Capítulo 23 [T2]: Algo grande se acerca
¡Hola chicos!
Me alegra traerles un nuevo capitulo de esta historia.
Espero les guste.
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-Inicios de brote-
-¡Maldita sea!-, gritaba un chico desesperadamente.
Este se encontraba acurrucado en una pared, mientras toda su ropa estaba manchada de sangre.
Parecía llevar un bonito uniforme escolar, que ahora estaba completamente carmesí.
Había un gran cuchillo de carnicero a su lado, este llevaba un rastro de sangre, posiblemente de la procedencia de la misma.
Así era, pues a tan solo unos pasos frente al chico, se encontraban dos cuerpos completamente inmóviles y con varias heridas en el cuello y cabeza.
Las lágrimas no paraban de salir de las cuencas oculares del joven, quien al parecer guardaba mucho aprecio por aquellas personas que estaban fallecidas.
Él tenía manchadas sus manos ¿Acaso fue él el autor del crimen?
-Perdón mamá y papá, perdón...-, al parecer así era.
Este chico había asesinado a sus padres.
Pero... ¿Cómo llegamos a esto?
Habría que remontarse unos momentos atrás.
-Narrador ¿?-
Mi nombre es Ryuuko Yagami.
Siempre he sido un chico tranquillo y tímido.
No tengo muchos amigos debido a eso, pero a los pocos que tengo los aprecio con todo mi corazón.
Me gusta hacer feliz a la gente sobre todo ser amable y ayudar cuando puedo.
Por eso soy feliz y siempre ando sonriente por la vida, pues creo que la vida es maravillosa en todos los sentidos.
Bueno, de vez en cuando tengo episodios depresivos, pero son normales, sobre todo a mi edad de 17 años.
Aunque no tengo depresión, me sorprende, ya que mi país es uno de los más depresivos del mundo.
Soy un tipo tranquilo que casi no se relaciona con las personas, en toda mi breve existencia solo he tenido un amor, quien me marco profundamente.
Lastima que era una chica extranjera que tuvo que mudarse de vuelta a su país, Costa Rica.
Ojalá se encuentre bien.
Nuestra despedida fue algo triste, debo decir que ella fue muy agresiva y trato de hacer que yo dejé de quererla, pero obviamente eso no iba a suceder.
Cuando fuimos al aeropuerto, ella me dejó una última nota, en ella me explico todo sobre sus actitudes.
Quería hacer que yo dejara de sentir sentimientos por ella con tal de que ya no la ame más y así no sufriera su partida.
No resultó ser así, pero cuando el avión despegó, perdí todo tipo de contacto con ella.
Me puse triste y melancólico por un tiempo, pero decidí que las cosas pasan por algo y no debo dejarme caer por esas cosas.
Así que decidí dedicarme a mi pasión de toda la vida, dibujar. Mi sueño era ser un gran mangaka algún día.
A mí madre no le parecía, pero a final de cuentas es mi vida y yo debo decidir que hacer con mi futuro.
También me gusta el karate, es un deporte que he prácticado desde los 11 años. Actualmente tengo el grado más alto y a veces doy clases en mi antiguo dojo.
Mire a un lado del camino por dónde iba, el sol estaba alcanzando uno de sus puntos máximos, pues era apenas medio día.
Voy regresando del colegio, pues extrañamente la mayoría de los profesores no habían podido asistir, así que nos dieron el resto del día libre.
No me quejo, podría tener el día para dibujar un rato.
Había bastante tráfico, así que me encontraba caminando hacia mi hogar, que no estaba nada cerca, pero con el trafico que había, iba a llegar más rápido de esta forma.
La gente parecía tensa y desesperada, me preguntó porqué.
¿Será qué algún producto comenzó a escasear?
No lo sé, tal vez alguien declaró la guerra a Japón.
Me reí un poco por ese pensamiento, era imposible, pero mi mente trataba de encontrar alguna respuesta al caos de la gente.
Busque en mi teléfono, pero al parecer no había cobertura de ningún tipo.
Tal vez el caos se deba a eso, siendo Japón un país tan vinculado a la tecnología, es normal que la gente caiga en desesperación cuando no tienen el entretenimiento del internet.
Sin pensar mucho más, decidí acelerar el paso.
Estaría solo en casa, pues mis padres se encuentran trabajando y probablemente tarden en regresar.
Tarde aproximadamente unos 30 minutos más en llegar a mi hogar, pero al fin lo había logrado.
Mi vecindario parecía muy solitario, como si toda forma de vida hubiera desaparecido.
-Esto es raro...-, murmuré mientras buscaba las llaves en mi mochila, las cuales no tarde en encontrar.
Abrí el portón de afuera y ahora solo faltaba entrar en casa.
Antes de hacerlo, sentí un escalofrío, era como un presentimiento.
Cómo si mi intuición me dijera que no lo hiciera o me arrepentiría.
Pero... ¿Por qué?
Sacudí mi cabeza para alejar esas tonterías, es mi casa, mi hogar, nada malo puede pasarme aquí.
Que equivocado estaba...
Por algo la gente dice que siempre debes prestar atención a lo que te dice la intuición, pues es como si tú guardian te advirtiera de las cosas que están por suceder.
-Narrador normal-
Cuando abrió la puerta, se llevó la desagradable sorpresa de que sus padres estaban de espaldas hacia él.
Intento hablarles, pero antes de hacer un movimiento, ellos giraron bruscamente y ahí pudo verlos mejor.
Estaban convertidos en unas bestias que rápidamente identificó como zombies, cosas que solo veía en serias y películas, y que jamás esperó ver en la vida real.
Intento gritarles, hacerlos entrar en razón, pero era inútil.
Lo sabía, pero eran sus padres, eso no es algo fácil de procesar y aceptar.
Ambos se lanzaron a atacarlo y el chico se defendió con lo que sabía de karate, hasta que encontró un cuchillo de carnicero en la cocina.
Cuchillo que uso para acabar con sus propios padres.
Ese era el motivo de su desolación y desconsuelo.
¿Y ahora qué?
Se preguntó alzando la cabeza y mirando a su alrededor. Sabía que quedarse en su hogar era impensable, no lo había notado porque adrenalina, pero se habían empezado a escuchar disturbios cerca de su zona. No iba a pasar mucho tiempo antes de que lleguen a su posición.
Tendría que salir.
Se levantó lentamente y se dispuso a buscar algunas provisiones para guardarlas en su mochila y así poder salir con algo para algunos días.
Cuando paso por la sala, había un espejo algo grande en dónde pudo verse de reojo, lo cual le hizo detenerse, pues no se había dado cuenta de que su ropa estaba totalmente empapada de sangre.
-Tendré que cambiarme...-, murmuró.
Sus expresiones y movimientos eran muy robóticos, parecía seguir en shock por todo lo sucedido.
Entro a su habitación en busca de algo de ropa.
No había tanto tiempo para ser selectivos, así que agarró lo primero que encontró en el closet.
Sus prendas ahora consistían en una remera blanca, una campera azul y unos pantalones negros.
Tomo asiento en su cama, para ponerse unas botas.
La suavidad de su cama lo sedujo y en un parpadeo ya se había acostado, no pudo hacer nada más, pues su mundo quedó totalmente oscuro.
Se había dormido.
-Unas horas después-
-Espera, creo que está dormido-, unos murmullos fueron lo primero que escuchó al recobrar la conciencia.
-¿Se... Seguro?-, preguntó una voz con inseguridad.
Unos simples murmullos...
Espera... ¡¿Murmullos?!
Abrió los ojos y se levantó bruscamente de la cama.
-¡Heeee!-, vió como dos personas gritaban asustadas y se ponían en defensa con lo poco que tenían.
Un bate de béisbol y su cuchillo carnicero que al parecer le fue arrebatado.
Quedaron en silencio, en una especie de shock para los tres.
-¿Quienes son ustedes?-, finalmente preguntó con algo de desconfianza. -"No tengo arma"-, pensó.
Trató de no parecer tan evidente.
-!Lo sentimos!-, uno de ellos se disculpó rápidamente.
Pero mientras uno hacía eso, su compañero tenía una mirada aterradora en contra suya.
-¿Estás solo, cierto?-, fue lo que preguntó con una sonrisa que parecía estar tramando algo.
Se preguntó que podría contestar.
Evidentemente estaba solo, sus padres ya no estaban con él y sus familiares vivían demasiado lejos.
Pero presentía que si contestaba mal, algo muy malo sucedería.
-No... No estoy solo, emm...-, su mente trataba de improvisar algo. -Mis amigos salieron en busca de recursos...-, eso podría sonar convincente.
Si tan solo su tono de voz no hubiera delatado su nerviosismo.
-¿Si?-, pregunto nuevamente aquella persona con una sonrisa burlona.
-"Carajo"-, sabía que no le verían nada. -Si, vendrán dentro de poco...-, mientras hablaba, trataba de recordar en dónde más había dejado algo para usar como arma.
Entonces recordó algo, la escopeta de su padre.
Su padre... Dolía recordar.
-Esas dos personas en la sala principal, ¿Las mataron ustedes?-, preguntó.
Tuvo que luchar para no soltar unas lágrimas, recordar eso era horrible.
-Si...-, mentir lo era más. -No quisieron cooperar con nosotros-, cada cosa que decía era una daga más a su corazón.
Se miraron por un rato, los desconocidos parecían estar sin creerle aún, pero la gente ya había empezado a cambiar. Ahora se daban cuenta de que estaban en un mundo donde algo así si era posible.
-Esperaremos a tus amigos y si mientes...-, el chico se acercó amenazadoramente. -Te mataremos-, dijo sin más.
No había que ser un genio, pero sabía que lo harían de todos modos.
Solo asintió.
Fue entonces cuando ambos sujetos salieron de su habitación y le dejaron encerrado.
Quería protestar, claro, pero sus instintos le dijeron que no era nada prudente hacerlo, así que se guardo sus palabras.
Si no mal recordaba, había una escopeta en la habitación de sus padres.
Su padre la había comprado como medida de seguridad, aunque nunca la usaron, así que no tenía el conocimiento. Pero suponía que era algo intuitivo.
El problema sería llegar hasta allá.
-Espera...-, murmuró dándose cuenta de un detalle que dejó olvidar por la adrenalina.
Puso una sonrisa al ver la ventana de su habitación.
Aquellos idiotas no se fijaron en eso.
Al parecer nunca habían hecho algo parecido.
Se dirigió con sutileza hacia su ventana, su casa era de un solo piso, así que no había gran problema con intentar escapar por ahí.
El problema eran sus cosas, le habían quitado el cuchillo y esa era su única arma.
Reflexionó un momento y nego con la cabeza, las armas serían preocupaciones futuras, ahora mismo debía escapar por su vida.
El problema es... ¿A dónde?
-Presente, con Mío Takishima-
Para recordar a los caídos hasta el momento, Mio había ordenado la construcción de un muro en dónde se colocarían los nombres de aquellos.
Habían tomado una de las paredes exteriores de la casa y con ayuda de cinceles excavaron en la pared para dejar el espacio vacío en roca.
El primer nombre que pensaba colocar era el de sus padres.
-Si me permite...-, antes de hacerlo, un chico llegó a su lado algo serio.
Lo reconoció al instante, era el chico algo mayor que se había unido al grupo después de que su hermano los había ayudado en aquel enfrentamiento.
Si no mal recordaba, su nombre era Yuiji Tanaka.
-Quisiera colocar primero el nombre de mi amigo Ryouta... Él falleció en el edificio, antes de llegar aquí...-, su semblante era cabizbajo.
A Mio se le removió un poco el corazón.
Pero no tenía problema.
-Claro, toma...-, respondió amablemente mientras le pasaba la navaja con la cual pensaba tallar el nombre en la piedra.
Era un espacio grande, pues aunque no lo quisiera, sabe que inevitablemente morirán más personas con el tiempo.
Yuiji tomo la navaja y tallo el nombre de su amigo mientras unas cuantas lágrimas salían de sus ojos.
La memoria y el sentido de existencia de los muertos permanecerá en los vivos que puedan recordarlos, por siempre.
Los nombres grabados fueron:
"Ryouta Sakamoto".
"Ryuzaki Takishima".
"Shuri Takishima".
No recordaban el nombre de aquel chico que murió despedazado por los zombies cuando intentaban huir de la ciudad.
