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Capítulo 28 Trampa

Yessabell levantó la mirada y Derek volteó a ver sobré su hombro.

Stephen se acercó y se sentó junto a Yessabell.

-Llegaste -Dijo Derek en tono sarcástico, terminando su sopa.

-Sí bueno, no podía fallar dos veces -Stephen volteó a ver a Yessabell, quien estaba terminando su arroz tranquilamente.

-¿Vas a ir a la feria con nosotros? -Preguntó Yessabell, sin voltear a verlo.

-Sí, Bruno me dijo que él también ira, aunque Fanny y Robert se lo pierden, tienen algunos trabajos y Andrew va ver a Mariza -Contestó Stephen, mientras la mesera se acercaba a la mesa -Un plato de sopa con crema y un jugo de naranja por favor.

La mesera le lanzó una sonrisa cómplice a Yessabell y se fue.

-¿Cómo están tus hermanos? -Preguntó Derek tranquilamente.

-Bien, después de la acampada, ya no quieren más campamentos, ahora están planeando unas buenas vacaciones en la playa ¿No quieren ir? -Preguntó Stephen, volteando a ver de Yessabell a Derek.

-Yo no puedo, mi mamá quiere que la ayude con todos los preparativos para la boda y quiere aprovechar el mes de vacaciones -Explicó Yessabell terminando de comer.

-Bueno, no importa, ya será en otra ocasión -Sugirió Stephen un poco decepcionado.

-Yo aún no sé a dónde iré, lo más seguro es que visite a mis padres -Declaró Derek, intentando romper la tensión.

La mesera dejó la orden de Stephen y se retiro.

-¿Dónde? -Preguntó Stephen, al darse cuenta, que no conocía el lugar de origen de Derek.

-En Londres -Contestó Derek terminando su soda -Nací y crecí allá, aunque mi hermano decidió hacer su carrera allá, yo quería algo diferente, por eso vine aquí.

-Pero no tienes acento ¿Por qué? -Preguntó Yessabell, al notar ese pequeño detalle.

-Bueno, trabaje en eso, pero si quieres puedo evitarlo -Contestó Derek, con media sonrisa.

-No creo que sea necesario -Intervino Stephen pasando un bocado -Eso solo te haría un mejor rival y más difícil.

Los tres rieron, a pesar de todo el asunto, Yessabell encontraba relajante, que todos pudiesen llevarse bien.

-Antes de que lo olvide -Yessabell, tenía una sonrisa tímida -Nicolás hará una pequeña reunión cuando se publiquen las revistas, ya que las tres coinciden con la misma fecha, así que, ambos están invitados.

-Hace mucho que no voy a una fiesta -Confesó Stephen, mientras comía su sopa.

-¿En serio? -Preguntó Derek, pues a juzgar por la personalidad de Stephen, cualquiera diría que no sale de las fiestas.

-Sí, la última fiesta oficial, en donde estuve, fue cuando llegamos, ya saben, las fiestas de bienvenida y eso, en una fraternidad, no recuerdo como se llamaba -Contestó Stephen pensativo -Ha, los chicos insistieron en ir y yo solo quería quedarme a desempacar.

-Bueno, pues ya tienen una fiesta a la cual ir, así que aparten fecha -Yessabell extendió la mano y revisó el reloj de mano, de Derek -Es hora de irnos, se acabó el descanso.

Derek llamó a la mesera y pago la cuenta, incluso lo que estaba consumiendo Stephen

-Nos vemos luego hombre.

-Hasta luego Stephen -Yessabell le sonrío y se levantó de la mesa, siguiendo a Derek.

-Nos vemos chicos -Stephen los despidió y Derek y Yessabell salieron del restaurante.

El viernes en la tarde, Yessabell, Ana, Fanny y Renata, junto con los guardaespaldas, estaban en el centro comercial, buscando algunas prendas de los sesenta y setenta, para la sesión de fotos del domingo.

Entraron a una tienda vintage y Yessabell parecía niño en dulcería. Malcom y Taylor, esperaron afuera de la tienda. Henry y Ted, se quedaron en la sección de hombres, mientras que Ezra, se quedó con las chicas.

-Pruébate estos -Renata, le pasó una falda vaquera, una blusa roja con lunares blancos, un vestido beige tipo hippie, unas botas café con tacón y algunos suéteres de punto.

-La falda quedara bien con la blusa -Aseguró Ana acercándose con dos vestidos floreados y unas blusas de colores -Pruébate esto también.

-Te acompaño a los probadores -Fanny acompañó a Yessabell y sostuvo algunas prendas, mientras esperaba a que saliera, para ver cómo se veía.

Una hora después, Yessabell se decidió por la falda vaquera, la blusa roja, un vestido verde olivo sin mangas y un poco ampón, en la parte de la falda; a juego con unos guantes y zapatillas blancas, un vestido café chocolate estilo hippie, unas cuantas tiaras de flores, unas botas naranjas con tacón, las botas cafés, unos zapatos bajos azul rey, un mini vestido blanco, con pequeñas flores verdes y amarillas y dos suéteres de punto, uno blanco y uno beige. Todo lo pagó Renata, alegando que se trataba de su tarea y que después Yessabell podía
quedarse con todo.

