que lo impedía ir donde estaba las dos chicas que quería, grata fue su sorpresa al ver a sus grandes ídolos jalarlo hacia ellas.

Jibanyan olvídate de ellas, aquí no tienes a nosotras para serte feliz, como siempre lo hicimos, más antes que ellas lleguen a interponerse entre nosotros – Dijeron una de las cantantes de Next Harmeowny - ¡ella prácticamente ni existen! No como nosotras que somos reales y ¡te queremos solo para nosotras! - Decían las cantantes con disfraz de gatas cada una intentando convencer y ceder al yo kai.

Jibanyan se pondría súper feliz si esto le sucediera en el pasado, pero por primera vez en su vida no le agrado verlas, ya que les tuvo miedo de que lo agarraran y lo alejaran de las dos chicas que gustaba.

¡¡No, suélteme por favor - Nya!! - Grito él dos colas desesperado, intentando que lo soltaran, sacudiéndose como gusano.

¡Tú no nos dejaras nunca, Jibanyan! - Declararon las cantantes sin soltarlo y jalándolo más a ellas.

¡¡NOOOOOOOOOO!! - Grito más desesperado el ojidorado.

De repente ya no sintió que lo jalaban, pero si sintió una cálida y pequeña patita

Jibanyan que estaba con sus patas delanteras tapándose los ojos, los habré y baja la mira, ve a una pequeña cría de gato.

Era de pelaje rosa con sus cortos cabellos color fucsias, gran parte de su pelaje era de color crema y tenía una naricita negrita con una forma de un corazón, su cara era redonda y en sus mejillas adornaba un adorable color rosa, vestía un vestido de color amarillo con un listón amarado a su cinturita de color negro, lo que más le llamo la atención es esos curiosos e inocentes ojos color chocolate que lo miraban.

¿Ya te olvidaste de la promesa que me hiciste, aquel día? –Fue lo que salió de esos inocentes y rosados labios infantiles.

Jibanyan le quedo mirando, era una pequeña cría muy linda y no sabía que responderle, porque no comprendió porque le dijo eso.

¡Jibanyan!

¡Jibanyan!

Fue lo que escucho el gato rojo en todo el lugar como eco, volteo la mirada alrededor pero no vio de donde procedía, pero cuando volvió a mirar donde debería estar la pequeña, ella desapareció.

¡Jibanyan! Oye despierta ¡Jibanyan, estas teniendo una pesadilla!

El nombrado reconoció enseguida esas dos voces y habré los ojos de golpe, para pararse alterado con la respiración entre cortada y sudando mucho.

Jibanyan ¿estás bien amigo?

Escucho una voz cargada de preocupación, el ojidorado y voltea a mirar a su amigo Nathan con Whisper a lado, mirándolo preocupado.

¿Q-Que? ¿Qué paso - Nya? - Se preguntó más para sí mismo que para los otros, el ojidorado y vio que se encontraba en el suelo de la habitación del chico, al parecer dormía.

¿Fue un sueño? – Pensó Jibanyan - Se sintió tan real - Nya - Pensó el pequeño felino yo kai.

Amigo ¿otra vez tuviste una pesadilla? – Pregunto Nathan - ¡es la séptima vez que te sucede! ¡Desde hace una semana estas así! - Dijo muy preocupado el niño de su felino amigo, desde hace una semana, el gato empezó a tener pesadillas, al inicio vio normal eso pero cada vez que el gato dormía se levantaba temblando y gritando cosas que no entendía, ya empezaba a preocuparle y a Whisper también - ¿se puede saber que te tiene, así? ¿Para que tengas tantas pesadillas, Jibanyan? ¡Porque ya se está pasó ya de la raya! - Pregunto a su peludo amigo.

N-No es nada Nei, es solo una pesadillas nada más – Nya - Le contesto el dos colas, sin darle importancia, para no preocupar al chico, aunque en el fondo no pensaba lo mismo.

¿¡Que una simple pesadilla!? – Dijo Nathan sorprendido por semejante cosa que dijo, el gato rojo - ¡¡estas así desde hace una semana, solo mírate ya te empezó a salir ojeras!! - Y no mentía, ya que bajo los dorados ojos del felino, se le colgaba unas bolsas notarias que solo significaba que no dormía bien.

¿No sé porque te preocupas tanto, Nei? ¡Ya se me pasara - Nya! - Intento convencer el dos colas que dejara de preocuparse, mientras lanzaba un bostezo de cansancio.

Pero... - Intento protestar el chico, pero alguien se le adelanto.

No tienes que preocuparte Nathan, de seguro es obra de un yo kai, recuerda que ellos hacen eso, no solo a humanos sino a yo kais - Intervino el yo kai blanco, pensando en esa posibilidad.

Jibanyan agradeció mentalmente eso de su amigo flotante, aunque él sabía que no es verdad, pero prefirió eso a preocupar más a su humano amigo.

El chico medio dudoso uso su reloj yo kai, para comprobarlo pero no hubo señales de un yo kai que causaba eso o estuviera allí y el dos colas, supuso que ya se habrá ido, el chico algo inseguro no insistió más.

Mejor alístate Nathan, ya que hoy iremos a ver a tu abuela con tus padres - Le recordó Whisper al chico.

Tienes razón mejor me apresuro a empacar - Le da razón a su despistado amigo flotante, el chico mientras empacaba todo para irse, siendo ayudado por sus amigos yo kais.

La verdadera razón de su repentino viaje, es que después del incidente en las noticias de la vez pasada, los padres del chico estaban intranquilos y preocupados por la abuela del joven, de que le pasara algo, viviendo ella sola en esa casa y por eso decidieron pasar unos días allí, para hacerle compañía y asegurarse de que este bien, Nathan también le preocupaba, porque en las noticias recientes, informaron que siguen sin rastros del responsable, en otras palabras indicaron que seguía suelto. (Autora: si supieran.)

