Capítulo 9: Mundo cruel
¡Hola chicos!
Se que habíamos acordado que capítulo los domingos, pero les traigo un nuevo horario, el capítulo podrá ser sábado o domingo, dependiendo del tiempo y para que dia ya lo tenga listo.
Espero les guste este capítulo y me dejen su valiosa estrellita :D
...
-Océano Pacífico- Vuelo 531 hacia New York- Narrador normal-
-¡Señor! ¡¿Que mierda está haciendo?!-, gritó el copiloto de un avión al piloto de este, al ver como comenzaba a dirigir la aeronave a impactar contra el suelo.
Pero el piloto no contesto y sólo mantenía su mirada sería mientras miraba el suelo acercarse cada vez más y más.
Estaba decidido, iba a matar a toda la tripulación.
La tripulación aún con vida estaba aterrada, las azafatas lloraban desconsoladamente asustadas, nadie quería morir, pero sabían bien que eso era inevitable.
El avión descendía rápidamente, pronto se estrellaría en una isla, pronto todos estarían muertos.
Esto podría considerarse como un acto suicida, y si, lo era.
Él piloto nunca había tenido tendencias suicidas, pero después de ver las cámaras, después de ver ese río de sangre, después de ver como todos se devoraban unos a otros
¡No podía dejar que el virus llegará a la ciudad!
Con un último grito de coraje y uno de terror de todos los tripulantes, el avión llegó a la superficie, estrellándose violentamente contra aquella isla.
Todo provocó una gran explosión.
Lástima por aquel piloto cuyo sacrificio podríamos considerar en vano, pues el virus desde hace mucho ya había tocado tierra firme.
De entre las llamas del avión comenzaron a salir varios zombies, todos con caras horripilantes y quemaduras.
Parecía ya no haber salvación.
-Momentos antes- Ciudad de Tokonosu-
Un hombre iba corriendo desesperadamente con su hija tomada de la mano, se encontraba buscando algún refugio para estar a salvo, o de lo contrario, para que al menos su pequeña este a salvo.
Nadie los recibía por miedo a que estén infectados, además de que las calles estaban infestadas de esas cosas.
La verdadera naturaleza egoísta de la gente salía a la luz en estos momentos.
-¡Por favor, sólo a mi hija!-, corría gritando y tocando la puerta de cada residencia que se encontraba.
Estaba aterrado, pues sus gritos y ruido que hacía habían llamado la atención de los zombies y estos ya comenzaban a seguirlo a paso lento.
Podía escuchar también los ladridos de un pobre perrito a lo lejos, por algún motivo, "ellos" no le prestaban atención a los animales.
Llegó a una residencia con el portón abierto y luces encendidas.
-Espera aquí-, se agachó a la altura de su hija y le dijo que esperará en lo que el trataba de convencerlos de que los dejen entrar.
Comenzó a tocar la puerta levemente, ya había llamado mucho la atención.
Por otro lado, una chica peli morada lo observaba mediante unos binoculares desde otra residencia.
La niña miraba con temor hacia afuera.
Las oscuras calles eran tan aterradoras para ella, y ahora con cosas que te pueden comer de verdad, era mucho peor.
-¡Por favor, déjenos pasar, sólo somos dos personas!-, su papá seguía insistiendo.
-¡Lárguense de aquí!-, escucho una voz atemorizada desde el interior.
Entonces comenzó a tocar más fuerte al saber que si había personas.
Al ver que no abrirían, la desesperación se apodero de él.
-¡Si no nos abren, tendré que romper la puerta!-, advirtió, pero aún así nadie del interior contesto.
Se alejó un poco y con una llave que tenía en sus manos se dispuso a hacer su cometido.
-¡Esta bien!-, gritaron desde adentro justo antes de que el reventara a golpes la puerta.
El suspiro aliviado y trajo a su hija a su lado.
