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Capítulo 21 ¿Problemas En El Paraíso?

A la mañana siguiente, Yessabell se levantó temprano; se puso un short verde militar, una playera de manga corta color beige, con un estampado de Coldplay, sus tenis blancos y ato su cabello en una coleta alta, mientras Marisol dormía como roca. Salió de su tienda y Ezra ya estaba afuera de su tienda comiendo una manzana, en unos pantaloncillos cortos color café, una playera azul y sus tenis blancos.

-Hey –Saludó Yessabell caminando hasta él -¿Somos los primeros? –Preguntó volteando a ver la tienda de Mat, Stephen y Ana.

-Sí, creo que tus amigos no son muy madrugadores –Contestó Ezra en su tono formal.

En ese momento, Mat, Madison, Ana y Philip, salieron de sus tiendas.

-Buen día chicos –Saludó Mat, en cuanto él y Madison se acercaron.

-Buen día chicos, creo que tendremos que adelantarnos –Anunció Yessabell.

-Sí vamos –Aceptó Ana, con Philip de la mano –Philip trae el equipo de pesca que nos consiguió papá.

-Pues vamos, seguro que si los chicos no nos ven, sabrán que ya nos fuimos –Supuso Philip mientras comenzaban a caminar al rió.

-Es un hermoso día –Reconoció Yessabell en cuanto salieron del
campamento.

El sol ya había salido y el clima era agradable, el viento soplaba levemente, pero bajo la luz del sol, era refrescante.

-¿Tú sabes pescar Yessabell? –Preguntó Mat, mientras caminaban en silencio.

-Sí, mi padre solía llevarme de campamento cada dos años y nos gustaba ir a pescar, él era un haz en esas cosas –Contestó Yessabell feliz.

-¿Y cómo ha estado tú mamá? –Preguntó Mat, quien había conocido a Johann brevemente, hacía tres años atrás.

-Bien, de hecho esta por casarse nuevamente –Contestó Yessabell, recordando que nadie sabía la noticia.

-¿Johann se va a casar de nuevo? –Preguntó Ana, sorprendida.

-Sí, un hombre llamado Joey, es arquitecto y creo que la está haciendo feliz –Contestó Yessabell, sin darle mucha importancia.

-¿No te sientes celosa o algo así? –Interrogó Madison.

-No, la verdad me siento feliz por ella, hace mucho tiempo que está sola y más ahora, conmigo en la universidad. No quiero preocuparme por ella, pero con Joey cerca, sé que es feliz –Explicó Yessabell, mientras llegaban al rió.

-Es hermoso –Dijo Ana en cuanto vio, el bello paisaje ante ella.

Algunos árboles formaban fila a lo largo del rió, haciendo que solo unos rayos de luz, se filtraran por ellos, creando una vista de en sueño.

-Espero que Nicolás, recuerde traer su cámara, este paisaje es perfecto –Recalcó Philip, colocando las cosas de pesca en el suelo.

-Es de sueño –Agregó Ana dejando dos baldes vacíos en el suelo –Ahora a pescar.

-Ok, los chicos prepararemos las cañas, mientras las chicas buscan el mejor lugar de pesca –Sugirió Mat tomando una caña.

-Sé dónde –Dijo Yessabell acercandose al borde del rió, Ana y Madison la siguieron –No es muy profundo, pero como ven, en este lado, hay más peces.

-Lástima que los tenemos que matar –Expresó Madison, colocándose de cuclillas para ver mejor a los peces.

-Casi podemos agarrarlos con las manos –Ana se agachó a un lado de Madison.

-Tengo una idea –Yessabell se agachó y se sacó los tenis, quedando completamente descalza.

-¿Qué haces? –Preguntó Madison poniéndose de pie.

-Una locura, obviamente –Explicó Ana sentándose junto a un árbol, despreocupada.

Yessabell dio un paso y metió con cuidado su pie derecho en el rió.

-Yessabell, eso es peligroso –Advirtió Madison, mientras Yessabell metía el otro pie.

-Tranquila Mad, no es la primera vez que hago esto –Yessabell caminó y poco y un pez roso su tobillo derecho. El agua le llegaba a unos quince centímetros arriba de los tobillos –Además no está muy profundo –Puso sus manos en sus caderas e inhalo el aire fresco.

-¡Dios mío Yessabell, salte de ahí! –Exigió Madison, mientras el miedo comenzaba a invadirla, qué si Yessabell resbalaba, los peces se la comerían o si se caía y se partía la cabeza, eso llevo a Madison al extremo –¡Salte de ahí, por favor! –Madison volteó a ver a Ana, quien estaba tranquila sentada junto al árbol -¿No vas a hacer nada?

-Tranquila Madison, Yessabell siempre fue una chica aventurera y sin miedos –Expresó Ana tranquilamente, al darse cuenta de que Yessabell, estaba siendo la misma de siempre –Sí ella dice que no hay problema, no hay problema.

Yessabell seguía en medio del rió, con las manos en las caderas, mientras cerraba los ojos y levantaba la barbilla, respirando el aire fresco y su hermoso cabello volaba con el viento. El ruido de un flash, hizo que todas voltearan a ver.
Nicolás tenía la cámara en las manos, detrás de él, todos los chicos la admiraban, no por como lucia en el paisaje, sino por el lugar donde estaba parada.

-Mat, Logan, Stephen, díganle que se salga de ahí –Rogó Madison acercándose a ellos, nerviosa y con las lágrimas a punto de caer.

-No te muevas Yessabell –Pidió Nicolás ignorando a Madison y enfocando la cámara a la altura de sus ojos.

-¡Deja de tomar fotos y dile que se salga de ahí! –Exigió Madison con voz ronca y furiosa.

-Tranquila Madi, no pasa nada –Mat la envolvió en un abrazo –No es tan profundo y Yessabell tiene experiencia pescando.

-Se ve relajante –Dijo Stephen dejando sus tenis a un lado del rió y se acercaba a la orilla.

-¿Y sí le pasa algo? –Preguntó Madison, más tranquila.

-No le va a pasar nada –Aseguró Philip acercándose a la orilla –Creo que es mejor usar las flechas –Dijo bajando la vista al poco profundo rió.

-Ya las traigo –Derek corrió por las flechas.

-¡Esto se siente increíble! –Exclamó Stephen con la mirada en sus pies, a un lado de Yessabell.

-Hagan algunas poses –Pidió Nicolás aún con la cámara en los ojos.

Stephen tomó a Yessabell por los hombros y ambos sonrieron, después intento cargarla, pero ella no quiso y comenzaron a pelear con el agua, salpicándose, mientras Nicolás capturaba cada momento.

-Aquí están –Dijo Derek con las flechas en las manos y deteniéndose a ver la escena que montaban Stephen y Yessabell.

-Ok, hagámoslo –Nicolás dejó de sacar fotos.

-Pásenme dos –Pidió Stephen dejando a Yessabell en paz.

-Ven Derek, te enseñare cómo hacerlo –Dijo Yessabell tomando la flecha que Derek le pasaba.

-Excelente –Derek le sonrió y de inmediato se quitó los tenis y entró a un lado de Yessabell.

Cuarenta minutos después, ya tenían suficiente pescado para todos, Yessabell regreso a la orilla y sacudió sus pies para que se le secaran

-Toma –Ana le paso una pequeña toalla –Para las emergencias.

-Gracias –Yessabell le sonrío, tomó la toalla y se secó los pies, para después ponerse los tenis.

-Pescar aquí fue fácil –Dijo Logan guardando las cañas.

-Lo dices porque eres experto –Dijo Ezra –Yo no soy bueno y se me dificulto.

-Incluso a mí –Agregó Ana –He pescado muchas veces, pero estos eran escurridizo.

-De eso se trataba –Dijo Madison riendo, quien estaba de mejor humor, al ver que realmente Yessabell, no corría peligro.

-Lo siento Mad, no quería que te asustaras –Yessabell se disculpó parándose a su lado.

-Tranquila Yessabell, a veces exagero y la verdad no tengo experiencia con estas cosas –Explicó Madison, dándole un abrazo rápido.

-Así es Yessabell –Aseguró Stephen parado a su lado, paso un brazo por los hombros de ella –Es difícil seguirle el paso a veces.

-No creo que sea así –Yessabell se defendió y le dio un ligero codazo en las costillas.

-En realidad lo es –Aseguró Logan –A veces no podía seguirte el paso, literal.

-¿Así que siempre has sido aventurera? –Preguntó Ezra, mientras él y Mat, terminaban de guardar las flechas.

-Siempre –Aseguró Stephen –Cada vez que salíamos, o íbamos a algún lugar, su hiperactividad no tenía limites, no le tiene miedo a nada y eso era lo divertido, podíamos hacer de todo.

-Lo dices como si solo hubiera pasado ayer –Habló Derek un poco molesto, detrás de ellos.

Yessabell se soltó del brazo de Stephen y se dio cuenta de lo mal que se veía para Derek.