Cuando estaban a punto de abandonar el cuarto, aparece un gato yo kai con armadora celeste entra por la ventana, captando la atención de los presentes.

¿Shogunyan? ¿Qué haces aquí? - Pregunto el chico confuso, de ver al gato azul de dos colas, pero antes que el mencionado hablara alguien se le adelanto.

Yo lo invite Nei – Nya - Dijo el rojo gato de dos colas.

¿Por qué? - Pregunto Whisper confuso.

Es que él quiere conocer a tu abuela, esposa de tu abuelo quien creo el reloj yo kais - Dijo el gato rojo a su amigo.

¡Exacto! sería un honor saludar a la señora de mi parte y preguntarle mis dudas de eso - Dijo Bushinyan entusiasmado.

Bueno si es eso, está bien pero prométeme comportarte ¿sí? - Acondiciono el chico al otro gato que asintió de acuerdo, así todos se fueron del lugar para viajar a la casa de la abuela de Nathan.

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Después que la familia de Nathan junto a los yo kais, llegan a la casa de la abuela de este, todos se dispusieron a desempacar sus cosas para luego saludar a la abuela del chico, preguntándole si estaba bien, si no hubo incidentes allí, cosa que la amable anciana negó y les dijo que nada fuera de lo normal y eso alivio mucho a todos.

El yo kai gato azul, no entendía porque la preocupación, así que Whisper se lo contó sorprendiéndolo y el yo kai mayordomo le pregunto a él si no vio esos día nada anormal, cosa que el gato de la armadura le negó extrañado, los padres les chico le contaron a la dueña de la casa del porqué de su visita y porque la preocupación, la anciana se sorprendió al oírlo, pero la calmaron.

El día en el campo paso con normalidad, bueno casi ya que el yo kai gato rojo se la paso dormido toda la tarde preocupando un poco a sus amigos, le daban pena que él no pudiera dormir bien, pero no lo molestaron, quería que descansara después de las noches en velas que tuvo por culpa de esa repentinas pesadillas, al parecer el aire del campo lo relajaba para poder dormir.

Jibanyan despierta satisfecho de poder haber dormido bien, pero se sobre salta al ver que ya era de noche, el felino se levanta sorprendido del suelo de madera fuera de la casa, mirando a todos lados buscando a todos.

Si buscas a los demás, te informo que salieron a ayudar a comprar las cosas para la comida, ya que no podían dejar a la abuela de Nathan sola en las calles – Dijo una voz.

El rojo gato volteo a ver a su ancestro, que parado de patas cruzadas, estaba en la puerta mirándolo.

Y tú ¿porque no fuiste con ellos - Nya? - Pregunto Jibanyan, acercándose al otro gato.

No es lo mío eso, así que decidí quedarme aquí - Fue la sencilla respuesta del gato en armadura.

Ah - Exclamo el felino de pelaje rojo - Y ¿ya pudiste hablar con la señora - Nya? - Pregunto curioso.

Si, mientras dormías - Respondió Shogunyan - ... También hable con Nathan sobre tus repentinas pesadillas - Complemento el gato azul.

A eso no es nada grave, solo sueños tontos – Nya - Mintió el felino amante de chocolates.

¡Vas una semana sin dormir bien, Jibanyan! – Exclamo Shogunyan - no soy tonto, note esas ojeras cuando te vi y eso me dice que ese supuesto "sueño tonto" ¡te está atormentando! – Dijo - Escúpelo de una vez ¿qué te tiene intranquilo? - Pidió saber el gato samurái.

Nada importante y te pido por favor, que no empieces con eso – Nya - Dijo molesto Jibanyan, mientras de un salto se baja para alejarse de la casa y el gato azul.

¿A dónde vas? - Pregunto Shogunyan.

¡A pasear - Nya! - Le respondió un poco enfadado Jibanyan.

¿Por qué estas así de mal humorado? – Pregunto Shogunyan - Y ¿porque no me quieres decir lo de tu sueño? ¿Acaso es muy malo? - El felino de la armadura, también salto a darle alcance, siguiendo insistiéndole del tema.

¡Por qué tú, al igual que los otros dos ya me tiene harto con eso - Nya! – Dijo Jibanyan molesto - Cuantas veces les tengo que decir ¡no es nada - Nya! - Dijo Jibanyan molesto, mientras no se detenía y seguía caminando apresurando el paso intentándose en el bosque.

El yo kai gato de armadura se sorprendió de la forma en que le respondió, lo conocía bien y él no era así con nadie, tal vez enfadon si ¡pero no tanto! y sin dejar de seguirlo a pesar de lo enfadado que estaba, el rojo gato.

Ya deja de insistir ¡no te diré nada de ese sueño - Nya! - Le grito el ojidorado, ya más molesto volteando después de cruzar un tronco caído.

....

Lo siento, no sé qué me paso para actuar así, solo que ya no soportaba tanta presión que siento – Nya - Lanzo un suspiro pesado Jibanyan y miro al gato azul de armadura, arrepentido por haberle gritado.

No te preocupes, yo también tendría que disculparme por ser un metiche, entenderé que no quieras contármelo, de seguro es algo muy personal – Dijo Shogunyan, se sintió muy culpable también, al ser muy cotilla en los asuntos ajenos.

Gracias – Nya - Agradece el felino rojo, regalándole una sonrisa amistosa que fue devuelta por el otro gato.

Ambos sin decir más, siguieron paseando por el lugar disfrutando el fresco aire.

¡Glop!

