¡Hola a todos!

Nuevamente vengo con otro capítulo de esta historia.

En el anterior vimos básicamente la vida de Kei y todos los demás al transcurrir 2 años, además de que se mostró un resumen de lo que tuvieron que pasar para seguir vivos.

Bueno, en este y los capítulos siguientes todos esos hechos serán relatados a detalle.

Este capítulo es básicamente la continuación cronológica normal de la historia.

Espero sea de su agrado.

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La muerte.

A lo largo de la historia se le han dado diferentes interpretaciones y representaciones.

Pero lo único en lo que todos coinciden es que es un proceso inevitable de una persona, un proceso del cual no hay vuelta atrás y algo que podría llegar a ser muchas veces triste y aterrador.

Todos alguna vez se han puesto a pensar en el día en que morirán y se han puesto a pensar sobre que será de ellos cuando su vida termine.

Pues la muerte significa el fin de la vida, simplemente el fin de todo.

O... ¿No?

La muerte puede llegar a ser dolorosa para la misma persona que la sufre y para aquellos apegados a él.

Y debido al dolor y nostalgia que representa, muchos han buscado la manera de revertirla.

Y ahí está el problema.

Buscar regresar de la muerte.

La muerte es sagrada y es algo que no debe ser tomado a la ligera.

Y aún así, hubo personas que trataron de evitarla o de hacer que aquellos fallecidos volvieran a la vida.

Cuando aquel primer ser humano se preguntó y busco la manera de regresar a los muertos a la vida, la humanidad fue condenada.

Desde el siglo XIX, hubo personas interesadas en regresar a los muertos al mundo de los vivos, pero debido a lo poco que estaba desarrollada la tecnología, aquello fue imposible.

Aún así, no sé rindieron.

Y en el siglo XX se pudo regresar a ciertos animales a la vida, solo por un breve periodo de tiempo, pero volvieron.

Y aquello alarmó al mundo.

Si se pudo lograr con animales, era más que obvio que con humanos también se podría hacer.

Prácticas como esas estaban sumamente condenadas.

¿Pero que pasaría... Si una de las empresas más importantes a nivel mundial se interesará en eso?

La respuesta es simple.

Toda restricción y condena quedarían de lado, más si aquella empresa era la que mantenía a varios de los países más ricos en pie.

Aquella organización, era Umbrella.

Y su líder, un hombre llamado Albert, se interesó mucho en el método de resurrección.

Pero nunca trabajo bien con su tan especializado equipo de científicos y demás.

Pues sus intenciones no eran las que ellos tenían pensadas.

¿Qué haría la humanidad, si los muertos pudieran ser devueltos a la vida?

La respuesta era más que obvia, lejos de imaginar primeramente un apocalipsis zombie.

Todos aquellos hombres y mujeres que trabajaron día y noche para que el proyecto pudiera funcionar, lo hicieron pensando en que en el futuro ya nadie tendría que sufrir la perdida de un ser querido.

Pobres ilusos.

Aquel proyecto resucitador, aquel Santo Grial científico, cayó en las manos equivocadas.

Y eso llevo a todo el mundo a la situación tan deplorable en la que se encuentra.

¿Acaso ya no hay salvación?

...

-Narrador Normal-

Un grupo algo grande de personas se encontraban sobre el techo de una pequeña edificación. La calle era algo larga, pero se encontraban mirando algo ansiosos el final de esta, más aquel chico rubio y su hermana.

-Después de esta calle... Está nuestro hogar-, murmuró con algo de nostalgia.

Los demás estaban serios.

Pronto él puso una mirada algo complicada, mirando hacia abajo.

La calle estaba infestada de zombies.

Motivo por el cual tuvieron que subir al techo sin ninguna otra opción.

-Esto es tan molesto...-, murmuró una chica peli rosa a su lado.

Solo pudo darle la razón.

-¿Qué haremos?-, preguntó otra voz femenina, está tenía un largo cabello morado.

Kei solo miró analíticamente a todos, para después poner una sonrisa algo complicada.

Todos tuvieron un mal presentimiento sobre aquello.

Kei... Nunca había sonreído así.

-¿Q... Qué?-, pregunto Kohta luego de unos minutos de tensión.

-Chicos... ¿Saben lo que es el Parkour?-, pregunto.

La mayoría puso miradas confusas, pero otra gran parte se puso pálida al captar el mensaje.

Quien pensaba que todo estaría más tranquilo después de una semana, estaba completamente equivocado.

-En otro lugar de la ciudad-

Un hombre con un parche en el ojo izquierdo miraba con suficiencia a otra persona frente a él.

-Entonces, "Slayer" ¿Crees poder cumplir con este trabajo?-, preguntó con una voz algo ansiosa.

El mencionado solo dió chasquido de la lengua mientras miraba de reojo a todos sus subordinados siendo retenidos por los hombres de dicho tipo del parche.

Se encontraban en una amplia habitación que parecía ser un salón de clases de escuela primaria.

El hombre del parche tenía además, heridas leves que aún parecían sanar, tal vez de un enfrentamiento reciente.

El conocido como "Slayer" le miro con seriedad.

-Siempre y cuando tú cumplas con el acuerdo-, dijo con algo de rabia.

El otro hombre solo amplió su sonrisa.

-¡Entonces es trato hecho!-, exclamó mientras daba media vuelta. -Tus muchachos estarán retenidos hasta entonces-, cuando dijo aquello, los hombres se llevaron a todos sus compañeros hacia otro lado.

"Slayer" los miraba a ellos y ellos a él, miradas esperanzadas de que todo iba a estar bien.

¿La misión encomendada? Era simple, ayudar en la culminación de una dulce venganza.

-Con Kei y los demás-

Para poder estar cerca de su objetivo, tenían que moverse a través de los techos de los edificios cercanos, hacerlo desde el suelo significaba gran peligro debido a la gran cantidad de zombies que había.

Kei fue el primero en dar el ejemplo de lo que se iba a hacer.

-Bueno, muchachos, dominar el parkour es cosa de mucha práctica, mucho tiempo que ahora no tenemos, así que les mostraré lo básico-, dijo mientras se aproximaba al edificio más cercano que tenían.

Todos vieron con asombro como a pesar de tener herido un brazo, se movió con total naturalidad hasta llegar a la azotea de ese otro edificio.

Una vez arriba, los miro de nuevo.

-El truco está en usar todas las extremidades del cuerpo para así sostenerse con firmeza de todo lo que se pueda hasta llegar al objetivo, tal y como lo acabo de hacer-, Kei miró como todos tenían serías dudas al respecto.

Se miraban los unos a los otros tratando de comprender y viendo quien sería el o la valiente en intentarlo primero.

-Yo no creo poder hacerlo...-, escuchó los primeros murmullos pesimistas.

Solo dió un suspiro mientras sacaba algo de su mochila.

-Bien, si no quieren intentarlo, les pasaré una soga para que puedan subir con más facilidad-, dijo mientras desenredaba una soga que había sacado.

La mayoría suspiro de alivio.

-¡Espera!-, Kohta interrumpió toda clase de alegría. -Si tenías esa soga ¿Porqué no propusiste primero esa idea?-, preguntó.

Todos los demás entraron en consciencia de aquello.

-Esto es parte del largo entrenamiento que nos espera, al menos quiero que intenten hacerlo-, respondió con seriedad.

Fue ahí cuando las dudas de los demás se disciparon.

Se miraron y asintieron.

-¡Lo haremos!-, todos dijeron en conjunto.

El rubio solo se limito a sonreír mientras veía como todos intentaban escalar la pared, lo cual no sería tan complicado debido a que dicha pared tenía imperfecciones que facilitaban el proceso.

Aunque no contó con un detalle.

-¡Esto es demasiado complicado!-, escuchó como la Doctora Marikawa se quejaba al respecto.

Varios ya habían logrado escalar, algunos con más dificultad que otros, pero lo hicieron. Con ayuda de la soga ayudaron a subir a Hisashi, al igual que a Alice y el pequeño Zeke.

Miró con curiosidad lo que pasaba con la doctora, pero no espero encontrarse con una escena tan cómica.

El problema que acontecía, no era uno, eran dos enormes problemas.

-"No tengas pensamientos impuros"-, su voz interior le reprendió mientras él intentaba no mirar hacia el problema frente suyo.

La doctora no podía subir debido a que sus pechos impedían el libre movimiento.

Varios hombres no disimularon para nada sus miradas, parecían sonrojados ante tal escena.

