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Capítulo 9: Derrota aplastante

Pues llegó el nuevo capítulo XD.

Espero que lo disfruten :3

...

[Distrito Shiganshina, Narrador Yo]

—¡Arghhhh! ¡Ayuda! ¡Mamá! ¡No quiero morir!—

Escuchamos como la carne y huesos de uno de nuestros compañeros eran triturados por la mordida de uno de esos Titanes.

Toda la Guardia Frontal estaba llena de gritos y escenas de ese tipo.

Trataba de exterminar a todos los Titanes posibles con ayuda de los reclutas.

Pero obviamente era una tarea demasiado difícil.

Los reclutas solo parecían servir de distracción y aunque suene cruel, eran carne de cañón.

Era lo único que podíamos hacer.

—¡Cubran el flanco izquierdo!—

Ian grito mientras se movía con gran agilidad hacia esa zona.

Yo me encargaba del centro, que era el lugar de entrada de los Titanes.

Aunque matarás a uno, eso no servía de nada, pues muchos más lograban entrar.

Ya habíamos perdido a casi la mitad de las tropas de esta guardia, era una masacre.

—¡Señor, nos superan en poder!—

Dos jóvenes reclutas me gritaban desesperadamente.

Mire con impotencia todo.

Aún si yo podía matar a algunos Titanes, nadie más podría hacerlo y eso no nos ayudaba en nada.

—Debemos mantener el frente, los Titanes no deben llegar con los civiles—

Seguía firme con las órdenes, a pesar de la masacre ocurrida no podíamos retroceder un metro más.

Aún faltaban muchos civiles por ser evacuados.

—¡Señor, tengo miedo!—

Mire a quien había dicho eso, estaba empapado en lágrimas y temblaba sin parar.

—¡Deberíamos regresar!—

—¡Ya no quiero seguir aquí!—

Muchos más comenzaron a suplicar por qué retrocedamos.

No lo soporte más.

—¡Yo también tengo miedo, carajo! ¡Pero no podemos dejar que estás malditas cosas lleguen a sus familias! ¡¿O eso es lo que quieren?!—

Todos se quedaron mudos.

—¡Pueden regresar, pero tengan en cuenta que por cada titán que cruce este frente es una familia entera que será exterminada!—

Cuando dije eso, varios pusieron miradas aún más aterradas.

Entonces escuchamos varios pasos que provenian del flanco izquierdo, a dónde Ian había ido a defender.

Lo mire, el venía junto a unos pocos.

Todos se miraban cansados y alarmados.

—¡Ethiel, los Titanes nos superaron por el flanco izquierdo!—

—¡¿Qué?!—

Grite con terror y ví claramente como se abrían paso por esa zona.

—¡Señor!—

Entonces mire a quienes se suponía que debían estar en el flanco derecho.

—¡Atravesaron el flanco derecho!—

Eran muy pocos soldados los que habían regresado.

—¡Mierda!—

Maldije por lo alto.

Todo empeoró cuando vimos a muchos Titanes que seguían atravesando las puertas del muro.

—¿Cuántos quedamos?—

—Menos de la mitad, señor—

Me respondió un soldado y apreté los dientes.

Habíamos perdido a más de cien camaradas.

—¿Cuáles son tus órdenes, Ethiel?—

Ian me preguntó con seriedad.

—Nos retiramos—

Dije con pesadez.

Asintió y comenzó a dar la orden de regresar.

—¡Retirada!—

No había nada más que hacer en la Guardia Frontal, todo dependía de la Guardia Media.

—Hicimos lo que pudimos—

Ian me dijo al oído antes de marcharse.

—Maldita sea—

Murmuré con furia mientras miraba a los Titanes atravesar nuestras defensas.

La retirada no significaba volver a dónde se encontraba el mando.

Significaba mover nuestras posiciones a la segunda guardia.

Cuando llegamos, ahí estaba Mitabi.

Los Titanes no tardarían demasiado en chocar contra los defensores.

—¡Mitabi!—

Grite una vez llegamos.

Nos dimos un abrazo y procedí a explicarle la situación.

Obviamente ya lo sabía, pero le di los datos aproximados de lo que se acercaba.

—¿Cómo van los civiles?—

Pregunté, pues solo veía a unos pocos correr.

—La mayoría ya casi está en los barcos hacia el interior, solo es cuestión de tiempo—

Asentí.

—Debemos asegurarnos de que todos puedan salir de aquí—

Mitabi me miró con algo de confianza.

—Les daremos el tiempo necesario—

—Excelente—

Sonreí.

