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Capítulo 9 Navidad Con Johann

Después del incidente en la cafetería, las cosas no tardaron en volver a la normalidad, en un par de días. Yessabell anduvo de aquí para allá con sus guardaespaldas, con quienes no hablaba para nada, dejó en claro desde el primer día, dónde podían comer y lavar sus cosas y eso fue todo.

Y afortunadamente, solo pocos vieron a sus guardaespaldas como una exageración. Se mantuvieron en el aula de clases; cerca de la puerta. En la cafetería; en una de las mesas o parados en los rincones y en la casa; seguían cada paso que Yessabell daba. El viaje en camioneta era de lo más aburrido. Malcom manejaba y Ezra, se sentaba con Yessabell en el asiento de atrás, pero ni así, lograban mantener una conversación. Ambos eran extremadamente serios y Yessabell estaba más enojada que nunca.

Cuando conocieron a Derek, casi lo derriban, pero Yessabell aclaró la situación y le pidió que fuera con ella, como su tercer guardaespaldas pero más amigable, a lo que Derek, dijo que sí. Sin embargo viajaba en la parte de enfrente con Malcom, pues Ezra insistió en que Yessabell necesitaba protección y ella no pudo hacer nada más.

El último fin de semana, antes de las vacaciones de Diciembre.
Yessabell estaba en la cafetería, poniendo servilletas en las mesas, mientras Kristen terminaba de ensamblar la máquina de cappuccinos, pues después de la última vez, Derek prefirió ya no hacerlo.
Milo estaba tirando la basura y Derek, terminó de colocar los arreglos de navidad. Los guardaespaldas de Yessabell, estaban terminando de cerrar las cortinas del lugar, por lo menos en algo ayudaban. El Sr. Ben, estaba detrás de la caja, mientras su esposa estaba sentada en una mesa viendo la pantalla, un programa del último desfile de Victoria Sicret, antes de ser interrumpido por un corte informativo.

-Informe de último momento -Dijo una mujer en traje negro, desde la pantalla -Ayer por la noche, fue encontrado el cuerpo sin vida, de la adolescente Morgan Freeman, una chica de tan solo 18 años de edad. Sus características, coinciden con el modus operandi del asesino en serie "El asesino de la noche". Presentaba varias marcas de arma blanca y marcas en las muñecas y tobillos. -Una foto de la chica apareció a un costado de la pantalla -Como pueden ver. La chica era de características similares a las demás víctimas. Piel clara, cabello castaño, una chica delgada y alta. Más adelante, tendremos más información.

-¡Dios mío! -Exclamó la Sra. Jones y a continuación, apago el televisor -Pobre chica, jamás volverá a ver la luz del sol. Jamás volverá a reír, o a conocer el amor.

Todos se quedaron en silencio, mientras el Sr. Ben, se acercaba a su esposa y la calmaba.
Unos minutos después, el Sr. Ben le dio su paga a cada uno y les deseo feliz navidad.
Yessabell salió, junto con Derek y sus guardaespaldas. Kristen y Milo se quedaron a esperar a los Sres. Jones.

-Mañana te espero a las 7:00am -Dijo Yessabell, antes de que Derek bajara, cuando llegaron a la casa de él -Se puntual.

-Lo seré -Derek cerró la puerta y Yessabell bajo el cristal de su puerta -Nos vemos mañana Yessabell.

-Adiós -Yessabell subió el vidrio y Malcom los llevo a casa.

-Seguro que ustedes también van ¿No? -Preguntó Yessabell, mientras Malcom, los llevaba a casa.

Malcom la vio por el retrovisor y asintió.

-Así es Srta. Lovato -Contestó Ezra, a su lado.

-Por favor, cuantas veces tengo que repetirlo -Yessabell volteó a verlo, desesperada. Sus ojos verde esmeralda, se encontraron con los hermosos ojos azules de Yessabell. Era como ver una piedra preciosa, a Yessabell, realmente le encantaba verlos -No me llamen así. Soy Yessabell y punto.

-¿De verdad odias tanto tu apellido, que no te gusta que te lo recuerden? -Preguntó Ezra sin ninguna emoción en el rostro.

-No odio mi apellido, es lo que mi padre me dejo, a parte de otras cosas -Yessabell regresó su mirada a la ventana -Es solo que los maestros me llaman así, no quiero sentir, que sigo en clases.

-Está bien Yessabell -Dijo Malcom, dando por terminada la conversación.

Era la primera vez que mantenía una conversación, por más de un minuto con ese par, lo que la hacía sentir un poco segura.

A la mañana siguiente, Yessabell se levantó a las seis, la noche anterior había preparado una pequeña maleta, la verdad no necesitaba llevar mucho, pues en casa de su mamá tenía mucha ropa.
Se puso una blusa blanca, unos jeans rojos a juego con un saco negro y un abrigo negro. Busco unas botas negras sin tacón, tenían una ligera capa de tela de lana por dentro, lo que las hacia calientes. Se las puso y prefirió dejar su cabello suelto, para que le brindará calor. Buscó unos guantes y un gorro en su armario, encontró unos guantes rojos con gris y un gorrito tejido, de color negro, con lentejuelas.
Tomó su maleta y salió de la habitación. Ezra y Malcom, estaban afuera de su habitación, no llevaban maletas, pero estaban arreglados para salir al frío, con sus típicos trajes negros y abrigos hasta las rodillas. Yessabell se acercó a ellos, llevando su pequeña maleta.

-¿No conocen otro color, más que el negro? -Preguntó Yessabell mientras Ana, salía de su habitación.

-¿Ya te vas? -Preguntó Ana, aún en pijama.

-Sí, llegar a casa es tardado y no quiero que mi mamá se preocupe -Contestó Yessabell -¿Y tú a qué hora te vas?

Ana, Philip y Yessabell, eran los únicos que saldrían. Nicolás y Renata, se quedarían a esperar a sus familiares. Sonia y Marisol, visitarían a sus familias hasta año nuevo.

-Mi padre mandará a buscarme, en un par de horas, solo necesito arreglarme -Ana se acercó a ella y la abrazó -Que pases una bonita navidad y un buen año nuevo.

-Muchas gracias Ana. Te deseo lo mismo. -Yessabell comenzó a caminar a las escaleras -Me llamas en cuanto llegues a casa.

-Ok, tú haces lo mismo -Dijo Ana perdiendo de vista a Yessabell y sus guardaespaldas.

Afuera estaba empezando a nevar, y el frío era más fuerte que antes.

-¡Dios mío! -Exclamó Yessabell, mientras se abrazaba a si misma -Esta helando -Apenas había abierto la puerta y ya podía sentir, su cuerpo congelándose.

-Dame tu maleta, la guardo en el maletero -Dijo Malcom.

-Ok, pero cuidado, las escaleras están congeladas -Advirtió Yessabell, mientras le entregaba su maleta.

-Soy precavido -Malcom bajó las escaleras sin ningún problema y llego hasta la camioneta.

Yessabell y Ezra salieron. Yessabell cerró la puerta y al primer paso que dio, resbalo.

-¡Cuidado! -Ezra la ayudó a levantar y Yessabell se sacudió la ropa -Creo que no fuiste cuidadosa.

-Puedo sola -Yessabell se apartó de Ezra y camino dos pasos más, antes de volver a caer.

Ezra no pudo evitar reírse. Cosa que a Yessabell, dejo hipnotizada. Su risa era un hermoso sonido, igual que su voz, varonil y suave. Sacudió sus pensamientos e intentó levantarse.

-Te ayudo -Ezra se agachó y la levantó en sus brazos, Yessabell se sujetó a su cuello y no apartó su vista de él, ni siquiera protesto. Podía sentir el calor emanar del cuerpo de Ezra, un calor agradable.

Llegaron a la camioneta y Ezra la dejo en sus pies, para que entrará. Abrió la puerta y Yessabell entro, un poco ruborizada. Cerró la puerta y Ezra camino hasta el otro lado para sentarse junto a ella.

-Todo listo ¿Podemos irnos? -Preguntó Malcom.

-Si claro, como Derek no viene, podemos irnos -Contestó Yessabell sarcásticamente.

-Lo siento, lo había olvidado -Dijo Malcom, mientras observaba los vidrios empañarse.
Yessabell se inclinó entre los asientos de enfrente y acerco su mano al tablero.

