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Capítulo 6 Flores

El sábado por la mañana, Yessabell logro levantarse temprano, se ducho y se cambió. Convino una hermosa blusa rosa pastel con pequeños detalles de flores doradas del costado derecho, con un short rojo que le cubría hasta la mitad de los muslos. Sus botas negras de tacón y su saco negro, con pequeños detalles de pedrería. Se hizo media coleta y se roció un poco de su perfume favorito.
Pensó en arreglarse más, pero eso solo haría que Derek se emocionara más. Así que solo paso un poco de rímel en sus Pestañas y bajo a la cocina.

-¿Tan temprano y bien arreglada? -Pregunto Ana, mientras se hacía una taza de café, en pijama -¿A dónde vas?

-A buscar trabajo... con Derek -Contesto Yessabell, anticipando la reacción de Ana.

-Sabes que estas cambiando por él, y que... estas volviendo a ser como antes ¿Verdad? -Pregunto Ana directamente, era la única que no recibía con dolor la furia de Yessabell, pues sus caracteres, eran similares, pero por razones distintas.

-Lo sé, pero solo pretendo serlo con ustedes, él y mi mamá, no quiero tener un montón de gente a mi alrededor, alardeándome y pidiendo más, eso no cambia -Contesto Yessabell -Tomémoslo con calma.

-¿Te gusta? -Pregunto Ana mientras le pasaba un panque de chocolate a Yessabell.

-Sí, pero no tanto como... -Yessabell estuvo a punto de decir Stephen, pero se detuvo a tiempo, dándose cuenta, que aún lo recordaba con amor -Digamos que acordamos... ir con calma.

-Eso me parece perfecto Yessabell, tomalo con calma y sabes que cualquier cosa que necesites, estoy aquí para ti -Dijo Ana sonriéndole.

-Gracias -El timbre sonó y Yessabell supo que era Derek -Tengo que irme, gracias por el desayuno -Levanto el panque y sonrío.

-De nada Yessabell -Ana la acompaño a la puerta -Por cierto, te ves hermosa, aunque tú te ves hermosa con lo que uses.

Yessabell rodo los ojos y abrió la puerta.
Derek llevaba una camisa blanca, jeans verde militar y un saco verde militar, con zapatos negros a juego.

-Cuidala bien y traela a salvo -Advirtió Ana, mientras Yessabell salía y bajaba las escaleras con Derek a su lado.

-Lo hare Ana, no te preocupes, la traeré a salvo -Derek le sonrío y Ana cerró la puerta -Te ves hermosa Yessabell, aunque tú te ves hermosa...

-Lo sé, Ana ya me lo ha dicho -Dijo Yessabell mientras comenzaban a caminar -¿A dónde deberíamos ir primero? -Pregunto intentando cambiar de tema.

-Recuerdo que en algunas cafeterías vi algunos anuncios -Contesto Derek, intentando tomarle la mano, aunque dudando por su reacción -Supongo que si te gusta el café, sería un buen trabajo.

-Claro, suena bien, la verdad no necesito mucho el dinero, es más la distracción y tener algo que hacer -Dijo Yessabell aceptando la
mano de Derek.

-Me encanta tomarte de la mano -Derek volteo a verla, ella le sonrío tímidamente -No quiero separarme de ti... sabes... anoche no podía dormir.

-Seguro que eso se lo dices a todas -Bromeo Yessabell, no podía entender, como le resultaba tan fácil, ser la misma de antes a lado de Derek, y una completa bruja con el resto del mundo.

-Para nada, porque no hay otras -Contesto Derek, con media sonrisa -¿Estás celosa? -Pregunto con una enorme sonrisa.

-Derek por favor, es obvio que no me conoces -Dijo Yessabell un poco triste.

Los celos habían causado un gran estrago en su vida, junto con la tristeza que la invadió después de romper su contacto con Stephen, por lo que se sometió a un proceso terapéutico exhaustivo. Durante cuatro meses, hablo de sus emociones con una buena terapeuta, casi a diario, lo que logro sanar un poco su tristeza y su dolor, pero no su necesidad de ser fría y asocial, por lo que dejo la terapia, después de esos cuatro meses.

