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Capítulo 24 Encontrados

Logan tomó una respiración profunda y levanto la mano para tomar la perilla de la puerta, pero antes de alcanzarla, otro ruido fuerte se escuchó, era como si alguien acabara de tirar muchas cosas al suelo al mismo tiempo, lo que daba a entender que se trataba de ladrones y no solo uno.

Yessabell empezó a respirar rápidamente.

-¿Dónde están los demás?

-Tranquila Yessabell –Logan sacó su celular –Le enviaré un mensaje a Mat –Comenzó a teclear y mando el mensaje preguntando donde estaban él y Madison.

En el mismo momento el celular de Yessabell sonó, ella lo sacó con manos temblorosas de su bolsillo, mientras sentía que un ataque de pánico se aproximaba.

-Tranquila Yessabell, respira –Pidió Derek, viendo el miedo en la expresión de Yessabell –Dejame ver –Tomó el celular de Yessabell.

–Es Ezra, dice que donde quiera que estemos, no salgamos, se han metido a la casa –Dijo en voz baja leyendo el mensaje –Si no te importa, le mandare un mensaje a Ana, desde aquí para ver dónde esta.

Yessabell asintió, intentando calmarse, tomando respiraciones profundas.

-Mat y Madison están en su cuarto –Susurró Logan, leyendo el mensaje que acababa de recibir –Dicen que se encerraron en cuanto escucharon el ruido.

-Diles que no salgan –Pidió Stephen en voz baja, Logan asintió y mandó el mensaje.

Yessabell se sentó en un pequeño rincón junto a la puerta, intentando respirar tranquilamente.

-Yessabell, mirame –Ordenó Derek en voz baja, dejando el celular en el suelo a un lado de Yessabell y tomando el rostro de ella entre sus manos –Mirame, calmate por favor. Ana y Philip están bien, están con Fanny y Robert encerrados. Calmate por favor –Suplicó sin saber que más hacer.

-¿Qué sucede? –Susurró Stephen, arrodillándose a un lado de Derek.

Un ruido fuerte se escuchó contra la puerta, haciendo que Yessabell comenzara a respirar más agitadamente. Se escucharon disparos procedentes, tal vez del comedor.

-Yessabell mirame, mirame –Derek no soltó a Yessabell, mientras ella comenzaba a sentir que le faltaba el aire.

-¿Qué tiene? –Preguntó Logan, de pie detrás de Stephen.

-Un ataque de pánico –Contestó Derek tranquilamente, pues no quería alterar más a Yessabell –Respira profundo y despacio –Le indicó a Yessabell, quien comenzó a escuchar sus palabras –Eso es, lo estás haciendo bien.

El celular de Yessabell sonó en el suelo, Stephen lo tomó rápidamente y contesto.

-Ezra, ¿Dónde estás? –Preguntó en cuanto contestó.

-Estamos en el segundo piso –Contestó Ezra al otro lado de la línea -¿Dónde está Yessabell?

-Está aquí, pero está teniendo un ataque de pánico, Derek la está intentando calmar –Contestó Stephen, mientras se ponía de pie para alejarse.

-Mierda –Susurró Ezra –Mira, Malcom y Henry, están revisando todo, al parecer son cuatro hombres, por lo que podemos con ellos, en cuanto a Yessabell, no se aparten de ella e intenten calmarla, en… –La llamada se cortó y Stephen intentó volver a llamar, pero nadie contesto.

-¡Carajo! –Susurró Stephen, al no poder hablar con Ezra, regreso a un lado de Derek y se arrodillo –Ezra y los demás están buscando a los ladrones, dijo que nos quedáramos aquí.

-¡Ezra! –Yessabell se levantó de golpe y corrió a la puerta, Logan intentó detenerla, pero ella lo empujó, abrió la puerta y la escena frente a ella era de terror.

Uno de los ladrones estaba a unos metros de la puerta, con Ana en sus brazos, un brazo rodeando su cuello y en el otro un revolver, mientras que Philip, estaba a unos dos metros en el suelo, inconsciente.
En las escaleras estaba uno de los ladrones inconsciente y ensangrentado, Logan, Stephen y Derek corrieron a un lado de Yessabell. Mientras ella seguía con la mirada fija en el hombro que sostenía a Ana.

Estaba usando un traje negro y una camisa blanca, su rostro estaba cubierto con una máscara de hockey, igual que el hombre tumbado en las escaleras.

-¡No se muevan o aquí mismo la mato! –Ordenó el hombre a Yessabell y sus amigos, quienes se quedaron parados en silencios, intentando pensar en salvar a Ana.

-¿Quiénes son y qué quieren? –Se atrevió a preguntar Yessabell, aún con la respiración agitada.

-Eso no importa hermosa –Dijo un hombre que bajaba las escaleras lentamente, con un rifle recargado en el hombro izquierdo, estaba vestido igual que los otros dos –Lo que importa, es que los encontramos.

-¿Nos encontraron? –Preguntó Stephen confuso.

-En realidad no fue tan difícil –Otro hombre apareció desde el comedor, llevaba la misma vestimenta, por lo menos ahora sabían que los demás estaban a salvo, pero la mancha de sangre en su perfecta camisa blanca, comenzó a infundir el miedo –Ese guardaespaldas tuyo –Señaló a Ana –No era muy bueno peleando.

-¿Era? –Preguntó Derek intentando sonar tranquilo.

-Sí bueno, ese chico mato a mi amigo –Señaló a Philip en el suelo –Así que, tenía que cobrármelo con alguien, él apareció y bueno… el resto es historia.

Yessabell se puso una mano en la boca, intentando reprimir un grito.
No había conocido al guardaespaldas de Ana, pero ella ya estaba derramando lágrimas y Yessabell siempre fue cercana a ella, por lo que no pudo evitar, sentir el dolor.

-¿Y qué significa eso, de que nos encontraron? –Preguntó Logan lo más tranquilo posible.

-Hemos estado siguiendo el rastro –Contestó el hombre que tenía a Ana –Tenemos ordenes de llevarnos a esta chica y así lo haremos –Jaloneo a Ana más cerca de la puerta.

-¿Pero por qué? No se la pueden llevar –Yessabell dio unos pasos adelante, pero Stephen la jalo del brazo.

-Querida, no queremos hacerles daño –El hombre que estaba en las escaleras bajó y se paró frente a Yessabell –Solo nos llevamos a la chica y asunto arreglado, nadie sale herido.

-Aunque deberíamos llevarla a ella también –Dijo el hombre que salió del comedor, acercándose más a Yessabell, Stephen la atrajo hacia él y Yessabell comenzó a temblar, las cosas se estaban saliendo de control –Una chica así, no debería desperdiciarse.

-Yo no tengo problemas en tener una recompensa extra –Afirmó el hombre frente a Yessabell.

Sobre el hombro de aquel hombre, Yessabell pudo ver a Malcom, asomándose ligeramente, tras la pared que daba a la sala, le indico a Yessabell que guardara silencio, mientras levantaba su arma hacia el hombre que había salido del comedor.
Sin pensárselo dos veces, Malcom, disparó y le dio directo en el pecho, haciendo que el hombre cayera al suelo, sacudiéndose. Malcom se escondió tras la pared, mientras el hombre frente a Yessabell se volteaba y el que tenía a Ana, también, para ver de dónde había venido aquel disparo.

Derek y Logan, aprovecharon el momento para volver al cuarto de lavado, Stephen jaló a Yessabell para que también entrara, pero ella se resistió, empujando al hombre frente a ella en el proceso. El hombre reacciono pensando en que Yessabell lo estaba atacando, que la tomo del brazo y la empujo al suelo rápidamente.

Yessabell cayó sobre su hombro izquierdo a un par de metros de los pies de Ana, quien soltó un grito de miedo, entre su llanto.
Stephen se abalanzó sobre el hombre que tiro a Yessabell, golpeándolo como pudo, hasta que este cayó al suelo de rodillas, apunto su rifle y disparo, pero Stephen lo esquivó a tiempo.
Malcom salió disparado de la sala y forcejeo con el hombre que tenía en sus manos a Ana, aprovechando que estaba de espaldas a él.
Ana fue enviada contra la pared junto a la puerta, cayendo en un ruido extraño lo que hizo a Yessabell pensar, que tal vez se había roto un hueso, intento levantarse, con el hombro adolorido y corrió al lado de Ana.

Henry apareció para ayudar a Malcom, Ezra llego desde las escaleras y le disparo al hombre que le había apuntado a Stephen, dandole justo en la cabeza, que murió en el momento. Mientras Yessabell se aferró al cuerpo inconsciente de Ana, llorando con los ojos cerrados, mientras se oían más y más disparos.
Unos minutos más tarde, después de tanto ajetreo, se escuchó el ruido de las sirenas de ambulancias y policías, algunos forenses incluidos. Un equipo de paramédicos se acercó a Yessabell e intentaron separarla de Ana, pero Yessabell se resistía a dejarla sola, y entre el llanto y el ataque de pánico, tuvieron que administrarle algunos calmantes, y se la llevaron, junto con Ana y Philip, al hospital más cercano.

Uno de los ladrones, el que Malcom y Henry atacaron, estaba en hospital siendo atendido, para después ser interrogado. Ezra y Stephen habían acompañado a los chicos al hospital, mientras la tía Melinda (quien había permanecido en la biblioteca escondida y llamando a la policía) ponía en orden la casa y hacia que los chicos empacaran para regresar a la ciudad.

Ana tenía el hombro dislocado y algunos hematomas en el cuello, por lo demás estaba bien. Philip había recibido un fuerte golpe en la cabeza, pero solo necesitaba descansar y Yessabell despertó, luego de un par de horas, más tranquila y fue dada de alta, sin embargo no quería separarse de sus amigos. Cuatro horas más tarde, todos regresaron a casa, cansados y tristes. El guardaespaldas de Ana, había estado en el servicio de su padre por años, y ahora su cuerpo seria llevado a su familia para que lo velaran como era debido.

Ezra llevo a todos de vuelta a la casa, para que recogieran sus cosas y regresaran a la ciudad. Cuando llegaron, todos estaban listos para partir, Madison y Fanny habían recogido las cosas de Ana y Yessabell, todos estaban en la sala, mientras los señores Kingston, habían llamado un servicio de limpieza para dejar todo como antes.

Todos se disculparon por lo sucedido, aunque a los señores Kingston, parecía no importarles, les hicieron la invitación de regresar cuando quisieran.
El camino de regreso a casa, fue muy silencioso, Yessabell se pasó pensando en lo afortunada que era, al tener a sus guardaespaldas a salvo y con ella.

-Quiero decirles que… estoy agradecida de que estén aquí… no sé qué habría hecho… -Yessabell no pudo contener las lágrimas y Ezra la abrazo.

-Estamos bien, tranquila, todo estará bien –Aseguró Ezra aunque sinceramente no estaba seguro de ello.

-Nosotros estamos felices de tenerte a salvo –Declaró Henry al volante.

-Eres muy valiente Yessabell, pero recuerda que nosotros somos los que estamos a cargo de tu seguridad –Agregó Malcom, dando vuelta en su asiento para poder verla –Sabemos que son tus amigos, pero no vuelvas a arriesgarte así.

Yessabell asintió, mientras se limpiaba las lágrimas.

-¿Prometido? –Preguntó Ezra, viéndola a los ojos.

-Sí –Susurró Yessabell con una pequeña sonrisa y volvió a acurrucarse en los brazos de Ezra, hasta quedar dormida.

Diez minutos, antes de que llegaran, Ezra decidió despertar a Yessabell.

-¿Qué sucede? –Murmuró Yessabell, frotándose los ojos y acomodándose en su asiento.

-Ya vamos a llegar –Contestó Ezra se alisandose el traje.

Yessabell volteó por la ventana y vio la calle que daba a la casa.
La tía Melinda había regresado con ellos, Fanny y Robert llevaron a Logan y Derek, mientras Stephen era llevado por Ana y Philip, aunque en realidad él se ofreció a manejar.

Cuando llegaron a casa, no fue lo que esperaban ver. Todos entraron tranquilamente, Stephen ayudo a Philip con las maletas, cuando la tía Melinda abrió la puerta, hecho un grito de miedo.

Todos se apresuraron a entrar y encontraron la casa patas arriba.

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