¡Hola chicos!

Han pasado milenios, lo sé, una disculpa :).

Regresamos con nuevo capitulo, espero les guste.

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-Narrador Naho Okino-

-Venga, tu puedes...-, me motive a mi mismo para seguir avanzando.

Mi uniforme, antes casi impecable, ahora estaba manchado de sangre por todos lados.

Comprobé las municiones de mi pistola, solo me quedaba un cartucho.

No sé a cuántas de esas cosas tuve que matar para llegar hasta donde me encuentro, pero tuvieron que ser más de 30.

-"Solo un piso más y estaré en la cima"-, era el único pensamiento que me mantenía en pie.

-¡GROAAAAAAR!-, al llegar, un sonido particular me recibió.

No sonaba como un zombie normal, era algo más monstruoso.

No tenía tiempo para titubear.

Comencé a caminar con cautela por el piso que afortunadamente aún conservaba iluminación.

Las paredes estaban completamente manchadas de sangre y había varios cuerpos, era como si alguien o algo ya hubiera despejado la zona.

Una respiración pesada se escuchaba al fondo.

Cómo la de un animal grande.

Aún así trate de tranquilizarme, posiblemente solo sea un zombie con problemas respiratorios.

Lastima que no fue así.

Al llegar al fondo y voltear a ver qué cosa era, me lleve una gran sorpresa.

No era un zombie... Y tampoco un animal... Simplemente era una bestia sacada del mismísimo infierno.

-¡GROAAAAR!-, rugió una vez más al captar mi presencia.

Tal vez subí todos los pisos en vano.

Moriré.

-Narrador normal-

-Chicas, de verdad no tienen que hacer esto...-, Kei dijo mientras su cara estaba totalmente roja de vergüenza.

Se encontraba siendo aseado por sus dos novias.

Si ya se sentía inútil por tener que pasar el liderazgo a alguien más, ahora se siente más al no poder bañarse por cuenta propia.

-La doctora dijo que no puedes hacer movimientos bruscos y debes guardar reposo-, insistía Saya que parecía disfrutar más esto que el mismo Kei.

-Bueno... Si, pero ¿Es necesario que me limpien ahí también?-, refiriéndose a sus partes íntimas.

-¡Por supuesto!-, refutó Saeko. -Es más, había leído que era mejor con la boca...-, su sonrisa coqueta la delataba.

-¿E... En dónde leíste eso?-, ahora era Saya la que parecía un tomate de lo sonrojada que estaba.

Kei solo estaba riendo en sus adentros debido a las ocurrencias de ambas.

-¿Acaso importa?-, miró a Saya con la misma sonrisa.

Ella solo negó levemente.

-Bien... Ahora, si no te importa...-, habló Saeko mientras se acomodaba el cabello hacia atrás.

Kei entro en un poco de pánico al ver eso, pero lo fue más al ver cómo Saya lo hacía también.

-Chicas, esperen... Esperen... Estamos en los baño... ¡Haaaa~!-, gimió tan fuerte que estuvo seguro de que los demás afuera pudieron escucharlo.

No sabía si había entrado al infierno o al paraíso, pero estaba seguro de que lo disfrutaría bastante.

-Grupo de Takashi-

Por otro lado, la situación era complicada con los chicos. Takashi, Kohta y Hibiki habian sacado sus propias armas apuntando en contra de los chicos que eran del grupo de Tsunoda.

La tensión podría romperse en cualquier momento.

-Escuchen chicos, nosotros no queremos problemas-, Hibiki estaba tratando de calmar la situación.

Cuando Takashi decidió salir en salvación de aquel chico que estuvo apunto de ser asesinado, los otros chicos restantes rápidamente apuntaron sus armas hacia él.

Kohta y Hibiki no tuvieron mas remedio que salir en su apoyo.

Todos tenían miradas nerviosas y tensas, en cualquier momento alguien podría disparar.

-¿Entonces porque mierda nos espían?-, el líder parecía mucho más alterado de lo normal.

-Escuchamos que están con Tsunoda, creemos que podrían tener información de una persona a la que buscamos-, está vez fue Kohta quien tomó la palabra.

Takashi seguía con bastante tensión, así que Hibiki se acercó para tranquilizarlo.

-Cálmate o nos matarán-, susurró para que solo él pudiera escucharlo.

Takashi volteó a mirarlo.

-Sabes que lo harán de todos modos-, respondió de la misma manera.

Era consciente de que no había muchas opciones, o morían sus enemigos o ellos mismos.

En esta situación solo unos sobrevivirán

Hibiki no supo que respuesta dar, era cierto.

-¿A quién mierda buscan?-, cuestionó el líder contrario sin bajar su arma.

Nadie pensaba en bajar la guardia.

-Muestrale la foto-, sugirió Kohta a Takashi quien asintió y comenzo a buscar en sus bolsas.

Hasta que por fin encontró la foto de su madre y la mostró directamente al líder enemigo que estaba atento ante cualquier movimiento en falso.

Comenzó a enfocar su vista en la foto para no acercarse más.

Takashi mantenía la esperanza de que si pudieran haberla visto.