-Ok, tal vez no te conozco lo suficiente -Concedió Derek -Pero tenemos tiempo -Intentando no comenzar una pelea, que sabía que perdería.

-Lo que sea -Yessabell lo soltó y se acercó a un pequeño puesto de flores, maravillándose por los diversos colores y aromas.

-Pensé que no te gustaban las flores -Dijo Derek, perplejo ante la mirada de Yessabell.

-Dije que no me gustaban las rosas, jamás dije que no me gustaban las flores -Replico Yessabell mientras se alejaba del puesto y hacia su camino de nuevo.

-¿Cuáles te gustan? -Pregunto Derek alcanzándola.

-Lo tendrás que averiguar -Dijo Yessabell con media sonrisa.

-¿Me darás alguna pista? -Pregunto Derek, deteniéndola antes de que entraran a la cafetería.

-Solo te diré, que son rojas -Yessabell abrió la puerta y entro a la cafetería.

-¡Buenos días, bienvenidos al "Coffee Time"! -Saludo un hombre, de unos 40 años, que acababa de dejar una taza de café en el mostrador y ahora se acercaba a Yessabell y Derek -¿Qué les puedo servir? -Pregunto.

-En realidad, venimos por el anuncio -Contesto Yessabell señalando el escaparate de cristal, donde estaba pegado el cartel que anunciaba, "se busca empleado".

-Ah, ya veo -Dijo el hombre, sonriente -Vengan conmigo.

Yessabell y Derek, siguieron al hombre, hasta una de las mesas del fondo.

-Miren, este es el asunto, necesito estudiantes, ¿Ustedes lo son? -Ambos asintieron y el hombre continuo -El horario de la mañana ya está ocupado, así que solo tengo el de la tarde. Es de 3:00pm a 8:00pm, de lunes a jueves y sábados. Aunque para los sábados ya no tengo gente, por lo que sería el día completo y los domingos descansarían, el domingo me ayudan mis hijas.

-El horario está bien para nosotros -Dijo Derek, a lo que Yessabell asintió.

-Ok, ¿Saben manejar las máquinas de café? -Ambos negaron con la cabeza -Bueno, no hay problema, es fácil y tengo dos chicos que les pueden ayudar -Señalo a una chica de 24 años detrás del mostrador y un chico de 20 años -Ellos les enseñaran, ¿Cuándo pueden empezar? -Pregunto animado.

-El lunes está bien -Contesto Yessabell -¿Necesitamos traer algún documento?

-Una solicitud elaborada y una copia de su identificación, aquí les brindamos seguro y demás -Contesto el hombre -Por cierto, me llamo Ben, mi esposa Mary, a veces anda por aquí.

-Mucho gusto, yo soy Derek y ella Yessabell -Derek y Yessabell le estrecharon la mano al hombre, quien era realmente agradable.

-Yessabell, bonito nombre ¿Qué significa? -Pregunto Ben intrigado.

-Oh, la verdad es una combinación de Yessica e Isabel -Contesto Yessabell, un poco avergonzada -Sabe, en realidad ya habíamos estado aquí, en una cata de cafés, nuestros primeros días en la ciudad y Derek y yo, llegamos a la conclusión de que este era el mejor café de la ciudad.

-¿Enserio? Muchos dicen eso, pero la verdad no me lo creía -Dijo Ben sorprendido.

Yessabell pasó la vista por la cafetería. No había notado los cuadros de distintas flores que descansaban por todas las paredes del lugar, a lo alto. Rosas, tulipanes, margaritas, girasoles, petunias, entre muchas más, y sus favoritas, los claveles, solo desde hace un año, cuando encontró un clavel seco, en un libro que Stephen escondió en una caja, el día en que se mudaron de Whinterpool.

Su mirada se había quedado clavada en el cuadro, que no noto, cuando el Señor Ben se despidió para atender una mesa, donde se empezaba a llenar de gente.

-Deberíamos irnos, esas personas necesitan más la mesa -Dijo Derek, notando que Yessabell no apartaba la mirada del clavel cobre ellos.

