TᗯO | ᑭT. 2
V. Elijah
Terminaba de alistarme para salir por primera vez desde mi llegada, la ropa que elegí era abrigadora para el clima que se podía sentir en las calles de Seúl.
Habían pasado tres horas desde que ordené todo lo que estaba dentro de las cajas, fue tan cansado ordenar todo que hasta repensé en decirle a Ji Hyeok que dejáramos para otro día nuestra salida.
Pero me di una ducha para eliminar la tensión que había acumulado en todo mi cuerpo. Termino de ponerme los zapatos y revisar que llevara todo lo necesario, salí de mi nuevo hogar.
Cuando esperaba el ascensor escuche como dos personas hablaban, la curiosidad por ver quiénes eran volteé a ver y me encontré con Ji Min y una señora que desde la puerta del apartamento 207 le entregaba una lista.
Lo vi acercarse y giré mi rostro para no verme como una entrometida.
— Noona! Nos volvemos a ver — exclama emocionado al verme, entramos juntos al elevador cuando abre sus puertas.
—Hey! al parecer nos toparemos a menudo creo — era tan mala con las palabras que no podía igualar la alegría que desprendía el menor.
Bajamos en un silencio cómodo, parecía que la incomodidad que nos rodeaba al principio no hubiera existido, las ganas de querer aprender de Ji Min de lo que pudiera decirle me hacía recordar cuando yo estaba en su lugar.
Las ganas de querer enseñar de lo que somos capaces y de que podemos salvar vidas.
— ¿A dónde se dirige noona? — el castaño es el primero en hablar cuando cruzamos las puertas del lobby.
Volteo a su dirección, el frío de la noche provoca que se empiecen a poner de un color carmesí sus mejillas que parecen dos mochis.
— Eres muy curioso Park. Voy a juntarme con un viejo amigo y tú a dónde vas — con algo de inseguridad decido compartir mis planes.
— Voy a comprar unas cosas que necesita mi abuela — frota sus manos para generar calor.
Asiento ante sus palabras, caminamos uno al lado del otro para hacernos compañía, el supermercado más cercano quedaba a cuatro cuadras del edificio y la parada de buses quedaba en la misma distancia.
Las calles concurridas de la capital se veían tan animadas, los jóvenes salían a festejar que el fin de semana se avecinaba y podían salir y despejar sus mentes.
También eran los días en los que la sala de emergencias se llenaba a reventar por alguno de todos esas personas.
Al castaño le fascinaba hablar y yo solo podía hacerle entender que lo escuchaba atentamente en lo que esperábamos a que uno de los semáforos se pusiera en rojo, frente a nuestros ojos sucedió lo que menos quería presenciar hoy.
Un accidente se estaba dando.
El carro había atropellado a un joven que esperaba al igual que nosotros, la sangre se regaba por todo el pavimento y la figura delgada del chico se retorcía del dolor.
Salgo de mi estupor y corro en dirección del accidentado, mi instinto de ayudar salió al mando y empiezo la evaluación primaría, observo cada parte anatómica del chico hasta encontrar el lugar de origen del sangrado.
Estaba ensimisma en salvar al joven que nunca sentí en qué momento Ji Min esta de rodillas en el suelo conmigo.
—¿En qué la ayudo noona? — pregunta agitado el médico a mi lado.
Lo volteó a ver y con seriedad en mi rostro le doy órdenes para evitar que se desmaye el menudo chico — agarra mi móvil y llama al contacto que dice Ji Hyeok y lo pones en alta voz — sigue mis instrucciones mientras reviso las pupilas del pelinegro.
Escucho como Ji Min le explica a mi amigo lo que está sucediendo y acerca el aparato a mi rostro.
— Elijah qué está pasando...— escucho la voz del traumatólogo en mi oído derecho, le hago señas a médico para que vea lo que causa el dolor del chico.
Él entiende lo que quiero que haga mientras yo hablo con quién nos ayudará.
— Oppa hay un chico que sufrió un accidente, lo han atropellado, sigue consciente por el dolor, pero no creo que aguante tanto, le han provocado una fractura completa de tibia y peroné — dicho con falta de aliento — necesito que mande a una ambulancia para llevarlo a tu hospital — dejo el móvil en el suelo para estar lista de las indicaciones de mi superior.
—La ayuda va en camino Eli, ahora necesito que busques algo firme que mantenga a los dos huesos en su lugar en lo que llegan y procura que no se duerna o será difícil cuando estén en el hospital — proceso las palabras del traumatólogo y me pongo a buscar algo entre sus pertenencias que nos ayude.
—Está bien, te veo en uno minutos —.
Cuelgo y busco la mochila que traía consigo el pelinegro, encuentro unas espinilleras y las uso como inmovilizadores.
Le paso una a Park y yo volteo para distraer al chico y que siga consciente.
—Hey! Amigo ¿Cómo te llamas? — atrapo la atención del chico que me ve con ojos brillosos, siento como una ola eléctrica recorre mi cuerpo al conectar miradas.
Sentía como si esos ojos los hubiera visto en alguien más, en alguien con quien tenía una conexión.
Vuelvo a concentrarme y busco distraer al joven en lo que ayudo a poner la última espinillera, en eso escucho la sirena de la ambulancia acercarse.
Trasladamos al paciente en una camilla, observo como es subido al transporte. Le doy ordenes al paramédico de a dónde nos debemos dirigir.
Me acerco a Ji Min y le digo que vaya a casa.
—Yo me encargare del resto, ve a comprar lo que necesita tu abuela. Luego te cuento como sigue — con algo de duda asiente y da unos pasos hacia atrás esperando a que la ambulancia arranque.
Como el chico no venía acompañado subo con él, no quería dejarlo a su suerte.
Cierran las puertas y arranca el transporte, me despido de castaño con un asentimiento.
No estaba en mis planes pasar la noche en el lugar que pronto sería mi lugar de trabajo, sería una noche interesante.
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