Pero solo escucharon una risa, una fuerte risa que provenía del líder contrario.

No era que fuera mal reír, pero lo hacía mientras veía la foto de la madre de Takashi, lo cuál obviamente hizo que este se molestará, pero tuvo el suficiente autocontrol para no demostrarlo en el exterior.

Antes de que pudiera preguntar el porqué de tanta gracia, las risas pararon y paso a recibir una mirada altanera con una sonrisa burlona.

-No se quien coño es y no me interesa, pero está muy buena y seguramente Tsunoda debe estar folland...-, sus palabras fueron interrumpidas cuando una bala atravesó su frente.

Takashi había disparado con una frialdad comparable a la de su mirada en ese momento, mirada que helo la sangre de los sorprendidos compañeros de aquel sujeto que ahora era solo un cadáver inerte.

Ambos soltaron sus armas y levantaron la manos mientras el chico que iba a ser asesinado mostraba una mirada indiferente, como si no le importará toda la situación.

-"Mierda"-, fue el pensamiento compartido de Hibiki y Kohta, aunque ya se lo esperaban.

Ellos hubieran actuado de la misma forma si alguien hablara así de sus madres.

-¿Qué haremos con...?-, Hibiki iba a cuestionar sobre que hacer con los dos chicos que habían bajado sus armas.

¡PAM!

¡PAM!

Pero dos rápidos disparos le dieron la respuesta.

Takashi los había matado también.

-¡PARA!-, Kohta interrumpió justo cuando estaba apunto de soltar un tercer disparo.

Pero Takashi no hacía caso, parecía fuera de si, entonces fue que tuvo que detenerlo apretando con fuerza uno de sus hombros.

Cómo si hubiera encendido un interruptor, Takashi sacudió la cabeza levemente, parecía confuso.

-¿Que...?-, fue lo único que le escucharon murmurar.

Ahora parecía estar horrorizado por lo que había hecho.

Esto llamo la atención de los chicos, en especial de Kohta, pues Takashi había mostrado una puntería perfecta en ese instante.

Solo quedó el chico que ya había evitado dos veces a la muerte.

Hibiki se acercó con su arma apuntando.

-Tranquilo, estoy desarmado y como puedes ver, casi me asesinan por decir que tú grupo es mejor que el de Tsunoda-, escupió con algo de asco eso último.

Mantenía sus manos arriba para que pudieran verlo.

Hibiki bajo lentamente su arma, pudo ver cómo una sonrisa de felicidad se manifestaba en el rostro del joven frente él.

-Lo siento, pero no podemos tomar riesgos... -, la sonrisa en su cara se desvaneció cuando escuchó esas palabras, solo pudo ver de reojo como un objeto golpeaba su nuca con fuerza.

El chico cayó completamente noqueado al suelo.

El artífice de tal acción había sido Kohta quien lo había golpeado con su rifle.

Inmediatamente miro al líder que tenían en ese momento.

Takashi pareció reaccionar en ese instante.

-Bien-, captando lo que Kohta quería, se acercó para ayudarle a llevarse al chico inconsciente.

Esto sorprendió tanto a Hibiki como a Kohta, pues normalmente Takashi era algo lento para entender las cosas.

Pero se alegraban de ello, parece que por fin está reaccionando a la nueva realidad frente a él.

Eso era bueno, pues en un mundo así se ocupa gente despierta y atenta a todo.

-Graaaaargh-, no había tiempo para relajarse, pues todo el ruido que hicieron había comenzado a atraer a los zombies de alrededor.

Comenzaron a caminar de manera rápida para llegar a refugiarse.

Cuando llegaron con Yolzin y el chico inconsciente, notaron como su compañero estaba algo preocupado.

-Dios, pensé que habían muerto-, su voz sonaba a alivio de verlos llegar.

-Tuvimos algunos problemas-, dijo Hibiki y Yolzin por fin presto atención a qué llevaban cargando a un chico desconocido.

Puso una evidente cara de confusión, y antes de que preguntará, Kohta se adelantó.

-Tendremos que pausar la misión y regresar-, informó con pesadez.

Hibiki y Yolzin asintieron, pero Takashi estaba algo pensativo al respecto.

Ciertamente no tenían planeado incorporar más supervivientes al grupo, pero sería inmoral abandonarlos así nadamás.

Aunque, retrasar la misión puede llevarlos a tener problemas con Kei o con el grupo.

Llevar a dos supervivientes más implicaría tener más bocas que alimentar.

-Que complicado-, pensó en voz alta.

-Bueno, es lo que yo sugiero, pero tú tienes la última palabra, Takashi-, Kohta dijo y todos voltearon a ver al líder de la misión.

Este seguía analizando las cosas, tanto buenas como malas.

Miro a Hibiki, Kohta y Yolzin. Ellos se habían ofrecido voluntariamente a acompañarlo a una misión que ahora parecía haber perdido el sentido.

Y luego miró a los chicos inconscientes que habían "capturado". Interrogatorios podría darles pistas de varias cosas que suceden en la ciudad y quién sabe, tal vez pueda tener pistas de su madre.