Se empezó a escuchar como quitaban los seguros de la puerta y está comenzó a abrirse lentamente.
-Gracias, en verd...-, decía el señor con una sonrisa, pero antes de terminar fue penetrado en el pecho por una lanza improvisada. -¿E...eh?-, su camisa comenzó a mancharse de un color carmesí, miro hacia la persona que sostenía la lanza, era un hombre adulto que lo miraba con lágrimas en los ojos, pero seriamente, detrás de él estaban los demás integrantes de su familia.
-¡Lo siento!-, dijo mientras sacaba la lanza y volvía a cerrar la puerta.
-¡Papá!,- grito la niña con lágrimas mientras veía como si padre se tambaleaba un momento y luego caía al suelo.
-Hi... hija...-, le comenzaba a costar respirar. -No... Te preocupes... todo estará bien-, dijo tratando de dar una sonrisa.
La niña sólo lloraba desconsolada a su lado.
Su vista se comenzó a nublar.
-"Perdóname Koyuki, no pude proteger a nuestra hija"-, pensaba mientras soltaba sus últimas lágrimas. -"No quiero morir"-, se esforzaba por mantenerse despierto.
-¡Papá, papá!,- gritaba la niña al ver como este comenzaba a perder fuerzas, si perdía a su papá, se quedaría sola.
-Ve con tu madre... encuentra a tu madre-, dijo por última vez mientras su respiración y todo de él se apagaba.
-Papá...-, la niña dijo sintiendo un gran dolor.
Comenzó a gritar mientras lloraba el nombre de su padre.
Sus gritos atrajeron la atención de muchos de "ellos"
-Guaf... guaf-, un perrito llegó a su lado mientras ladran y miraba con furia a los zombies que se querían acercar a ella, un verdadero guerrero.
-Con Kei y los demás- Narrador Yo-
Analice seriamente la situación, y bueno, creo que lo más obvio es que no puedo dejar a esa niña morir allí, una de las personas a las que yo me había comprometido a salvar era a Alice y lo haré.
-Kohta, no dejes que se le acerquen-, dije seriamente mientras me levantaba.
-¿Disparó?-, pregunto él y yo lo mire como de "Weon, ¿es enserio?".
-No Kohta, sólo diles amablemente que no se le acerquen por favor-, dije sarcásticamente.
-Entiendo-, dijo mientras se ponía serio y comenzaba a disparar.
-Lo siento amigo-, le pedí disculpas mientras me reprendía mentalmente, no es momento de comportarse de esa forma.
El sólo dio un asentimiento mientras seguía serio.
Escuche varias pisadas que subían hasta la habitación, la puerta fue abierta fuertemente, ella entraron todos los chicos.
-¿Que ha pasado?-, pregunto Rei algo alterada.
-¿Porque disparan?-, pregunto Shizuka-sensei algo asustada.
Todos comenzaron a hacer ese tipo de preguntas y algunos sólo me miraban en busca de respuestas.
-Kei, ¿Que sucede?-, pregunto Mio acercándose a mí.
Saya se encontraba viendo todo al lado de Saeko.
-Kei-kun-, ella me llamo y yo la mire, su mirada me decía muchas cosas.
Yo solo asentí, indicándole que eso era lo que iba a hacer.
-Chicos, lo siento, pero no podemos seguir descansando, hay demasiados zombies afuera y creo que lo primordial sería salir de aquí-, dije seriamente, todos asintieron ante mis palabras. -Eh... por otro lado tenemos otro asunto pendiente-, dije caminando hacia el balcón, indicándoles que me siguieran y vieran la situación. -Mi objetivo es salvar a cuanta persona quede viva, y no pienso dejar a una niña morir-, dije seriamente mientras tomaba el rifle y disparaba a un zombie que estaba cerca de esta casa.
El disparo fue muy sonoro, algunos zombies comenzaban a desviarse a nuestra posición.