-¿Puedes encender el parabrisas? Creo que así se vería mejor -Sugirió, con sabiduría.

-Ahora eres una experta en autos -Contestó Malcom -Ahí viene tu novio -Señalo por el cristal.

-No es mi novio, suena el clackson para que sepa que estamos aquí, seguro que por los vidrios empañados ni nos ve -Yessabell regresó a su asiento, no sin antes, pegarse en la cabeza y caer en las piernas de Ezra -Lo siento -Se regresó a su asiento y por el rabillo del ojo, vio a Ezra, intentando reprimir una sonrisa.

Malcom hizo sonar el clackson y Derek se aproximó a ellos. Abrió la puerta y entro, con una pequeña maleta que bien podía llevar en las piernas, pero que Malcom, insistió en que se la diera para llevarla al maletero.

-Ahora sí, vámonos -Dijo Malcom, poniendo en marcha la camioneta y saliendo a la carretera.

-¿Cuánto tardaremos en llegar? -Preguntó Derek, volteando hacia Yessabell.

-Más o menos ocho horas -Contestó Yessabell, reclinada en su asiento -¿Por qué?

-No sé -Se encogió de hombros -¿Qué vamos a hacer en ocho horas?

-Puedes dormir, leer, escuchar música -Yessabell le sonrío -Ingeniátelas.

-¿Tú que harás? -Preguntó Derek, con una sonrisa tierna.

-Leer -Le mostro un libro de bolsillo, de Shadow Falls -Y traigo mi iPod. Podemos poner la radio -Se inclinó entre los asientos de enfrente -¿Puedes poner la radio? -Le pregunto a Malcom.

-Claro -Contestó secamente y apretó el botón de encendido, en el equipo de sonido y buscó una estación de radio.

Yessabell permaneció ahí, viendo como cambiaban los números en la pantalla, buscando una estación. Hasta que llegaron a una estacione, de éxitos de ayer y hoy.

-¿Puedes sentarte y ponerte el cinturón? -Preguntó Ezra un poco molesto -La Sra. Murphy nos matara si no te entregamos en una pieza.

-Lo siento -Yessabell rodó los ojos y regreso a su lugar, se puso el cinturón de seguridad y abrió su libro -Ustedes son tan aburridos -Resoplo y se acomodó en su asiento.

Permanecieron en silencio, la primera hora pasó volando, Yessabell seguía con el libro en las manos. Derek observaba todo a través de la ventana. Malcom seguía serio en el volante y Ezra volteaba por todos lados, de vez en cuando.

-No me has dicho si tienes hermanos -Dijo Yessabell, terminando su libro y levantando la vista -¿Tienes hermanos Derek?

-Sí -Contestó él, viendo por la ventana -Creo que se me paso -Río un poco -Tengo un hermano mayor; Constantino, es el mayor de todos, ya está casado y con dos hijos, después está mi hermana mayor, Andrea; ya está casada, tiene 25 años y un bebé. Después esta mi hermano Murray, tiene 21 años y ninguna novia estable, él prefirió seguir estudiando en Londres -Derek volteó a ver a Yessabell - Y tú ¿Tienes hermanos?

-No. Mi mamá... tuvo problemas... para quedar embarazada... -Yessabell dudó un momento -Estuvo intentando por dos años, hasta que lo consiguió... supongo que por eso... mis padres fueron... sobreprotectores.

-¿Y te hubiera gustado tener hermanos? -Preguntó Derek, aún viéndola.

-No lo sé. Mi padre siempre fue amable y bueno conmigo, nunca estuve sola -Yessabell se recostó en su asiento -Mi mamá y yo... no siempre fuimos unidas, de hecho, ella siempre estuvo enfocada en su trabajo, no quiero decir que no me quería, pero pasaba más tiempo con mi padre -Yessabell volteó a ver el libro en su regazo -Cuando papá murió, nos hicimos más unidas, así que supongo... nunca me hiso falta alguien, como... un hermano.

-Pues no te pierdes mucho -Bromeo Derek, intentando mejorar el estado de ánimo de Yessabell.

-Es lo que muchos me dicen -Dijo Yessabell, sonriendo -¿Ya te aburriste?