Estábamos nerviosos y asustados, pero decididos de seguir luchando.

Fue en ese momento cuando escuchamos a los primeros Titanes que llegaban a la segunda guardia.

Había algunos cañones en el suelo.

—¡Quien pueda seguir luchando que se quede aquí, los demás vuelvan a la base!—

Ordene a mis tropas.

—Pero ustedes deben volver y preparar una línea con las tropas de élite—

Mitabi nos comentó.

—Rico y el comandante pueden hacer eso por su cuenta—

Respondí con simpleza.

—No te dejaremos solo en esto, amigo—

Ian dijo con una sonrisa.

Nosotros dos sonreímos de igual manera y nos dimos un último choque de puños antes de separarnos nuevamente por flancos.

Nuevamente me quedé en el centro.

Solo habían quedado 120 soldados en la guardia media.

Escuchamos varios pasos de Titanes, muchos eran lentos, pero había algunas excepciones.

—¡Titanes de 5 y 7 metros a la izquierda, quiero que los neutralicen!—

Grite a los operadores de cañón.

Estos rápidamente fijaron el objetivo y dispararon, pero fue muy poco efectivo, las balas del cañón ni les habían dado.

Era tal y como lo suponía, los Titanes más pequeños eran los más difíciles de matar.

—¡Olvidenlo, si no pueden los cañones lo harán las cuchillas!—

Desenfunde mis cuchillas al igual que otros soldados.

Rápidamente fuimos en caza de esos dos Titanes.

—¡Arghhhh!—

Uno de los soldados fue atrapado, pero rápidamente corte la nuca del titán de 5 metros.

Los demás pudieron encargarse del de 7 metros.

Vimos a otros dos del lado contrario, estos eran uno de 10 y 12 metros.

—¡Que la artillería se encargue de los grandes, los demás nos encargaremos de los más pequeños!—

—¡Si, señor!—

Ordene y todos nos pusimos manos a la obra.

No sabía cómo le estaba yendo a mis amigos, pero ningún titán había atravesado por la defensa y eso eran buenas noticias.

Pero a la larga no todo resultó bien.

Tal y como pasó con la primera guardia, los Titanes volvieron a romper el flanco izquierdo y después el derecho, para finalizar con hacer presión en el centro.

Eso me hacía pensar que no eran tan estúpidos como aparentaban o que alguien los estaba dirigiendo.

Pero no teníamos información de que hubiera algún titán con inteligencia superior a los demás como para darles órdenes.

Aunque con solo haber visto a aquel Titan tan colosal no me cabía duda de que algo así podría existir.

Nuevamente tuvimos que retirarnos a la última línea de defensa, la retaguardia.

El plan de Rico quedaría destruido si logran pasar la retaguardia, aunque el plan ya había sido destruido desde que todo comenzó.

No había planes ni nada, este plan surgió de imprevisto, pero por lo menos nos ayudó a evitar que los Titanes nos derrotaran tan fácil.

Si tuviera que describir todo en palabras, era un derrota aplastante pero con honor.

Una maldita derrota.

Mientras retrocedamos a la retaguardia me pareció ver algo entre toda la multitud de Titanes que avanzaba.

Era un titán, pero uno muy extraño.

No pude observarlo detenidamente, pues debíamos prepararnos para la última estocada.

Al llegar nos encontramos con las tropas de élite ya listas.

Rico y el comandante permanecían en la parte superior del muro.

—¡Señor!—

Saludamos una vez llegamos.

Mire por todos lados y me tranquilice al ver que el pequeño cuerpo de mi hermana estaba junto a Rico.

—Dreyar, Jarnach y Dietrich, que bueno que se encuentren aún con vida—

Nos saludo y nos indico que descansaramos.

—Los civiles casi terminan de evacuar, si logramos resistir por algún tiempo más, podremos lograr evacuar a todos—

—¿Los militares como saldremos de aquí?—

Pregunté, pues los soldados también teníamos que evacuar de alguna forma.

—Los barcos no son suficientes, tendremos que hacerlo a través del muro—

No era la manera más efectiva de escapar, pero era la única opción que había.

—Dreyar y Brzenska, necesito que se aseguren de que todos suban a los barcos—

Ella y yo asentimos y nos marchamos.

Antes de hacerlo me despedí nuevamente de mi hermanita.

Ian y Mitabi recibirían otras órdenes.

Todo estaba ocurriendo demasiado rápido que a pesar de que quería echarme al piso y llorar no podía pues la misión continuaba.