Me voltee a mirar a todos y note las sonrisas que tenían en sus caras.
-Ese es nuestro líder-, dijo Yuiji mientras los demás lo apoyaron.
Yo me avergoncé un poco, la verdad es que no creo poder ser un líder adecuado, pero lo intentaré por el momento.
-Bien, debemos actuar-, dije serio y todos se pusieron atentos, pues bien como yo comprendían que no hago mucho tiempo. -Takashi-, le llame mientras le entregaba el francotirador que tenía en las manos. -Ayuda a Kohta con esto-, le expliqué un poco como se dispara y qué hacer si se queda sin balas, aunque por cualquier duda allí estaría Kohta.
Takashi comenzó a disparar.
-Ryouta, Yuu, Himiko y Leika-, los mencionados mencionadas dieron un paso al frente. -Encárguense de guardar en una camioneta provisiones y todo lo que sea útil y que nos sirva más adelante, deben ser rápidos-, les dije mientras asentían, entonces les di la señal para que fueran, todos salieron corriendo, así me gusta.
-Naho, Yuzuriha, Shizuka-sensei y Kyoko-sensei, vayan a una camioneta y estén listas para partir, Shizuka-sensei, usted conducirá, espero que también guarden lo que necesiten-, les dije y ellas también salieron directas a lo que dije.
-Por último, Hisashi, Hibiki, Reí y Mio, ustedes se deben encargar de llevar todas las armas y municiones que encuentren, hacia el Humvee, una vez hecho eso, Hibiki te vas con Ryouta y su equipo, y Hisashi, Rei y Mio, se quedan en el Humvee listos-, les dije.
-Hai-, dijeron los tres saliendo directo a cumplir lo ordenado.
Ahora sólo quedábamos, Yuiji, Saya, Saeko, Hirano, Takashi y yo en la habitación.
-Yuiji, Saya y Saeko, vengan-, los llame y nos reunimos en círculo. -Los considero como los más realistas, intelectuales y con buena visión-, les dije, y es que para mí así era, yo no me puedo calificar, pues uno mismo no puede hacerlo, pero no creo estar a su nivel, sólo me gusta la estrategia.
-¿Que sucede?-, pregunto Yuiji seriamente.
-¿Esto funcionará?-, pregunté mirándolos a todos, por el rabillo del ojo pude ver a Takashi recargando el rifle.
-Si te refieres a todo lo que están haciendo, te puedo decir que si, la organización está muy bien, pero nos falta algo importante...-, decía Saya.
-Una ruta de evacuación-, interrumpió Saeko.
-Y una formación adecuada-, dijo Yuiji también.
-Bien, hay que solucionar eso-, dije mientras iba a un cajón y sacaba una libreta y un bolígrafo.
Comenzamos a trazar un plan rápido, tratando de cuidar cada detalle, la formación, el integramiento de las camionetas, y la ruta de escape, de la cual se encargó Saya.
Una vez terminemos guarde todo, y nos miramos, todos asentimos entre sí, ya todo estaba planeado.
-En marcha-, les dije mientras ellos salían a organizar todo y ya estar listos.
Fui un momento junto a Takashi y Kohta, sí que habían eliminado a varios e incluso habían logrado que la atención ya no se centrará en la niña y el pequeño perro, pero aún así había varios que no hacían caso a los disparos.
Les toque los hombros.
-Vayan a las camionetas, yo me encargo-, les dije.
-¿Que harás, Takishima-san?-, pregunto Kohta confundido.
-¡Ya está!-, gritó Saya desde abajo, allí todos ya se encontraban en posición.
-Rápido, vayan-, les dije y ellos hicieron caso.
-Veamos-, dije entrecerrando los ojos, calculando más o menos la distancia de una vivienda cercana a donde se encontraba la pequeña, tampoco es que tuviera buena puntería, pero ahora debía ser preciso.
Una vez hecho eso, tome una granada que había traído conmigo.
-Lo harás bien-, me decía a mí mismo, mientras trataba de calmarme.
Suspire y puse una mirada sería.
Con mucha fuerza para impulsarme, quite el seguro a la granada y la lance lo más rápido y fuerte que pude.
¡BOOOOM!
Mire con alegría como afortunadamente había dado en el blanco.
La casa a la que había apuntado se estaba quemando y había captado la atención de los zombies, eso sin duda tuvieron que haberlo oído, ahora todos se estaban alejando de ella.
Baje rápidamente con los demás, todos ya estaban listos, subí al Humvee con mis amigos.
-¡Vamos!-, dije mientras Shizuka-sensei arrancaba.
Al final habíamos modificado un poco los grupos.
La formación y división era la siguiente:
El Humvee, a quien apodamos como "Alpha", que en griego significa "Uno" o "Primero", este se encontraba encabezando la formación de los tres vehículos. En este teníamos varias armas y municiones, solamente eso, pues era la primera línea de ataque y los tripulantes tenían que estar bien armados, quienes estaban dentro de él, eran los más capacitados para el combate y uso de armas, además de estrategas y de todo, aquí básicamente estaban los más pros. Eran Saya quien era la encargada de estrategias, Saeko se encargaba del cuerpo a cuerpo, Hirano era el tirador a larga distancia, Takashi también era un buen combatiente en ambas ramas, Shizuka-sensei era la conductora y doctora del Humvee y por último yo, que era el que estaba al mando.
El segundo vehículo, la camioneta en la que llegaron los chicos, la apodamos como "Beta", "Dos" o "Segundo" en griego, aquí se encontraban mayormente mujeres, como lo eran Mio, Rei, Himiko, Yuzuriha Y Kyoko-sensei quien era la conductora, el único hombre era Hisashi, podríamos decir que era el defensor de ellas y el líder de ese equipo, esta camioneta era la más importante, pues aquí estaban todos los suministros, y estaba justo en medio para ser protegida por las otras dos.
Por ultimo estaba la tercer camioneta, en la que yo llegue, la apodamos como "Gamma" que significa "Tres" o "Tercero", al principio propuse ponerle "Omega" por ser a última de la formación, pero luego lo deje de lado, pues así se les dice comúnmente a los inferiores, y está con sus tripulantes no lo eran para nada. Aquí había armas y todo para defensa, el objetivo de la camioneta "Gamma" y la camioneta "Alpha" era proteger a la "Beta", por lo cual ambas estaban Armadas hasta los dientes y bueno, sus tripulantes también eran muy buenos en el combate, allí se encontraban Yuiji quien cumplía el papel como líder de allí y conductor, también estaban Hibiki, Ryouta y Yuu todos muy buenos tiradores, y aunque Yuu era tímido, yo sabía que a la hora de la acción era un excelente combatiente, también se encontraban Naho y Leika, quienes se encargarían de brindar el apoyo.
Necesitábamos un método de comunicación, al principio pensamos en los teléfonos celulares, pero desde que todo comenzó no ha habido cobertura, así que lo más viable serían unos radios.
Llegamos rápidamente al lugar, había algunos zombies todavía con intenciones de acercarse a la niña y al perrito que no la había abandonado.
-Saeko, Takashi-, dije en voz baja, ellos asintieron y salieron conmigo, yo fui rápidamente donde estaba la niña llorando, mientras Saeko y Takashi se encargaban de los pocos zombies que se encontraban allí.
Pronto se unieron Hisashi y Rei.
Me arrodille a su lado.
-Lo has hecho bien-, le dije suavemente al estar junto a ella, ella no paraba de llorar. -Debemos irnos-, le dije mientras acariciaba al perrito.
-¿No me harás daño?-, me preguntó con su voz quebradiza.
-No, eh venido a salvarte-, murmure, entonces ella se lanzó a abrazarme, podía sentir la necesidad de afecto en ella.