-Claro -Contesto Yessabell, al sentir los empujoncitos de Derek, para que se levantara.

-Nos vemos el lunes, chicos -Dijo el Sr. Ben, mientras Yessabell y Derek salían.

-Así será Sr, Ben -Dijo Derek y ambos salieron.

Un grupo de chicos paso detrás de ellos y Yessabell escucho una risa masculina, que creyó conocer, pero cuando volteó a ver, solo vio a unos chicos de fraternidad entrando a la cafetería. Definitivamente sus sentidos le estaban jugando una mala broma.

-¿Todo bien? -Pregunto Derek después fijo su vista en su reloj de mano -Son casi las diez y sólo comiste ese panque, ¿Quieres ir a desayunar?

-No, tengo que regresar a hacer tarea -Contesto Yessabell -Pero podemos hacer algo en la noche -Dijo mientras caminaban de regreso a sus casas -Salir a cenar o ir al cine, una...

-Cena entonces -Interrumpió Derek, con una sonrisa encantadora -Paso por ti a las 7:30pm, así que has tu tarea, te pones un vestido bonito y nos vamos a un bonito restaurante.

-Como diga señor, nos vemos a las 7:30pm -Dijo Yessabell mientras llegaban a su casa -Fue bueno encontrar un buen trabajo y más en esa cafetería.

-Lo sé, así estaremos todo el día juntos -Derek sonrió y Yessabell, no pudo evitar, sentirse atraída.

-Ok, me tengo que dar prisa -Yessabell subió las escaleras y abrió la puerta -Nos vemos en la noche Derek -Le sonrió y entro en la casa.

A las 7:20pm, Yessabell bajo a la sala, donde todos la esperaban para darle el visto bueno y dejarle claro, que no tenía que hacer nada a lo que no se sintiera cómoda.

Se puso un vestido negro de tul, que le llegaba hasta las rodillas, sin mangas, con solo dos delgados tirantes y un cinturón plateado, apenas visible. El escote y la cintura, acentuaban su delgada figura curvilínea y resaltaban su generoso busto. Un saco beige y unos tacones plateados de apenas cinco centímetros. Coloco su castaña cabellera de lado y la sujeto son un pequeño pasador, en forma de mariposa. Se delineo los ojos y se puso algunas capas de rímel y una de labial rojo, quedando totalmente sexy. Tomo un pequeño bolso de mano y guardo su celular, algo de dinero, su tarjeta de crédito y sus llaves.

Cuando todos la vieron, estaban sorprendidos, hacía mucho tiempo que Yessabell no usaba vestido y lo de las faldas, solo comenzó por Derek, ya que se había acostumbrado a los jeans y los pantalones de etiqueta.

-Te ves hermosísima -Dijo Philip, contemplándola de pies a cabeza -Lastima que no sea yo, con quien sales.

-No están saliendo Philip -Dijo Ana, antes de que Yessabell se enfadara por su imprudencia.

-Como sea, novios o no, espero que Derek, no esté jugando -Reclamo Nicolás, con su aire paternal.

-Exacto, así que después de su salida, quiero que lo invites a cenar para que lo conozcamos -Agrego Renata, con orgullo.

-Vasta de paternalismo -Dijo Sonia, levantándose del sofá -Te ves bien Yessabell, y más vale que regreses como te vas.

-No te dejes embaucar por ese muñeco ken -Agrego Marisol muy seria -Yessabell, no te dejes engañar, ve con cuidado.

-Ok -Yessabell volteó a ver a todos -Gracias por sus consejos chicos, tengo que irme. Derek llegara pronto.

-Te acompañamos a la puerta -Dijo Ana, mientras se levantaba y todos la siguieron.

Yessabell camino hasta la puerta con sus amigos como guardaespaldas.
Philip y Ana, se adelantaron a abrir la puerta, y Derek ya estaba subiendo las escaleras.
Sonia y Marisol se fueron a la cocina y Nicolás y Renata, permanecieron a un lado de Yessabell.

-Buenas tardes Derek -Saludo Nicolás -Espero que trates a nuestra Yessabell, como se merece.