-Nicolás, Mat y yo nos adelantamos –Interrumpió Madison, mientras Mat, tomaba los baldes, ahora llenos con pescados.

-Claro –Dijo Logan tomando el estuche de las cañas de pescar.

-Ahora los alcanzamos –Agregó Ezra terminando de recoger el equipo de pesca con Ana y Philip.

-Lo digo como si se tratara de algo normal, es normal que Yessabell y yo recordemos los momentos que pasamos juntos –Continuó Stephen ignorando a todos.

-Para mí, no suena como algo normal –Atacó Derek, dando un paso cerca de Stephen –Suena como si quisieras que todo regresará a como era antes, pero da la casualidad de que las cosas ya no serán como antes.

-Eso crees tú –Stephen dio un paso al frente, quedando a solo un paso de distancia de Derek –Pero ya veremos cuando Yessabell me elija.

Yessabell no sabía si intervenir o no, se limitó a ver de un chico a otro.

-Eres un tramposo –Gruñó Derek, molesto.

-¿Tramposo? Pero si yo no he hecho nada –Aseguró Stephen molesto, las manos a sus contados estaban rígidas.

-¿Y qué me dices de anoche? –Preguntó Derek dando un pequeño paso, quedando a solo centímetros de distancia de Stephen -¿O me vas a decir que me lo estoy inventando?

-No he hecho nada, anoche solo hablamos y no está en contra del trato –Explicó Stephen defendiéndose.

-Chicos, debemos regresar al campamento –Interrumpió Ezra, con el estuche de flechas en la mano.

-¿De qué traro hablan? –Preguntó Logan, con el estuche de cañas de pescar, colgado en el hombro, dando un paso cerca de Yessabell.

-Pero hiciste preguntas sobre mí, eso evidentemente me importa, no es de tu incumbencia lo que haya o no hecho con Yessabell –Atacó Derek, ignorando a todos a su alrededor.

-¡De que trato hablan! –Exigió Yessabell parándose en medio de Derek y Stephen.

-Yessabell, no lo tomes a mal, pero hicimos un trato, cada uno haría su mejor esfuerzo para conquistarte –Explicó Derek volteando a verla.

-Sin sabotajes ni trampas –Añadió Stephen, volteando a verla con una mirada de disculpa –Era la única manera de llevarnos bien, para no hacerte daño.

-Solo que alguien olvido la parte de las trampas –Añadió Derek volteando a ver a Stephen, de nuevo.

-Yo no olvide nada –Stephen volteó a verlo y se defendió inmediatamente –No tiene nada de malo querer saber de ti, cuando tú sabes de mí.

Ana, Philip, Ezra Y Logan se miraron entre sí, sin saber qué hacer.

-Eso no es importante –Yessabell se cruzó de brazos y ambos voltearon a verla -¿Por qué nos estabas espiando? –Preguntó Yessabell a Derek.

-No quise hacerlo, los vi cuando salí por algo de agua y los seguí, no era mi intención espiarlos –Contestó Derek viéndola con una mirada de culpa –Pero creo que lo importante, es el beso que le diste a Stephen –Volteó a ver a Stephen, con una mirada de frialdad.

-No puedes culparme de eso –Habló Stephen en su defensa –Yessabell fue la que me beso, no yo.

-¡Eso no importa, pudiste haber terminado todo retirándote, pero no lo hiciste! –Derek estaba respirando rápidamente y sus manos se habían convertido en puños.

-¿Y qué si no lo hice? –Stephen hizo lo mismo y apretó sus manos en puños –Tal vez solo no quería hacerlo, tal vez solo quería que Yessabell me besara y de una vez por todas, se decidiera por mí.

-¡Ya basta! –Exigió Yessabell furiosa –¡Dejen de pelear!

-No estés tan seguro Stephen Lakes –Dijo Derek entre dientes, mientras su respiración seguía agitada –Que no te sorprenda cuando me elija –Aseguró ignorando a Yessabell.

-Creo que el que no debería estar seguro eres tú Sanders –Stephen se arrojó sobre Derek y comenzó a forcejear con él sobre el suelo.

-¡Ya basta! –Yessabell seguía parada cerca de ellos, mientras Logan y Ezra, corrían a separarlos -¡Paren de una vez!

Ezra tomo a Derek y Logan tomo a Stephen, mientras ambos seguían pataleando.

-¡Parecen unos niños! –Grito Yessabell llegando al límite de su tolerancia -¡Estoy harta de estarlos defendiendo del otro! ¿Por qué no pueden llevarse bien? Parezco su niñera en lugar de su amiga, cada vez que se pelean me siento impotente de no poder hacer nada –Respiró hondo y se dio la vuelta –Como sea, matense si quieren –Comenzó a caminar a paso rápido y Ezra soltó a Derek para alcanzarla.

