Capítulo 19 [T2]: Hogar, dulce hogar...
¡Hola a todos!
Me alegra estar de vuelta, la verdad es que no me he sentido muy bien, los ataques de depresión han vuelto. La escritura es una de las pocas cosas que logran distraerme.
Gracias por seguir aquí.
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-Ciudad de Tokio, Inicios del brote, Narrador ¿?-
Aún recuerdo cuando todo comenzó.
Recienmente había siendo ascendido a Brigadier General del JGSDF a mis 30 años, al parecer fui el más joven así que debíamos celebrar por eso.
Dai, Hiroto e Ichiro me llevaron a celebrar al Bar/Café Kafka de día era café y de noche se convertía en Bar. Era un gran concepto de negocio y al estar ubicado en un lugar tranquilo era agradable pasar el rato ahí.
Una noche antes habíamos ido a beber, por lo que no nos apetecía seguir haciéndolo, así que por la mañana fuimos a por un café y algo para almorzar.
-Entonces Naho, ¿Qué se siente tener a tu mando a una Brigada?-, me preguntó Ichiro.
-Debo decir que creo que estaré mucho más estresado-, respondí sinceramente, era una gran responsabilidad.
-¿Cuántos elementos son ahí? ¿Cómo 3,000?-, asentí hacia Dai.
Eran tantas vidas a mi mando, aunque por fortuna Japón no es un país tan inseguro como los medios lo hacen ver.
-¡Pues brindemos por eso!-, Hiroto dijo muy entusiasmado
Los demás nos echamos a reír.
Él parecía muy confundido, pero señalamos que quería brindar con café.
El también empezó a reír y pidió una botella de vino.
Una vez todos tuvimos nuestra copa procedimos a brindar.
La charla siguió, pero yo me puse algo pensativo, ellos seguían hablando mientras estaba en mi mundo.
Brigadier General a mis 30 años, el más joven.
Estoy seguro de que si mis padres me vieran ahora mismo, estarían muy orgullosos de lo que me he convertido.
Igualmente tengo otra carrera que el ejército me permite ejercer, tal vez por eso pude ascender tan rápido, pues soy...
¡BOOOOM! ¡CRASH!
-¡...!-, todos nos levantamos de golpe al oír tal conmoción.
Parecía ser que un accidente ocurrió muy cerca de aquí.
El dueño, los empleados y algunos clientes se acercaron a la entrada para ver qué había sucedido.
Nosotros también lo hicimos.
Un auto se había estrellado contra un árbol justo frente al establecimiento donde estábamos.
Quedó completamente destrozado.
Algunas personas comenzaron a acercarse para poder ayudar, pero la policía que también iba llegando los comenzó a apartar.
-¡Atrás porfavor! Dejen que nos encarguemos-, pidió uno mientras sus compañeros pedían ambulancias.
Fue un accidente fuerte.
-Esperenme aquí-, dije a mis compañeros mientras me acercaba a los policías.
-Señor, porfavor retroceda-, rápidamente uno de ellos me interceptó.
Con calma saque mis identificaciones.
El policía pareció sorprendido, pero me cedió el paso.
Pero antes de acercarme, uno de ellos que estaba inspeccionando a los sujetos accidentados, comenzó a gritar de dolor...
-¡Ahhhhh! ¡Ayuda!-, fue lo suficiente para alertar a todas las personas que se acercaron más a la escena.
Nosotros rápidamente fuimos en su ayuda, pero...
Todo se fue a la mierda.
-Tokonosu, Actualidad, Narrador normal-
Tras haber terminado con todos los zombies restantes, el grupo de chicos bajo nuevamente por las escaleras.
Era una completa masacre, pero la zona parecía estar limpia.
Kei observaba todo con mucha seriedad.
Luego suspiró.
-Vámonos, estamos cerca...-, en su voz se podía notar todo el cansancio acumulado.
Todos los chicos comenzaron a avanzar en formación, Saya y Saeko iban muy pendientes de Kei, pues parecía que en cualquier momento podría desplomarse.
Cuando vieron las grandes puertas del hogar de la Familia Takishima, todos hicieron gestos de sorpresa.
El lugar era simplemente hermoso, obviamente la fachada estaba maltratada, pero parecía que nadie había ingresado al interior.
Mio se adelantó a todos y abrió las puertas con ayuda de la tarjeta que su hermano le había dado.
Al abrir y entrar, hasta el aire se sintió diferente.
Las puertas se cerraron y... Por primera vez todos se sentían seguros.
Varios dieron suspiros de alegría.
Solo había alguien a quien no le cuadraban las cosas.
-"Se supone que un sirviente informo que está casa estaba bajo ataque"-, todo parecía demasiado limpio para un ataque.
-Mio...-, llamo a su hermana quien rápidamente se acercó a él.
Se miraron por unos segundos y asintieron, parecían entenderse aún sin que no hubiese palabras.
Se apresuraron hacía las puertas de la mansión.