El único que tuvo interacciones con él, fue Kei, pero ahora estaba algo indispuesto como para ir a preguntarselo, podrá ser más tarde.
-¿Quisieras ir por un té?, Mio vió como el chico se quedaba inmóvil frente a los nombres.
Se acercó para moverlo un poco, este solo asintió.
-¡Genial!-, sonrió mientras lo dirigía al interior de la mansión. Hace tiempo no tenía un momento con amigos.
Fueron al área de cocina, en dónde ya había otros chicos preparando el desayuno.
-Mio-san, disculpe la demora-, habló una chica de primer año en cuanto la vió entrar.
Ella negó con una sonrisa amable.
No le tomo por sorpresa ser llamada tan respetuosamente, pues antes de todo el caos, así era su vida y la de su familia.
Al ser de una familia tan respetada, la gente les hablaba con mucho respeto, a veces hasta con cierto miedo.
-No se preocupen chicos, en realidad solo vengo por un poco de té-, dijo acercándose a buscar lo necesario.
Los chicos solo asintieron y continuaron con sus labores.
Afortunadamente habían logrado una buena organización.
Ventajas de tener bueno lideres y gente dispuesta a cooperar.
Kei no tuvo tanto tiempo para organizar a los chicos, pero Saeko ya se había comenzado a mover y había asignado algunos roles.
Estos chicos de primero serían los encargados oficiales de cocinar.
No hubo mayor problema debido a que el único hombre de ellos, era excelente cocinando. Además de que contaban con recetarios y demás ayudas.
La doctora Marikawa ocuparía esa labor y la maestra Kyoko sería capacitada para ser su auxiliar.
Naho y Leika estarían encargadas de la limpieza y mantenimiento del lugar.
Himiko y Yuzuriha habían presentado un proyecto para realizar un invernadero, una idea que surgió debido a que pensaron en lo complicado que sería conseguir suministros en el futuro. Pero para ello debían esperar a que Takashi y compañía regresen, para poder salir en un misión en búsqueda de semillas.
Así que mientras tanto estarían apoyando en el mantenimiento del lugar.
Había seleccionado a Rei como su asistente, ella aceptó con mucho gusto.
Yuiju y Yuu, ambos hermanos, estaban encargados de la seguridad, junto a Hisashi, aunque este último estaba incapacitado por el momento. También estaban a la espera de la llegada de los chicos, pues ellos reforzarían la seguridad.
Saya y Mio estaban encargadas del cuidado de Kei, además del cuidado de Alice y el perrito Zeke.
Alguien debía pensar en los niños.
Mio conversaba con Yuiji mientras disfrutaban de una grata taza de té.
Yuiji no eran tan aficionado por el té, prefería más el café. Pero eso no era tan importante en ese momento, pues finalmente estaba siendo escuchado por alguien.
-Ese zombie me miró-, su voz entrecortada, dejaba salir a la luz un poco de lo traumatizante había sido para él, aquella escena.
Mio no lo conocía tanto, pero se enteró del problema que había tenido con Takashi y de lo distante que se había estado volviendo con el grupo.
No es que estuviera molesto o algo así, simplemente se encontraba mal y no había podido expresarlo.
Sintió un poco de lastima al verlo llorar debido a los recuerdos.
Ella no vió nada, pero de solo imaginarlo le daba escalofríos.
Un zombie observandote fijamente, cuando se suponía que son ciegos y de nula inteligencia.
Eso era... Aterrador.
Consoló un rato más al chico, que sin duda lo necesitaba.
-Ciudad de Tokonosu, a unos kilómetros del aeropuerto-
PAM
PAM
PAM
-Eso fue magnífico, Rika-, un hombre habló felicitando a su compañera que había asesinado a 3 zombies sin desperdiciar balas.
Ella solo sonrió con orgullo sin mencionar alguna palabra.
Tomo su francotirador y lo colgó en su espalda, el camino había sido despejado.
Comenzó a caminar.
El hombre se encogió de hombros e hizo lo mismo, desde el impacto de la bomba PEM lanzada por el gobierno norteamericano, su compañera había cambiado su comportamiento a uno más preocupado.
Ella estaba preocupada por alguien.
Mientras caminaban, no pudo evitar apreciar detenidamente la belleza y las curvas de ella, al ir de espaldas eran más notorios sus grandes atributos.
Rika Minami, es una mujer bronceada con cabello morado. Usa un traje de combate negro con un chaleco antibalas. Cómo accesorio peculiar, usa un collar de estrangulamiento blanco junto con gafas de tiro. Debajo del uniforme de combate, usa un sujetador deportivo blanco.
Él estaba enamorado de ella y la deseaba, pero siempre era cortado en todos sus avances por conquistar su cuerpo y corazón.
-"Algún día"-, él mismo se daba esperanzas vacías.
De repente, Rika corto el camino y dió vuelta en una esquina.
Él la miró extrañado.
-Ese no es el camino-, dijo mientras detenía su paso, su compañera hizo lo mismo.
Ella se giró hacía su dirección.
-Lo sé, Tajima. Pero actualmente tengo otras preocupaciones-, su voz y mirada eran serias.
El ahora mencionado, Tajima, se acercó hasta estar a solo dos pasos de ella.
-Se que salgo te preocupa, no sé si sea alguna pareja...-, vió como Rika giraba los ojos en fastidio. -... O una amiga-, el asentimiento y mirada preocupada de su compañera, confirmaba la segunda opción.
Rika trataba de no ser tan evidente, aunque era todo lo contrario, pero era cierto que estaba muy preocupada por su compañera y amiga Shizuka.
-Pero... Tenemos órdenes-, finalizó Tajima tomándola del hombro.
-¿Ejecutar un plan suicida?-, respondió fríamente.
Tajima permaneció en silencio.
-Viste lo que le pasó al equipo y a toda la gente que no pudo despegar del aeropuerto...-, el chico solo cerró los ojos recordando las escenas de muerte horribles que tuvieron que presenciar. -El JSDF llegó y se hará cargo, nuestro equipo ya no existe y necesito encontrar a mi amiga antes de que ellos ejecuten su plan de limpiar la ciudad-, ella finalizó algo agitada.
El chico bajo la mirada sintiéndo el gran golpe de realidad que Rika le acaba de dar.
-Si no quieres acompañarme, eres libre de tomar tu camino. Yo no sigo ordenes del JSDF, solo sigo las del Equipo de Asalto Especial, del que te recuerdo que nuestro lider ha desaparecido en combate-, ella se giró rápidamente lista para comenzar su camino sola.
-Vale vale vale, espera un poco-, Tajima la detuvo. -No estoy diciendo que no te quiero acompañar, solo digo que no me gusta desobedecer órdenes, siendo que nos las dió el General Brigadier Okino-, ella se giró nuevamente para verlo a los ojos.
-Sus órdenes son reunirnos con las tropas de evacuación que se encuentran en el supermercado Taiei Shopping Town, para salvaguardar a la población y eliminar a la mayor cantidad de infectados posibles-, ella dijo claramente las órdenes.
-A... Así es-, Tajima fue tomado por sorpresa.
-Eso haremos, quiero asegurarme de que mi amiga esté bien y llevarla con el ejército-, su voz ahora era suave y amable.
Tajima no estaba convencido, pues en su mente pensó en lo contradictorio que eran las palabras de Rika.
Seguir y dejarse guiar por deseos personales claramente era desobedecer las órdenes, pero Rika quería disfrazarlo todo.
La miró un poco y suspiró.
Estaba seguro de que ella no daría marcha atrás con sus planes.
-Esta bien, te acompañaré siempre y cuando al final sigamos con las ordenes iniciales-, dijo resigado.
Rika solo pudo una cara de alegría y ahora sí, continuaron con su camioneta en búsqueda de su amiga.
-"Shizuka"-, Rika no podía dejar de pensar en ella.
Aparte de preocuparse por su bienestar, muchos recuerdos se venían a su mente.
Se mordió los labios mientras internamente daba un gemido de exitación, deseaba reencontrarse con ella lo más pronto posible.
-Mansion Takishima-
Ya era tarde, el día había pasado muy rápido.
Saeko Busujima se encontraba en la oficina principal, la cual fue renombrada para ser la Dirección, donde estaría el líder siempre, en este caso, ella.
Llegó y se sentó dando un suspiro pesado.
Gestionar un grupo de chicos no era tarea fácil.
Sonrió con algo de satisfacción, pues sentía haber hecho una gran labor, seguramente Kei estaría feliz por ello.
El día estuvo atareado debido a la asignación de roles y tareas, pero fue tranquilo ya que no tuvieron demasiados encuentros con infectados, posiblemente la mayoría de ellos se encuentren en el centro de la ciudad.
-Bueno, creo que debería tomar un descanso-, dijo eso pensando en Kei y Saya.
Sus mejillas se tiñieron de rojo al recordar las actividades nocturnas que tuvieron hace apenas una noche.
A pesar de quedar saciada en ese momento, ahora lo deseaba nuevamente.
TOC
TOC
Alguien había tocado la puerta de la sala de oficina.
-Adelante-, dió la indicación viendo cómo Rei hacia acto de presencia.
Su nueva y querida asistente, de verdad que le quedaba de maravilla el rol, pues se había tomado el papel seriamente.
Ella venía algo apresurada.
-¿Que sucede, Rei?-, preguntó con duda.
-Los chicos han llegado-, informó Rei.
Eso le tomo por sorpresa, pero antes de que pudiera responder.
Las puertas se abrieron bruscamente.
De ellas entraron Kohta, Hibiki, Yolzin y Takashi acompañados por dos chicos totalmente extraños para las chicas.
Takashi lucía muy alterado y agitado.
-¿Dónde está Kei?-, fue lo único que preguntó.
Escaneo la oficina con sus ojos, pero solo vió a Saeko y Rei.
-De momento está en recuperación, yo soy la líder en este momen...-, Saeko no pudo terminar.
-Este es un tema que debo hablar con Kei-, Takashi respondió tajante y serio.
-Oye, ¡¿Qué demonios te sucede?!-, a Rei no le pareció para nada bien la actitud de su compañero de grupo.
Saeko se levantó de su asiento y puso una mano sobre el hombro de la chica.
Obviamente tampoco le había agradado, pero la situación parecía ser tensa.
Tal vez lo chicos vieron o descubrieron algo de suma importancia.
-Busca a Kei, por favor. Debe estar con Saya-, ordenó, Rei asintió mientras se retiraba a cumplir con las indicaciones.
Después se giró hacia los chicos.
-Tomen asiento y denme su informe de misión mientras Kei llega-, les pidió con una sonrisa.
Una sonrisa que les hizo temblar, pues era dulce pero perversa.
Claramente no aceptaría otra falta de respeto por parte de nadie.
Kohta procedió a contarle todo lo sucedido, pues Takashi parecía estar absorto en sus pensamientos.
Le informo desde el encuentro con el primer chico, hasta el enfrentamiento que tuvieron con los chicos de Tsunoda y como habían tomado la decisión de volver.
-El motivo de que nos encontremos tan apresurados, es debido a que Ryuuko nos brindo una gran información, por lo que debemos tomar acciones rápidamente-, finalizó dando un gran suspiro debido a que trato de explicarlo lo más rápido posible.
Saeko estuvo apunto de preguntar sobre esa información, pero nuevamente las puertas se abrieron.
Todos giraron sus miradas hacia la dirección.
Kei había llegado junto a Saya y Rei.
-Chicos, que alegría verlos-, sonrió alegremente al ver a sus amigos sanos y salvos.
Luego prestó atención a las nuevas caras.
Rei había llegado apresuradamente por él, diciendo que había información muy importante de parte de los chicos recién llegados de su misión.
Supuso que tenía relación con esos chicos desconocidos.
Algo importante estaba pasando en la ciudad.
¿Que información es esa?
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Gracias por llegar hasta aquí.
Cómo verán, quise darle un poco de emoción a todo, una forma de mostrar que los engranajes del mundo siguen su movimiento.
Además de que sentía que me olvidé un poco de ciertos personajes, a veces agregar demasiados satura mi mente.
Pero, eso no evita que agregue aún más, por lo que como ya habrán leído, un nuevo OC fue incluído.
No sé olviden de votar y comentar.
Bye bye ^^.
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