-Buenas tardes chicos, claro que lo hare -Dijo Derek aun sin ver a
Yessabell, gracias a la protección de sus amigos. -Yessabell... ¿Está lista?

-Sí, pero antes de que se vayan, te advierto que si la haces sufrir, por mínimo que sea, te las veras conmigo -Advirtió Philip.

Philip era un chico alto y fuerte, había sido el quarterback en el bachillerato y seguía buscando el puesto en la universidad, su cabello rubio y ojos azules, daban a entender, que era el tipo deportista machista y mujeriego, pero no era así. Philip estaba perdidamente enamorado de Yessabell, sin embargo ella no cedió a salir con él, por el simple hecho de ser quarterback y un amigo.

-Y conmigo -Agrego Ana, a la defensiva.

-Ok, tendré cuidado -Dijo Derek, serio.

Nicolás y Renata, regresaron a la sala, mientras Ana y Philip abrían paso para que Yessabell saliera.

Derek se quedó mudo de la impresión y el brillo en sus ojos, indico a Yessabell, que estaba realmente impresionado y feliz de verla.

-Yessabell... te ves... -No pudo terminar su frase por el asombro, Yessabell rodo los ojos y se despidió de Ana y Philip.

Derek llevaba un traje azul marino con un corbatín en lugar de corbata, su cabello bien arreglado y su exquisita loción, hacían a cualquier chica enloquecer.

-No sabía que tenías coche -Dijo Yessabell, cuando bajaron las escaleras hasta la acera, donde un Lamborghini rojo, los esperaba.

-Bueno, mi padre me lo regalo en mi graduación aunque solo lo use en la mudanza, me gusta más caminar, pero la ocasión lo ameritaba.

-Derek se agacho al asiento del conductor y saco un ramo de claveles rojos -Es para ti -Le extendió el ramo a Yessabell y ella lo acepto.

-Gracias -Yessabell hundió la nariz en las flores y absorbió el dulce aroma de las flores -Creo que fui muy obvia.

-No tanto -Derek la tomo de la mano y la llevo al asiento del acompañante -Su carruaje espera, mi princesa.

-Gracias, pero no me llames así -Yessabell entro y Derek cerró la puerta. Coloco el ramo en el tablero y se recostó en su asiento.

La única persona que la llamaba princesa, había sido Stephen. Su mamá la llamaba cariño o cerecita, pero princesa, era exclusivo.

-Lo siento Yessabell, creo que buscare otro sobre nombre -Dijo Derek, cuando entro al auto.

-No te preocupes, está bien -Yessabell le sonrió y él se relajó -Te ves muy guapo Derek -Dijo mientras el auto comenzaba a andar.

-Dios mío Yessabell, vas a hacer que me ruborice -Derek parecía realmente avergonzado -Pero supongo que no tanto como tú. Te ves bellísima.

-Gracias -Yessabell clavo la vista en la carretera -Hace mucho que no usaba un vestido, creo que fue desde... -Yessabell se detuvo
antes de continuar.

Perfectamente recordaba la última vez que uso un vestido. Estaba con Stephen y desde entonces, sus vestidos quedaron refugiados en el armario.

-No tienes que decirlo Yessabell -Dijo Derek, notando la mirada pensativa de Yessabell -Dime ¿Qué harás para navidad?

-Voy a ir a visitar a mi mamá -Contesto Yessabell agradeciendo
que Derek, cambiara de tema -¿Y tú?

-Me quedare aquí, pero viajare en año nuevo a Londres, a visitar a mis padres y celebrar con ellos -Contesto Derek, mientras aparcaba en la entrada del restaurante. Un restaurante que se encontraba a las afueras de la ciudad.

Derek bajo primero, mientras el servicio de parking, abría la puerta de Yessabell y tomaba las llaves del coche.
Derek se acercó a Yessabell y engancho su brazo con ella, mientras caminaban hasta la entrada del restaurante, donde la recepcionista los saludo.

-Buenas noches, bienvenidos a LENUE ¿Tienen reservación?

-Sí -Contesto Derek -A nombre de Derek Sanders.

Un chico alto y bien arreglado, apareció, para tomar el abrigo de Derek y Yessabell le dio su saco.

-Claro -Dijo la recepcionista -Acompáñenme.

Yessabell y Derek, siguieron a la recepcionista. El restaurante era bastante elegante las paredes y los techos, recubiertos de madera fina, las mesas con elegantes manteles color beige y las sillas de caoba pura. Algunos candelabros de cristal en los techos y cuadros de pintores famosos.
La bajilla de porcelana y la cristalería recién salida de la fábrica, todo se veía bellísimo. Las parejas en el lugar se veían felices y Derek y Yessabell, llamaban la atención de todos.

Yessabell seguía teniendo la belleza natural que dejaba cautivados a todos, incluso más que antes. No alardeaba de eso, pero sabía lo que las personas veían en ella. Derek no se quedaba atrás, siempre vestido de lo más genial, formal y caballeroso, dando a su personalidad el toque perfecto, era guapo, mucho que hasta los hombres volteaban a verlo de vez en cuando.

Llegaron a una mesa, al fondo del lugar, en un pequeño rincón, donde podían escuchar la música que sonaba de fondo. IL Volo cantaba Painfull Beatiful.

-En un momento les tomaran la orden -Dijo la recepcionista, señalando los menús en la mesa.

-Gracias -Dijo Derek, mientras jalaba la silla para que Yessabell se sentara y después se sentó él.

-Es increíble Derek, ¿Cómo lo encontraste? -Pregunto Yessabell admirando todo alrededor -Y no me digas que con un mapa.

-No -Río Derek -Mi hermano estudio Filosofía, el año pasado se graduó y me dijo que, cada vez que celebraba un aniversario con su novia, venían aquí, porque es el mejor restaurante de los alrededores -Derek le dio media sonrisa -Tu solo mereces lo mejor, así que... es lo que pretendo ofrecerte.

-Buena estrategia Derek -Yessabell le sonrío tímidamente -Debo decir que has ganado puntos con las flores y ahora el restaurante.

-Me alegro, porque no sabía a donde llevarte y la verdad... solo busco sorprenderte -Derek tomo su menú y lo estudio.

Un extraño hormigueo recorrió el estómago de Yessabell, una sensación que hace mucho no sentía. Tomo su menú e intento distraerse.

-¿Han decidido ya? -Pregunto un mesero, que se acercó a la mesa de Yessabell y Derek, con una botella de champagne -¿O prefieren la recomendación del Chef?

-La recomendación del Chef, está bien -Contesto Yessabell, a lo que Derek asintió.

El mesero les lleno las copas con champagne y se fue. Cinco minutos después, apareció con las entradas.

-Esto se ve delicioso -Dijo Derek, dando una cucharada a su plato.

Una crema de zanahoria con risoto.

-Lo está -Dijo Yessabell mientras saboreaba la crema. -¿Quieres venir conmigo, para navidad?

Derek casi se atraganta con su crema, tosió un poco y después dio un sorbo a su copa.

-¿Es enserio? ¿Quieres que vaya contigo, a tú casa? -Pregunto Derek, aun sorprendido.

-No sé por qué te sorprendes -Contesto Yessabell -Bueno, sí sé por qué, pero sí, quiero que vengas conmigo, no quiero dejarte solo.

-Yessabell, jamás creí escuchar una propuesta así de tu parte, es tan... no sé... -Derek suspiro y sonrío de oreja a oreja -Solo creo que, es un paso muy importante, quiero decir, llevamos más de un mes conociéndonos y la verdad, aun no dejo de sorprenderme, contigo...

-Ok, si no quieres ir lo entiendo -Interrumpió Yessabell, mientras el mesero retiraba sus platos -Gracias -Le dijo al mesero, quien le sonrío.

-No, no es eso, claro que quiero ir contigo -Dijo Derek rápidamente mientras el mesero se iba con los platos -Solo me has tomado por sorpresa. Pero tengo una condición.

-¿Cuál? -Pregunto Yessabell, mientras el mesero regresaba con su segundo plato -Gracias -Le susurro, y el mesero solo asintió y le sonrío.

-Que tú vengas conmigo en año nuevo a Londres -Contesto Derek, mientras el mesero dejaba su plato y se iba. -¿Qué dices?

-Digo que te has vuelto loco, pero sí, iré contigo -Contesto Yessabell con una sonrisa de oreja a oreja -Hace mucho que no voy a Londres y salir me haría bien.

-Ok, arreglado, nos vamos a... ¿Dónde dices que vive tú mamá? -Pregunto Derek, dándose cuenta, que era información que Yessabell no le había dado.

-De hecho no te lo dije -Contesto Yessabell, mientras cortaba su filete -Vive en un pequeño pueblo llamado Givenston, donde ahora trabajara como presidenta de una de las compañías de relaciones públicas más importantes de E.U. ¿Sabes? También tiene varias imprentas, donde solíamos vivir, después a donde nos mudamos y donde ahora vive, ella y su amiga de la universidad Hannah, han hecho un buen negocio.

-Vaya, nuevo dato curioso -Dijo Derek, mientras tomaba un trozo de carne con el tenedor. -Así que navidad en Givenston y año nuevo en Londres, eso suena a un buen plan.

-Sí te soy sincera, la navidad pasada fue un desastre, pero creo que ahora será diferente, por lo que no quiero que te alteres, si mi mamá se muestra muy precavida -Dijo Yessabell.

-¿A qué te refieres, con lo de desastre y precavida? -Pregunto Derek, curioso.

-No quiero hablar de eso, arruinaría la velada -Contesto Yessabell un poco triste.

-Ok, sin dramas -Concedió Derek.
-Hablando de dramas... mis amigos... quieren conocerte -Dijo Yessabell un poco avergonzada -Sé que suena extraño, pero.... Solo se tú.

-Ok, es raro, pero mis amigos también quieren conocerte, ¿Te parece si hacemos algo el próximo domingo? Todos juntos. Mi casa -Propuso Derek.

-Genial, les diré a mis amigos. 7:00pm, próximo domingo -Dijo Yessabell.

-Paso por ustedes -Dijo Derek sin protestar por las órdenes de Yessabell.

Después de cenar, Derek llevo a Yessabell a un pequeño bar, cerca del lugar, no había mucha gente, ya que era un bar un poco escondido y poco frecuentado, con música más de baile de salón que de ritmos electrónicos.

El lugar era acogedor, como el salón de una casa, decorado como de la época colonial, con pisos de azulejo blanco y pequeños reservados de madera, recubiertos con terciopelo rojo, dándole un toque de elegancia y sofisticación, a la par de un enorme candelabro, que colgaba del techo a la mitad del lugar.
Derek llevo a Yessabell a uno de los reservados, cerca de una ventana, con vista a un parque nacional.

-¿Puedo tomar su orden? -Pregunto un mesero, de unos 20 años, con una sonrisa amable.

-Dos vodkas con soda -Contesto Derek, conociendo los gustos de Yessabell -Y dos vasos con agua y hielo, por favor.

-Claro -El chico se fue.

-¿Y este lugar? -Pregunto Yessabell -¿Tú hermano te dijo de el?

-No, este lo encontré yo solito, cuando llegamos aquí, paramos cerca por gasolina y yo entre aquí, mientras mi amigos iban a la gasolinera, me gusto, pero no estuve mucho tiempo, creí que debía conocerlo contigo. -Contesto Derek un poco tímido, ante su declaración.

-Tú siempre creyendo Derek -Dijo Yessabell, volteando a ver a la ventana, para no ver a Derek -A veces solo tienes que seguir a tu corazón, aunque este te traicione... correr riesgos, ya sabes...

-Así que lo que me dices es que... debo ser más aventurero y... besarte cuando me pegue la gana ¿Es eso? -Pregunto Derek, sin apartar la vista de Yessabell.

Yessabell río un poco y después regreso la vista al frente, para encontrarse con los ojos avellana de Derek, quien la miraba con una sonrisa maliciosa.

-No me refería a eso exactamente, pero... lo que quiero decir, es que no hagas muchas cosas pensando en si será o no correcto, sí estaré de acuerdo o no, solo hazlas -Dijo Yessabell tranquilamente -Hay cosas que antes de ser pensadas, han de hacerse.