-Hay una pantalla aquí -Malcom señaló el techo de la camioneta, arriba del espejo retrovisor y apretó un botón, desplegando una pequeña pantalla.

-Haberlo dicho antes -Derek se acomodó en su asiento y comenzó a manipular los botones de la pantalla.

Vieron la película ¿Qué paso ayer?, Yessabell y Derek no pararon de reír, mientras Ezra y Malcom, permanecieron serios, cosa que Yessabell no entendió. De vez en cuando, veía a Ezra voltear por la ventana, intentando reprimir una risa.
Después vieron la segunda parte y cuando Derek iba a poner la tercera parte, Malcom lo detuvo.

-Por favor, no pongas la otra -Suplicó, con la mirada fija en la carretera

-¿Por qué no? -Preguntó Derek, sorprendido.

-No puedo -Malcom volteó a verlo un segundo y después regreso su vista a la carretera -Solo sí ella se calla.

-¿Por qué? -Preguntó Yessabell, con curiosidad -No he dicho nada malo ¿O sí?

-No es eso -Contesto Ezra volteando a ver a Yessabell -No has dicho nada, es solo...

-Tu risa es contagiosa Yessabell -Interrumpió Malcom -No me puedo concentrar. Lo siento Yessabell, van a tener que ver algo, que no sea comedia. Ahí hay más DVD'S -Señaló un lugar debajo de la guantera y Derek lo abrió.

-Podemos ver... -Derek pasó algunos DVD'S -¡Yessabell mira! -Le enseñó un DVD de la película Yellow Submarine y no dudo en ponerla.

Durante la película, Yessabell cantó las canciones de The Beatles, su hermosa voz, distraía aún más a Malcom, pero él no dijo nada, para no molestarla.
Por fin llegaron a la casa de Yessabell. Un hombre estaba montado en una maquina quitando la nieve de la entrada de la casa. Seguramente el nuevo novio de Johann, pensó Yessabell.

Johann había estado saliendo con un Arquitecto, el mismo que la ayudo a ampliar su primera imprenta y que después le ayudo a mejorar tres lugares más, para otras sucursales. Aunque Yessabell no lo conocía bien, pues solo lo vio dos veces, sabía que era un buen hombre y que además estaba haciendo feliz a su mamá.
Bajaron de la camioneta. A pesar de que eran las tres de la tarde, estaba un poco oscuro, por el cielo nublado y la nieve que caía.
Derek ayudo a Yessabell, para que no resbalara, mientras Malcom le pasaba las maletas a Derek y Ezra los seguía adentro de la casa.

-¡Hola chicos! -Exclamó Joey -Que bueno que llegaron con bien.

-Hola Joey -Saludo Yessabell, ya firme en la entrada libre de nieve -¿Y mi mamá?

-Fue por unas cosas al supermercado, no tarda en llegar, le dije que debía limpiar, la nieve hace difícil caminar -Dijo Joey apagando la máquina -Creo que ya está listo. Seguro que en un rato vuelve a llenarse de nieve.

-Bueno, por lo menos evitamos resbalar -Yessabell tomó la mano de Derek y volteó a ver a sus guardaespaldas. Ambos de pie a un metro de ella, con sus gafas negras -Vamos a entrar -Le dijo a Joey -Oh, él es Derek. Derek él es Joey, el novio de mamá.

-Mucho gusto Joey -Dijo Derek, estrechando su mano.

-El gusto es mío Derek -Joey le sonrío y Yessabell, supo que se llevarían bien.

-Nos instalaremos mientras llega mamá -Yessabell le sonrío.

-Claro, vamos -Joey abrió la puerta y los encamino a las escaleras.

La casa era de dos pisos, pero era amplia. En la planta baja, estaban
la cocina, el comedor y el cuarto de lavado a la izquierda. A la derecha; la sala, un mini bar y un salón, donde podían hacerse fiestas. La segunda planta, estaba conformada por cuatro habitaciones; cada una con baño y ducha, incluso con terraza. El jardín era enorme, con dos piscinas y una pequeña cabaña en el fondo. Yessabell solía ir a leer y pasar el rato escuchando música.
No había muchas casas alrededor, lo que hacía disfrutar el lugar sin problemas. La habitación de Yessabell seguía siendo la misma. Con una ventana a la calle y la otra a la casa más próxima. Otra de las habitaciones era de Johann y Joey, la otra para su guardaespaldas y la cuarta para los guardaespaldas de Yessabell, quienes la siguieron hasta el segundo piso, para instalarse, mientras ella llevaba a Derek a su habitación.

