Capítulo 33 Broche De Oro
El viernes a las dos, todas las chicas estaban en el cuarto de Ana. La tía Melinda estaba preparándose para irse de vacaciones, así que llamo a dos chicas del salón de belleza más lujoso, para un servicio a domicilio.
Marisol opto por recogerse el cabello, igual que Ana, en elaborados moños. Renata dejo su cabello suelto, enchinándolo un poco, mientras que Yessabell con ayuda de una de las chicas del salón, recogió su cabello del lado izquierdo, dejando algunos mechones sueltos en el lado derecho, con ayuda de una hermosa pinza de oro, en forma de mariposa. Sus ondas castañas, caían en cascada por sus pechos, se veía radiante, completo su look, con un maquillaje discreto, igual que las demás.
-Necesito un último detalle –Yessabell salió corriendo del cuarto de Ana y se fue a su habitación, buscó el collar que su padre le había comprado, el violín y la guitarra, eran perfectos con el vestido, se calzo las zapatillas y se paró frente a su espejo.
Sus ojos no podían creer lo que veían, Yessabell estaba hecha una mujer, madura y hermosa, más de lo que se hubiese imaginado.
Como último toque, agrego a su muñeca derecha, la esclava que Derek le regalo en año nuevo.
-Te ves hermosa –Ezra estaba en el umbral de la puerta, luciendo un traje azul marino y su cabello bien peinado hacia tras.
-Gracias –Yessabell volteó a verlo –No sabes cuantas veces, en momentos como este, he deseado que mi padre estuviera conmigo.
-Seguro que te estará viendo y debe estar muy orgulloso, de que su niña, sea toda una mujer, hecha y derecha –Admitió Erza, mientras daba un paso al pasillo.
Yessabell tomo su bolso de mano, una pequeña monería dorada, donde guardo su celular, las llaves y su tarjeta de crédito, se acercó a la puerta y en el mismo momento, las chicas salieron del cuarto de Ana.
-¡Es hora de irnos chicas! –Exclamó Renata entusiasta.
Todas bajaron a la entrada, Philip llevaba un traje gris Oxford, combinando a la perfección con Ana, mientras que Nicolás, estaba usando un traje negro con corbata roja y Derek, quien había llegado para acompañar a su novia, estaba enfundado en un elegante esmoquin negro, su cabello peinado de lado, estaba impecable, guapísimo.
Los tres se quedaron boquiabiertos, al ver a las chicas bajar. La Tía Melinda, los esperaba para despedirse, pues tenía que salir de último momento, para llegar a una reunión de negocios antes de sus vacaciones.
-Mis niños, todos se ven impecables –Admitió Melinda, admirando a los chicos desde la entrada.
-Gracias Tía, espero que te vaya bien en el vuelo –Deseó Nicolás con ternura.
-Gracias chicos, ahora todos a darse prisa o llegaremos tarde, a nuestros respectivos encuentros.
Todos se despidieron de la Tía Melinda y después se subieron a los coches, para ir al salón.
-Te ves hermosa, más bella que nunca –Declaró Derek por fin, bajando de la camioneta, con los guardaespaldas detrás, ellos esperarían afuera, junto con los guardaespaldas de Ana.
-Gracias, tú también te ves guapísimo –Yessabell se acercó a su oído para que nadie los escuchara –Tengo ganas de arrancarte el esmoquin con los dientes –Le dio una sonrisa coqueta y Derek soltó una risita.
-¡Dios mío Yessabell! –Derek se hizo el sorprendido –Me aterras -Yessabell soltó una risita y él se acercó para susurrarle algo –A mí me entraron ganas de arrancarte el vestido.
-Para por favor –Yessabell lo tomó del brazo, mientras calmaba su risa –Si no nos damos prisa, no entraremos. Por cierto ¿Trajiste tu maleta?
Yessabell había planeado salir el sábado al medio día, Ana y Philip estuvieron de acuerdo. Derek había decidido quedarse a dormir en la casa con Yessabell, ya que sus amigos se irían ese día en la noche y no quería estar solo en la casa grande.
-Sí, la deje en la sala, no sabía si debía dejarla en tu cuarto y como llegue un poco tarde, no me dio tiempo de subirla –Explicó Derek, cuando entraban y admiraban la hermosa decoración del salón.
El lugar estaba adornado en blanco y negro, con algunos tonos dorados. Era tan grande como un museo y sumamente elegante.
Las paredes estaban tapizadas de una especie de tela blanca con flores doradas y los cuadros de los chicos de la clase, colgaban por todas partes, aunque se distinguían, pues cada sección, estaba dividida por un color específico, como fondo de los cuadros.
En la entrada, había un pequeño podio, para que se inaugurará la exposición, las personas comenzaron a llegar y pararse en torno a él.
-¡Yessabell! –Exclamó una voz familiar.
Yessabell se dio la vuelta, sin soltar el brazo derecho de Derek y se encontró con la amplia sonrisa de Fanny, quien iba con Robert del brazo, ambos de negro.
-Fanny, Robert, que gusto verlos –Yessabell les sonrío y los abrazó rápidamente, regresando al brazo de Derek –Supongo que vienen a apoyar a Bruno. No puedo esperar a ver su trabajo.
-Así es, se la pasó hablando de su proyecto día y noche, por dos meses –Aseguró Fanny riendo.
-No podíamos dejarlo solo –Agregó Robert, con una sonrisa de oreja a oreja.
-Por cierto, te ves bellísima esta noche –Soltó Fanny viendo a Yessabell de pies a cabeza –Y Derek, no se queda atrás.
-Gracias –Derek sonrió de lado –No podía quedarme atrás, con semejante mujer a mi lado.
-Derek, por favor –Yessabell le dio un ligero codazo.
-No lo reprendas –Andrew apareció detrás de Robert, en un elegante traje azul marino –Dice la verdad.
-Andrew ¿Cómo has estado? –Preguntó Yessabell sorprendida –Hace mucho que no nos vemos ¿Cómo esta Mariza?
-Muy bien gracias, de hecho… nos vamos a casar para navidad y por supuesto, ambos están invitados –Andrew estaba que no cabía de la felicidad, su sonrisa que le llegaba hasta los ojos, era incorregible.
-Muchas felicidades –Intervino Derek soltándose de Yessabell, para abrazarlo –Por supuesto que estaremos ahí –Aseguró regresando a lado de Yessabell.
-¡Damas y caballeros, les invitamos a guardar silencio por favor, en un minuto, daremos paso a la inauguración! –Anunció el maestro de ceremonias.
-Nos vemos en un rato, tenemos que estar del otro lado –Explicó Yessabell, despidiéndose de sus amigos.
-Nos vemos en un rato –Concedió Fanny viendo a Yessabell alejarse, del brazo de Derek.
Todos los presentes se acercaron en torno al podio, para escuchar el discurso de inauguración. Yessabell y sus amigos estaban en primera fila del lado derecho. Bruno y sus amigos, incluido Stephen, estaban en el extremo izquierdo, detrás de un puñado de gente.
-Damas y caballeros, sean bienvenidos, a la exposición de fotografía de la Universidad de Fotografía de CU, esta noche se expondrán las trabajos finales de la clase de primer año del famoso fotógrafo Julián Ponce, recibámoslo con un aplauso –El maestro de ceremonias aplaudió y se hizo a un lado, para recibir al profesor.
-No lo puedo creer –Susurró Stephen a Bruno, entre los aplausos.
-¿Qué? –Preguntó Bruno con el ceño fruncido.
-No ha perdido el tiempo, ya está con otro –Contestó Stephen señalando a Yessabell con la cabeza, quien sonreía por algo que Derek le estaba susurrando al oído.
-No hagas una escena Stephen –Advirtió Andrew entre dientes, mientras dejaban de aplaudir –No olvides que ella ya estaba con Derek, antes de que se volvieran a encontrar.
-Él tiene razón, no hagas una escena por favor –Pidió Bruno seriamente -Acuérdate de lo que hiciste tú, para que esto pasará.
-Gracias por su presencia, público presente –Agradeció el fotógrafo y
profesor Julián Ponce –He tenido el honor de presenciar el surgimiento de jóvenes talentosos. Este año la clase ha sido perfecta, por lo que les garantizo que se llevaran un buen sabor de boca esta noche. No los entretengo más. Para cerrar con broche de oro el año, ahora los invito a que disfruten la velada, admirando el trabajo de mis alumnos.
Todos aplaudieron y los chicos de cada equipo, salieron disparados a sus lugares, Renata y Nicolás, se llevaron a Yessabell a su sección, afortunadamente, su lugar estaba en una de las esquinas del lugar, las fotografías colgaban sobre una delicada tela lila, haciendo lucir todo a la perfección.
-Son hermosas chicos –Yessabell se quedó anonadada al ver las hermosas tomas que habían hecho los chicos –Han hecho un buen trabajo.
Había tres grandes collages en la parte posterior, donde Yessabell aparecía en distintas poses, con distintos atuendos, incluso las fotografías de ella en el rió, cuando fueron a acampar. Dos grandes fotografías colgaban en la parte superior, en una se veía a Yessabell de frente, sonriendo con el fondo de la feria, en su bonito vestido con flores y la otra la mostraba sonriendo tímidamente, viendo hacia el cielo, en la mañana del parque.
-Nuestra musa colaboro bastante –Afirmó Renata orgullosa de su trabajo.
-Que bueno que te gustaron, era lo que esperábamos –Agregó Nicolás admirando su trabajo.
-Son magníficas –Interrumpió Derek detrás de Yessabell.
-Chicos, de verdad... son muy buenos en esto –Admitió Yessabell mientras se abrazaba de Derek.
-Muchas gracias –Sonrió Renata al mismo tiempo que levantaba la vista, detrás de Derek y Yessabell –Ahí vienen los críticos –Susurro un poco nerviosa.
-Tranquilizate –Pidió Nicolás, tomándola de la mano –Ven Yessabell, colocate aquí, Derek ponte junto a ella –Los colocó en la parte izquierda del espacio, junto a la pared.
Los críticos estaban conformados por el profesor, el director académico, dos profesores diferentes y la asesora de grupo.
-Este trabajo es de Renata Valenzuela y Nicolás Galen, mis dos mejores estudiantes –Presentó el Profesor –Y asumo que la señorita aquí presente –Señalo a Yessabell –Es la modelo de las fotos.
-Buenas noches, así es profesor –Renata tomó la palabra, más tranquila y decidida –Ella es Yessabell Lovato Murphy, estudiante de la Universidad de Literatura Inglesa –Presentó con profesionalismo.
-¿Es usted la señorita que publico dos trabajos en la revista de literatura? –Preguntó el director, con interés.
-Así es director, mucho gusto –Yessabell saludó a los críticos y se paró derecha y con una pequeña sonrisa.
-El trabajo es increíble –Afirmó uno de los profesores, admirando las fotografías.
-Han capturado el momento perfecto, tan organico –Agregó otro de los profesores.
-Y la modelo les ayudo bastante con eso –Añadió la asesora –Es muy hermosa y las luces y los entornos, le favorecen muchísimo.
-Exactamente, fue lo que pensé –Intervino el profesor Ponce –Chicos, por favor, explíquenos su trabajo.
-Por supuesto, nosotros decidimos basarnos en la época de los 60, 70 y 80, algunas de las locaciones nos permitieron ensamblar los atuendos con la panorámica –Explicó Renata señalando algunas fotografías.
-Aprovechamos algunas locaciones espontaneas –Agregó Nicolás señalando las fotos del campamento –Por ejemplo, en este lugar, los rayos del sol se filtraban, dándonos ese completo tono que buscábamos.
-Eso es evidente, la composición y la estructura de su tema sobresale en muchas fotografías –Afirmó un profesor, realmente sincero –Me gusta mucho como capturaron los momentos, las luces, los escenarios, es perfecto.
-Así es –Añadió el director –Todo está en perfecta sintonía, las tomas son espontaneas y eso habla mucho de su buen ojo para el trabajo, han hecho un trabajo estupendo chicos.
-Mis felicitaciones, no pudieron escoger una mejor modelo –Agregó la asesora –Es muy fotogénica.
-Felicidades chicos, presentaron un trabajo digno de presumir en una galería –Aseguró el profesor Julián orgulloso –No me defraudaron, tienen uno de los mejores proyectos de la clase, de verdad hacen un buen equipo y... –Se giró a Yessabell –Muchas gracias por formar parte de esto, es un honor tenerla aquí señorita Lovato.
-No fue ninguna molestia y me alegro que el trabajo les haya gustado –Sonrió Yessabell tranquilamente, estrechando la mano del profesor.
-Así es, se lo aseguro - Ponce estrechó la mano de Yessabell con elegancia -Vamos a ir con el siguiente equipo, pero les pido que se queden al final, todos los alumnos deben quedarse, por favor –Explicó el profesor a Nicolás y Renata.
Después de que todos felicitaran el trabajo y la dedicación de Renata y Nicolás, los críticos se fueron y Renata soltó un suspiro de alegría.
-No lo puedo creer, me están sudando las manos, estaba tan nerviosa.
-Tranquila, lo peor ya paso –Nicolás le dio un beso rápido –No sé qué nos van a decir al final, pero no creo que sea malo si tanto les ha gustado.
-Chicos de verdad que les ha quedado de maravilla, los críticos no apartaron la vista, para nada –Admitió Yessabell acercándose a ellos.
-Eres nuestro amuleto de la suerte –Aseguró Renata, abrazando a Yessabell –Muchas gracias por ayudarnos –Se apartó y no dejo de sonreír.
-No fue nada chicos, saben que haría cualquier cosa por ustedes –Yessabell les dio un abrazo fuerte –Ahora ¿Podemos ir a ver los otros trabajos?
-Claro, vayan, nos vemos en un rato –Concedió Nicolás, relajado.
Yessabell se paseó del brazo de Derek, de principio a fin de la exposición, de vez en cuando, algunos equipos le preguntaban sobre las fotografías que hizo para las revistas, algunos le pedían autógrafos, otros querían una foto con ella y al final, Yessabell conoció a la mitad de los presentes.
Cuando pasaron por algunas fotografías en blanco y negro, otras estilo vintage, algunas de objetos extraños, otras de paisajes desconocidos, regresaron con Nicolás y Renata, aunque Yessabell estuvo pendiente de no toparse con Stephen, incluso cuando pasó con el equipo de Karen y Bruno, se alegró de no toparse con él.
-¿Les ha gustado? –Preguntó Nicolás, con una copa de vino en la mano.
-Todos tienen diferentes propuestas y buenos trabajos, pero ninguno como el suyo –Contestó Yessabell, dándoles el crédito –Nosotros tenemos que irnos, pero si ya no los vemos, esperamos que nos llamen y nos cuenten que paso después.
-Ana y Philip se va con nosotros –Agregó Derek –Mañana hay que viajar y queremos estar descansados.
-Lo entendemos chicos, que pasen una bonitas vacaciones –Renata se despidió de ellos y luego Nicolás.
Yessabell se fue con Derek, a encontrarse con Ana y Philip en la entrada. Nuevamente, Stephen se mantuvo al margen, pero siempre apreciando a Yessabell desde lo lejos.
Estaba detrás de un pequeño
muro, viéndola irse, justo cuando salió, susurro:
-Te Amo...
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