El dúo torpe
Capítulo 3:
"El dúo torpe"
Desde que me uní a los devil hunters, muchas cambiaron en mi vida.
1. Tuve que escribir un testamento por si llegaba a morir, lo que es sumamente pesimista y deprimente ahora que lo pienso.
2. Empezar a aprender como manejar una hacha en un combate.
3. Comencé a hacer ejercicio a diario, tanto antes como después del trabajo para mejorar mi condición física.
4. Por normas, he estado empezando a vestir con traje como los demás devil hunters.
5. Tuve que empezar a mentirle a mis padres de como me iba en Tokio...
6. Soportar todo lo raro ,la sangre y las aberraciones que veía en este trabajo.
Y apenas voy 3 semanas trabajando...
Solté un largo suspiro a la vez que entraba al cuartel, hundido en mis pensamientos.
- mi utilidad en el campo de batalla es muy baja, básicamente solo sirvo para salvar a los civiles que estén en el lugar y para eliminar demonios ridículamente débiles - pensé, mientras caminaba a la oficina fe makima.
- si quiero mantener este empleo, tengo que esforzarme más, creo que la idea de hacer un trato con un demonio no suena tal mal ahora, Aki le es muy útil su contrato, así que si o si tengo que conseguir uno, o moriré.- asintiendo para mi mismo, toque 3 veces la puerta de la oficina.
- con eso ya decidido, solo tengo un problema, bueno, varios, pero este creo que puedo decir que es el principal-
"pase"
Tranquilamente abrí la puerta, entrando para después cerrarla.
"Hola, Joestar san, llega justo a tiempo para comunicarle algo" Makima estaba como casi siempre, sentada detrás de su escritorio y con su pequeña sonrisa de siempre.
"Hola jefa" conteste, sonriendo y levantando mi mano en forma de saludo. "¿Que es lo que pasa?"
- ¿cómo rayos consiguió un demonio que este dispuesto a escucharme y no matarme apenas me ve?-
"Aki dejará de ser tu compañero, he decidido asignar a otra persona para que el patrullaje" respondió con simpleza la pelirroja.
"Ah... bueno... ¿por?" Pregunte, un poco sorprendido y extrañado por aquello.
Obviamente no soy tan tonto para actuar de forma exagerada, más aún si esto resulta ser algo normal en este trabajo.
Aparte, Aki era muy serio, y casi nunca quería hablar, por lo que era sumamente incómodo el silencio cuando hacíamos patrullaje.
"Vera, Joestar san, Aki tiene ahora bajo su cuidado a un nuevo recluta" respondió con normalidad la pelirroja.
Asintiendo, hice la pregunta más obvia.
"Y... ¿quién será mi nuevo compañero?"
"Debe de estar llegando ahora mismo" respondió la oji amarilla, manteniendo su sonrisa.
- un momento, esto no es algo parecido a lo que sucede en las películas? - pensé, mientras me daba media vuelta para ver la puerta.
En silencio, espere que mi nuevo compañero tocara la puerta.
Los segundos pasaron en un incómodo silencio.
Cuando ya había pasado unos pocos minutos, lentamente empecé a darme la vuelta para ver a makima, su sonrisa habitual había desaparecido por un rostro neutral.
Sin duda, quien sea esta persona, arruinó lo que podría haber sido una entrada bien sincronizada con las palabras de la pelirroja.
"Bueno..." comencé lentamente, intentando quitar el ambiente incómodo "¿le puedo hacer una pregunta?"
"Hm? Esta bien" respondió con calma la pelirroja, su pequeña sonrisa habitual volviendo.
"Sabe como puedo hacer un trato con un demonio? Pregunte, makima era la jefa después de todo, debe ser porque es de las más fuertes, por lo que ella podría decirme cómo lograr hacer un trato con un demonio.
"Ya veo" comento la oji amarilla, mientras llevaba una mano a su barbilla, y levantaba un poco la cabeza para un lado. "Pues puede llegar a ser sencillo y también difícil"
Di un asentimiento, mientras esperaba que ella continuara.
"Pues los demonios cumplen al 100% sus tratos, pero siempre piden algo en cambio, por lo general, piden una parte de tu cuerpo, un sentido, o la vida de gente cercana a ti" Makima hizo una pausa, parecía estar recordando algo.
"Son muy pocos los demonios que no piden a cambio lo que he mencionado"
"Hm... entonces es muy poco probable que salga ileso"
"Exacto, aunque, si llegaras a tener un trato con un demonio, es necesario que-" la pelirroja comenzó una larga explicación, manteniendo una mirada fija.
En un inicio le presté completa atención, pero conforme pasaban los minutos, lentamente comencé a distraerme en mis pensamientos mientras. Una imagen vino a mi mente mientras makima seguía hablando.
(Más HD imposible)
"Y dime, ¿qué estarías dispuesto a sacrificar por obtener poder"
Aquello me sacó de mis pensamientos, rápidamente note que el ambiente había cambiado a uno más pesado, ahora la mirada de makima parecía ver a través de mi alma, aunque seguía teniendo esa expresión habitual de ella, pero...
Pensé en unos segundos mi respuesta, era una buena pregunta, si un demonio me ofreciera en el trato un poder roto, ¿aceptaría pese lo que podría pedir ese demonio?
Antes de que pudiera responder, la puerta fue abruptamente abierta, llamando la atención de ambos, me di media vuelta para ver quién había entrado de forma tan repentina.
Encorvada, con el cabello marrón un poco desordenado, y sudando, una chica de vestimenta formal estaba apoyándose en la puerta de la oficina.
"Oh, un poco tarde, pero no importa, Jolius, te presento a tu nueva compañera, Kobeni Higashiyama, espero que se puedan llevar bien" comento nuestra jefa, pero en esas últimas palabras, estaba esa misma rara sensación que la vez pasada, esa forma de decirlo...
Ella parecía estar presentando dos perros entre si...
Decidiendo ignorar aquello, me acerqué un poco a la chica que estaba recuperando el aliento, queriendo presentarme de forma amable.
"Hola, es un gusto de conocerte, soy Jolius Joestar" dije, extendiendo mi mano para un apretón de manos, muestro una sonrisa amistosa.
"Un gusto! Perdona la demora, es que no me fijé bien en la hora!" ella se exalta, rápidamente respondiendo el apretón con sus dos manos envolviendo a mía.
"Hey, no te preocupes, es algo que le puede llegar a pasar a todos" respondí de forma comprensiva, ocultando parte de mi sorpresa por la actitud de la peli café, supongo que es muy asustadiza, en especial con los regañós.
"Lo mismo digo, bueno, ya pueden irse a patrullar, suerte" comento Makima, la cual permanecía serena.
En poco tiempo ya estábamos caminando por las calles de Tokio, donde todo lucia sumamente tranquilo.
Obviamente trate de iniciar una conversación con distintos temas, pero kobeni simplemente no parecía interesarle algunos de estos o simplemente no sabia de lo que hablando, y ya teniendo experiencia de lo que pasa si llegas al límite de la paciencia de alguien, cof! Aki Cof, decidí simplemente guardar silencio mientras caminábamos.
El tiempo paso lentamente, había veces que pensaba que había pasado 20 minutos, pero cuando veía la hora en mi reloj, en realidad había pasado 5 o 7 minutos.
El aburrimiento empezaba apoderarse de mi, pero esta tranquilidad es algo que nunca diría que se vaya, pues es mejor el estar aburrido que luchar contra un demonio.
Sin siquiera esperar respuesta, lance una otra pregunta al aire.
"¿por qué te has unido a los devil hunters?" Ahora que lo pienso mejor, esa es una pregunta que debía haber hecho desde el inicio.
"Eh?" Kobeni se puso tensa por un momento, para después bajar la mirada. "Bueno... estoy trabajando para poder pagar la universidad de mi hermano"
"Ya veo" dije, un poco extrañado, pues la forma en que lo dijo parecía como si ella estuviera diciendo parte de la verdad.
Habilidades que uno adquiere en derecho, supongo...
"Y tu? ¿por qué te has unido?" Pregunto la pelicafe, con un poco de curiosidad pero más parecía que lo hacía por cortesía.
"Hmm... te voy a ser sincero kobeni, lo hice por el dinero, aquí nadie contrata si no tienes experiencia laboral así que pensé en el único empleo que tiene seguro médico, un buen sueldo, junto demás beneficios, y que prácticamente no rechaza a nadie"
Hice una pausa, suspirando cansado.
"Claro, todo a cambio de arriesgar mi vida cada día"
Ambos hicimos una pausa en nuestra caminata, esperando que un semáforo se pusiera en rojo para poder cruzar, de forma distraída mire a mi alrededor, viendo a personas caminando, otros charlando, y un tipo rubio ayudando a Aki a caminar.
.
..
...
Espera, ¿que?
So
Después de esa autopapeada, me dirigí a donde estaba el duo extraño, algo que kobeni notó rápidamente.
"D- disculpa Jolius, pero debemos continuar con el patrullaje" ella señaló torpemente a la dirección en la que antes íbamos, intentando resaltar sus palabras.
"Nah, no te preocupes Kobeni, solo deja que vea lo que esta pasando allá, no tardo" dije de forma despreocupada, continuando mi camino hacia ellos.
No tarde mucho en llegar, el rubio me notó inmediatamente.
"Oe amigo, tu eres un devil hunter también?" Pregunto el Rubio, deteniendo su andar.
"Si, por que lo-?"
"Genial! Ya me estaba cansando de llevar a este cabeza de piña, ten!" De forma inesperada, prácticamente me lanzo a aki, provocando que casi me caiga.
"Hey! Más cuidado!" Dije, un poco molesto por la actitud del tipo, pero aún así ayude a aquí estar de pie.
El peli negro soltó un quejido junto a un murmullo, lo que hizo que alzara una ceja.
"Antes de que pienses mal, déjame darte el contexto" dijo el chico, teniendo ahora un semblante más neutral.
Di un asentimiento, esperando la explicación del chico.
"Bueno, verás, lo que sucedió es que yo y Aki-"
"El burro por delante" dije, interrumpiendo su explicación.
"... como contaba, estábamos patrullando, pero apareció el demonio de las bolas por sorpresa, y atacó a Aki queriendo sus bolas, lo derrote y ahora Aki está muy débil por el combate"
Esa es la historia más rara que he escuchado...
"Mentiroso..." murmuró adolorido Aki.
"Ya veo" dije, fingiendo creerle al chico, "llévalo a la sede, que ahora me encuentro ocupado".
Sin dejar tiempo para responder deje a aquí sobre una banca cercana, para inmediatamente irme.
El rubio dijo algo que no presté atención, prefiriendo volver al patrullaje.
En poco tiempo llegué con mi compañera, la cual solo pareció aliviarse un poco cuando me vio.
"Disculpa si demore, continuemos el patrullaje"
"No te preocupes, no tardaste mucho" respondió ella, a la vez que comenzábamos a reanudar nuestra caminata.
Los minutos pasaron.
Mi mente divaga entre diferentes pensamientos, simplemente para entretenerme.
Hasta que la música caracteriza del camión de los helados llamo mi atención.
"!" Rápidamente mire hacia el camión de los helados, el cual ya tenía unos cuantos clientes en filas.
Sin pensarlo mucho, me uní a la fila, lo que obviamente no pasó desapercibido para kobeni, la cual simplemente se quedo parada, esperando que terminara con lo que estaba haciendo.
Soy yo o está chica es muy paciente conmigo? A cualquiera podría haberse enojado rápido de mi comportamiento, pero ella más parece de esas personas que no te lo dicen de frente, creo que es tímida, supongo que eso explica algunas cosas.
Me siento algo mal por abusar de su paciencia o timidez, creo que le compare un helado.
En pocos minutos, ya estaba regresando con dos helados de vainilla, uno en cada mano.
"Toma" dije, ofreciendo el helado.
Esto pareció tomar por sorpresa a la chica, como si no creyera lo que estaba sucediendo, lo que me extraño.
"Muchas gracias" respondió ella, mientras tomaba el cono, una pequeña sonrisa agradecida apareciendo en su rostro.
Hice una pausa para ver por unos segundos a kobeni, para después concentrarme en mi helado.
- es linda cuando sonríe - pensé a la vez que daba un bocado a mi helado.
Obviamente no lo pensé de forma romántica, es demasiado pronto para sentir algo así por alguien que recién estoy conociendo, pero eso no me impide pensar que es linda.
Makima también lo es, y bastante, y no era el único que compartía esa opinión.
De forma repentina, Kobeni se tropezó, haciendo que su helado a medio comer cayera al suelo a pocos centímetros de ella.
Todo quedó en un silencio incomodo y tenso.
Kobeni comenzó a ponerse de rodillas, temblando visiblemente.
"Uh... hey... ¿te encuentras bien?"
Inmediatamente me quise dar un sape a mi mismo por hacer esa pregunta tan estúpida, obviamente no parece estar bien.
Ella me miró, lo que me permitió ver que tenía pequeñas lagrimas en sus ojos, junto a una expresión triste y avergonzada.
Rayos, está chica es más sensible de lo que pensé...
De forma torpe ofrecí mi mano para que ella se levantase, pues no sabía otra forma de reaccionar a este situación.
Ella tomó mi mano y se puso de pie, mientras se secaba con la manga del uniforme las lagrimas.
"Gracias" murmuró la peli café, manteniendo la mirada gacha.
Continuamos con el patrullaje hasta la hora que nos tocaba, volviendo a la sede para dar nuestro informe, obviamente omitiendo el tropiezo de Kobeni, más que nada por respeto y por si acaso, pues ella parecer ser muy sensible a ciertas situaciones, por lo que no quiero hacerla llorar.
Soy muy torpe en el tema emocional a decir verdad.
En fin, hoy ha sido un día tranquilo y algo raro, pero no me quejo.
CONTINUARÁ...
Hola! Buen día, noche o mañana, espero que se encuentren bien.
¿Que les pareció el capítulo?
Me gustaría saber sus opiniones.
Sin nada más que decir, les deseo mucha suerte y que les vaya bien.
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