Mientras Yessabell se ponía su ropa, Fanny y Renata fueron a pagar, Ana estaba afuera de los vestidores, ojeando una revista, sin darse cuenta, de la chica que se acercó al probador donde estaba Yessabell, por suerte ella ya se había vestido de nuevo, estaba abotonando su saco café, cuando la chica entro en el probador.

-¿Qué te pasa? -Yessabell se quedó sorprendida, al ver a Gabriela frente ella, la compañera de Stephen y seguramente su admiradora -¿Qué no viste que está ocupado?

-Lo sé, pero solo quería darte algo de información que seguro te será útil -Soltó Gabriela, con orgullo y altanería.

-Dudo mucho que me interese algo que tengas que decirme -Yessabell dio un paso cerca de la puerta, mientras Gabriela daba un paso adentro del probador.

-Esto te interesara, te lo aseguro y también te mantendrá al margen de tus asuntos -Aseguró Gabriela cruzándose de brazos.

-Sea lo que sea, dilo ya -Accedió Yessabell dando un paso, para quedar frente a Gabriela y a un lado de la puerta, por si necesitaba salir corriendo.

-No quiero que te vuelvas a acercar a Stephen, ahora está conmigo, estamos saliendo y su amistad contigo, es solo un distractor -Soltó Gabriela sin rodeos, bajando los brazos -Empezamos con los círculos de estudio, ahora las cosas han cambiado y eso de que te dejara plantada, fue culpa mía estaba conmigo, lo siento.

-No me interesa lo que hagas con Stephen o lo que crees que haces, las mentiras no son lo mío y si Stephen quiere estar conmigo, no es asunto tuyo -Explicó Yessabell tranquilamente.

-Querida, entiende que lo que hubo entre tú y Stephen, ya fue, dejalo en paz, ahora está conmigo -Gabriela se señaló así misma, para hacer énfasis -Lo suyo fue cosa de nada, ahora que tiene a una verdadera mujer, sabe lo que quiere, así que alejate -Advirtió, con un dedo en alto.

-Conozco a las chicas como tú Gabriela, creeme, tus mentiras, para nada me afectan, di lo que quieras, no me interesa -Yessabell abrió la puerta dispuesta a salir, pero Gabriela dijo algo que la dejó asombrada.

-No miento, él ya no te quiere.

-¡Ya te dije que no te creo! -Yessabell tomó la manija de la puerta y la abrió

-Querida, yo no miento -Gabriela estaba tan seria, que Yessabell casi le cree.

-No me llames querida y hasta que no lo oiga de Stephen, no lo creeré -Abrió la puerta y se encontró con Ana y su radiante sonrisa.

-¡Yessabell, no me lo vas a creer! ¡Habrá una subasta de artículos de The Beatles en la feria! -Exclamó Ana sin dejar de sonreír.

-¿De verdad? -Preguntó Yessabell ilusionada -¿Quién te lo dijo?

-Ezra, está en la caja con Fanny y Renata ¡Vamos! -Ana jaló a Yessabell y Yessabell abrió la puerta de golpe para poder salir corriendo, sin importarle nada más, seguramente le daría un pequeño golpe a Gabriela, pero que importaba.

De camino a casa, Ezra le contó todo. Se subastarían álbumes, fotografías inéditas, cuadros, algunas prendas personales y fotografías autografiadas por los Beatles aún vivos; Paul y Ringo.
Para el domingo en la mañana, Yessabell estaba que no cabía de la felicidad. Estaba en el parque, con el vestido café tipo hippie, después de haber usado el vestido con flores verdes y amarillas, terminando la sesión de fotos.

Bruno, Marisol, Ana, Philip y los guardaespaldas, estaban dispersos alrededor, viendo a Renata y Nicolás, haciendo su trabajo, después de terminar, fueron a casa y Yessabell se cambió para la segunda sesión, se puso la falda vaquera y la blusa roja con lunares blancos y las botas cafés, luego se cambiaría a un vestido vaporoso en color azul cielo, y un suéter blanco, dejándose las botas.

Después de la sesión de fotos, a las cinco de la tarde, regresaron a la entrada a esperar a Stephen, pero al ver que no aparecía una hora después, decidieron ir a disfrutar la tarde. Yessabell no pensó en ponerse triste y pasó la tarde con Ezra, subieron a los carritos chocones, luego a los caballitos y después a la montaña rusa, donde tuvieron que esperar casi una hora para poder subir.

-Por fin -Declaró Ezra, mientras subían en el asiento doble a la mitad de la fila, Ana y Philip detrás de ellos, mientras que Marisol, Bruno, Renata y Nicolás, entraban en los asientos de enfrente. -Creí que nunca subiríamos.