-¿Sabes? Se parece mucho a tu habitación en la casa de la tía Melinda -Dijo Derek inspeccionando el lugar.

Todas las cosas de Yessabell, seguían acomodadas como su vieja habitación en Whinterpool. Era la forma en que ella recordaba a Stephen.

-Sí, bueno, hay cosas que no cambian -Yessabell caminó hasta un sillón y dejó su maleta, mientras sacaba lo poco que llevaba.

-¿Solo trajiste eso? -Preguntó Derek, viendo un cambio de ropa, un cepillo de dientes y un frasco de crema, en la maleta de Yessabell.

-Bueno, por si no lo has notado, no me echaron de mi casa, la mayor parte de mis cosas están aquí -Yessabell, señaló con su mano, su habitación -Además de que no quería cargar mucho.

-Bueno, pero para ver a mis padres vas a tener que llevar más -Sugirió Derek, mientras dejaba su maleta en la cama y se quitaba el abrigo.

-Sí, lo sé. Tengo una maleta en el armario -Yessabell se quitó su abrigo y sus guantes -Afortunadamente, sirve la calefacción.

-Te sienta bien la ropa de invierno. -Derek le sonrío coquetamente y se acercó a ella lentamente.

Yessabell sintió su corazón acelerarse y su respiración se agito.

-A ti también -Susurró, dando un paso adelante.

Derek se inclinó un poco y cerró la distancia entre ellos. Tomó su rostro entre sus manos y la beso despacio. Yessabell sintió esa extraña emoción en el estómago, mientras Derek bajaba sus manos a sus caderas y la atraía hacia él.
Yessabell paso sus dedos entre el cabello de Derek y sintió como la jalaba, hasta que llegaron a su cama. En un momento ya estaban acostados. Derek sobre Yessabell, pasando sus manos en las caderas de ella, subiendo lentamente su blusa y rozando su piel, con sus pulgares.

Alguien toco a la puerta y Yessabell empujo a Derek, quien casi cae en el suelo, si no se hubiera agarrado a la orilla de la cama.

-Yessabell soy yo. Mamá ¿Estás presentable? -Preguntó Johann, al otro lado de la puerta.

-Corre al baño -Susurró Yessabell y Derek corrió lo más silencioso posible al baño.

Cuando Derek cerró la puerta, Yessabell se levantó y se acomodó la blusa. Camino hasta la puerta y abrió.

-¡Mamá! -Exclamó al verla y la abrazo -Te he extrañado mucho -Se apartó de ella y Johann también estaba feliz.

-Cariño, yo también te extrañe -Johan le acaricio la mejilla.

-Oh, tienes que conocer a Derek, está en el baño -Yessabell la tomó de la mano y se sentaron en la cama.

-Así que Derek es... ¿Un amigo? -Preguntó Johann, en voz baja.

-Sí mamá. Aunque él quiere más, y sabes que para mí es difícil -Contestó Yessabell, también en voz baja.

-Oh, cariño, tranquila. Las cosas saldrán como tengan que salir -Johann le acarició la mejilla y Derek salió del baño.

-Hola Sra. Murphy, soy Derek Sanders -Derek le sonrío y le extendió la mano.

-Un gusto conocerte Derek -Johann le estrechó la mano y lo soltó -Vaya, luces muy elegante -Dijo sonriendo, mientras lo examinaba de pies a cabeza -Y muy guapo.

-Gracias Sra. Murphy, supongo que le debo mis gustos a mi padre -Derek le sonrío y se avergonzó un poco.

-¿Tienen hambre? ¿O prefieren esperar a la cena? -Preguntó Johann.

-Yo no puedo esperar, la verdad me muero de hambre, solo paramos dos veces en el camino, pero no he comido mucho -Contestó Derek tocándose el estómago.

-Opino igual, quisiera comer algo -Dijo Yessabell mientras Johann caminaba a la puerta.