-Muchas gracias-, me dijo llorando un poco.
-Ya pasó...-, dije suavemente mientras le acariciaba la espalda.
Entonces me levanté y camine con el perrito siguiéndome y la niña entre mis brazos hacia el Humvee.
-¡Espera!-, dijo haciendo que me detenga un momento. -El... mi padre-, yo mire hacia atrás, al cuerpo del hombre en el suelo.
-No te preocupes-, baje a la pequeña y fui hacia el pequeño tendedero de ropa que había, allí se encontraba una sábana blanca.
La tome y la coloque sobre el cuerpo, tome unas pequeñas flores del jardín y las coloque sobre él.
-Ven-, la niña llegó a mi lado y la invite a sentarse en forma de rezo.
Yo no era alguien religioso ni mucho menos, pero, sólo por esta ocasión, no quería ver a aquella niña triste.
-Descansa en paz, amen-, terminamos y yo me levanté y ahora si fuimos al vehículo.
-Gracias señor-, me dijo une vez la senté detrás del Humvee junto a Saya.
-No me agradezcas, eso fue lo mejor que podía hacer...-, dije sonriendo algo de pena por no haber podido hacer algo antes.
-¿Cómo te llamas?-, pregunto Saya amigablemente a su lado.
-Maserato Alice-, dijo ella aún aturdida, con el perrito en brazos que también había subido al Humvee.
-Nos vamos-, llame a todos para que volvieran a los coches.
Pero antes de subir yo, mire hacia atrás, tenía algo que hacer.
-No dejes que vea nada-, murmure a Saya muy despacio en el oído, ella me miro algo confundida, pero sabía que me refería a Alice, así que la abrazo contra ella y tapó los oídos.
Cerré la puerta un poco.
-Kei, ¿Qué haces?-, pregunto Kohta, quien era el que se encontraba torreta con su francotirador.
-Algo muy necesario-, dije sin voltear a verlo.
Estoy seguro de que todos me miraban confusos.
Llegue frente al cuerpo cubierta con una manta, podía notar como sus pies se movían un poco.
Mire hacia la puerta de la casa, por una ventana pude ver a varias personas mirando lo que haría.
Les sonreí un poco y sin más saque la pistola se traía en mi pantalón y dispare en la cabeza al hombre que se quedó levantar.
Ahora si estaba en paz.
-¡Kei!-, Kohta grito horrorizado.
-¡Iban a dejar morir a una niña!-, les grite a las personas cobardes dentro de la casa.
Los gritos comenzaron a atraer a los zombies.
Comencé a disparar al cielo varias veces.
-No merecen vivir-, dije por última vez mientras subía al coche.
-Kei...-, dijo Saya algo consternada.
Todos estaban serios.
-Vámonos-, dije mirando al suelo.
Shizuka-sensei arrancó el vehículo.
No me arrepentía de nada, lo que había hecho estaba bien, personas así no merecen vivir.
Personas así se deberían de pudrir.
-Narrador normal-
Las camionetas se habían ido, pero después del ruido que Kei había hecho, ahora varios zombies se acercaban a la vivienda.
La familia que estaba dentro de aquella casa veía horrorizada todo.
Rápidamente comenzaron a gritar y a suplicar por salvación.
...
Bueno, la escena de Kei al final, no la tenía planeada, de hecho, no la iba a poner, me pareció muy en desacuerdo al personaje, pero bueno, se supone que debe tener mi actitud y todo, pues bueno, yo si hubiera hecho eso.
Espero lo hayan disfrutado y me comenteis que tal les pareció, además de claro, dejar su valiosa estrellita, que no les cuesta nada, ni que la historia fuera de paga >:v
Ahora llevaré una dinamo diferente, les dejaré un meme cada que termine un capítulo xd.
Sin más, espero les haya gustado el capítulo y pues nos veremos a la próxima.
Bye Bye ^^
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