¿Que fue eso? - Se preguntó el yo kai samurái, mirando en el sentido opuesto que su compañero, ambos al escuchar ese sonido se pusieron en guardia, como su instinto de gato le decía.

¡Glop!

¡Ahí está de nuevo - Nya! - Pregunto esta vez el dos colas, rojo.

¡Glop!

Proviene de esa dirección, al parecer de una cascada - Dijo el samurái apuntando en la dirección donde suponía venia ese sonido y también porque el caer del agua.

Sin decir más ambos gatos, se fueron hacia el lugar del sonido... Bueno más bien el gato de armadura arrastraba consigo al cobarde gato rojo que no quiso ir a ver, por miedo a que sea un monstruo.

El que lo jalaba también tenía algo de miedo, pero se armó de valor para ir a ver qué era lo que producía ese sonido, de como si algo golpeara el agua y no escucho las quejas y suplicas del felino rojo por querer irse, ya que de cierta forma si se quedara solo se arrepentiría e imitaría a su compañero de una cobarde retirada.

Resignado por no poder convencerlo se dejó jalar. Al llegar al lugar se esconden, al percatarse de que alguien está en la cascada, no la vieron bien que era, solo ver una sombra moverse.

Para su gran suerte, el lugar había un pasto abundante y alto donde se escondieron para ver qué era, lo que estaba a esa hora de la noche en una cascada.

Ambos movieron un poco el pasto para poder ver que era, lo que estaba en el lago.

Lo que vieron, los impresionó ¡era una chica! Y no una cualquiera ¡sino una chica gata! Y lo notaron por la silueta, que increíblemente estaba parada sobre el agua y no dentro estirando sus pequeñas patitas.

¿Q-Que rayos es esto - Nya? - Fue lo que pensó, el dos colas rojo, sin despegar su mirada como su compañero del ser que estaba en el lago.

Jibanyan estaba en un trance total, solo lo único que hizo es poner una pata donde está su corazón, ya que lo sitio latir, tenía la sensación de que conocía esa silueta, que en el lago estaba, de la nada se le apareció la imagen de alguien que conoció una vez y que vio para su extrañeza en su sueños, la que se volvió su perdición desde que se fue.

¡N - No puede ser ella! ¡Esta chica, tiene el cabello corto y la que yo conocí la tenía largo - Nya! - pensó Jibanyan, negando la posibilidad de que esa silueta sea aquella gatita que vio una vez - Además ¿porque estoy pensando en ella? ¡Ni la conozco para que me importe tanto - Nya! - Trato de convencerse a sí mismo mentalmente, de que la que estaba a unos metros de él, no era la que pensaba, hasta se olvidó de su acompañante que no dejaba de mirar medio embobado a la criatura felina en el lago.

Pero por más que el felino rojo, trataba de convencerse de que no era ella, a pesar de no ver su rostro o el color de su pelaje, toda la figura era parecida a la que conoció en pasado ¡hasta su estatura era parecida! Lo único diferente era en el tamaño de su pelo.

¿Por qué sigo recordándola, si solo la vi una vez - Nya? – Pensó Jibanyan - ¡Ya tendría que quedar en el pasado! ¡Solo tengo ojos para Mikari - Nya! - El yo kai rojo se da cuenta de lo que pensó, para sorprenderse así mismo ¿acaba de admitir su sentimiento hacia la veterinaria?

¿Ya te olvidaste de la promesa que me hiciste, aquel día?

Jibanyan se sobre salto al recordar a esa pequeña cría de sus sueños, que le pregunto eso, no sabía por qué le pregunto o quien era esa pequeña.

¡Nunca en su vida la vía visto!

Jibanyan despierta de sus pensamientos cuando vio moverse la silueta de esa felina, por más que negaba, no conocía a una felina con las características de la que recordaba y ahora que lo pensaba bien, no sabía si ella era un yo kai y recordó que cuando la conoció, ella había dicho que no lo era, eso es un misterio que no pudo averiguar.

Ambos gatos yo kais, miraron como la silueta de la felina se movía con gracia y elegancia, el agua la seguía sus movimientos en sincronización, algunas la acariciaban el cuerpo al compás de su danzar, porque eso hacía, danzaba en el agua que al parecer controla, ambos felinos quedaron más que admirados e hipnotizados por el show que veían, donde una misteriosa felina danzaba ajeno a sus presencias por estar más metida en su danza mágica e ignotisante.

Por un momento Jibanyan se percató, que algunas gotas de agua eran envueltas en chispas eléctricas que los impulsaban en ese danzar.

¿Será una ninfa acuática? - Preguntar de la nada el samurái gatuno, sin despegar su mirada hechizada del ser más hermoso que haya visto danzar ante sus ojos.

El otro lo escucho decir eso y volteo a mirarlo confuso y lo vio que no despegaba la mirada de la acuática danzarina y lo que dijo le hizo recordar, que casi similar menciono Robonyan cuando lo encontraron en la oriya, su cabeza del rojo gato hizo un "clic" cuando se le ocurrió algo.

¡Tal vez ese ser en el lago, tenga algo que ver con el comportamiento del gato robot! Y ahora que lo piensa, a pesar de que eso pasó ya tiempo, el robótico gato seguía buscando a esa doncella acuática.

Pero no podía negar, el también cayó en ese encanto acuático.

Tanto era la ignotisante danzar, que no se dio cuenta cuando empezó a caminar hacia el lago.

D - Disculpe s-señorita, m - me puede d-decir q .... ¡¡¡NYAAAAAAAAAA!!! - No termino su frase el dos colas rojo, cuando resbalo con una piedra cayendo al lago.

¡¡¡NYAAAAAAAAAAA!!! - Grita Jibanyan, saliendo del agua de un salto cuando sintió en contacto con este.

Al hablar y gritar asustaron a la figura en el lago, que al perder la concentración de su danza cae dentro del agua, cubriéndose al instante sus pechos con sus dos patas y mirando quien es intruso que la miro, al parecer a ella no le repudiaba el contacto con el agua, no como cualquier gato.

En otra parte Shogunyan miro mal a su compañero, al haber alertado a la doncella del lago y salió de su escondite a empezar su reclamo por eso.

¡L-Lo siento! ¡n-no fue mi intención asustarte!.... ¿Eh - Nya? - Trato de disculparse el fanático del chocolate, sin prestar atención a su colega, pero cuando se volteo para eso, la chica ya no estaba.

Al parecer aprovecho cuando los dos gatos se pusieron a discutir, para irse sin ser vista.

¿Se ha ido - Nya? - Se preguntó el dos colas rojo más para sí, que para su acompañante.

¡Pues claro, que se fue! – Dijo molesto Shogunyan, llegando a su lado - ¡La asustaste con apareciste de repente y no se podrá saber si la volveremos a ver! – Dijo - ¡Por tu culpa! - Le grito enfadado el samurái dándole un coscorrón a ojidorado.

Pero Jibanyan no le hizo caso a sus quejas y solo se puso a buscar a la misteriosa chica por los alrededores, ¡no pudo desaparecer, así de rápido! debe estar escondida en algún lado, su compañero al ser ignorado se molestó más, pero su enfado duro poco al ver lo que buscaba a la chica, él también quería verla de nuevo.

Vamos - Dijo dando un suspiro de cansancio Shogunyan a un gato rojo, que se sorprendió cuando paso por su lado.

¿A dónde - Nya? - Pregunto el ojidorado a su compañero.

Este solo le respondió con la mirada, haciendo entender al otro que capto el mensaje y sin decir más ambos gatos yo kais se pusieron a buscar a la misteriosa doncella acuática.

Me encantaría verte de nuevo misteriosa doncella de la cascada - Pensó un ruborizado samurái, que tenía todas las intenciones de encontrar a esa criatura hermosa.

Jibanyan por un momento volteo a mirar al samurái con recelo, no le gustaba lo que estaba sintiendo en ese momento, era un sentimiento nada agradable, que le producía al ver el interés de su compañero por la misteriosa chica que desapareció, al darse cuenta de lo que está pensando sacude la cabeza quitando esa tonta idea de la mente.

¡Este no es momento de pensar tonterías - Nya! – Pensó Jibanyan - ¡tengo que encontrar a esa chica y obtener respuestas a mis dudas - Nya! - Se dijo a sí mismo el yo kai rojo con todas las intenciones de encontrar y comprobar que su loca mente, no lo está jugando mala pasada y de paso, quería verla.

Y sin más ambos se pusieron a buscarla en todos lados de la cascada sin éxito, así que pensaron que se fue al bosque, sin perder más tiempo se alejaron del lugar sin notar que la silueta de la chica que antes estaba danzando, salió de las hojas de un árbol bajando de un salto.

¡Eso estuvo, cerca! – Se dijo a si misma - ¡Lo sé! ¡Para la próxima estaré alerta! - Se decía la silueta de la chica y respondiendo como si hablara con alguien en el luego, se va en el sentido contrario por donde se fueron los dos gatos.

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En el tiempo que estuvieron alojados en la casa de la abuela de Nathan, no encontraron rastros de esa misteriosa chica del lago, ni la volvieron a ver en el lugar, lo que decepciona mucho a los dos gatos yo kais aunque de cierta manera a un felino rojo le puso feliz a la ves decepcionado, uno por que a lo menos el samurái no se la acercara y lo malo que el tampoco.

Como toda visita llega a su fin, la familia junto a los yo kais tuvieron que volver a la ciudad a continuar sus vidas cotidianas.

Aunque Jibanyan tuvo que arrastrar al samurái al auto, porque este quería quedarse a seguir buscando a la chica, que aún seguía insistiendo que la encontraría, molestando mucho al felino rojo que le salió una vena en la nuca, por el berrinche de su supuesto ancestro.

¡Suéltame! – Grito Shogunyan que estaba abrazando un árbol - ¡¡aún creo que está, aquí!! - Reclamo el de armadura mientras intentaba que lo soltaran.

Nathan y Whisper miraron con una gota en la nuca el comportamiento de esos dos, sin enterarse de nada de lo que los tenía así.

¿Verdad que no es lindo que te jalen de las colas y te arrastren contra tu voluntad - Nya? - Pregunto con una sonrisa molesta y evidente sarcasmo el yo kai rojo, sin soltar al gato azul de sus dos colas arrastrando para que suba al auto.

Después de un buen tiempo intentando meter al azul gato al auto, lo logra despidiéndose de una divertida anciana que vio eso muy cómico y trataba de contener una risita, agitando su arrugada mano se despide de todos.

Todo el trayecto de camino a casa ambos gatos no se hablaron, provocando un ambiente tenso y los amigos de estos no dejaron de mirarlos, se les notaba que estaban molestos entre ellos, dando sé la espalda cada uno, metidos en sus pensamientos.

Shogunyan pensaba en la gatita de la cascada y que ganas tenia de verla otra vez, pero esta vez saber cómo es ella en verdad, su nombre y su apariencia, entre suspiros, todavía la recordaba danzar con mucha gracia y elegancia, nunca había experimentado este tipo de sentimiento antes, bueno la de ser fan de ese grupo de cantantes humanas es otra cosa, él sabía que era y no lo negaba, cada que serraba los ojos, la recordaba la hermosa y bien dotada silueta que tenía, solo pensarlo se sonrojaba, reía bobamente.