Los demás se encontraban admirando la belleza del exterior que no se dieron cuenta de como ellos se alejaban rápidamente.
Todos excepto Yuiji, Saya y Saeko quienes fueron con ambos hermanos.
-Narrador Kei-
Mi hogar, oh, mi querido hogar.
Luce tan limpio como la última vez que lo vimos.
Lo recuerdo, fue otra mañana común dónde desayuné con mis padres, mi hermana y Saya.
La señora Chiyo me preparo mi desayuno favorito.
Todo era tan normal.
Y después... Todo se fue al carajo.
Las lágrimas querían salir de mis ojos a cada paso que dábamos.
Mis padres, ellos deberían estar convertidos si es que de verdad hubo un ataque.
Pero eso era imposible, todo lucía simplemente impecable.
Todo estaba bien sellado, se habían atrincherado aquí.
Entonces ¿Porqué? ¿Porqué dicen que murieron, simplemente no lo entiendo.
Llegamos a las puertas, mire a mi hermana y le di un asentimiento, ella lo devolvió y procedió a abrir las puertas con ayuda de la tarjeta de acceso que le había dado anteriormente.
Fue tan precipitado, que no pude pensar en algo de precaución por si algo salía de adentro y se abalanzaba hacia nosotros.
Escuché como cargaban un arma.
Mire hacia atrás y eran mis novias junto a Yuiji.
Ellos apuntaban con sus respectivas armas hacia la puerta.
-Gracias...-, murmuré.
Afortunadamente no había ningún peligro, nada salió del interior, pero por precaución, Yuiji entro primero.
-Despejado-, dijo bajando su arma.
Solo sonreí y me adentre junto a las demás chicas.
-Tranquila...-, escuché algunos sollozos a mi lado.
Saya se encontraba consolando a Mio quien no pudo contener las lágrimas de por fin estar en nuestro hogar.
Yo tampoco pude y tan solo me derrumbe.
Me arrodille y sentí unos cálidos brazos abrazándome.
Miré hacia esa persona y era Saeko, la abrace y comencé a llorar como un niño pequeño.
Después de tantas cosas, por fin estábamos en nuestro hogar.
Pude traer a mis seres queridos a salvó, cumplí la misión.
-Madrugada, Narrador normal-
Kei abrió los ojos de golpe.
Todo estaba oscuro, sintió que estaba recostado en algo suave y habían dos personas con él.
Miro hacia los lados y observo a Saya y Saeko que dormían abrazadas de su cuerpo.
Sonrió cálidamente.
-"Gracias por todo chicas"-, se dijo mentalmente mientras suspiraba.
No había estado tan cómodo en tanto tiempo.
Se quedó mirando hacia el techo.
Aún había demasiadas preguntas que debían ser respondidas, así que con cuidado se liberó de los brazos de las chicas y procedió a salir de la cama.
No sabe cómo llego ahí, pero recuerda haber estado llorando en brazos de Saeko, posiblemente se quedó dormido sin darse cuenta y ellas lo llevaron a su habitación.
Suerte de que Saya conocía la casa como si fuera suya.
Les observó por un momento, no podía dejar de pensar en lo hermosas que se veían tan tranquilas y profundamente dormidas.
Se dió media vuelta y lentamente procedió a salir de la habitación, no se dió cuenta de los ojos entrecerrados de Saeko.
-Con Kei-
Caminó entre los pasillos oscuros de la casa, apenas y se guiaba con la poca luz de la luna que entraba por las ventanas.
Llevaba consigo la tarjeta de acceso al... Búnker.
Tenía el presentimiento de que ahí se encontraban las repuestas a todas las dudas que tenía.
Llegó a su biblioteca y a través de un pasadizo oculto entre las estanterías, logró encontrar la puerta metálica.
Se quitó la tarjeta del cuello y lentamente la paso sobre el lector, ese búnker contaba con su propia planta de electricidad altamente protegida para cualquier evento, incluyendo una Bomba PEM.
La puerta hizo el sonido de aprobación y lentamente se abrió, Kei permaneció expectante ante lo que sucedería, pero no pasó nada del otro mundo.
El Búnker parecía estar bien, decidió entrar y la puerta se cerró tras de él.
La computadora central seguía funcionando, por ella se podía ver a través de las cámaras de toda la casa, las cuales no estaban funcionando por el corte de energía, pero solo es cosa de ajustar.
De igual manera contenía tanta información que ni él mismo sabía, incluso contaba con una IA que al parecer su padre mando a instalar.
No sabe si eso aún estará en funcionamiento.
-Provisiones...-, fue lo primero que buscó y todo parecía en orden.
Después fue a por las armas, ninguna faltaba según sus recuerdos.
Era un búnker bien equipado, tenía almacén para comida, armas, gimnasio y un área médica.
Todo parecía normal excepto por el área médica.
Es una puerta de cristal por la cuál se ve todo lo que hay dentro, había equipo para operaciones menores, nada que tenga que ver con cirugías complejas.
Lo raro fue que dicha puerta de cristal estaba completamente sellada.
Antes de tratar de acercarse a ella, miró un extraño movimiento en la computadora central.
Está permanecía solo en su pantalla de inicio, pero cuando paso frente a ella, la pantalla cambio a un solo mensaje.
[Cargando... Espere un poco...]
Eso fue lo que le ganó a su curiosidad por la puerta, pues ahora quería saber que sucedía con la computadora.
No pasó mucho antes de que está terminará y mostrará la pantalla de reproducción de un vídeo.
Era un vídeo grabado justamente en el Búnker y en el mismo sitio donde se encontraba, frente a la computadora.
[Hola...]
Reconoció la voz al instante.
[... Hijo]
Era su padre.
Le sorprendió escucharlo, pero aún no aparecía en la cámara.
Y justo, como si la maquila escuchase sus pensamientos, su padre apareció.
Se veía diferente a la última vez que lo vió, estaba algo sudado, desarreglado, con una bata de laboratorio.
Pero su mirada... Esa mirada inmutable... Ahora mostraba una gran perturbación, como si algo muy malo hubiese pasado.
[Que alegría que estés aquí, te felicito por llegar tan lejos]
Comenzó a hablar mientras tomaba asiento y suspiraba de forma cansada.
Estaba sonriendo cálidamente después de decir esas palabras.
[Sabía que lo ibas a lograr, siempre tuve confianza en tí. Has traído a tu hermana a salvó, te felicito por ello...]
Kei no pudo evitar soltar sus lágrimas.
Ver a su padre le produjo una enorme nostalgia.
Escuchar su voz y que le hable de esa manera le hacía pensar que su padre estaba junto a él y no que era solo una grabación.
Pero el semblante de Ryuzaki cambió.
[El mundo ya no será como antes...]
Kei quien se encontraba llorando, dejo de hacerlo y miro hacia la pantalla.
Su padre ahora se encontraba muy serio.
Se sorprendió al escuchar esas palabras.
[Tengo que contarte algo muy importante sobre mi trabajo]
-¿Padre?-, preguntó a la nada.
[Me imagino que ya los debes haber visto o escuchado de ellos]
No sabía porqué, pero sintió un gran escalofrío en todo su cuerpo.
[Trabajo para Umbrella Corporation... Nosotros creamos todo esto]
El mundo para Ethiel pareció detenerse unos breves momentos.
No lo quería creer, su padre era un hombre bueno y respetable, él no podría ocasionar todo esto.
Lamentablemente así parecía ser.
[Gente en el Ejército le llama "Virus X" y otros le denominaron "Virus Z", esas son tonterías, su nombre es "Virus Tyrant", así lo denominamos en el laboratorio]
Kei permaneció en completo silencio, era demasiada información por procesar.
[Probablemente los tuviste de frente, incluso puede que hayas eliminado a algunos, puede que pienses que son zombies normales, pero... Ten presente esto, ellos no son zombies normales...]
No entendía, ¿A qué se refería con eso?
[En el área médica están los documentos que te dirán todo acerca de cómo comenzó este caos, lo haría yo, pero no tengo mucho tiempo...]
Miro hacia el área completamente sellada.
[También hay un USB con un vídeo especialmente para tu hermana, muestraselo por favor y elimina este video]
Su padre agachó ya mirada.
Kei escuchó sollozos provenientes de él.
[Lo siento... Lo siento tanto... No debimos hacerlo, con la muerte no se juega...]
Mientras lloraba, comenzó a murmurar cosas.
No sabía cómo reaccionar ante esta situación, si padre nunca había llorado en su presencia.
[Sea lo que sea que encuentres en el área médica... Espero que puedas perdonarme]
Su padre se limpio las lágrimas y el vídeo llegó a su fin.
Se quedó nuevamente en completo silencio.
¿Que mierda había sido eso?
¡TAC!
Su vista se dirigió a la dirección del sonido, el área médica.
La curiosidad le invadía ¿Porqué su padre le pidió perdón por lo que fuera a encontrar ahí?
Se acercó lentamente.
A cada paso que daba más nervioso se ponía, pero su deber era averiguar que había dentro.
Se recargo contra la puerta esperando escuchar algo, pero aparte de ese golpe no pudo escuchar otra cosa
Estaba dudoso de si abrir o no.
-Este no es momento de dudar-, se dijo a sí mismo y se armó de valor.
La puerta de abría con la misma tarjeta de acceso que tenía.
La puerta se abrió lentamente y una vez lo hizo... Deseó nunca haberlo hecho.
Esa puerta no debía ser abierta jamás.
Esa imagen lo perseguirá de por vida.
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Un poco corto, pero lleno de información, además de que un nuevo OC entra en el juego ¿Quién podría ser?
Gracias por leer y no se olviden de votar y comentar.
Bye bye ^^.
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