Capítulo 15: Tensión
¡Hola a todos!
Sé que ha pasado mucho tiempo, pero estoy de regreso.
Volvemos tranquilos con esta historia que sin duda es de mis favoritas, espero le sigan dando todo su amor a pesar de la demora.
Comencemos.
...
[Distrito Trost, Hospital Militar, Narrador Yo]
Cuando llegué a Trost y pase por las puertas de la muralla, no lo pude resistir más y al parecer me había desmayado.
Motivo por el cual fui traído con urgencia al hospital militar, este era un hospital para militares en general, no era especial para ninguna rama a pesar de que ellos si existían.
En mi mundo me habrían puesto algún suero mientras estaba desmayado, pero este no era mi tan avanzado mundo, así que lo único que pudieron hacer fue hidratarme y esperar a que despertara para poder alimentarme.
Me sorprendieron las buenas atenciones que había recibido, considerando que soy de la Legión de Reconocimiento, la rama más marginada del lugar.
El médico me había dicho que debía de tomar mucho reposo por al menos una semana, no parecía comprender como es que había pasado tanto tiempo sin alimentos y solo bebiendo pocos líquidos.
Para mí tampoco era normal, pero no por nada trate de acostumbrar a mi cuerpo en mi querido orfanato donde las provisiones eran tan escasas como ahora.
Mientras deliraba en mis pensamientos, la puerta fue abierta, de ella entro una joven enfermera con una charola en las manos.
-Buenos días, Ethiel, ¿Cómo has amanecido hoy?-
Preguntó mientras ponía la charola en la mesa que estaba a lado de mi cama.
-Buenos días, supongo que es otro día en el paraíso, señorita Eva, ¿Y usted cómo amaneció?-
Ella solo soltó una risa por mi espontánea formalidad.
No sabía cómo, pero me había hecho su amigo o eso quiero pensar.
Eran muy amigables.
-Bien, gracias, solo pasó a dejarte el desayuno-
A pesar de su sonrisa, había algo más en su rostro, algo que no me convencía de su tranquilidad.
-¿Qué sucede, señorita?-
Pregunté con curiosidad.
Ella no se extraño por mi pregunta, lo que me indicaba que se esperaba algo así.
Se dirigió a la salida y miro con cautela, después cerro y volvió posicionándose a un lado de mi cama.
-Ethiel, no debería decir esto por mi ética profesional, pero ¿Has cometido alguna especie de delito antes de entrar aquí?-
Su tono no me indicaba nada bueno.
-He contado cada cosa que recuerdo de lo que he pasado antes de venir a este hospital, ninguna me parece un delito-
Respondí con toda seguridad, ella pareció tranquilizarse solo un poco.
-Desde que ingresaste hay soldados de la Policía Militar custodiando el hospital, tanto en exterior como en interior-
Me dijo muy preocupada.
-Ya veo...-
Fue lo único que pude decir, pues eso también me preocupo.
¿Acaso ellos querrán silenciarme?
Claramente tengo pruebas para hacer recaer toda la responsabilidad de tantas muertes sobre ellos.
Oh, rayos.
Mentalmente solo pude darme un golpe en la cara.
Había olvidado un punto muy importante, la corrupción.
Maldita corrupción, es claro que no van a aceptar ninguna de mis pruebas, más cuando el General Zackly no arriesgaría a toda una rama militar.
Tal vez aún no sea el momento, pero ¿Cuándo lo será?
Hay tanto que pensar que me duele la cabeza.
Pero tal vez el personal de este hospital pueda ayudarme a descubrir el verdadero motivo de tanta vigilancia.
Con eso en mente volví mi mirada hacia Eva.
-Señorita Eva, sé que es mucho pedir, pero ¿Podría averiguar exactamente porqué está la Policía Militar aquí?-
Pregunté mientras ella aún seguía mirándome.
Nos quedamos así por un momento, solo intercambiando serías miradas.
No era por ser misógino o algo por el estilo, pero sabía que las mujeres tenían una gran ventaja a la hora de sacar información o cualquier cosa de los hombres.
Después de un rato más, ella asintió.
-Lo haré, Ethiel, pero eso te va a costar-
-Claro, pagaré lo que cueste-
Se me hizo un poco extraño que me quieran cobrar por un favor, pero a la vez me tenía satisfecho pues mucha amabilidad gratis era algo que igual me apenaba.
Al menos está vez podría pagar de alguna forma.
Espere un momento para que me dijera sobre su respectivo pago, pero nada de eso sucedió.
En su lugar, Eva se levantó y fue rumbo a la salida de la habitación.
-Después arreglaremos esas cuentas-
Y fue lo último que dijo.
Un leve escalofrío recorrió mi cuerpo al no tener certeza de como estarían las cuentas.
Solo espero que no sean mis órganos.
Después de que salió, suspiré.
Las cosas habían cambiado tanto en tan poco tiempo. No es que mi vida haya comenzado de una forma sencilla, pero sin duda era más tranquila que ahora. En este instante solo me siento en constante tensión, es frustrante.
Solo puedo hacerme suposiciones de los motivos de la Policía Militar para custodiar el hospital donde estoy.
Una de ellas es que solo me buscan para interrogarme y en base a mis respuestas determinarán que harán conmigo, eso último me preocupa.
No creo que me dejen del todo libre si es que consigo librar el interrogatorio, si contesto mal lo más probable es que me desaparezcan, me matarán, pero posiblemente lo hagan pasar como algo accidental, o peor aún, como un suicidio.
Mi vida no puede ser más complicada que ahora.
Pero tengo algo claro, si en realidad me buscan por las posibles pruebas que tenga conmigo, lo mejor será ocultar todo eso.
No es algo que quiera hacer, pues de otro modo es como si nada hubiese valido la pena, pero mi vida está en riesgo y si muero tampoco habrá valido la pena, pues no he logrado nada.
Por otro lado, según escuché las puertas no fueron abiertas desde nuestra salida, pero estoy seguro de que los cadáveres que encontré no eran todos los que habían salido rumbo a la operación. Lo que me hace pensar que los que regresaron volvieron por otra entrada y no se si habrán visto lo mismo que yo.
No, rápidamente lo descarté, pues ya habrían sido ejecutados por saber demasiado. Esas costumbres no cambian incluso estando en otro mundo.
Cuando me disponía a descansar, nuevamente la puerta fue abierta.
Espere ver a un médico a una enfermera abrirse paso, pero no fue ninguno.
Eran Ian, Mitabi y... Rico.
[Narrador normal]
Las cuatro personas en dicha habitación, se quedaron en completo silencio. Nadie parecía querer hablar y no sabían de que hablar.
Por un lado estaba la felicidad de su reencuentro, pues habían pasado tantas cosas que incluso estar juntos nuevamente era un milagro.
Pero también había muchos sentimientos encontrados, sobre todo de Rico quien no había levantado la mirada desde que vio a Ethiel nuevamente.
-Me alegra tanto verlos, chicos-
Ethiel fue el primero en hablar, lo hizo mientras esbozaba una sonrisa sincera.
Ver a sus amigos a salvó, le llenaba de una tranquilidad indescriptible.
Esas palabras del rubio hicieron que el ambiente se volviera menos tenso, Mitabi fue quien decidió tomar la palabra.
-También nos alegra verte en una sola pieza...-
Con su clásico humor, golpeó levemente el brazo de Ethiel, el cual no pudo evitar soltar un leve gemido de dolor.
-Uh, lo siento-
Se disculpó mientras su amigo solo negaba.
-Esta bien, solo sigo un poco débil. El médico dice que en una semana volveré a estar como antes-
Mitabi asintió.
-Es sorprendente que sobrevivieras tanto tiempo fuera de los muros-
Ian dijo viendo cómo su amigo, a pesar de haber estado en dicha operación, parecía no haber sufrido gran daño más que simples golpes.
-Es una de las ventajas de ser un desgraciado que nunca se rinde-
Dijo sonriendo mientras sus amigos no pudieron evitar reír ante eso.
-Oh, hemos traído algo-
Ian pareció buscar algo dentro de sus bolsas, Ethiel lo miro con curiosidad al ver que era un papel.
Se lo entrego mientras el rubio miraba detenidamente el contenido.
-Esto también es una de las cosas por las que nos sorprende verte aquí-
Dijo sonriendo.
El contenido de dicho papel, era el mismo que días atrás le habían entregado a Rico, un reporte de defunciones.
Ethiel estaba sorprendido de ver su nombre como el primero de la lista. Busco entre más nombres, pero la lista estaba recortada, solo en esa lista había 30 nombres de personas que presuntamente habían fallecido o desaparecido.
Miro a su amigo, mientras le devolvía dicho reporte.
-¿Podrías conseguirme uno completo?-
Pregunto a Ian quien le miro con duda.
-Claro...-
Respondió extrañado por tal petición.
Entonces fijo su mirada en la única integrante que no le había mirado ni había dicho una sola palabra.
Se levantó un poco de la cama.
-¿Rico?-
Le llamo tratando de acercarse a ella, pero antes de llegar a tocarla, noto como ella parecía temblar y fue ahí cuando todos cayeron en cuenta de los leves sollozos que provenían de ella.
Ethiel la miro con una sonrisa triste, se odiaba por hacer sufrir así a sus personas queridas.
Siguió con su movimiento y puso su mano en el hombro de la chica, la cuál al sentirlo no espero más y se abalanzó contra él en un fuerte abrazo.
El rubio así como sus amigos se sorprendieron de aquello, pero solo sonrió mientras correspondía el abrazo, un abrazo que su cuerpo tanto anhelaba.
-Todo está bien, aquí estoy...-
Murmuró Ethiel en su oído, Rico solo se aferró más fuerte.
Abrazarla se sentía como estar en el paraíso, después de todo lo que había pasado era lo único que necesitaba, sentía como la vitalidad volvía a su cuerpo.
Ian miro a Mitabi el cual sonreía con genuina felicidad, solo hizo lo mismo.
Después de un tiempo Rico se calmo y algo avergonzada regreso a su asiento a un lado de la cama de Ethiel, este solo sonreía divertido al ver su reacción.
[Narrador Yo]
Mientras miraba a Rico, no pude evitar imaginarme una vida lejos de todo esto, una vida siendo feliz en el interior.
Pero no era posible, los Titanes destruyeron una muralla y eso solo significaba que podían hacerlo nuevamente hasta llegar al interior y acabar con todos nosotros.
Por eso, debíamos detenerlos, se que no era el único con ese pensamiento, los altos mandos militares debieron pensarlo ya.
No había futuro para la humanidad si solo nos acostumbramos a esto, el peligro de que está muralla sea destruida en cualquier momento sigue presente y no sabemos si será hoy o mañana.
Por eso... Debo seguir luchando.
-Ethiel ¿Qué harás saliendo de aquí?-
La voz de Ian me saco de mis pensamientos.
-Uh...-
Trate de ordenar mi cabeza mientras me preparaba para responder.
-Posiblemente me lleven a un interrogatorio-
Dije con seriedad, era la mayor suposición que tenía.
-¡¿Que?!-
Mi amigo Mitabi no pudo evitar alterarse.
-¿Porque motivo?-
Pregunto Ian sorprendido, pero mucho más calmado que el corpulento Mitabi. Rico solo se mantenía en silencio, pero la expresión de su rostro delataba su igual sorpresa.
-No se si notaron, pero hay soldados alrededor y dentro de este hospital-
Mencioné con cierta cautela.
Fue como si algo se hubiera encendido dentro de ellos y eso me hizo darme cuenta de que no sospecharon nada raro hasta mis palabras.
-Me imagino que esa es una buena razón para dejar la Legión de Reconocimiento...-
Rico, por primera vez hablo, pero su tono era demasiado serio.
Yo la miré a los ojos.
-No se lo que la Policía Militar busque de mi, pero soy inocente y no podrán hacerme nada...-
Tranquilice suponiendo que eso era lo que motivo a Rico hacer tal comentario.
-Mira como regresaste, pudiste haber muerto y ¿Aún así sigues pensando en permanecer ahí?-
Si la mirada de rico era sería, está lo era mucho más y hasta pude sentir algo de hostilidad.
¿Porqué se comportaría así?
Ian y Mitabi se quedaron en silencio dejándonos a mi y a Rico con dicha tensión.
-Hago esto para protegerlos a todos...-
-¡Puedes hacerlo sin salir de las murallas!-
Me sorprendió ver cómo Rico alzaba la voz y no solo eso, ella se levantó de su asiento.
-Rico, porfavor entiéndeme... Salir de las murallas es la única forma de saber cómo evitar que está muralla también sea destruida y más gente muera por los Titanes-
Ante todo, trate de conservar la calma.
Pero ella parecía tan frustrada de mis palabras y mi calma.
Cuando intenté tomar su mano ella me apartó bruscamente mientras negaba con su cabeza.
-¡NO LO ENTIENDO!-
Fue entonces cuando Rico salió de la habitación entre medio de pasos furiosos y lágrimas agrias cayendo de sus ojos.
Nos quedamos en completo silencio, yo me sentía muy mal por su reacción, pues no sabía que rayos había pasado.
Solo pude mostrar una mirada de frustración empapada con algo de confusión.
-Nosotros lo entendemos, Ethiel... Pero Rico es diferente-
Mitabi me tomo del hombro.
-Ella siempre estuvo sola-
Fue el turno de Ian.
Los mire a ambos, me miraban con seriedad.
-¿Hay algo que me estoy perdiendo?-
Pregunté con la misma seriedad, estaba cansado de tantas cosas.
Ellos intercambiaron miradas y luego suspiraron.
-Queríamos que Rico te lo dijera a su tiempo, pero al parecer aún es demasiado doloroso para ella-
Guardé silencio esperando su explicación.
Esta sería una charla algo larga, pero que sin duda resolverá varias dudas respecto a Rico y sobre todo, aliviaría toda la tensión que siento en este momento.
...
Bueno, debo decir que volvimos a un punto de la historia tal vez medio "ZzZzZz", debido a que la acción ha parado.
Pero eso no quita lo interesantes que serán las cosas de aquí en adelante, como el pasado de Rico, las intenciones de la Policía Militar o el camino que seguirá Ethiel para lograr sus objetivos.
Además del futuro interrogatorio.
Espero les haya gustado y no olviden votar y comentar.
Bye bye ^^
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