-Eras tan impaciente -Declaró Yessabell riendo -Espero que no tengas miedo, no quiero tener que hacer de niñera.

-No tengo miedo -Aseguró Ezra con media sonrisa -Pero si tú lo tienes, puedes tomar mi mano.

Yessabell estaba por reír cuando el encargado apareció para ajustar los cinturones de seguridad.

-No saquen las manos y no toquen nada, permanezcan en sus asientos en todo momento -Le guiñó un ojo a Yessabell y se fue.

-Como si pudiera levantarme a medio juego para ir al baño -Bromeó Yessabell y Ezra río -Dame tu mano, en caso de que quiera levantarme o que tú quieras hacerlo, así, si nos pasa algo, estaremos juntos.

-De acuerdo -Ezra le tomó la mano y entrelazo los dedos con Yessabell, mientras sonreía -Eres mi mejor amiga y nunca dejaría que te pasara nada, iré a donde vayas.

La relación entre Yessabell y Ezra se había hecho fuerte, él había permanecido a su lado en todo momento y ella lo agradecía, jamás pensó tener un amigo como Ezra, ni siquiera cuando Bruno y ella se acercaron, nunca había sido así.

-Gracias Ezra, significa mucho para mí -Yessabell le dio un leve apretón en la mano y el juego comenzó.

Al tiempo en que los carritos comenzaban a moverse por el carril, todos gritaron ¡uuuuu! Emocionados y nerviosos. La primera curva iba hacia abajo, Yessabell sintió la adrenalina correr por su cuerpo, mientras su melena castaña, volaba con el viento. A su lado, Ezra gritaba de felicidad, mientras su cabellera rubia, se alborotaba en todas direcciones.
Los carritos subían y bajaban, daban vuelta y Yessabell se sentía cada vez más relajada de todo a su alrededor, con Ezra sujetando su mano, aunque Ana le había dicho a ella, que era su roca, Yessabell no se sabía tan fuerte o valiente, pues ella misma necesitaba una y sabía que esa persona era Ezra. El juego termino y cuando bajaron, pasaron a la sección del juego donde les vendían la foto de su regreso en el juego. La de Yessabell y Ezra, parecía una foto de enamorados, ambos de la mano, viéndose a los ojos y riendo. Compraron dos copias, una para cada uno y se dispusieron a ir a la subasta.

-Mamá dijo que podía comprar dos cosas con la tarjeta, pero creo que es mejor un cheque, además quiero usar el dinero que gane por las entrevistas -Explicó Yessabell cuando llegaron a la plaza donde se llevaría a cabo la subasta.

Después de sus dos entrevistas para el formato de televisión, Yessabell había recibido buenas cantidades de dinero y para Junio, recibiría el cheque con el sesenta por ciento de lo que se vendiera con ambas revistas, haciéndola rica, sin mucho esfuerzo. Tenía una cuenta de ahorro, en la que su mamá, su papá y ella misma, con sus pequeños trabajos, habían ahorrado por años, aunque no pretendía gastar todo en la subasta, le bastaría para comprar las dos cosas que más quisiera.

-Chicos, nosotros vamos al paseo en lancha -Habló Philip tomando a Ana del brazo -Nos vemos en dos horas en la entrada -Sonrío a todos y se fueron, con Ted y Taylor.

-Bueno, nosotros queremos ir a las artesanías -Declaró Marisol -¿No les importa verdad? -Preguntó a Yessabell.

-Claro que no chicos -Contestó alegre -Sí todos quieren hacer otra cosa, está bien, nos vemos en la entrada en dos horas, para irnos juntos.

-Ok, gracias manzanita -Marisol tomó a Bruno del brazo y se fueron.

-Tomaremos unas fotos de los juegos a los que subimos, mamá quiere verlo -Declaró Nicolás, sacando la cámara de su mochila.

-Parece que también nos vamos -Aseguró Renata riendo -Nos vemos en dos horas Yessabell, cuidala bien Erza -Advirtió antes de que se fueran.

-Que no te quede duda -Ezra asintió y Nicolás se llevó a Renata, casi corriendo.

-Vamos, quiero tener un buen asiento -Yessabell se colgó del brazo de Ezra y lo llevo a la segunda fila, frente a la mesa de subasta. -No sé qué quiero, ni si quiera sé si ganare algo -Meditó observando todos los artículos en la mesa.

-A mí me gusta ese -Ezra señaló una figura de barro de medio metro, que mostraba a los cuatro magníficos de Liverpool, entorno a una silla -Es una buena pieza.

-Ok, veremos si puedo ganarla y también quiero esa -Yessabell señaló una pintura de un metro de la famosa portada de Abbey Road, pintada a mano, en un precioso marco de caoba, recubierto con un delgado cristal. -Es hermosa.

-Tienes razón, esperemos que puedas ganar las dos.

Un chico se acercó y le tendió a Yessabell, varias paletas con diferentes denominaciones para que pudiese participar en la subasta.

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