Él sintió la mirada de todos los que estaban con él, por reaccionar así, lo miraban con extrañes pero a él no le importó, excepto la de cierto gato rojo que lo mataba con la mirada ¡no era tonto! Sabia porque lo miraba así, porque al igual que él, no era el único que quedó fascinado con la misteriosa felina y eso lo molestaba, porque sentía que él se interpondrá en sus planes de acercase a la chica, pensar en eso lo molestaba más y le devolvió la misma mirada que lo mando a él.

Solo esperaría llegar a casa, para empezar a investigar donde la podría encontrar y no le importó que ese gato la amenace y que lo matara con la mirada ¡no lo detendrá en su objetivo de encontrarla! Además ¿que podría hacer él? ¡Él es mucho más fuerte, que ese gato rojo!

Por otra parte, Jibanyan no despegaba su mirada molesta del gato azul, por la estúpida mirada que mostró y pensó que era por la felina de la cascada ¡cosa que no lo agrado en nada! No sabía ¿porque reaccionaba, así? Es decir ¡ni siquiera sabía quién era esa, chica! Pero un instinto le decía, que estuviera alerta con el gato azul.

Lo único que su mente le decía es que lo alejara, de repente recuerda el sueño que tubo de las dos chicas, pero una en especial que creyó ya dejo en el olvido, pero la verdad de todo, no la olvido en nada, siempre estuvo fresco en su memoria, preguntándose ¿qué sería de ella? ¿Dónde estaba, ahora?

Esas preguntas siempre sé las hacía cada día, hasta la llegada de Mikari, que lo hizo aún lado ese pensamiento que lo tubo, toda esa vida atormentándolo, ya que desde que la veterinaria llego, solo se dedicó a pensar en ella.

Y cuando creyó que ya no pensaría más en el pasado, donde conoció a esa gata, su mente le juega una mala pasada, recordándole que aún esa imagen de esa gata estaba ahí y para rematar la cosa, la misteriosa y muy parecida aparición de esa misteriosa felina en el agua.

Al menos puedo decir, que en algo son distintas – Nya - Pensó el dos colas rojo, al ver dos diferencia entre la gata de su pasado y la de ahora.

Y era que la del pasado tenía un largo cabello y por lo que experimento tenia dominio de la electricidad, lo supo cuando lo electrocuto al conocerla y la de ahora que conoció tenía el cabello corto y al parecer dominio del agua.

Con eso podía pensar que no era la misma gata del pasado, pero no entendía ¿porque estaba a la defensiva? No debía importarle ¡ya que no era ella! Y más aún ¿porque debería, si solo la conoció una vez?

Hay tantas preguntas que ni el mismo podía contestar, solo quería llegar a casa para descansar de tanto pensar en cosas, que no creía que tendría respuesta.

Despierta de sus pensamientos al recordar el enfrentamiento de miradas que tenía con su supuesto ancestro, cosa que le recordó también el por qué solo lo fulmino más con la mirada.

Ambos ya cansado de eso, solo se dan la vuelta dándose la espalda molestos y sus amigos más lo miraron confuso, preocupados y mirándose entre ellos sin entender nada del porqué de repente ellos querían asesinarse entre sí, no se atrevieron a preguntar porque si lo hacían seguro los machacaba, ya que no se veían de buen humor para eso.

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Después de un silencioso viaje, todos llegan a casa, Shogunyan se retira una vez llegando y agradeciendo de haberlo llevado a conocer a la abuela del niño y sin más se retira sin decir nada, mientras que Jibanyan solo se entra a la casa callado más de lo habitual y se va a descansar al cuarto del chico, Whisper y Nathan lo miran entre preocupado y extrañados, aún no sabía que paso que de repente él y el otro yo kai gato ¡se miraran mal! Debió pasar algo entre ellos que los tuviera así y para aumentar la cosa, los contantes desvelos de ese gato rojo que tenía era otro, aunque exageraban ya era notario sus desvelos y eso los preocupaba y por más que le preguntaron, no tuvieron ni una respuesta así que resignados lo dejaron pasa y continuar su rutina de siempre.

Jibanyan al día siguiente se fue a hablar con su antigua dueña, cuando antes era un gato común y corriente, quería saber cómo le fue en estos días de viaje, pero más que nada quería preguntarle su repentina amistad con Mikari, no dejaba de rondarle por la cabeza, que algo no andaba bien y que le estaban escondiendo algo y lo supo en la forma extraña del comportamiento cuando un día fueron a la veterinaria ¡no era tonto! se notó lo nerviosa que se puso la ojifucsia, cuando ella como la amiga de Nathan, la fueron a ver y lo iba a descubrir hablando con Emi.

Para su suerte sabia donde vivía la chica, la joven lo recibió con gusto y al parecer quería hablar con él también, sus padres de la chica no estaban mejor para los dos, así hablarían más libre de esconderse.

Estuvieron hablando de todas cosas que los pasaron y la joven le contó de sus viajes, todo estaba tranquilo.

¿Supongo que tu visita no es solo para saber cómo estaba, no Akamaru? - Pregunto la chica aunque su antigua mascota se llamara con otro nombre por ser yo kai, para ella seguirá siendo su mascota.

Emi fue directa sin rodeos al tema y ella sabía porque de eso.

¿¡Eh!? – Exclamo Jibanyan - ¿Cómo es que tu...? - El gato rojo se sorprendió, que su antigua dueña adivinara el motivo de su visita.

Digamos que lo presentí – Dijo Emi - pero me lo acabas de confirmar con tu reacción - Dijo la joven de dos coletas.

....

La verdad es que sí – Nya - El dos colas lanzo un suspiro de cansancio - La verdad vine a preguntarte sobre tu amistad con Mikari, ¡Digo! ¡No es que me moleste que seas amiga de ella! Solo se me hace raro que en tan solo en un día de conocerla, seas su amiga – Nya - Dijo.

¿Eso te parece, raro? – Pregunto Emi - tú te haces amigos de los otros yo kais apenas los conoces ¿qué tiene de raro en este caso? - Pregunto un poco nerviosa, temía que fueran tan obvias en eso, pero disimulo su nervio para no delatarse.

Si lo sé, pero en mi caso es por una razón diferente, pero esta me parece rara y más al ver que cuando tú y la otra chica aparecieron en la veterinaria, vi que Mikari se puso muy tensa y nerviosa de su presencia – Nya - Dijo Jibanyan, mientras recordaba el acontecimiento sin notar que la chica al escuchar eso, le puso más nerviosa al ser casi descubierta.

Creo que nos pasamos ese día ¡y casi nos descubre! - Pensó la peli marón de dos coletas, tratando de que no se le notara el nerviosismo.

E - Es que ¡¡fue repentina nuestra visita, que la dejamos muy sorprendida!! - Respondió entre nervioso la joven de dos coletas.

...

El ojidorado le quedo mirando muy fijamente a la chica, cosa que la puso nerviosa más de lo que estaba, sin poder ya esconderlo por el sudor que bajaba por su rostro.

. . .

¿Segura - Nya? - Pregunta el gato rojo sin despegar la mirada sospechosa.

¿P-Porque no debería estarlo? - Dijo la chica tratando de sonar natural.

Jibanyan lanza un suspiro pesado antes de hablar.

Emi-chan, te conozco muy bien a pesar de que ya soy un yo kai y sé que me estas escondiendo algo - Dijo el felino rojo mirándola por primera vez en su vida, serio a su antigua dueña.

...

No dijo nada la chica se quedó sin escusas.

¿Por favor dime que pasa? ¿Qué me estas ocultando de Mikari - Nya? - Suplico el gato a la chica - ¡Porque sé que sabes algo, de que yo no sé - Nya! – Dijo.

La joven diseñadora no sabía que hacer, una parte de ella le decía que no lo dijera nada, pero otra le decía que sí ¡que él tenía el derecho a saber! A pesar de que Mikari era su reciente amiga, el gato fue su mascota de vivo, aparte que lo quería como un hijo, ya que era un gato comprensivo y bueno, pero eso sería traicionar la confianza de Mikari que le contó a ella y a Katie, su muy doloroso pasado.

Solo suspiro e hizo lo más correcto.

La verdad es que si Akamaru, hay algo - Dijo seria la diseñadora.

¿A sí? ¿Qué es - Nya? - Pregunto un curioso y algo intrigado yo kai gato.

Lo siento Akamaru – Se disculpó Emi - no puedo decírtelo, yo – Dijo - La que deberías preguntarle, es a la misma Mikari – Dijo - Ella es la que te responderá – Dijo la joven con su antigua mascota, sorprendiendo y desilusionando al mencionado.

El gato siguió insistiendo pero no consiguió nada, la que la joven le daba la misma respuesta "preguntarle a Mikari".

Pero ¿que tenía que ver que solo ella, que no pueda respóndelo Emi? Acaso ¿el tema es importante?

Y ¿cómo conociste a Mikari, Akamaru? - Cambio de tema la chica de dos coletas naturalmente al ver que el felino seguirá con su insistencia.

Jibanyan da un suspiro de pena al ver que no convencerá a la chica de que le cuente, dio otro suspiro para contarle como la conoció en la veterinaria, claro omitiendo algunos detalles vergonzosos.

¡Oh! Ya veo, así que estabas de acosador al principio con ella ¿no Akamaru? - Dijo con cierta picardía la castaña de dos coletas.

¡Yo no te dije, eso! Y ¡n-no la acosaba, solo admiraba a Mikari desde la distancia - Nya! - Se defiende el yo kai felino sonrojado.

No lo dijiste, pero me lo acabas de confirmar, Akamaru - Dijo la diseñadora mirándolo pícaramente.

¿¡Q - QUE QUE - NYA!? - Pregunto más sonrojado de la vergüenza el yo kai gato.

¡Admítelo! – Dijo Emi - ¿Te gusta Mikari? ¿No? - Pregunto la joven castaña, esperando a que el rojo gato le responda, no le parecía nada desagradable que su antigua mascota le gustase la veterinaria, de cierta forma le ponía feliz eso.

Pues, aunque no se sabe que es en realidad Mikari ¡sigue siendo, una gata! - Pensó la chica muy entusiasmada.

¿¡Que digo - Nya!? - Pensó un muy nervioso yo kai gato.

¿Akamaru? - Llamo Emi, al ver que no respondía el mencionado.

...

¡De que me sirve decirlo - Nya! - Dijo el felino rojo bajando la mirada, ocultando su mirada con una sombra.

¿Eh? - Pregunto la diseñadora sin entender por qué se deprimió el gato, eso solo le preocupo.

¡Ella ya tiene a alguien - Nya! - Dijo Jibanyan con cierto enojo, al recordar cómo se enteró.

¿No te entiendo eso, Akamaru? ¿Cómo es eso que tiene a alguien? - Pregunto confusa la diseñadora.

¡Ella tiene novio! ¡Un rubiecito niño lindo, que siempre está apegado a ella - Nya! - Dijo el yo kai gato con mucho enfado, más para el sujeto mencionado.

¿Rubiecito, niño lindo? - Pensó confusa la diseñadora.

Lo que dijo el felino rojo la sorprendió y confundió, pues ya que empezaba a conocer a Mikari, nunca le oyó o vio con un chico rubio muy acaramelada o hablar como una enamorada, ya que se le ve como una chica solo dedicada a su trabajo y preocupada por sus amigos, no entendía por qué eso le enfadaba a su antigua mascota, si el único rubio que conoce es adoptivo hermano de......

