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Capítulo 4 ¿Cita?

Después de ducharse, Yessabell y las demás chicas salieron del gimnasio, cada una a sus casas o encontrarse con sus amigos.

Yessabell y Derek habían acordado, encontrarse enfrente del campus. Encontró una banca bajo un árbol, mientras esperaba a Derek, recostándose mientras se colocaba los audífonos de su iPhone. Puso play a su lista de The Beatles y cerró los ojos un momento.

Sintió una suave mano recorrer su mejilla y abrió los ojos rápidamente, sobresaltada.
Derek estaba frente a ella, con una mirada de disculpa.

-Perdón no quise... golpeame cuando quieras, no pude evitarlo, te ves realmente hermosa -Dijo Derek sintiéndose mal, por sobrepasar la línea.

-Olvidalo -Yessabell se quitó los audífonos y guardo su iPhone en su mochila -¿A dónde vamos? -Preguntó Yessabell, mientras se ponía de pie.

-Por una hamburguesa, mis amigos dijeron que son las mejores en la ciudad, tal vez eso se nos pasó, aunque siendo deportistas no deberíamos... pero con una caminata, bastara -Dijo Derek, mientras caminaban en dirección al centro de la ciudad.

-Ok, pero si tus amigos se equivocan, será el fin, con las hamburguesas no se juega -Advirtió Yessabell, mientras caminaban por la calle.

-¿Sabes? Mis amigos dicen que he cambiado, aunque yo no lo veo, ellos dicen, que creyeron que caería en la depresión o algo así -Dijo Derek un poco tímido, viendo directamente a la calle.

-Ya. Tal vez se trata de que no todos somos iguales, y cada uno experimenta las cosas de manera diferente -Explicó Yessabell encogiéndose de hombros.

-Sabes a lo que me refiero Yessabell, aunque no lo quieras aceptar -Dijo Derek alejándose un paso, por si las dudas.

Yessabell se detuvo y clavo la mirada en la nada. No se había dado cuenta de que Derek estaba haciendo lo mismo con ella. La estaba sacando de su mundo asocial y Yessabell comenzaba a recobrar su antiguo yo.

-¿Estas bien? -Preguntó Derek, aún lejos de ella.

-Sí, yo... -Yessabell no sabía si quería regresar a ser como era antes, la verdad la vida era más fácil, pero se había prometido no volver a enamorarse de alguien más, esperando por Stephen, pero si esperar la obligaba a dejar de lado su felicidad, y después encontrarse con que Stephen estaba con alguien más, para nada sería bueno.

-Yessabell, vamos, estamos a una cuadra -Dijo Derek acercándose a ella -¿Estas bien? -Preguntó.

-Si -Yessabell suspiró y volteó a ver a Derek -Estoy bien, solo... creo que sé a qué te refieres. Lo que dices es que... no caíste en ese abismo, gracias... a mí... por pasar el tiempo... conmigo.

-Sí, pero no necesito que te lo creas, yo la verdad... no sé, si sea bueno que...

-No, Derek, está bien. Y para ser sincera... -Yessabell tomó aire y decidió contarle la verdad -Creo que lo mismo, está pasando conmigo.

-¿Enserio? Porque si es así...

-Olvidalo, es todo lo que diré, no quiero hablar más de ello. -Yessabell le puso el dedo índice en los labios, para que se callara -Ahora vamos a ese lugar.

Derek le tomó la mano y para su sorpresa, Yessabell no lo empujó o lo golpeo, solo se dejó llevar por él.
Llegaron a un pequeño restaurante de comida rápida. Derek encontró una mesa al fondo del pequeño lugar y ambos se sentaron frente a frente.

La mesera les tomó la orden y cinco minutos después, apareció con dos órdenes de hamburguesas con todo y papas fritas con cátsup y queso.

Yessabell examinó su hamburguesa y quitó las grandes rebanadas de cebolla.

-¿Para qué la pediste con todo, si le ibas a quitar la cebolla? -Preguntó Derek mientras mordía su hamburguesa.

-Porque no sabía que implicaba la palabra "todo", pero es solo la cebolla, para nada me gusta -Contestó Yessabell volviendo a acomodar su hamburguesa, levanto la vista a Derek, quien tenía los ojos cerrados, mientras masticaba -¿Y bien?

-Mmmm.... Esta deliciosa -Contestó Derek, mientras abría los ojos y daba otro mordisco.

Yessabell mordió su hamburguesa, e inmediatamente el sabor de la jugosa carne, bien cocida y todos los condimentos, hicieron explosión en su boca como fuegos artificiales en pleno 4 de julio.

-Tienes razón -Afirmó Yessabell, mientras pasaba el bocado -Está riquísima, no sé cómo se nos pasó por alto.

-Ya te digo, mis amigos son de paladar exigente, igual que tú -Derek le sonrío y pasó el pulgar por la comisura de los labios de Yessabell, para quitarle una mancha de queso, acto seguido, se metió el pulgar en la boca -Riquísimo Derek sonrío tan ampliamente, que Yessabell no podía creer lo que acababa de hacer, le dio un puntapié por debajo de la mesa -¡Auch! ¿Por qué hiciste...? -Derek se detuvo, sabiendo la respuesta de Yessabell -Lo siento.

-Mira Derek, estas colmando mi paciencia, ya te he pasado muchas, solo te pido que te controles y que seas más prudente, somos amigos y solo eso -Aclaró Yessabell, lo más tranquilamente posible, mientras tomaba una papa frita.

-Lo siento Yessabell -Derek respiro profundamente -Tienes razón, supongo que solo... me... estoy... enamorando -Terminó Derek tanteando la reacción de Yessabell.

-No lo hagas Derek, creeme. No quieres enamorarte de mí, no soy buena para ti. No soy buena para nadie -Dijo Yessabell, mientras su ánimo decaía.

-No te creo, es la primera vez que aceptas que salgamos en una cita y sinceramente creí...

-¿Cita? -Preguntó Yessabell perpleja, ahora sí que estaba molesta.

-Sí, esto es una cita, hemos pasado de ir buscando lo mejor de la ciudad, hemos conectado, te invite a salir después de clases y has dicho que si -Contestó Derek un poco serio, ante el enfado de Yessabell -Pensé que era una cita y que podríamos tener algo.

-Dije que sí, porque creí que se trataba de una salida más, no pensé que se tratara de una ¡cita! -Yessabell estaba alcanzando su punto máximo de enojo -Derek, te deje muy claro que solo podríamos ser amigos, y deja de pensar en que podemos tener algo. Porque no será así.

-Yessabell, ¿Por qué te niegas a comenzar algo? ¿Por qué te niegas la oportunidad de enamorate? -Preguntó Derek, comenzando a contagiarse del mal humor de Yessabell.

-No me niego nada, ahora dejame comer en paz -Dijo Yessabell mientras daba otra mordida a su hamburguesa.

-Ok, yo solo decía lo que pensaba -Dijo Derek, mientras terminaba su hamburguesa.

-Solo deja de decir lo que piensas y guardate tus comentarios para ti mismo -Dijo Yessabell terminando su hamburguesa.

-Pero si ni siquiera he dicho un poco -Dijo Derek mordiendo una papa.

-Y así está bien -Yessabell no estaba para nada contenta, intentaba reprimir su enojo, sabiendo el camino que estaba tomando la conversación.

-No, quiero decírtelo -Declaró Derek, tranquilamente -Lo que creo es que te estas enamorando y te niegas a empezar algo conmigo, porque realmente temes lo que los demás piensen de ti, que la chica dura ha encontrado el amor de su vida, que te has enamorado por primera vez y que temes entregar tu corazón -Derek tomó una papa frita con coquetería -Que darte una oportunidad a tus casi diecinueve, es algo nuevo para ti y que enamorarte de mí, es lo mejor que te ha pasado, creo que...