El mesero llego con los tragos y no aparto la vista de Yessabell.

-Buena filosofía de vida -Dijo antes de retirarse.

-El chico tiene razón, aunque no creo que aplique a todo -Dijo Derek, después de que el mesero se fuera.

-Por eso dije "hay cosas"... mi padre solía decir eso, después de que yo tuviera un mal día -Dijo Yessabell, volteando otra vez a la ventana.

-Casi no hablas de tu padre... ¿Dónde está? -Pregunto Derek, en voz baja, mientras se inclinaba en la mesa.

-Mi padre murió cuando tenía trece... era profesor de Filosofía... era mi persona favorita, siempre me consentía y decía que yo era la niña de sus ojos -Yessabell tenía la mirada clavada en el cielo nocturno, aunque no hablaba con tristeza, su mirada estaba perdida -Gracias a él, tengo el gusto por la lectura.

-Yessabell, no quise ser impertinente -Dijo Derek inmediatamente -No sabía que tu padre...

-Está bien, no es tu culpa -Yessabell volteó a verlo y le sonrío -Fue hace tiempo y la verdad no me duele hablar de él, solo es triste que no esté aquí. Pero me conformo con saber, que se fue queriéndome.

-Estoy seguro que estaría orgullosos de ti -Dijo Derek -Por cierto -Volteo a la pista de baile, donde algunas parejas comenzaban a bailar, al ritmo de Close To You, de Carpenters -Te debo un baile -Se levantó y le extendió la mano a Yessabell -¿Me concedes esta pieza?

-Eres tan romántico -Yessabell le sonrío tontamente y le dio la mano, mientras se ponía de pie.

Llegaron a la pista de baile y Derek poso sus manos en las caderas de Yessabell, mientras ella colocaba sus manos en los hombros de él y apoyaba su cabeza en su hombro.

A las doce de la noche, Derek llego a la casa de Yessabell, ella se quedó dormida en el transcurso del camino y no quiso ser cruel y despertarla, por lo que saco las llaves de su bolso y abrió la puerta de la casa, luego regreso al coche y puso el ramo de flores en el regazo de Yessabell y la cargo, cerró la puerta del coche con la pierna y llevo a Yessabell adentro de la casa, el problema era que no conocía su habitación.
Ana llego con Sonia y Marisol, desde la sala, al parecer se disponían ir a dormir. Cuando vieron a Derek cargando a Yessabell, las tres chillaron de emoción, mientras Derek les pedía que se callaran para que no la despertarán.

Ana lo llevo escaleras arriba hasta el tercer piso y tomo el bolso de Yessabell y las flores, abrió la puerta y le dijo a Derek que la dejara en su cama.
Nadie había entrado en su habitación, más que Ana, la confidente personal de Yessabell. Derek quedo asombrado ante ello, parecía un recinto sagrado en honor a la música. Posters de The Beatles por todos lados, un gran armario con ropa, hasta el tope y zapatos múltiples. Un toca discos, la alfombra de Don't Let Me Down y el toca discos que Stephen le regalo en su cumpleaños dieciséis.

La dejo con cuidado en la cama y la miro un momento.

-¿No debería ponerle la pijama? -Pregunto sin apartar la vista de Yessabell.

-Ni en tus sueños Derek -Contesto Ana -Ya me encargo yo, gracias por traerla, ahora puedes irte, pondré las flores en un jarrón y lo dejare en su mesita -Ana dejo las flores en una mesa cerca de la cama y cubrió a Yessabell con un cobertor -Vamos -Le indico a
Derek que saliera.

Ambos se fueron y dejaron a Yessabell descansar.
Ana quería ponerle el pijama, pero sabía que Yessabell podría molestarse o incluso podría despertarla y prefería dejarla descansar, después de todo, aquello era nuevo para ella y para Yessabell, quien era su mejor amiga, pero no a tal grado.
Después de dejar a Yessabell en su casa, Derek regreso con una enorme sonrisa en el rostro, cosa que sus amigos notaron enseguida.

Para ambos, todo estaba cambiando.

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