A ya veo - Pensó Emi con una traviesa y pícara sonrisa, al darse cuenta de todo y colocar las piezas de este mal entendido.

¡Akamaru estaba celoso del hermano de Mikari! ¡Seguro el pobrecito no sabe que Brandon es el hermano de ella y llego a pensar que era pareja! - Pensó la de dos coletas y tubo que cubrirse la boca, para no dejar salir una risa burlona.

Y ¿cómo sabes eso Akamaru? - Pegunto fingiendo no saber nada, la diseñadora.

Porque cuando lo conocí por primera vez, lo vi abrazando a Mikari en el supermercado y la segunda en el departamento de ella, ya que él fue que me abrió la puerta en vez de ella, cuando yo le iba a mostrar la ciudad ¡y el muy idiota, se atrevió a mirarme mal - Nya! - Dijo el yo kai gato rojo, con cada palabra y recuerdo solo lo molestaba más, saliéndole venas en la cara.

Jibanyan no se dio cuenta por estar metido en sus molestos recuerdos, que Emi se tapaba con ambas manos la boca, tratando de reprimir una fuerte risa que quería salir, al ver al gato molesto y celoso, sin saber que se molestaba por las puras de algo que no es cierto.

N - No creo que sea lo que piensas Akamaru – Dijo con dificulta al contener la risa, Emi – Dime, ¿alguna vez se te a paso por la cabeza peluda, preguntarle la relación que lleva Mikari con ese chico? Pregunto, ya más tranquila, tratando de no pensar en lo que quería hacerla reír, para no levantar sospechas.

Ño – Respondió el dos colas - La verdad, nunca me atreví a preguntarle, pero estoy seguro de que me dirá "que es mi amor único" – Nya - Dijo Jibanyan algo celoso y tratando de imitar la voz de la veterinaria con sarcasmo.

Emi otra vez tuvo que cubrirse la boca, tratando de reprimir otra risa que quiso salirse al ver la mala imitación de la voz de su amiga y la actitud celosa del gato, se le notaba mucho que le gusta Mikari.

Pues si me preguntas a mí, yo creo que es otra cosa - Dijo Emi otra vez conteniéndose y fingiendo estar pensativa.

¿Eh? - exclamó el dos colas mirándolo confuso - ¿Tú sabes algo, no es así - Nya? - Pregunto más bien sospecho Jibanyan de la diseñadora, la conocía bien y sabía que escondía algo.

Solo lo único que te diré, es que se lo preguntes a Mikari eso y si sé algo, pero no te lo diré pero ella sí - Dijo Emi pícaramente dejando desilusionado al gato y sorprendido a la vez.

¿¡Que!? – Exclamo Jibanyan - ¿Sabes algo? – Pregunto - ¿Porque no me lo dirás - Nya? – Pregunto - ¡Por favor Emi-chan - Nya! - Suplico el dos colas de rodilla, para ver si así le convencía a la joven diseñadora.

Veo que si te interesa Mikari, pero como dije, si quieres saciar tus dudas solo ella te lo responderá, Akamaru - Dijo la de dos coletas.

¡EMI-CHAN-NYA! - Protesto Jibanyan, al ver que otra vez no tendrá respuestas a sus dudas que lo carcomían.

Lo siento, pero no es correcto que todo lo sepas de mí, tienes que preguntarle a la persona indicada - Se disculpó la de dos coletas sonriente.

El gato yo kai, solo bajo la cabeza desilusionado soltando un suspiro triste.

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.

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Akamaru - Llamo la diseñadora al gato, que solo levanto su cabeza para indicarle que la escuchaba.

La castaña no estaba tan segura de preguntarlo, pero se arriesgó.

¿Alguna vez conociste no sé, a una pequeña gata de cabellos fucsias? - Pregunto muy insegura de lo que dijo Emi.

¿Eh? - Se sorprendió Jibanyan, por la pregunta repentina.

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Fue un gusto haber charlado contigo, Akamaru - Dijo la castaña, al felino desde la entrada de su casa.

No, el gusto fue mío al verte de nuevo en la ciudad Emi – chan – Nya - Dijo el yo kai rojo.

Entonces nos vemos otro día para charlar y espero que arregles tus dudas con tu novia - Dijo burlona y picara la diseñadora, que no pudo evitar decir eso.

¡EMI – CHAN - NYA! - Le regaño un sonrojado y molesto, gato rojo.

¡Y - Ya te he dicho, que Mikari es mi novia, es solo mi amiga - Nya! - Protesto un sonrojado Jibanyan, moviendo cómicamente sus patitas delanteras nervioso.

Yo nunca dije que fuera Mikari, pero como tú lo dices... - Dijo más burlona Emi, al hacerlo caer en su trampa consiguiendo poner rojo, al dos colas.

Será mejor que me vaya, se me hace tarde para reunirme con Nathan – Nya - Dijo un rojo y molesto por la humillación, yo kai felino y se puso más rojo, al oír a su antigua dueña reír.

¡Ah! ¡Una cosa más antes que te vayas, Akamaru! - Le detuvo la diseñadora al felino rojo.

¿Qué pasa Emi – Chan - Nya? - Pregunto el ojidorado extrañado y un poco molesto, esperando que no sea otra burla.

...

Pase lo que pase y cuando te enteres de todo, no la abandones, Akamaru - Dijo la castaña y cierra la puerta antes que el gato yo kai le pregunte el porqué.

.

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¿Nya? - Exclamo muy confundido Jibanyan, de lo que dijo su antigua dueña - ¿Qué rayos me habrá querido decir con eso - Nya? – Se preguntó - ¿Por qué abría de hacer, eso - Nya? - Se preguntaba mentalmente el dos colas, estuvo así de pensativo un rato mirando la puerta de la casa de la chica serrada, hasta darse cuenta de que se le hacía tarde para llegar con sus amigos.

Y con esa duda en mente que lo pensaba descubrir, preguntándole la próxima vez que vea a la chica, se retira corriendo a su destino apresuradamente.

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Una vez comprobado que el gato yo kai se haya ido, la diseñadora de ropa, dejo salir toda la risa contenida.

Rio hasta que le dolió el vientre, al recordar la actitud celosa del gato que para ella fue cómico, pero paro al recordar cuando le pregunto sobre la gata de cabellos fucsias, baya sorpresa que llevo cuando escucho lo que dijo su antigua mascota.

Vaya, todo tiene sentido ya - Se dijo así misma al recordarlo la castaña.

¡Ahora todas las piezas se acomodaron, ya! ¡Ahora entiendo, todo! - Se dijo pensando y analizando toda la información - También estas tú, Mikari – Dijo - a pesar de que somos amigas tuyas y nos contaste de tu vida, no dejas de sorprendernos ¡eres una chica llena de misterios! - Se dijo Emi, sobándose el brazo donde una vez cuando la conoció a la mencionada, estuvo lastimada y que cuando llego a casa después de ser curada y tratada por su salvadora, sorprendentemente el dolor y las cicatrices mágicamente desaparecieron.

¡Cielos, se me olvido esa vez preguntarle cómo lo hizo! - Se regañó a si misma por su torpeza.

Luego recuerda, lo que ultimo le dijo al yo kai rojo sabia y analizo por lo que escucho, que el felino no sabía mucho de la identidad de la veterinaria y que si se entera de mala forma, se molestara mucho con ella, eso no quería, pero no podía meterse en eso y decirle ella eso, sería malo también, suponía que Mikari tenía una buena razón por no decirle al dos colas, lo único que ella podía hacer, es darle un pequeño empujón en la situación.

¡Espero que este bien lo que hice! ¡Solo espero que nada malo salga, de esto! – Se dijo Emi - Perdón Mikari, pero tenía que hacerlo - Se disculpa mentalmente la diseñadora, para seguir con su rutina y trabajo.

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Un yo kai rojo caminaba muy pensativo a casa, todo lo hablado con la chica antes, no dejaba de rondarle en la cabeza, bastantes dudas que intento analizar por sí solo.

Pero más que nada, un tema en particular que no dejo pasar por alto.

Como es que Emi, pregunta sobre la gata que conoció una vez ¡claro se lo contó! omitiendo algunas cosas, pero cuando quiso preguntar al respeto de eso, la chica cambia de tema.

Es como si le ocultara algo... Bueno más bien, le oculta muchas cosas que al parecer no piensa responderle, más que en acertijos confusos.

¡¡NYAAAAAA!! ¡Me canse, de esto! ¡Porque todo el mundo me oculta cosas, primero Nathan, segundo Emi, junto a la amiga de Nei! Y peor aún ¡Mikari - Nya! – Exclamo desesperado removiéndose la cabeza con ambas patas - ¡Lo mío no es esto de pensar - Nya! – Grito mirando al cielo - ¡Y para aumentar, la cosa! ¡Esos extraños sueños, junto la aparición de esa extraña criatura en la cascada - Nya! – Dijo - ¡Si sigo así, voy a explotar - Nya! – Dijo - ¡Por favor! ¡Que alguien me diga! ¿¡Qué demonios pasa aquí - Nya!? - Grito con ambas patas en la cabeza, serrando los ojos con fuerza, desesperado y muy confundido - ¿Acaso, algo tiene que ver con lo que vi en la cascada - Nya? - Se preguntó rendido y cansado el ojidorado.

¿Alguna vez conociste no sé, a una pequeña gata de cabellos fucsias?

Jibanyan abrió mucho los ojos, al recordar esa pregunta de Emi y también por un pensamiento que lo dejo intranquilo, se le vino a la mente.

N – No ¡no es posible! ¡Q - Que ella este aquí! Y que Emi – chan sepe de ella, si no ¿porque preguntaría eso de repente? ¡Ella no puede saber de esa gata! porque si lo supiera, eso diría ¡Q - Que ella está, aquí - Nya! - Se trató de convencer lo contrario Jibanyan, con cierto miedo a que fuera cierto, de repente se le erizo el pelaje de todo el cuerpo y alzo las dos colas como alerta, cuando un escalofrió paso por su espalda - Tengo un mal presentimiento, que estoy segura no me gustara – Nya - Se dijo, mirando la distancia con una preocupación en el pecho.

Decidió ignorarlo por momento y siguió avanzando apresurado e incómodo, queriendo salir de ese lugar, porque se sintió extrañamente observado.

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No muy lejos del lugar, dos sombras miraban a un incómodo gato irse deprisa, las dos siluetas solo sonrieron de una forma malvada.

Ese estúpido gato, no sabe nada de lo que se le viene, junto a sus amiguitos - Dijo una de las siluetas con una voz malvada y femenina.

Estoy seguro de que se llevaran una sorpresa, cuando ocurra - Dijo la otra silueta con voz de hombre muy frio y burlón.

Ambos de un salto desaparecen del lugar.

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Bueno, mis queridos lectores espero que les haya gustado este capítulo. :)

En este capítulo puede que encuentre algunas escenas parecidas a algún anime, ya que fueron mi inspiración en este capítulo.

Bueno sin más que decir me despido hasta el próximo capítulo.

Donde se abrirán a más misterios y verdades de nuestra gatita Miawsy. ;)

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