Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 16

CAPÍTULO 16

Siempre había tomado a mi mamá de exagerada cuando hablaba de nosotros, sus hijos. En serio, ya saben, diciendo en cada uno de nuestros cumpleaños que somos lo mejor que le ha pasado en su vida y por supuesto, contándonos todo lo que sintió desde la primera vez que supo que estaba embarazada. Al menos yo he escuchado hasta los detalles del parto y el estado en que se encontraba la placenta en donde vivía antes de nacer. Asco, lo sé.

Yo nunca he entendido eso del amor instantáneo por un hijo. He visto miles de programas en donde las madres, al ver por primera vez a los hijos, comienzan a llorar y a sollozar que los aman más que nada. Es algo fuera de mi comprensión, sobre todo porque ni siquiera creo en el amor a primera vista. Bueno, excepto la primera vez que vi a Brad Pitt en Entrevista con el Vampiro, pero eso era potencialmente diferente.

Pero este es el día en que probablemente eso cambie, según mi mamá, ya que es mi primera consulta obstétrica. Debo de decir que de tétrica tiene mucho, ya que nunca he ido al ginecólogo. Nada más de imaginarme a un tipo viendo y escarbando mi "tesoro”, me pone muy nerviosa. Me da mucha vergüenza. No es como si fuera muy pudorosa que digamos, pero al menos necesitaría saber su nombre si el tipo o tipa me va a espiar allá abajo.

Caroli hizo un excelente trabajo informándome acerca del doctor que va a atenderme, pues resulta que quien lo hará es un tipo guapo que le encanta. Es su residente en las prácticas en el hospital público en el que trabaja. Si, aquel que dice parece modelo de tinte para las canas (No sé porqué mi hermana tiene una obsesión con tipos mayores). Nunca había visto a Caroli tan feliz, risueña y de buen humor como este día. Al menos no desde que asesinaron a la mamá de Bambi.

Al principio de la consulta, Roberto (Así se llama mi futuro cuñado), me pregunta cosas que no quiero que mi mamá escuche:

—¿Desde cuándo eres sexualmente activa?

—Desde el veinticuatro de enero, ¿no, Cecilia?—contesta mi mamá por mí, muy profesionalmente.

Típico, siempre pasa eso cuando voy a consulta en su compañía. Mi mamá se crispa al decir la fecha, ya que prácticamente apenas descubre que le mentí para salirme a tener sexo con JoaquínYo solía decirle que iba a todos lados con Andy y con David, pero en realidad eran puras mentiras piadosas. ¿Mi favorita? “Mañana tengo examen. Debo estudiar como loca” Es por eso que me sentí culpable y en un ataque de locura, se me ocurrió confesarle a mi familia el nombre del verdadero padre. Mi mamá estuvo aliviada de que no fuera ningún finlandés, y al menos saber se nombre le hizo sentirse un poquitín mejor. En alguien tenía que fijar su odio, ¿no?

Como sea, luego de las preguntas indiscretas, procedemos al tan secretamente anhelado ultrasonido. Es algo que me tiene emocionada, pero a la vez hace que me haga pis encima. Al fin sabré que esto no es un sueño (O al menos que no se trata de un bebé de comida). Roberto prende el famoso ecógrafo, y pasa otro instrumento raro en mi vientre, revolviéndolo y haciéndome cosquillas. No puedo evitar reír como loca, aunque el gel pegajoso que embarró me hace sentir incómoda.

—Niña, por Dios, ¡compórtate!—dice mi mamá, pellizcándome mientras esboza una sonrisa, como en los viejos tiempos.

Cuando mi estupidez me permite poner atención, veo que la pantalla negra se va aclarando poco a poco. Bueno, al menos eso es lo que dice Roberto ya que según él, el bebé también se estaba moviendo mucho. Si, seguro también estaba riendo, creo.

—Muy bien señoritas, al parecer todo está en orden—comenta el él, y luego, señala un punto en la pantalla. —Ahora, si se fijan en donde está mi dedo, podrán ver al protagonista de la tarde: el bebé de Ceci.

Yo comienzo a buscar el cuerpecito entre los espectros negros de la pantalla, pero no veo nada de nada. No creo que esa imagen sea de mis propias entrañas, más bien parece el radar de un barco busca-ballenas.

—Doctor, creo que este bebé no tiene cabeza, ¿es normal?

Roberto estalla en risas, Caroli hace lo mismo para seguirle la corriente, pero sé que en el fondo quiere matarme por decir lo primero que se me vino a la mente.

—No, "hermanita"—señala Caroli el monitor. —Éste es el bebé.

Lo que me señala es un punto, más parecido a una nuez que a un bebé. No le encuentro mucha fascinación al asunto hasta que me doy cuenta de que su corazón late desbocado. Si, justo como el mío cuando veo o abrazo a Nico. Lo compruebo más aún cuando prenden el sonido del aparato, un tum tum constante hace eco en la habitación y entonces, comienzo a creer en el amor a primera vista. Ya no hay duda, ese renacuajo negro e hiperactivo es mío y ya lo adoro más que a nada ni nadie.

—Es...súper—es lo único que me ocurre decir.

Algo explota dentro de mí, y no es algo que haya explotado antes. Todo parece real al ver la cosita que se mueve cada vez más rápido, como si estuviera bailando o queriendo llamar la atención.  El hecho de saber que ese pequeño bailarín va a ser mi hijo, es lo mejor que me ha pasado en mi mugrosa vida. ¿Saben lo que eso significa? Que voy a poder influir en alguien completamente y alienarlo a mi manera. Enseñarle todo lo que yo siempre quise saber y aunque se escuche muy gay, quiero llenarlo de amor por todos lados para que al verme, se sienta seguro. Que sienta al verme que está en casa, donde quiera que nos encontremos. Al paso que va mi vida, ese niño y yo vamos a ser felices juntos, caminando hacia el horizonte al atardecer. Solo él/ella y yo.

—Ceci, ¿no estás emocionada?— pregunta mi mamá que está a punto de llorar.

Yo ya lo estoy haciendo, así que no puedo burlarme de ella. Además, creo estar soñando despierta otra vez.

—Por supuesto. Más que en toda mi vida—le contesto, sonando muy madura por primera vez en muchos días.

Una enfermera imprime una foto para mí y antes de que se me olvide, le pregunto al doctor lo que Andy quiere saber desde que descubrimos que estaba embarazada:

—¿Es niño o niña?

—¿En verdad quieres saberlo? La sorpresa es más linda cuando te enteras del sexo hasta que el bebé nace—dice mi mama.

Ella qué va a saber. En sus tiempos no había aparatos tan avanzados y la sorpresa del sexo del bebé era más involuntaria que algo que planearas. Prueba de eso era mi hermano Christian, que tuvo que usar ropa rosada en su primera semana de vida porque mi mamá juraba y perjuraba que iba a tener su tercera hija.

—Me gustaría saber el sexo. La sorpresa es para los tibios del siglo pasado—me limpio el gel del vientre.

Caroli me hace caras, he manchado su blusa nueva. ¡Ups!, lo siento, tenía que verme decente para su novio doctor.

—Aún no es posible determinarlo, solo tienes siete semanas y los órganos sexuales aún no son perceptibles. Esperemos que en tu próxima visita te pueda tener buenas noticias.

Ok, aún el bebé no se cocina adecuadamente lo que está bien, se toma su tiempo para estar lindo. Yo también tardo horas arreglándome, así que no hay resentimientos. Quedaremos en que el bebé no es rosa ni azul, sino amarillo. Amarillo como un Simpson. Debo esperar unas cuantas semanas lo cual no me molesta porque mientras tanto, puedo organizar una apuesta con Andy y David sobre el sexo del bebé. Genial, seré rica porque ellos son súper malos adivinando.

Después de que Caroli coquetea un rato con el doctor y éste último me receta vitaminas prenatales, vamos directo a casa. Mi mamá está tan contenta porque nosotros parecemos felices: Caroli se consiguió una cita con Roberto y yo, tengo una foto que me prueba que tengo que madurar y como un reloj con su fastidioso tic-toc me dice que cuanto antes, Nico tiene que saber la verdad. La observo a conciencia e internamente me pregunto qué pensaría él si hipotéticamente este fuera su bebé e hipotéticamente fuera deseado. Mi corazón revolotea de felicidad solo de imaginar aquel universo alternativo en donde Nico llora conmigo al escuchar el corazón de nuestro pequeño Homero Simpson.

La culpabilidad vuelve a lanzarme punzadas en el pecho, así que lo decido: me doy una semana para decirle la verdad a Nico. Me prometo que antes de que ese tiempo acabe, Nico sabrá la verdad de alguna u otra manera. A pesar de cualquier consecuencia.

N/A: Hola a todas! Perdón por actualizar tan tarde, pero es que hasta ahora lo puedo hacer U.U Voy rapido a una fiesta navideña con mis compañeros de trabajo, por eso les agradezco rápido a ustedes, chicas lindas que se unieron a leer y más se convirtieron en mis ventiladores: a Vivii, a Marissa, a Camii, a Jessie, a July, a Diany, a Oxidian, a Alexia, a Hylan, a Pofy, a Jessica, a Luella, a Dulce, a Luisa, a Alliz, a Yoc, a Joyce. Estoy tan contenta de que comiencen a seguir la historia *---* En verdad, muchisimas gracias a todas y bueno, como pudieron ver este capi fue muy tiernito. Como es muy corto, creo que subiré un capítulo más antes de terminar el año, además de un fanfic alterno que mi amiguisimo Anthony Tesla me regaló por ser genial: un corto sobre la primera vez de Nico y Ceci. Es divertidisimo! Ok, me voy, que me esperan, ¿puedo contar con sus comentarios para ver qué opinaron? Espero que si, me hace mucha ilusión *3*

Les quiero!!

Ale ;) 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro