Nunca creí poder hacerme adicto a algo, pero creo que rápidamente me are adicto a su aroma, todo ella era dulce, la combinación del olor de su cuerpo, su crema, su perfume, su pelo, su pelo, este tan sedoso que no puedo dejar de acariciarlo, verla dormir es muy placentero, si me viera fácilmente creería que soy un acosador.

Pero no podía dormir, sentía que si dormía al despertar seria todo un sueño, y soy tan egoísta que quiero que dure un poco más, quería memorizar su espalda desnuda, la tranquilidad de su rostro mientras duerme.

A parte como dormir, cuando aún no me recupero de las sensaciones de anoche, cuando una y otra vez lo revivo en mi mente, cuando mis dedos suavemente vuelven a seguir el camino que recorrieron anoche, desde sus mejillas, cuello, espalda, cadera, piernas, todo, como dormir cuando mis labios queman por volver a posarse en cada parte de ella.

El ruido de la alarme me advierte que debo ponerme en una posición menos comprometedora, pero me es imposible despegar mi vista y mis dedos de ella.

Por un segundo mi mundo se detiene, mi respiración falta y el pánico se apodera de mí, y todo por su mirada clavada en la mía.

-perdón..- lo que voy a decir es callado con un beso, un suave beso de ella.

Un beso tan casual, como aquellos que se den las parejas diariamente, como una rutina, como algo tan casual y cotidiano, y yo como estúpido por dentro ahogándome en mi felicidad, porque si, ese simple gesto es capaz de llevarme a la inframundo y regresarme.

En el desayuno me conto todo lo pasado con su, ahora se, su exnovio, y el porque estaba aquí, para ser sincero me tranquilizo el hecho de asegurarme que ya no sentía nada por él, lo que nos llevó a platicar de nosotros, me dejo expresar mi deseo de estar bien con ella, de formalizar una relación.

Nunca en la vida he debatido tanto un tema, como en este momento para defender mi punto de una relación. Que si, sus puntos para no hacerlo son correctos, pero después de tantos años y fama, me gane el derecho hacer lo que desee.

Camino a la compañía, acordamos salir, conocernos, pero sin formalizar nada, solo hablarle con el CEO, y esto quedaría a expensas de lo que el decidiera, para lo cual claramente no puso objeción.

A decir verdad, nadie lo puso, pero mi mayor miedo era el cómo lo tomaría Ryeowook, que lo toma muy bien.

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Después de casi 3 meses de aceptar mis sentimientos por Jong Woon, todo ha estado muy bien, no puedo decir que llevamos una relación normal, ya que los dos estamos muy ocupados cada quien con su respectivo trabajo.

Jung Suk, paso a ser un gran amigo, que siempre mantiene su distancia cuando Jong Woon está cerca, ya que no puede ocultar sus celos, pero tengo que aceptar que es adorable a su manera.

Aún seguimos sin anunciarlo públicamente y preferimos seguir así, todo es más tranquilo.

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La bañera tira un poco de agua con cada movimiento, por mas suave que sea, disfruto mucho su presencia, no es quien deseo tener a mi lado, pero es mejor que nada.

-vamos, si dejaste a Yesung joderte, porque a mí no- dice dando mordidas a por la línea de mi mandíbula.

-simplemente porque Yeye me interesaba para mas, tu no, tu solo eres un entretenimiento, además no te puedes comparar con el.-cierro mis ojos, dejándome llevar por la excitación de las pequeñas mordidas. –quiero otro juguete.

-lo que quiera el "Little princes"- sus manos recorren mi cintura, mientras sus labios bajan a mi cuello.

-quiero a Jeonghan- poso mi mano sobre su nuca, para hacer que me mire a los ojos, haciendo un puchero y mi voz saliendo tierna y aguda. –me lo darás Donghae-hyung?