-Siendo así, les daré algo de lasaña, vamos -Johann salió y Yessabell y Derek la siguieron al comedor.

Para navidad. Johann preparó una cena especial, incluso los guardaespaldas estaban en la mesa. Johann en la cabecera, a su lado derecho Yessabell, a su lado izquierdo Joey, quien había arrastrado a Derek a su lado, al parecer habían simpatizado. Al otro lado de Yessabell, estaban Ezra y Malcom y al otro extremo de la mesa, el guardaespaldas de Johann.

Terminando la cena. Johann fue a la cocina y apareció con un pequeño pastel de café y chocolate, en forma de corazón, con cerezas alrededor.
Todos comenzaron a cantar y Yessabell comenzó a recordar. Su cumpleaños a lado de Logan, las voces en su cabeza, cantando, los Sres. Lakes. Su cumpleaños con Stephen y después, como tráiler de película, todo pasó muy rápido, los momentos a lado de Logan, Stephen y sus amigos, haciendo que Yessabell se sintiera mareada.

-¿Cariño estas bien?

Todos habían dejado de cantar y ahora observaban a Yessabell, con cautela.

-Está pálida... deberíamos llevarla a su habitación -Sugirió una voz masculina, Yessabell no pudo reconocerla, estaba en una especie de transe.

-No lo sé, ¿Por qué no le acercamos un vaso de agua? -Sugirió alguien más y entonces Yessabell, comenzó a estabilizarse.

Respiró profundamente y su vista se volvió más clara. Derek estaba a su lado derecho y Johann de lado izquierdo, ofreciéndole un vaso de agua, dio algunos sorbos y sintió como su cabeza estaba más clara y consciente.

-¿Estás bien, cariño? -Preguntó Johann.

-Sí... yo no... no puedo mamá -Yessabell se levantó y Derek intento ayudarla a sostenerse, pero ella lo alejo y comenzó a caminar para salir del comedor -No puedo, lo siento mamá -Dijo antes de salir del comedor y marcharse.

Mientras Yessabell subía a su cuarto, para intentar dormir un poco.
Johann les explico a sus invitados la situación.

-Tranquila querida, sabíamos que probablemente no funcionaría -Dijo Joey, abrazando a Johann e intentando animarla.

-Lo sé, solo creí que estaba mejor, ella realmente se ve mejor que el año pasado, pensé que esta vez... -Johann suspiró y limpió las lágrimas que empezaban a correr por sus mejillas.

-¿De qué hablan? -Preguntó Derek mientras regresaba a su asiento -¿A qué se refiere con que se ve mejor que el año pasado?

-No debería decirles esto, pero probablemente deban saberlo, estando alrededor de Yessabell, nunca se sabe -Contestó Johann mientras se calmaba.

-No tienes que dar los detalles Johann, solo lo necesario -Dijo Joey, mientras se alejaba de ella y la sostenía con una sola mano, por la espalda.

-Si no quiere decirlo, está bien -Dijo Derek ante la expresión de dolor de Johann -Lo entiendo, no tiene que dar detalles, es lo que hace Yessabell.

-No, realmente deben saberlo Derek -Johann suspiró y comenzó con su relato -El año pasado Yessabell no quería celebrar la navidad y mucho menos su cumpleaños.

-Ella no menciono que su cumpleaños fuera hoy -Interrumpió Derek, desconcertado.

-Es de esperarse, viniendo de Yessabell -Explicó Johann -Como sea, pensé que sería bueno que sus amigos vinieran a casa, en ese entonces aun estábamos en el residencial cerca de sus amigos, así que pensé que ellos podrían levantar el ánimo de Yessabell, pero no fue así. Cuando sacamos el pastel de cumpleaños... Yessabell enloqueció, corrió al árbol de navidad y lo quiso apagar, pero cuando jalo la clavija el árbol hizo corto circuito, en cadena, dejo a todo el vecindario sin luz.

Johann respiró profundo al recordar, el desastre de navidad pasada.

-Después subió a su habitación y comenzó a arrojar todo, por todas partes. Yo subí con una vela para ver cómo estaba y... cuando entre se me cayó la vela de la mano, por una almohada que arrojo y el cuarto se prendió. La mitad de sus cosas se quemaron, su computadora, la cama, el celular, las cortinas... los bomberos llegaron cuando se produjo el apagón, así que se logró salvar mucho, pero Yessabell dejo en claro que no quería volver a celebrar un cumpleaños.

-Pensamos que este año era diferente, porque decidió celebrar la navidad y porque sus amigos comentaron que estaba regresando a su antiguo yo -Intervino Joey.

-Pero nos equivocamos. Ahora solo dejémosla descansar. Ya veremos como amanece mañana -Sugirió Johann.

-¿Debería dormir en otro lado? -Preguntó Derek, sabiendo que debería darle espacio a Yessabell.

-Sí, tal vez... en la sala, te acomodare el sofá -Johann se levantó y salió a la sala.

A la mañana siguiente. Yessabell estaba mejor. Había logrado descansar, aunque estuvo despertando algunas veces, a causa de las pesadillas. Últimamente estaba comenzando con pesadillas, eso creía ella, soñar con su pasado y todas las cosas que se desencadenaron desde que se alejó de ellos y perdió el contacto.
Se puso unos jeans negros, una blusa rosa palo y su saco negro. Saco sus botas negras y cepillo su cabello. Bajo a la cocina y encontró a su mamá, preparando el desayuno.

-Lo siento mucho... no quise... -Yessabell no quería llorar, no con todo el mundo cerca, así que tomó aire y continuó -Lamento lo de anoche, creí que estaba preparada, pero es obvio que no.

-No tienes por qué disculparte cariño, no hiciste nada malo y realmente... yo también creí que estabas preparada para esto -Johann se acercó y la paso un brazo por los hombros -Probablemente en uno o dos años, el tiempo dirá.

-No sabes cuánto quisiera que las cosas fueran más fáciles... últimamente he estado teniendo estos sueños... sueños recurrentes -Confesó Yessabell, viendo a su madre.

-¿Qué sueños? -Preguntó Johann.

Normalmente Yessabell le
contaba todo, a excepción de lo que ella quería guardar para sí misma, aunque últimamente ambas estaban envueltas en sus cosas, pero aun así, eso era algo que Yessabell no ocultaría.

-Sueños de mi vida pasada, sé que es normal, pero últimamente han sido muy, muy recurrentes. Logan, Stephen, mis viejos amigos... realmente los considero pesadillas, pues con lo del dichoso asesino en serie... los recuerdos del Sr. Strong y Mike, son más frecuentes y luego esta...

-¿Qué? -Preguntó Johann, soltando a Yessabell y tomándola por los hombros.

-Cuando comenzaron las clases, fui con mis amigos a una fiesta de bienvenida y... creí escuchar la voz de Fanny, pero cuando voltee para comprobar, no había nadie. Después, cuando fui con Derek a buscar el trabajo en la cafetería, creí escuchar la risa de Andrew, pero tampoco era -Yessabell se quedó pensativa, contemplando sus pies.

-Yessabell cariño, creo que todo es consecuencia del estrés, has estado muy ocupada, con la escuela tu trabajo, el vóley bol y creo que los sueños te están jugando una mala pasada, además de lo del asesino en serie, que te tiene alerta y haciendo que cualquier cosa te resulte extraña -Explicó Johann, tranquilamente.

-Tal vez tienes razón. Ahora con estas vacaciones, espero relajarme un poco -Yessabell volteó a verla y le sonrío -No quiero arruinar la navidad para nadie, ¿Te parece si partimos ese pastel en el desayuno? Pronto me iré con Derek a Londres y creo que es mejor dejar las cosas en paz.

-Ok, así lo haremos, si estas segura -Johann le sonrío de vuelta, antes de agregar -Y hablando de asesinos... quiero que te lleves a mi guardaespaldas, sé que crees que es mucho, pero quiero saber que estas muy segura.

-Ok, lo llevaré. Llevaré a Henry, pero no esperes que lo trate diferente a como trato a los otros dos.

Ambas rieron y el momento de tensión desapareció.

Los siguientes tres días, antes de que Yessabell y Derek, partieran a Londres. Johann y Yessabell mejoraron su humor. Yessabell y Derek pasearon por el pequeño pueblo, mientras su amistad se afianzaba más y Derek se enamoraba más de ella.

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