-Chicos, si volvemos... ¿Ustedes aceptarían volver a salir a otra misión conmigo?-, preguntó algo inseguro.

Los chicos solo se miraron entre si y sonrieron.

-Nos comprometimos a ayudarte en la misión, claro que volveremos hasta completarla-, Hibiki habló por todos.

Ellos solo asintieron.

Takashi suspiró aliviado, ahora se sentía seguro.

-Volveremos a primera hora-, finalizó con esa última indicación.

-Con Kei-

Este se encontraba acostado en su habitación, junto a sus parejas, Saya y Saeko.

Ambas ya permanecían completamente dormidas.

Pero Kei no podía hacerlo, estaba en el centro siendo abrazado por ambas chicas.

Muchos pensarían en lo satisfactorio que era esto y por supuesto que así era, momentos antes pasaron cosas muy acaloradas entre el trío amoroso.

Pero a pesar de haber disfrutado, la mirada de Kei era completamente seria, se encontraba mirando al techo, pero su mirada aparte de demostrar seriedad, mostraba que estaba algo perdido.

Eso indicaba que algo sucedía dentro de él, en su mente.

Y así era, su mente era un completo caos.

Aunque pudo calmar un poco sus pensamientos sobre el grupo, gracias a qué nombró líder a Saeko.

Había algo que aún le seguía atormentando.

Todo debido a lo que vió en el búnker, concretamente en el área médica.

-Flashback-

La puerta del área médica se abrió lentamente mientras Kei parecía arrepentirse un poco por su imprudencia, pues no tenía armas para defenderse en caso de que algo hostil saliera de ese lugar.

Pero no fue así, dió gracias al cielo por ello.

Lo único extraño que noto, fue la camilla en el centro de la sala, la cual parecía tener un cuerpo encima tapado completamente con una sábana.

Este emitía sonidos particulares, eran los mismos sonidos que los zombies producían.

No había que ser un genio como para saber lo que había ahí.

La cuestión ahora era... ¿Por qué había un cuerpo dentro del área médica?

Es decir, no encontró ni siquiera el cuerpo de ninguno de sus padres.

Comenzó a imaginar lo peor.

Lentamente se acercó a la camilla.

Cada paso se sentía pesado, pues sus sentidos de alerta estaban al máximo.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca, llevo una de sus manos a la cabeza de la camilla, con la intención de quitar la sábana y descubrir quien era el infectado.

Tardó un poco en decidirse, pues inevitablemente tenía un poco de miedo.

Pero sacudió un poco su cabeza y lo hizo... Deseo no haberlo hecho.

La persona infectada, que ahora era un zombie, era... Su madre.

-Flashback fin-

-Mamá...-, con su voz entrecortada, unas lágrimas escaparon de sus ojos.

En ese momento sucedió lo mismo, quedó completamente paralizado y llorando de impotencia.

¿Cómo era posible? Su amada madre, convertida en zombie.

No quiso saber mas de ello, por lo que una vez presenció eso, salió rápidamente de el área médica.

Pero, sabía que debía volver, pues aún había muchas cosas por descubrir.

Demasiada información que su padre había dejado.

Pensó en hacerlo en ese momento, pero al intentar hacer un movimiento para safarse se las chicas, estás apretaron más sus cuerpos con el suyo.

-"Rayos"-, solo eso pudo pensar.

Forcejeó un poco más, pero al final solo suspiró y decidió rendirse.

Era imposible, además de que tampoco quería despertar a las chicas.

No presto tanta atención debido a las emociones del momento, pero recuerda haber visto un archivo, su título posiblemente hablaba sobre una cura.

Tal vez, solo tal vez su padre había comenzado a desarrollar una cura.

Pero ¿Lo habría logrado?

Tal vez no, es decir, en ese caso su madre no estaría ahí como una infectada.

Pero esa era su gran duda.

Quisiera creer que si, que su padre logró encontrar la cura al horrible virus.

El archivo se titulaba... "Vacuna".

Una vacuna podría ser la solución.

Tal vez no podrían regresar a los infectados a un estado normal, pero las infecciones serían reducidas.

Una vacuna podría ser la solución a todos los problemas.

De verdad necesitaba ir a ese sitio de nuevo.

Decidió acomodarse un poco mejor en la cama, ese será su plan para mañana, descubrir el gran misterio de todo.

No era experto en ello, pero si llegaba a las instalaciones del ejército, si es que aún había, podrían conseguir darles esa información.

Para eso necesitan recuperar sus comunicaciones.

Demasiadas cosas para pensar, incluso se cuestionó si podría dormir.

Agitó un poco su cabeza, debía hacerlo para estar concentrado el día de mañana.

-Una vacuna...-, fue lo último que murmuró antes de finalmente intentar conciliar el sueño.

Nuevamente, no se dió cuenta de los ojos entrecerrados de Saeko.

¿Qué pasará de ahora en adelante?

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Muchas gracias por seguir aquí, de verdad que lo aprecio bastante.

Se que no puedo actualizar muy seguido, pero la historia no estará inconclusa.

No olviden votar y comentar que tal les pareció.

Bye bye ^^.