38
• L U C A S •
Me desperté al primer golpe sordo que recibió la puerta.
Con apenas un ojo abierto, comprobé que aun era de noche. Sea lo que sea que haya sonado, imagine que debió ser una roca contra el casco de la nave. Así que hice caso omiso, y volví a cerrar los ojos, acunando mi cara contra el torso de Aren.
Otro golpe sordo, y escuché como esbozaba una maldición el tritón antes de vociferar lo siguiente:
—Sea quien sea que está del otro lado, puedes seguir tocando la puerta pero igual seguiremos ignorandote. No estoy de humor para juegos estúpidos antes de que salga el sol.
Por un segundo, eso parecía haber puesto en su lugar a quien quiera que estuviera del otro lado de la entrada al dormitorio de Aren.
Pero luego respondieron.
—Tocamos porque era lo más cortes, pero no tendríamos problemas con derribar la puerta o escabullirnos por tu ventana si así lo quisieramos. —habló la inconfundible voz de la arcángel lider Kara.
Aren tras un largo suspiro llevó dos dedos al tronco de su nariz y se tomó un momento para aplacar su enojo combinado con sueño.
—Ve a ver que quieren, debe ser importante —le pedí en un susurro.
Él asintió y se paró dispuesto a enfrentarlas, pero le detuve con un almohadaso en el segundo en que reparé que él seguía desnudo.
—¿Qué? —se quejó con un tono infantil.
—Cúbrete con algo —apunté a la almohada en el suelo.
Aren se cruzó de brazos.
—No es mi culpa. Ellas son las que decidieron molestar a una pareja en su dormitorio a altas horas de la madrugada, que se abstengan a la consecuencias —dijo lo suficientemente fuerte como para que fuera escuchado del otro lado.
Era obvio que Aren y yo no estuvimos jugando a las cartas precisamente... pero yo era partidario de que esas cosas se debían dejar a la imaginación y no ser tan obvio.
O tal vez aun me daba vergüenza estas cosas y ya está pero eso era algo que no aceptaría por lo menos hoy.
—Si no abres en cinco minutos derribaremos la puerta —se defendió Vela.
Aren y yo sostuvimos una guerra de miradas por el tema de su desnudez, no quería dejarlo salir así y que-
—Es Ivy —nos cortó la voz de Kara—. Creemos que nos envió una señal.
No sabría explicar cómo, pero tan sólo sé que estaba en la cama con Aren de frente y después ya no.
Con las sabanas engurruñadas en mi mano para tapar la parte inferior de mi cuerpo, abrí la puerta de la habitación y tres ángeles con sus trajes de batalla me esperaban del otro lado.
Las facciones tiernas y suavizadas de Poppy destilaban preocupación, Vela tiraba más a la frustación y Kara parecía perdida. Sea lo que sea que sorpecharan, no parecía nada bueno.
—¿Qué le pasó? —pregunté con un hilo de voz.
Kara parpadeó, como si la despertara de una idea lejana, se recompuso y aclaró la garganta.
—No tenemos certeza de que sea o este, es decir. —Negó con la cabeza para ordenar sus ideas—. Es el cielo. Verás, hace unos momentos hubo un espectáculo de estrellas a la lejanía. Miles de ellas cayendo y revoloteando sin sentido, jamás había visto algo igual.
Fruncí el ceño.
—¿Eso que tiene que ver con Ivy?
Poppy se relamió los labios mientras me perforaba con sus ojos lila.
—Hemos pasado mucho tiempo observando las estrellas como para saber que algo es inusual. En otros tiempos, diría que fue obra de Izar. Pero como él no está entre nosotros...
—Piensas que fue obra de su hija. —terminé la frase por ella.
Poppy asintió una vez.
¿Ivy era capaz de hacer cosas con las estrellas?
Vaya, y yo tantas veces que la creí una buena para nada, más que buscar problemas, robar dulces y sacar de quicio a las Wiccianas.
Aunque por otro lado, era de esperar. Ivy siempre fue mejor que la mayoría para dominar la magia.
Una sonrisa se asomó en mis labios.
—El problema es que, no sabemos si es una señal de auxilio. Creemos que está cerca pero no sabemos si realmente sea ella.
No podía estar en peligro. Ella era el ser más valiente que conocía en todo el mundo, así que resultaba difícil de concebir una posibilidad así.
—¿En que dirección vieron las estrellas? —cuestionó Aren, quien hasta ahora decidía hacer acto de presencia en la conversación.
Gracias a una fuerza omnipotente que yo desconocía, me hizo caso y ahora utilizaba pantalones.
—A estribor —respondió Vela con voz firme.
Aren calculó unas cosas un momento antes de responder.
—Pues en esa dirección, está Quisqueya, el pueblo de los elfos. Lo que me lleva a intuir que en efecto podría tratarse de su amiga.
Creo que Kara palideció un poco.
—¿En cuanto tiempo llegaremos allá? —le pregunté.
—Pues en medio día como mínimo. Estamos muy cerca y la última vez que revisé, el viento estaba a nuestro favor.
Ellas intercambiaron miradas. Una de esas conversaciones silenciosas que solo ellas comprendían.
—Volaremos el resto de la noche hasta llegar con ella si es necesario —sentenció Kara en voz alta.
Aren asintió serio.
—Yo haré lo posible por movilizar la nave y llegar tras ustedes a tiempo. En caso de que las cosas estén mal y sea necesario ayudar, creo que la tripulación podría ser de ayuda.
Me volví hacia el con ojos muy abiertos y rebosando de agradecimiento.
Aunque ella no fuera su persona preferida en el mundo, Aren era lo suficientemente maduro como para separar sus sentimientos de esta situación.
Sin que nadie lo notara, tomé su mano y la apreté para hacerle saber mi gratitud.
—Bien, es hora de lanzarnos al cielo y desplegar las alas —bramó Vela con un bramido repleto de repentina adrenalina y determinación, al cual las otras dos respondieron con sonrisas complices. —Es hora de salvar el trasero de mi hermana.
━━━━━━━━╮• ✧ •╭━━━━━━━━
N.A. No encontraba mejor forma de agradecer que actualizar para celebrar la buena noticia. Ayer Academia de Brujas fue top 1 en fantasía y aun no me lo puedo creer!
GRACIAS!!!
Hacen que este pasatiempo valga cada segundo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro