Capítulo 29 Confianza
La subasta comenzó, una mujer de unos cuarenta años, se paró junto a la mesa que estaba vigilada por varios guardias y cuatro asistentes.
Dio un pequeño discurso de bienvenida y deseo a todos, la mejor suerte.
El primer artículo, fue la pieza que señalo Ezra previamente.
De inmediato las ofertas se hicieron presentes, pues era una buena pieza, como dijo Ezra.
-¡Vendido! -Declaró la mujer que llevaba a cabo la subasta -A la hermosa señorita castaña de la segunda fila -Señaló a Yessabell y todos le aplaudieron.
-Bien hecho -Susurró Ezra a su lado, con una enorme sonrisa.
Yessabell le devolvió la sonrisa triunfante y agradecida de no haber gastado mucho. Fue una dura competencia, entre ella y un aficionado que al verla y dejarse deslumbrar por su tierna mirada, cedió.
-El objeto número 45 -Anunció la mujer, después de casi una hora de subasta y señalando la pintura que Yessabell quería -Una pintura del famoso artista Piero, de la portada de Abbey Road, en un marco de caoba fina y un delgado plexiglás, que les garantiza seguridad, comencemos con la puja.
Después de diez minutos de pelea, entre Yessabell y un chico de unos 22 años, que parecía decidido a no perder, la mayoría de los presentes se estaban desesperando, cuando uno daba una cantidad, el otro subía cincuenta o cien más, hasta que llegó el momento en que Yessabell vio que no ganaría y desistió de mala gana. Se aplastó en su asiento con los brazos cruzados y una molestia irritante.
-¡Vendido! Al joven de traje gris -Anunció la mujer, Yessabell solo resoplo y Ezra a su lado río.
-Eres mala perdedora -Declaró Ezra, entre risas -Por favor, no te molestes, todavía quedan algunos artículos -Extendió la mano y Yessabell se la tomo a regañadientes, aun molesta.
Después de veinte minutos más, la subasta termino. Yessabell compro, una playera azul celeste, con la imagen de Paul McCartney a color, autografiada por el mismo Paul. Fue por sus dos objetos con la subastadora y se retiró del lugar, con Ezra a su lado, cargando la figura de barro.
-Bueno, por lo menos esta autografiada por Paul, creo que nunca te lo dije, pero él es sin duda, mi Beatle favorito -Confesó Yessabell más feliz, mientras caminaba con la pequeña bolsa que contenía la playera en su mano derecha.
-¿De verdad? -Preguntó una voz detrás de ellos y ambos se giraron.
Henry y Malcom, se pararon detrás del susodicho.
El chico de traje gris, que había ganado la pintura que Yessabell quería y que ahora llevaba en las manos, junto con dos bolsas más.
-Disculpa, pero no estoy acostumbrada a que los desconocidos escuchen mis conversaciones privadas y que, además intervengan -Atacó Yessabell un poco molesta.
-Lo siento, soy Garren y no quise robarte el cuadro, y ahora que sé que te gusta más Paul igual que a mí, te propongo un trato -Explicó Garren, tranquilamente. Malcom y Henry, se acercaron más, lo quehiso al chico, sentirse atrapado -¿Dije algo malo? -Preguntó.
-¿Qué trato? -Preguntó Yessabell, ignorando la pregunta de Garren.
-Una cita, a cambio del cuadro, es todo -Contestó Garren un poco nervioso.
-Aunque quiero mucho la pintura, eso no pasara, en media hora me voy -Informó Yessabell tentada por tener la pintura, pero no tanto como para salir con un desconocido.
-Oh -Garren volteó a ver a Ezra, de la mano de Yessabell -¿Es tú novio? -Preguntó a Yessabell -Lo siento mucho, amigo, no quise ser grosero y no pensé que ustedes dos... Soy un idiota.
-No te preocupes, Ezra es comprensivo y sabe que lo quiero -Yessabell apretó un poco la mano de Ezra, para que le siguiera la corriente -Tu oferta es tentadora, pero como dije, no puedo.
-Ok, ¿Por qué no les invito algo de comer y te dejo la pintura? -Sugirió Garren avergonzado.
-Quieres decir que me darás la pintura sin más, solo porque comamos algo juntos ¿Es eso? -Preguntó Yessabell intrigada.
-Sí mira, sé que suena raro, pero digamos que alguien me debía dinero y quiero saber que lo he gastado bien, se nota que eres fan, incluso mucho más que yo, ni siquiera he escuchado el álbum al que pertenece la pintura -Explicó Garren -Será solo cuestión de minutos y por supuesto, tú novio viene -Propuso tranquilamente.
Yessabell volteó a ver a Ezra y él asintió.
-Ok, vamos.
Todos se acercaron a un pequeño puesto de pizzas y se sentaron en la mesa. Henry y Malcom, se quedaron de pie, detrás de Garren.
-¿Son tus guardaespaldas? -Preguntó después de que les llevaran sus rebanadas de pizza.
-Sí, ya sabes, la inseguridad está a la vuelta de la esquina -Contestó Yessabell con naturalidad.
Después de comer, Garren cumplió su palabra y le dejo la pintura a Yessabell, se despidieron y Yessabell fue a buscar a sus amigos, junto con sus guardaespaldas, estaba que desbordaba felicidad y así se fue a su casa, fue difícil que durmiera, pero lo logró.
A la mañana siguiente, se despertó radiante. Se puso una hermosa playera de tirantes verde pastel, una falda blanca vaporosa de tul, con pequeñas flores de color rosa y azul, que le llegaba arriba de las rodillas, sus botas color café que le llegaban a las rodillas y tenían unos pequeños tacones de cinco centímetros, combinándolas con un saco de un café chocolate exquisito, su melena suelta estaba adornada con una delgada diadema de flores, cortesía de Renata, estaba deslumbrante y lo reflejaba.
Durante las clases la sonrisa estuvo en su rostro y aún más, gracias al Sr. Parker, quien se acercó al final de la clase.
-Srta. Lovato, le tengo buenas noticias -Anunció feliz.
-¿De qué se trata? -Pregunto Yessabell, con Derek a un lado, ambos estaban solos en el aula, con el Sr. Parker.
-La Srta. Kings, su maestra de Literatura Creativa, me mencionó que quiere que una de sus historias cortas se publique en la revista, dice que es precipitado, puesto que solo queda una semana, pero logró colar su historia de último momento -Explicó el Señor Parker, con entusiasmo.
-Eso quiere decir... -Yessabell se quedó sin palabras, en completo shock.
-Así es. Dos de tus participaciones estarán en la revista de Literatura de la Universidad. Yessabell -Aseguró el Sr. Parker, seriamente, viéndola a los ojos -Tu padre estaría muy orgullosos de ti, cuando el público sus primeros cuatro libros, no tenía nada de experiencia, ahora sé que tú lo heredaste y estaría feliz, por los grandes esfuerzos que estás haciendo y por supuesto, los grandes logros.
-Muchas gracias Sr. Parker, por apoyarme y por recordar a mi padre -Yessabell sintió las lágrimas en los ojos, lágrimas de felicidad.
-No es nada, él siempre fue bueno conmigo, un gran amigo -El Sr. Parker tomó sus cosas y comenzó a salir -La felicito mucho, nos vemos la próxima clase, hasta luego Sr. Sanders.
Derek asintió y se giró a Yessabell.
-No sabía que tú padre, había publicado cuatro libros en sus inicios.
-Lo hizo, publicó varios libros más, no lo menciono mucho, ya sabes por la influencia y eso -Explicó Yessabell limpiándose las lágrimas -Escribió varios libros de filosofía y algunas historias de amor, de alguna manera, sé que eso me lo heredo.
-No me lo puedo creer -Derek le limpió una lágrima con el pulgar -Sin duda tienes talento, muchas felicidades manzanita.
-¿Quién te dijo eso? -Preguntó más tranquila, con la mano de Derek, aún en su mejilla.
-Escuche a Ana y Marisol, que una vez te lo dijeron, incluso Nicolás, me gusta, pero si no quieres que te diga así...
-No, no es eso. Es solo que... mi padre solía llamarme así... mi madre lo hace de vez en cuando, pero nadie nunca, lo dijo como tú -Yessabell le sonrío -Creo que me gusta.
-A mí también -Derek se inclinó y estuvo a punto de besarla, pero después recordó lo de solo amigos.
-Lo siento, creo que debemos
irnos, tengo entrenamiento.
-Está bien, vamos -Yessabell lo tomó de la mano y salieron del aula.
Llegaron a una pequeña banca, bajo la sombra de un roble y Derek se despidió.
-Nos vemos en el café -Se alejó trotando y saludo a Stephen, quien paso a su lado, un poco serio.
-Hola -Saludó Yessabell sentada en la banca, con la mochila a un lado.
Ezra y Malcom, estaban sentados en una banca a unos metros, Henry estaba de pie, detrás de ellos.
-¿Qué está pasando Yessabell? -Preguntó Stephen un poco molesto.
La sonrisa de Yessabell se desvaneció y se levantó de la banca, quedando frente a Stephen.
-¿De qué hablas?
-Pensé que habías superado eso de andar peleando como niña de cinco años, con cualquiera que se parara en tu camino ¿Qué pasa contigo? -Exigió Stephen cruzando los brazos.
-¿Qué? -Yessabell frunció el ceño -No entiendo, explicate, no sé de qué me estás hablando, es...
-Gabriela me dijo lo que le hiciste, aunque no hizo falta, lo vi yo mismo -Explicó Stephen más molesto -¿Por qué Yessabell? -Preguntó decepcionado -No puedo creer que te hayas atrevido a romperle la nariz, cuando ella solo se acercó a hacer amistad.
-¿Qué? -Yessabell intentó recordar cuando hablo con Gabriela, si quiera ¿Había hablado con ella?, recordó el día en el centro comercial, solo habían cruzado palabras, pero Yessabell ni la toco -Espera ¿Ella te dijo que yo le pegue? -Preguntó incrédula.
-No te hagas la inocente Yessabell, bien que sabes lo que sucede, es increíble que te hayas atrevido a ponerle una mano encima -Stephen estaba furioso, elevando el tono de voz, cada vez más -¡Ella se acerca a hacer amistad y tú te pones a gritarle de lo peor...!
Yessabell abrió la boca para protestar, pero la mirada fría de Stephen, la hizo callar.
-Te le hechas encima a los golpes, solo porque estas celosa, Yessabell solo somos amigos ¡No puedo creer que no confíes en mí! He hecho todo para complacerte, te espere, te di tiempo, acepte que siguieras vendo a Derek, que incluso te pensaras, con quien de los dos quieres estar, te di espacio y lo único que obtengo de ti, es un ataque hacia una amiga -Comenzó a caminar de un lado a otro, pasándose las manos por el cabello, de vez en cuando.
Yessabell no dijo nada, sintió las lágrimas escocer en sus ojos, pero no permitiría que Stephen la viera derrumbarse, no así. Tomo aire profundamente, dejando que Stephen terminara su discurso, de cierta forma le recordó a Logan y sus constantes escenas de celos y rabietas.
Las decisiones que había tomado, fueron un error.
-Eres inmadura, infantil, celosa y tienes un serio problema controlando y midiendo tus fuerzas, es como esa vez con Kendra, sigues en lo mismo Yessabell, pensé que habías cambiado, pero no lo has hecho, tienes que madurar, dejarme tener amigas, porque yo te dejo tener amigos, tienes que tener confianza y fe en mí. De lo contrario las cosas serán difíciles.
Stephen la miró, aun furioso y decepcionado, unos segundos después se hizo el silencio, era como si no hubiera nadie en el mundo, solo los dos. Yessabell decidió que era momento de terminar con ello.
-¿Terminaste? -Preguntó sin mirarlo a los ojos.
-Sí -Contestó Stephen furioso.
-Porque yo también -Yessabell levantó la vista y contemplo sus ojos grises, esos hermosos ojos que vería por última vez.
-¿De qué hablas? -Preguntó Stephen apoyando las manos en la cintura con confusión.
-Ya no quiero volver a verte Stephen -Yessabell se dio la vuelta y tomó su mochila, Stephen la sujetó del brazo y le dio la vuelta, para verla a los ojos.
-¿Estás haciendo un berrinche, porque vine a reclamarte lo de Gabriela? -Soltó una carcajada fingida -No lo puedo creer ¿Es enserio? -Preguntó incrédulo.
-No es un berrinche Stephen -Yessabell se soltó de su agarre, molesta y triste a la vez -No quiero volver a verte, porque estoy harta de ti, de tus desconfianzas hacia mí, de que te pongas a defender a cuanto me hace daño, sin detenerte a pensar si es algo que haría o no, yo no puedo estar con una persona así.
-¿Qué yo desconfió de ti? -Preguntó Stephen herido -Yessabell, te di la oportunidad de...
-¡No Stephen! -Yessabell se paró derecha y decidida -Yo fui quien te dio una segunda oportunidad, te dije que no podíamos fingir como terminaron las cosas, me dolió y mucho y ahora me duele... que esté pasando otra vez, no puedo creer... que te hayas quedado con lo que te dijo Gabriela y que ni siquiera me hayas preguntado mi versión de los hechos -Lo señaló con el dedo -Tú, quien dice no tener mi confianza, eres el menos oportuno para pedirla. Y si me conocieras de verdad, te darías cuenta que he cambiado, me costó meses superar tu ausencia, me costó meses controlar mis celos y todo lo hice por ti.
-Yessabell, yo...
-Cambie, porque quería que estuvieras orgullosos de mi cuando volviera a verte, porque esperaba volver a verte, pero cuando sucede, solo ves a la niña que no sabía controlar su temperamento y no me escuchas, cuando se supone soy la persona más importante para ti -Yessabell respiró profundo -Pero eres tú, el que no tiene confianza en mí.
-Yessabell, con Derek... -Stephen, se dio cuenta de la verdad, las palabras de Yessabell eran la verdad y estaban llenas de razón, no la escucho, fue impulsivo y se dejó llevar por lo que Gabriela le había dicho.
-A él ni lo menciones -Yessabell sintió una lágrima correr por su mejilla -Te había elegido a ti... siempre fuiste tú Stephen... Siempre tú y nadie más -Declaró decepcionada.
Stephen se quedó sorprendido, pero sabía que todo se había ido a la borda y todo por culpa de él.
Otra vez.
-Pero no puedo. Ya no puedo -Yessabell no pudo evitar que las lágrimas brotaran.
-Yessabell perdoname, tienes razón, me equivoque, fui impulsivo, no pensé en nada, vi a Gabriela y solo asumí... ¿Puedes perdonarme? -Stephen estaba arrepentido, pero esta vez, Yessabell no cedería.
-Me rompiste el corazón... no una... sino dos veces.... Te perdone y pensé... pensé que sería diferente... pero es evidente que... nada será igual de nuevo -Yessabell se limpió las mejillas con el dorso de la mano, Stephen dio un paso a ella y Yessabell dio un paso atrás -Ya no quiero verte. No me busques nunca. Se acabó. -Se dio la vuelta y caminó hasta sus guardaespaldas.
-¡Yessabell, por favor! -Suplicó Stephen, pero ella lo ignoro.
Se quedó ahí, viéndola alejarse en su camioneta, viendo a la mujer de su vida, desaparecer de ella.
Se había acabado y él sabía que sería definitivo.
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