Estoy a días de terminar el servicio social (en el momento que publique esto, ya lo habre terminado), que es el lugar donde trabajas sin paga para agradecerle a la nación por apoyar en tus estudios. O algo así.

Y aunque casi todos odien esta etapa, a mí me ha gustado, porque me ha dado la oportunidad de poner en práctica todo lo que ví en la carrera. Me ha tocado atender a todo tipo de gente y he descubierto que no me caen mal los niños, que se me da bien anestesiar y mil cosas más.

Siento que toda esta etapa se sintió como todas las canciones de Taylor Swift sobre salir adelante, porque al inicio, si me costó mucho pero de esa situación ya hablaremos en otro capítulo jajajaja. Pero si, fue duro en un inicio, hasta que ví que es verdad que el tiempo pone las cosas en su lugar.

He ganado madurez, confianza, seguridad y supongo que me he vuelto más extrovertida. Seguramente, si hubiera terminado haciendo el servicio en otro lugar, seguiría siendo la misma chavalita que entro. Pero hoy me siento muy segura de lo que se, de mis habilidades y se que quiero hacer cuando ponga mi consultorio.

Ha sido un año un poco solitario, porque no he logrado hacer tantos amigos como en la escuela, pero me debo recordar que esto es un trabajo y las cosas cambian, pero no por eso me siento mal. He perdido y ganado en otros aspectos. Estoy feliz de que las cosas hayan sido de esta manera porque me han mostrado que soy más fuerte de lo que creía... La verdad, no habria podido escoger mejor lugar para hacer mi servicio y estoy feliz por las personas que conoci, que me quisieron mucho y me brindaron su confianza y apoyo.

Siento bonito cuando mis pacientes me dan cosas pequeñas por haberlos atendido, ya sea una sonrisa o un simple gracias. Es padre ayudar a la gente y ver sus caras de alivio, de felicidad. Me gusta mucho esto.

Lo que no me gusta tanto es cuando la gente me hace menos por verme chiquita, que me juzga y bueno.... Está feo porque se mucho. Me he dado cuenta de eso y las doctoras con las que tuve el honor de trabajar, me lo han dicho.

Aunque me he sentido un poco sola, la verdad es que también lo extrañaba. Es divertido escuchar música de Taylor y 5sos mientras atiendo a pacientes, sin que nadie me cuestione por eso. Es bonito llegar a la clinica, tener el consultorio solo y poder escribir en mi cuaderno que llamo "el manuscrito" (luego explicare el porque de ese nombre). También es fantástico salir y tomar el camión de regreso a casa sola, porque aprecio mi compañía... Estaba cool regresar a mi casa caminando cuando iba en el turno matutino, porque me sentía libre y veia cosas que no ves cuando vas en camion, como las flores que crecen en el concreto, la brisa de la ciudad, el canto de los pajaros y esas cosas.

Me gusto esta etapa y creo que será de esos recuerdos que tendré siempre presentes, porque me han formado como persona. Creo que ha sido el año en el que más he cambiado y para bien.

Tengo una carpeta con musica en la computadora del consultorio. Se llama como yo y tiene musica de Taylor, Olivia y 5sos. Es como mi legado, una forma de dejar una parte de mi y que deseo que a los demas pasantes les guste la seleccion de musica. Me gustaria que la gente vea esa carpeta y digan "diablos, no se quien era yeye pero que buen gusto tenia".

Hoy que ha sido mi ultimo dia, me he sentido muy valorada y he llorado mucho porque me siento muy agradecida por lo que vivi, porque las cosas que veia como tragedias en realidad fueron una bendicion. Todo ocurrio por algo y es bonito darme cuenta de que la gente que quiero mucho tambien me quiere. No es un adios, es un hasta pronto. 

Se que me faltan muchas cosas por aprender, pero este año me ha dado las bases que por culpa de la pandemia, no tuve... Y se que esto tenia que terminar porque se vienen cosas muchisimo más padres para mi pero uno nunca deja de extrañar los momentos donde fue feliz y se que todo este año sera asi, porque aunque tuvo sus altas y bajas, la verdad es que la mayor parte me encanto. Si pudiera, lo repetiria todo sin pensarlo.

He checado mi salida por ultima vez inundada de lagrimas y con los brazos llenos de amor. Y esta bien llorar, porque quise ese lugar y en fin. Creo que jamas olvidare los abrazos de mis pacientes chiquitos, sus sonrisas y eso. Al paciente que solo queria que yo lo atendiera, a la señora que me preguntaba todo lo que iba a hacer, a la doctora forense, al señor que me conto de sus viajes a Francia pero no se dejo hacer extracciones porque no se lo recomendaba su medico particular... Muchas cosas. Espero haber dejado una huella buena.

Se ha cerrado una puerta, pero se abren mil más. Todo lo que pierdes es un paso que das.

Solo me queda agradecer infinitamente por todo el amor, la experiencia y la confianza que se me brindo. Ahora voy por más.