Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

41

• G I N G E R •

Al parecer tuvimos razón con que en la cima de la torre se encontraba algo valioso, era algo que los guardias congregados a nuestro alrededor no tenían intención de dejarnos averiguar.

El miedo escaló por mi espalda, paralizando mis sentidos e impidiendome pensar con claridad.

Ante mis ojos Ivy librada su batalla, con alas afuera y lanzando rocas que producía con sus gemas. Por otro lado, los guardias enemigos respondían con lanzas de hielo que iban siendo esquivadas por una pared de fuego que Esdras y Teo se esforzaban por mantener viva.

—¡Corran escaleras arriba! —Ivy ladró la orden—. Nosotros los mantendremos ocupados.

No estaba preparada para esto, me sentí tentada a alejarme y cerrar los ojos hasta que esta pesadilla de destrucción terminase. Pero no había tiempo para eso ya que Circe, al percatarse de mi ensimismamiento, me tomó por el hombro y me arrastró con ella a toda prisa escaleras arriba por la torre.

No muy lejos, siguiéndonos los pasos estaban Aiden y Moll.

No me atrevía a decir que los dioses estaban de nuestro lado, nunca más, pero supongo que fuimos demasiado afortunados ya que no había más guardias arriba e incluso la puerta estaba abierta. Tan solo un paso más adentro y ya todo esto acabaría.

—Entren ustedes —dijo el rubio con respiración pesada—. Yo esperaré aquí afuera por si alguien intenta subir.

Eso nos dejó a Circe, Aiden y a mí sin otra opción que enfrentar lo que había allí dentro por nuestra cuenta. Al principio dudé, así que me quedé en el marco unos segundos preparándome para esperar lo peor.

Pero entonces el jadeo cortado de Aiden me hizo recapacitar, el príncipe tenía los ojos muy abiertos y se había detenido a medio paso del umbral, así que la curiosidad trepó por mi piel y me hizo asomar la cabeza.

Adentro había una niña bruja.

• ✧ •

Era la niña más bella que había visto en mi vida. Su piel pálida era perfecta y el tono uniforme, como si jamás hubiera sido tocada por el sol ni lastimada por error. Su cabello era un mar de rizos rubios tan claros que casi parecía ser blanco, sus labios al igual que las mejillas estaban pintados de un tenue rosa y llevaba un brillante vestido de capas moradas decorado con destellos dorados.

Ella era una bruja sin lugar a dudas, pero tenía los ojos cerrados y bueno... estaba levitando en medio de la sala con una escalofriante luz espectral a su alrededor.

—¿Está viva? —murmuró Aiden.

Su cuerpo flotaba a poca altura, sobre una cama de sábanas blancas que no tenía ni una sola arruga. como si nadie la hubiese usado en mucho tiempo.

—Creo que sí —respondió Circe mirando a todas partes en la sala.

A los lados habían libros grises atascados a más no poder en estanterías, todos estaban numerados y tenían las mismas dimensiones y características en los lomos. Los de menor número, eran bastante viejos y los de mayor eran más nuevos. Eso me recordó a la sala de registros de mi padre, así que me imagine que estos volúmenes serían algo similar. Como si alguien tuviera datos que precisara almacenar.

—Parecen ser apuntes —dijo Aiden hojeando uno de ellos—. Las entradas tienen descripciones de piedras y criaturas que jamás había visto.

Como Circe también sacó un volumen de su lugar, decidí hacer lo mismo y me aventure por el primero que captó mi atención y leí algunas entradas.


Devolví el diario a su lugar. Un hormigueo inquietante recorrió mis brazos haciendo que los pelos se me erizaran.

Pero por lo menos tenía una de las respuestas que necesitaba, y era que en esta sala no había guardias ni seguridad porque no era necesario cuidarla.

La bruja inconsciente era lo suficientemente peligrosa por sí sola.

—¿Quién es ella? —pregunte histérica—. ¿Cómo es que es tan peligrosa y no tiene gemas?

—Porque no las necesita —respondió Circe con calma—. Ella es magia pura, creadora de cosas sin sentido y ni razón.

—Hecate —terminó la frase Aiden.

• ✧ •

En algún punto empecé a derramar lágrimas sin motivo alguno ni percatarme.

Mi diosa estaba delante mio y no se veía bien, ni correcto nada de este lugar. Estaba viviendo una realidad miserable donde era sedada contra su voluntad y alejada de todos en este lugar rodeada de analgésicos.

Quien sea que se atrevió a hacerle esto a mi diosa, debía pagar.

—Tenemos que llevarla con nosotros —dijo Aiden.

—¡¿Acaso perdiste la cabeza?! —exclamó nuestra amiga—. Es una diosa, eso ya es ir demasiado lejos.

—Sea lo que sea que tengan entre manos, podemos llevarla con nosotros y chantajearlos para que se detengan. —Le echó una mirada de reojo—. Además, tengo la corazonada de que la están usando como arma contra nosotros.

—Aiden. —fue mi turno de intervenir—. No tenemos ni idea de a quienes nos enfrentamos. Robarnos una diosa sería demasiado arriesgado.

El tenso la quijada. Sus intensos ojos azules iban directo a la pequeña que flotaba en medio de la sala. Imagine que también estaba dolido por la situación.

—Si logran hacer una distracción puede que se salgan con la suya —vociferó Moll desde la escalera. Se escuchaba con un eco fenomenal.

Circe frunció el ceño antes de gritarle de vuelta:

—¿Desde hace cuanto nos estás escuchando?

—Pues desde que empezaste a gritar sin control —dijo en tono desaprobatorio—. Este es mi plan: usamos las bombas que Demi nos dio para emergencias, abrimos un gran boquete por el cual podamos salir corriendo, los guardias nos persiguen y en medio de toda la conmoción, Aiden permanece junto con la rehén hasta que se compruebe que no hay problema en salir y la lleva consigo hasta el portal.

Eso sonaba... no tan descabellado.

—No lo admitiría en voz alta para que no me escuche, pero creo que tiene razón —dijo Circe en un hilo de voz.

Pues listo, habíamos acordado reventar un lugar religioso porque no teníamos otra opción.

Algo me decía que al momento de nuestra muerte, ninguna de nuestras almas se ganaría el perdón divino.

Aiden se dispuso a acercarse con cuidado a la cama de Hécate, como si tuviera miedo de quebrarla al tocarla, pasando su brazo debajo de su cuello y el otro detrás de sus rodillas. Cuando su piel tocó la de la diosa, el brillo fantasmal desapareció. Regresó la gravedad a su cuerpo y ella cayó en los brazos del príncipe.

Ahora que la diosa perdió el brillo, se veía más normal. Como una brujita linda de diez años y nada más que eso.

—Esto sonará muy extraño pero creo que viéndola bien, se parece un tanto a Aiden —esbozo Circe.

A decir verdad, tenían la misma línea de la mandíbula, misma nariz y misma forma de los labios. También la textura rizada del cabello era similar, haciendo que las únicas diferencias fueran la piel de alabastro y el tono tan pálido de su melena.

Me pregunté, si ella tendría los ojos tan azules como Aiden.

El príncipe de las brujas, observó por un largo momento a la pequeña diosa que dormía en sus brazos, con una respiración ligera y casi imperceptible. El también, había notado que no era justo nada de lo que estaba pasando en este lugar, que su poder estaba siendo usado contra almas indefensas.

—Hagamos volar el pabellón —dijo finalmente.

• ✧ •

Descendimos por las escaleras hasta toparnos de nuevo con la batalla de Ivy, Theo y Esdras contra los guardias. Estábamos ganando ya que habían bajas del lado enemigo y la pared de fuego que los protegía seguía intacta.

Bien.

Tal como habíamos acordado, Aiden permaneció en la cima de la torre con Hécate en manos, esperando el momento en que desalojaramos el pabellón para poder salir con tranquilidad.

—Terminemos con esto Moll —le ordene con la respiración entrecortada por la corrida.

Lo siguiente que hizo el brujo de cabello rubio lo vi en cámara lenta.

Sacó una botella de vidrio de su bolsillo y le prendió una mecha de fuego en la boca. Lo lanzó por los aires, sobre la cabeza de nuestros amigos y en dirección al lado enemigo.

—¡Muevanse! —grito Circe con todas sus fuerzas.

Ivy fue la primera en captarlo, y haciendo un esfuerzo descomunal, tomó a Theo y Esdras para alejarse volando de la zona donde el vidrio impactó al concreto.

La pared estalló, al igual que los cuerpos de los guardias.

La onda de sonido de la explosion me echó hacia atrás, mis oídos resonaban con un pitido insoportable, pero nada de eso me importaba porque estaba viva, respirando.

Mi vista se nublo, no podía distinguir nada gracias a la nube de polvo que se elevó por la explosion, solo podía escuchar algunos gritos distantes y a mi lado alguien que estaba tosiendo en seco.

—¡Corran! —Esa era circe—. Hacia el portal de los elfos.

Me puse en pie y corrí a través de la nube de polvo, siguiendo un rastro de luz brillante hasta que el mundo se hacía cada vez más nítido y entonces pude distinguir las afueras del pabellón de las brujas.

Estábamos justo al lado del árbol de los elfos, debía ser muy fácil cruzar la extensión de terreno que nos dividía para llegar hasta allí y escapar de este mundo antes que se nos agotase el tiempo, pero tal como Moll lo había previsto, teníamos compañía.

Todos los guardias que estaban custodiando las entradas exteriores, ahora nos estaban rodeando.

—Creo que es momento de que Ivy ponga a prueba un poder sensacional que heredó de sus padres todopoderosos y que hasta ahora lo tenía oculto para que nos salve el trasero —hablo Esdras con las manos en alto en señal de rendición.

—Los únicos poderes que tengo ahora mismo son los que me dio el ron que me trague esta mañana —masculló la mestiza como respuesta.

—¿De casualidad no te queda algo? —pregunto ahora Theo—. Si esta será mi muerte por lo menos no quiero estar del todo sobrio.

Yo también iba a pedir ron para despedirme de este mundo cruel, pero entonces los guardias empezaron a caer, uno por uno.

¿Qué diablos?

En sus lugares, y sin necesidad de que alguien moviera un dedo, todos los guardias cerraron los ojos casi en sincronía, sus cuerpos impactando al suelo con golpes sordos y fundiéndose en lo que espere fuera un sueño profundo.

—No durarán mucho tiempo —gritó la voz de alguien a la distancia, pero no la veía por ningún lado.

Parecía como que se había metido en mi cabeza.

—Es Lauren —dijo Ivy con los ojos muy abiertos.

—Corran antes de que despierten. —nos volvió a indicar la voz.

Entonces volvimos a correr por nuestra vida, saliendo del pabellón y adentrándonos en el único lugar que se interponía entre el portal y nosotros.

El mercado de las brujas.




_____

N. A. 

Ustedes ni se imaginan todo lo que tengo planeado para este mes. Será tan increíble que tomare vacaciones en noviembre.

En otras noticias, tenia planeado compartir con ustedes datos curiosos sobre esta trilogía (si, a partir ahora será trilogía). Tengo un montón de pines que me sirven de inspiración, historias de personajes que nunca conté, ideas que descarte pero aun tengo guardadas y me pareció que a alguien le gustaría ver eso. No decido aun si subirlos a Instagram o hacer otra historia aquí en Wattpad para eso, ustedes elijan. 

Como sea, el link de mi Instagram esta en mi perfil y son libres de seguirme o ir a desahogarse  en mi dm, lo que sea XD.

Hasta la próxima semana amores<3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro