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Down

Me quedo estupefacta sin mover un músculo de mi cuerpo. Xavier y Peter se quedan con la boca abierta. La actitud de Donny no sé a qué se debe, quiero entenderlo, pero quiero que me entienda también. No sé si siento algo por él o no, lo quiero como un hermano y hemos sido amigos desde siempre, no quiero arruinar nuestra amistad por eso trato de no besarlo.

—Olvídalo, Jess. No vas a besarme. Me voy —dice triste.

Donny está a mitad del camino y puedo alcanzarlo. Tiene los brazos cruzados y el ceño fruncido, es indicio de molestia hacia mi persona. Está enojado y hace muecas con la boca. Conozco a mi amigo como la palma de mi mano.

—No quiero comprender lo que piensas sobre mí, Jess. Solo quiero estar solo, me refiero a que no quiero estar contigo.

Las palabras que dice me hieren profundamente. Solo porque no lo bese no quiere verme, eso es ridículo. No es justo, es como si yo le diga que deje de verse con Green y así le hablo. Yo tengo mis razones, no quiero que salga lastimado por esa tonta plástica, es sencillo, me molesta que lo haga con niñas sin cerebro. Donny merece a una chica que lo ame profundamente, aceptando sus manías y todo de él.

— ¿Estas bromeando, cierto? —le digo—. Es estúpido, Donny. Ni siquiera me dejaste que te explicara mi razón. Somos amigos. Los amigos no se hacen novios ni salen juntos.

—No bromeo.

Un nudo en la garganta, ese que me dice «no te rindas y sigue adelante», pero a la vez me azota y empieza a contradecirse. La verdad no puedo estar sin Donny, es mi mejor amigo en todo el universo, siempre le cuento mis problemas y somos una uña y mugre.

—Donny no seas estúpido, amigo. —Peter y Xavier están a mi lado quien sabe desde cuándo, pero agradezco el apoyo—. No quiero que la obligues a hacer algo que no quiere. Somos los cuatro, siempre ha sido así.

—Solo hablaba de ella, no de ustedes. Ya está decidido, Jess.

Mi rostro no es normal, estoy molesta, no entiendo porque estoy actuando así cuando no debería de afectarme tanto.

—De acuerdo. Si tú lo quieres pues que así sea. —Me devuelvo hacia mi casa.

«Los amigos necesitan pelear para solucionar un poco más cosas entre ellos», como dice mi madre. Natacha Green obtiene a mi amigo con sus labios rojizos. Espero que Donny se dé cuenta lo falsa e insoportable que es.

Sin Donny los ensayos resultan sin ánimos. Nosotros terminamos de ensayar, recojo las cosas y cada uno se va a su casa. Mi teléfono no para de sonar, el chisme corre rápido y mas si se trata de Green.

«El novio de Green es Donny. La tonta de Jess está llorando por la noticia. Pobre ingenua, e pensó que su amigo se le iba a declarar. Comparte este mensaje a todos tus amigos»

«Eso ya lo sé, es noticia vieja y barata», pienso al ver el mensaje.

Dejo el teléfono a un lado y prendo el televisor. Necesito distraerme y no ver nada de chismes colegiales. Mi madre entra a mi habitación para darle el teléfono de la casa.

—Tienes una llamada de Xavier, cariño.

—Gracias, mamá.

Ella cierra la puerta suavemente y me lanzo en mi cama para arroparme con la cobija. Hablar un rato sirve y más si los chistes de Xavier son divertidos.

— ¿Supiste la noticia? —empieza Xavier.

—Sí. Alguien me envió un mensaje.

—Que idiotez, nena.

—Sí, apesta que éste con ella y no con nosotros.

—Bueno, te iba a decir otra cosa —dice sin prisa. ¿Qué está tramando Xavier? —. Tengo dos entradas para ver a San Antonio y me gustaría que fueras conmigo. Mis padres están insoportables y necesito huir cuanto antes, sabes cómo es mi madre cuando se pone fastidiosa.

—Claro. Tengo que lavar mi camisa.

—Nena, esa camisa no se va a secar, yo te compro una.

—De acuerdo, pero yo compro las salchichas y los refrescos. O te eructo el abecedario y tendrás que pagarme.

—Como digas, nena. Te paso buscando a las cinco en punto.

—Genial. ¿Qué haces?, ando súper aburrida y no sé qué canal ver.

—Están pasando "Planeta X"

—Que infantil. No quiero ver comiquitas, Xavier.

—Infantil tus nalgas.

—Las tuyas.

—Ni siquiera sabes cómo son mis nalgas.

—Claro que, si se como son, tonto. Te las he visto, Xavier.

—Que pervertida eres, nena.

—Pervertido tú. No tengo la culpa que siempre entres a mi casa cuando escapas de la tuya y te tengo que ver tus nalgas porque te crees mecánico, y siempre el pantalón se te enreda en el árbol.

La conversación se prolonga, tenemos dos horas hablando de cualquier cosa. Él me cuenta que le gusta una chica de la escuela, pero que no la ha invitado a salir pues teme que lo rechace de nuevo.

—Creo que tengo que romper el paradigma, Jess. Tener sexo con alguien me puede ayudar.

— ¿Sexo? ¿Te va a ayudar? ¿En serio?

—Sí, es la solución. Tengo que conseguirme una chica que esté dispuesta a fingir que lo hacemos y ya. Dejare de ser virgen y puedo estar con chicas a mi alrededor.

—Suena interesante si solo finge.

Xavier se queda callado. Espero en línea como me lo indica. Mientras tanto coloco una película en el DVD de misterio y sangre, odio las películas rosas y cursis, me dan escalofríos. Es mejor ver acción, aventura, suspenso, terror.

—Tonta, bájale volumen a tu cochina película de porquería —grita Summer.

—Cállate, Summer. Ve a charlar con el tarado de tu novio.

—Consíguete uno, aunque nadie te quiere porque eres fea.

—Zorra —le grito más fuerte.

—Niñas, dejen de pelear por favor —el grito de mamá es fuerte y ninguna nos atrevemos a decir ni una sola palabra.

—¿Quieres tener sexo conmigo, Jess?

—¿Qué? ¿Estás demente?

—Solo fingiremos. ¡Anda!

—De acuerdo.

—La fiesta de Queen es una perfecta oportunidad.

— ¿Cuándo es?

—Hoy.

¿Hoy? No estoy preparada para esto. Es una locura total.