-Será mejor que lo haga con ayuda de la soga-, aconsejó Kei.

La doctora hizo un pequeño puchero debido a eso. Ella en realidad quería intentarlo.

-En otra ocasión podrá intentarlo-, el rubio sonrió al ver las expresiones de la mujer, así que habló antes de que pudiera decir alguna palabra en forma de réplica.

Ella no tuvo más opción que acatar el consejo, con lo cual pudo subir rápidamente.

No solo paso con ella, lo mismo fue con Kyoko-sensei, ambas estaban muy bien dotadas.

Todos lograron superar el primer paso.

Siguieron por un momento, pero no a una velocidad constante, lo que provocó mucho retraso. El tiempo no perdona y la noche les llegó encima.

Kei no tenía planeado tomar tanto tiempo, pero las calles estaban totalmente infestadas, parecía no haber sitio para bajar y caminar con seguridad.

Eran un equipo grande así que no era una situación tan fácil de manejar con tantos sobrevivientes.

Una vez llegaron al último edificio, Kei los reunió a todos en un solo punto.

Solo les separaban dos edificios más para llegar a una calle aparentemente libre de zombies, tomaron un camino largo debido a que rodearon la cuadra, pero era la única opción si querían evitar bajas innecesarias.

-Bien, se nos hizo tarde y tendremos que descansar aquí-, se paró enfrente de todos y entre ellos se miraron y lo mismo hicieron con su entorno.

Estaban en la azotea de un pequeño complejo de departamentos.

Asintieron y comenzaron a buscar un lugar para poder ponerse cómodos.

Kei decidió tener una reunión con Saya, Saeko, Hisashi y Yuiji.

Se reunieron algo alejados de los demás, específicamente al borde de aquella azotea.

-Estamos a tan solo una calle de llegar a nuestro destino, un lugar libre de zombies-, mencionó señalando el lugar que hacía un gran contraste comparado con la calle donde actualmente se encontraban.

-Eso está genial, sinceramente no creo poder resistir mucho más-, Hisashi dijo mientras los demás le miraban.

El pobre aún no se había recuperado del todo después del accidente que tuvieron cuando el PEM estalló en la ciudad.

De hecho, apenas empezaba a recuperarse, pero hacer tanto esfuerzo físico con el parkour sin duda le provocaba un retroceso.

-De eso quería hablar con ustedes...-, miraron confundidos al rubio, pero este solo los guió hacia otro lado de la azotea, específicamente en dónde se suponía se iban a conectar con el otro edificio y así seguir su camino.

Cuando llegaron, se quedaron totalmente sorprendidos.

-No hay forma...-, Saya soltó al aire el pensamiento de los cuatro.

Era una separación de aproximadamente diez metros, no había forma de que llegarán hasta el otro extremo y lo tétrico es que abajo había más zombies.

Parecían estar en un mar de zombies.

-"Mierda"-, a Kei le parecía demasiado raro que los zombies solo estuvieran en esa zona y que en cambio otra zona estuviera completamente vacía, fue como si algo los hubiese atraído.

Miró hacia el otro edificio, ni él podría hacer un salto de tal magnitud.

-Tendremos que bajar y caminar el resto del camino-, dijo mientras regresaba hacía donde estaban todos los demás.

-¿Cómo haremos eso?-, Yuiji preguntó.

Kei volteo la mirada hacia él, pero este miraba hacia la multitud de zombies que había abajo.

Parecía perturbado por aquello.

El rubio supuso que simplemente era de ver a tantos zombies juntos.

-Lo hemos hecho antes, solo debemos pensar en algo, para eso necesitamos a algunas personas más- Kei sonaba confiando.

El tema quedó ahí, pero nadie noto lo que Yuiji miraba fijamente.

Había un extraño zombie que nunca aparto la mirada de él, era como si pudiera verlo.

-Más tarde-

Kei había ido a descansar un poco, no lo ha podido hacer regularmente, así que Saya y Saeko lo convencieron de tomar un descanso.

-Únicamente tenemos 3 granadas, es lo único con lo que podríamos hacer un ruido considerable-, Kohta revisaba el inventario que había a petición de Saeko.

Pues mientras Kei descansaba querian avanzar lo más que se pudiera para pensar en un plan de salida.

Estaban reunidos Takashi, Hisashi, Rei, Saya, Saeko, Hirano, la doctora Marikawa y Kyoko-sensei.

Yuiji también debía estar ahí, pero de un momento a otro dijo sentirse cansado y decidió ir a dormir también.

Los demás sobrevivientes se encontraban dispersados y de igual manera estaban tomando un descanso.

-Son muy pocas, pero si las usamos bien no solo abriríamos el paso, también eliminaríamos a varios zombies-, comentó Saeko.

-Si, pero estamos de acuerdo en que posiblemente muchos zombies ignoren esa conmoción, ha pasado en otras ocasiones-, interrumpió Hisashi.

Tuvieron que darle la razón, antes también habían visto a otros utilizar tales maniobras, pero tal vez debido a qué era demasiado ruido, los zombies no sabían a dónde dirigirse y muchos se quedaban en sus posiciones.

Todos volvieron a estar tan pensativos como al principio.

-Alguien podría regresar por todos los techos mientras hace un ruido considerable, así puede atraer lentamente a esas bestias-, Rei dijo después de un momento.

-Es riesgoso, pero no es mala idea, incluso sugiero que sean dos o tres personas por cualquier imprevisto-, agregó Saya luego de reflexionar un poco.

Claro, ya tenían una idea, pero ¿Quién se atrevería a ser nuevamente una carnada? El mundo actual exigía siempre arriesgar tu vida.

-Tengo que ir-, Kohta dijo seriamente.

Sabía que debía ir en esa situación, no podía decir porque, pero algo le decía que debe hacerlo.

Todos asintieron ante su iniciativa.

-En ese caso yo también quisiera ir-, Komuro alzó la mano.

La reacción que tuvieron en colectivo fue de sorpresa, pocas veces habían visto a Takashi tomar la iniciativa en situaciones así de peligrosas.

-Bien, solo falta alguien más...-, mientras Saya decía eso, noto como todos miraban en su dirección, pero no era a ella en quien tenían su atención.

-Seré yo-, todos miraron hacia la voz que estaba llegando justo detrás de la peli rosa.

Era Kei quien parecía volver frustrado por algo.

-No, tú deberías estar descansando-, Saeko dijo seriamente.

-Juro que lo intento, pero simplemente no puedo-, mencionó mientras abrazaba a Saya por la espalda y dejaba salir un largo suspiro de cansancio.

Todos le miraron con cierta lastima, si se notaba lo cansado que se encontraba.

Saya se limitó a acariciar sus mejillas con suavidad, a manera de confortarlo.

Eso fue bien recibido por el rubio que cerró los ojos mientras disfrutaba las caricias de su amada.

-Perfecto, está decidido entonces-, Hisashi finalizó.

Aunque Saeko quiso replicar para tratar de convencer a Kei de que debería descansar, fue inútil.

Solo se dió por vencida al ver que los demás se dispersaban.

-Estaré bien-, escuchó la voz del rubio a sus espaldas.

Justo después de eso sintió sus brazos cruzarse sobre su estómago, se dejó caer en el pecho de Kei.

-Algún día saldrás tan lesionado que te darás cuenta de toda la razón que tengo-, dijo Saeko cerrando los ojos.

-Bueno, cuando ese día pase se que tú estarás ahí para cuidar de mi...-, Kei solo sonrió.

Ambos se miraron mutuamente, Saeko no pudo evitar sonreír de vuelta.

-Tonto-, tras esas palabras de parte de la peli morada, sellaron el momento con un tierno beso.

Saya solo sonreía al ver la escena, ella no estaba tan preocupada por hacer cambiar a Kei de opinión, pues lo conocía demasiado bien como para saber lo difícil que eso era.

Sobre todo en momentos así donde sabía que puede ayudar a muchas personas, en este caso, a todo el grupo de supervivientes.

El plan sería ejecutado al amanecer.

Un largo día lleno de nuevas tragedias les espera.

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Espero que les haya gustado, es una introducción a lo que se viene.

Cómo pudieron leer, agregue otro OC y aparte los zombies ya comienzan a comportarse raro.

¡Esto se va a descontrolar!

Espero les haya gustado y no olviden votar y comentar si es que les gustó el capítulo.

Y una disculpa por tardar demasiado, mis días son muy ocupados y casi no me da tiempo para escribir.

Bye bye ^^