-¡Tú qué sabes, no me conoces! ¡No estas ni un poco cerca de conocerme! -Explotó Yessabell, mientras se levantaba y recogía su mochila a un lado de su asiento, saco unos billetes y los dejó en la mesa.

Salió rápidamente, ni siquiera se molestó en mirar atrás, mientras Derek le gritaba, o en disculparse al pasar golpeando a una pareja joven, mientras cruzaba las puertas del restaurante.
Una cuadra lejos de aquel lugar, tomó una respiración profunda y continuo caminando.

-Dejaste esto -La voz de Derek la llamó, un poco agitado, a sus espaldas, pero Yessabell lo ignoro y continúo caminando.

Derek la siguió, unos pasos atrás, en silencio, intentando entender que era lo que había hecho mal. Un momento estaban adorando el sabor de las hamburguesas y al otro, gritándose y corriendo en la calle. El carácter volátil de Yessabell, resultaba difícil de seguir.

Cuando estaban a una cuadra de la casa de Yessabell, ella se detuvo en seco y volteo hacia Derek, quien no se esperaba que ella se detuviera y ambos chocaron.
Derek la sostuvo por los brazos, para que ella no se caller a, Yessabell se estabilizo y fijo sus ojos en el mar avellana, de los ojos de Derek.

-Perdoname Derek, no quise ser grosera, bueno sí -Se corrigió Yessabell, sin apartar su mirada -Creo que no debemos vernos más, más bien, estoy segura de ello.

-¿Por qué? ¿Qué hice yo? -Preguntó Derek, aprovechando que Yessabell no intentaba apartarse -¿Qué dije que te molesto, Yessabell? Sinceramente, a veces no sé cómo vas a reaccionar, no sé qué decir o en qué momento decirlo, me da miedo como puedas reaccionar.

-Es por eso que no debemos estar juntos, ni como amigos ni como nada. Lo siento Derek, esto... -Yessabell intentó apartarse de Derek, pero él no se lo permitió -Suéltame por favor.

-Lo hare, solo sí me dices ¿Qué hice mal? -Dijo Derek decidido a no darse por vencido.

-Hablar de mí sin conocerme, elaborar prejuicios, yo no lo hago, por lo tanto lo que espero de ti, es que tampoco lo hagas, pero no entiendes -Contestó Yessabell, aun en brazos de Derek -No me gusta hablar de mi pasado, pero puedo decirte que no es cosa de nada que yo sea así.

-Entonces dímelo, cuéntamelo Yessabell, solo así lo entenderé -Dijo Derek intentando hacer a Yessabell razonar.

-Te di tu respuesta y no me has soltado -Dijo Yessabell intentando calmarse.

Derek la soltó y ella dio un paso atrás.

-Solo quiero entenderte Yessabell, por favor, solo explícamelo -Derek metió las manos en los bolsillos de su pantalón, para no volver a tocar a Yessabell.

-No te explicare nada, ya no somos amigos Derek, entiéndelo, se acabó -Yessabell se dio la vuelta y llego a su casa.

Derek la siguió, pero no dijo nada, hasta que Yessabell busco la llave en su mochila.

-¿Eso es todo? ¿Se acabó? ¿Así nada más? ¿Me dejas? -Preguntó Derek, al pie de la escalera.

-Fue un gusto conocerte Derek -Abrió la puerta y entro a la casa, azotando la puerta tras ella.

Yessabell subió las escaleras rápidamente y se encerró en su dormitorio. Se acostó en su cama y lloro por un buen rato, aprovechando que sus amigos no estaban y que no quería que la vieran así. No había llorado desde la navidad pasada y no sabía por qué, su separación con Derek, a pesar de ser solo amigos, le dolía tanto.
Aunque en el fondo sospechaba que Derek tuviera razón. Se estaba enamorando y no quería aceptarlo.

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