[Narrador normal]

El comandante miro a los dos líderes de escuadrón que se habían quedado.

—Es obvio que nos derrotaron—

Ellos asintieron con la cabeza hacia abajo.

—Sacrificamos a muchos camaradas, no podré seguir viviendo con esa carga—

Ella vieron como el comandante se acercaba al borde del muro.

—Iremos al combate—

—¡Si, señor!—

Gritaron ambos en coro y se prepararon para saltar a la batalla.

Las tropas de élite y sobrevivientes ya estaban preparados.

Obviamente no estaban todos en el lugar de la batalla, muchos estaban controlando a los civiles en el puerto y otros cuidaban la entrada interior, la entrada más importante.

Los cañones estaban en posición y en lugar de dividirse en tres flancos, toda la fuerza estaba concentrada alrededor del centro.

La puerta era la máxima prioridad del momento.

Muchos se sorprendieron al ver bajar al mismo comandante para luchar.

Pero era una buena estrategia, ver a un líder luchar aumentaba la moral de las tropas, las tropas ya no se sentían tan solas en ese momento.

Los primeros Titanes se acercaron por el centro.

Cada soldado se puso tenso al verlos.

—¡Dos Titanes al frente, fuego!—

Grito Mitabi que se quedó frente a las puertas, estaba comandando a los cañones.

Cada cañón disparo, pero los primeros disparos fueron poco efectivos.

La carga fue sumamente rápida.

—¡Fuego!—

Volvió a gritar y esta vez dos de los cinco habían acertado.

Los soldados celebraron al ver a aquellos Titanes morir.

Ian se había quedado junto al comandante en una posición más avanzada.

—¡Es momento de luchar, recuerden su juramento y lleven a sus familias en el corazón, con eso estarán bien!—

Grito el comandante cuando vio a la enorme horda de Titanes acercándose.

Ian no paraba de preguntarse cómo es que no tenía miedo.

Poco después los Titanes estuvieron lo suficientemente cerca como para comenzar con las operaciones de defensa.

Cada soldado trato de hacerlo como en el entrenamiento y como en el trabajo que ya habían llevado.

—¡Dietrich, ustedes cubran ese lado!—

El comandante señaló el lado izquierdo de la batalla, en dónde varios Titanes comenzaban a amontonarse.

Ian hizo caso y llevo a unos hombres junto a él.

Pero cuando quizo mirar un poco hacia atrás, miro justo el momento exacto del comandante antes de ser aplastado totalmente por uno de los Titanes.

—¡Señor!—

Grito a la vez que el pánico se comenzaba a desatar entre las tropas del frente.

Por otra parte, Mitabi se encontraba aún conteniendo a los Titanes que se pasaban de largo.

La desesperación se podían sentir en todos lados, este frente significaba la supervivencia de no solo una ciudad, de una muralla entera.

Cuando todo parecía ir bien, algo más apareció.

Mitabi que se encontraba luchando con sus soldados, escucho como unos pesados pasos se acercaban frente a ellos.

Eran muy diferentes a los de cualquier otro titán.

Y cuando esté estuvo a su vista quedó completamente sorprendido, era un titán diferente a los demás, era un titán equipado con lo que parecía ser una armadura.

—¿Qué es eso?—

Pregunto un soldado a su lado, pero no supo que responder.

Estaba igual de sorprendido que todos ahí.

Entonces escucharon como la puerta de la muralla se cerraba poco a poco.

—¿Eh?—

Todos miraron hacia el lugar.

—¡Nos están dejando!—

El pánico se comenzó a apoderar de las tropas y Mitabi no pudo hacer nada para mantener el control, el también estaba asustado.

Miro también como todos los soldados que estaban al frente comenzaban a regresar a la muralla, entre ellos Ian, pero el comandante no estaba junto a él.

Aquello lo puso más nervioso, pero logro mantener la compostura por un momento.

—¡Fuego!—

Ordenó a los pocos operadores que se habían quedado, pero las balas de cañón no habían causado ninguna herida al titán.

No habían podido atravesar la coraza que tenía.

Entonces se puso en una posición extraña, todos le miraron con confusión pero Mitabi solo pudo poner una cara de terror.

¡Aquel titán se preparaba para correr contra ellos!

—¡Todos, retirada ahora mismo!—

Ordenó mientras comenzaba a correr junto a sus hombres.

El titán había salido disparado en contra de la puerta.

[Narrador Yo]

—¡Dejen sus pertenencias, trataremos de llevar a la mayor cantidad de personas posible!—

Eran los gritos de los soldados de las tropas de guarnición que se aseguraban de que los civiles subieran a los barcos.

El último barco estaba por zarpar y la poca gente que quedaba estaba desesperada por subir.

—Ethiel, yo en verdad lamento lo que te ha pasado—

Repentinamente escuché a Rico a mi lado.

Estábamos a un lado del puerto, mirando a los civiles que faltaban por subir.

—Es un dolor indescriptible, pero cuando ingresé al ejército hice una promesa, ¿Lo recuerdas?—

—Proteger a tus seres queridos y a la humanidad de los Titanes—

Asentí a su respuesta.

—Haré aunque sea alguna de las dos cosas, creo que... Después habrá tiempo para llorar—

Aunque mis palabras decían algo, mi voz se quebró un poco en la última parte.

Ella asintió en silencio.

Nos quedamos un tiempo más así, hasta que vimos como algunos soldados estaban tan desesperados en la entrada.

Mire rápidamente hacia arriba del muro, los soldados habían subido ya, los pocos que sobrevivieron.

Tal vez eso podría explicar el motivo de tanta actividad, pero algo me ponía demasiado intranquilo.

—Algo está pasando—

Expresé lo que pensaba, Rico no dijo nada, pero también miró con curiosidad todo el movimiento que había.

En ese momento, Ian bajo hasta donde nosotros.

No tenía una buena mirada, estaba agotado y subido en la desesperación.

Llegó muy rápido.

—Ethiel, Rico, el comandante murió—

Fue todo lo que dijo en una voz muy baja, los civiles no podrían enterarse de eso.

Esa noticia nos cayó como balde de agua fría.

Pues sin el comandante la cadena de mando había sido rota.

Eso podría explicar el motivo de tanto caos.

—¿Cómo pudo pasar eso?—

Pregunté, no había razón para que el comandante falleciera.

—Fue en los últimos momentos de la defensa. No pudimos salvar a todos los civiles, pero el muro debe ser cerrado o de otra forma los Titanes van a entrar y ahora no solo será un distrito el que se pierda, se perderá todo un territorio—

Tuve que darle la razón, pero aún así nuestra misión era salvarlos a todos.

—¿Quién está al mando ahora?—

Pregunté.

—Nadie—

Me respondió Ian.

Estábamos totalmente perdidos y desorientados.

—Tu estarás al mando, Ian. Necesitamos a alguien o esto colapsará—

Dije y el no dijo nada, pero supongo que estaba de acuerdo.

Entonces, con un líder ahora sí podía hacer nuevamente lo que tenía planeado.

Comencé a correr hacia el muro.

—¡¿Ethiel?!—

Les escuche gritar a ambos.

—Nuestra misión es salvar a todos, por lo que...—

Pero antes de que pudiera explicarme, algo más pasó.

Otra cosa muy inesperada por el día de hoy.

Fue un gran estruendo y después silencio, como cuando la puerta del muro exterior fue rota.

Todo se quedó nuevamente en silencio.

—Las puertas...—

Murmuré sin poder creerlo.

El que había atravesado la puerta era aquel titán que había visto unos momentos antes.

Un titán completamente blindado.

La gente que aún no había subido al barco comenzó a gritar de desesperación mientras que el barco se apresuraba para marcharse.

—¡Rápido, rápido!—

Gritaba Ian a las personas que trataban de subir al barco.

Los Titanes aún no atravesaban la puerta, pero no faltaría mucho para que lo hicieran.

Ya no habíamos perdido solo un Distrito, el muro entero estaba condenado.

—No puede ser...—

Por segunda vez caí de rodillas.

Todo estaba perdido.

—¡LOS MATARÉ A TODOS! ¡LO JURO!—

Entonces, entre todos los gritos la voz de un niño llegó a mis oídos.

Ese niño era Eren.

Sus ojos estaban llenos de odio mientras juraba matar a cada uno de los Titanes.

No me imaginaba por lo que tuvo que pasar para tener aquella mirada.

Yo debería estar igual, pero éramos personas muy diferentes.

Habíamos salvado a muchas personas, pero también perdimos a muchos soldados y otros civiles que no pudieron escapar o fueron devorados.

A pesar de todo nuestro esfuerzo, el muro fue atravesado dos veces.

Todo había sido...

Una derrota aplastante para la humanidad.

...

Espero que les haya gustado y pues en el futuro trataré de corregir todo, siento que lo hice muy apresurado.

Si tienen dudas o sugerencias, haganlo saber, siempre estoy dispuesto a leerlos y responder.

Nos vemos hasta la próxima.

Bye bye ^^

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