-Perfecto chicos, lo arruinaron todo –Afirmó Ana enfurecida –Yessabell solo quería un descanso de sus constantes ataques y el estrés que le están provocando, seguramente ahora no elegirá a ninguno de los dos.

-Ambos me prometieron comportarse, pero parecen chiquillos de cinco años –Agregó Philip muy molesto, Ana dio la vuelta y de la mano de Philip corrieron a alcanzar a Yessabell y Ezra.

-Mierda –Murmuró Derek, mientras se arreglaba la playera –Esta vez la jodimos enserio, Yessabell estará más que molesta.

-Estará furiosa sin duda –Admitió Stephen mientras se acomodaba su playera –La cagamos en grande, Yessabell solo quería descansar y que nosotros nos lleváramos bien.

-Que bueno que se dan cuenta chicos –Dijo Logan furioso –Arreglen esto.

-Stephen, debemos aprender a llevarnos bien, de verdad –Sugirió Derek metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones.

-Te entiendo Derek –Aceptó Stephen meditando –Seamos amigos, de verdad, intentemos estar con Yessabell en el mismo lugar, hablando de las mismas cosas, dejemos de lado el hecho de querer conquistarlas, el tiempo dirá lo que tiene que suceder.

-Eso suena bien chicos –Admitió Logan –Ahora recuerden, cuando Yessabell está enojada, es mejor dejarla que se calme y luego hablar, probablemente los ignore, pero es mejor a que no lo intenten. Ahora regresemos al campamento.

Cuando Yessabell llego al campamento, las lágrimas brotaron sin cesar y se fue directo a su tienda sin decir nada a nadie. Marisol corrió junto con Fanny, a buscarla.

-¿Yessabell, qué paso? –Preguntó Marisol tomandola en sus brazos.

-¿Te hicieron daño? –Preguntó Fanny acariciandole la espalda.

-Son unos idiotas –Susurró Yessabell entre lágrimas –No dejan… de pelear… y yo me siento… como la niñera, en lugar de la futura novia –Lloro con más fuerzas.

-Yessabell tranquila –Marisol la abrazó más fuerte –Estás con nosotras, venimos a divertirnos y distraernos, dejalos de lado y no te deprimas.

-Yessabell, nos tienes a nosotras y muchos amigos más para apoyarte, no te dejaremos sola y algún día, solo dios sabe, pero algún día, tendrás al amor de tu vida –Fanny le dio un leve apretón en el hombro, mientras Yessabell se calmaba –Ambos quieren estar contigo, pero la decisión es tuya, ellos simplemente están luchando por ti.

-Pero podrían hacerlo de otra manera, no literal –Explicó Yessabell retirándose de los brazos de Marisol.

-Toma –Marisol le pasó un pañuelo y Yessabell se limpió las lágrimas.

-Ellos pelean porque te aman –Aseguró Fanny –Aunque lo hagan literal, son hombres, está en su ADN.

Las tres rieron y Yessabell, comenzó a sentirse mejor.

-¿Qué le hicieron? –Preguntó Madison furiosa y tan fuerte, que las chicas la escucharon dentro de la tienda por lo que dejaron de reír.

-Fue solo un estúpido problema de nosotros –Contestó Stephen afuera, cerca de la fogata, donde Mat y Philip, habían instalado una pequeña parrilla para azar el pescado.

-Ya lo resolvimos, solo necesitamos hablar con Yessabell y disculparnos –Agregó Derek con una mirada triste.

-Son unos idiotas –Gritó Madison cruzando los brazos –La hicieron llorar, ahora solo aléjense de ella.

-¿Dónde está? –Susurró Ana a Madison, pues ella llego justo después de que Yessabell se escondiera en su tienda con Fanny y Marisol.

-En su tienda –Susurró Madison de regreso.

-Ok, todos siéntense a desayunar –Pidió Samanta comenzando a repartir los platos.

-Voy a llevarle el desayuno –Ezra tomó dos platos con pescado y verdura.

-Te llevo las sodas –Ofreció Madison.

Marisol y Fanny salieron de la tienda de Yessabell y fueron a reunirse con los demás para desayunar, mientras Ezra y Madison entraban a la tienda.

-Te trajimos el desayuno querida –Dijo Madison en cuanto entro.

Yessabell estaba sentada con las piernas cruzadas, sobre su bolsa de dormir.

-Gracias, no tenían que molestarse –Tomó la soda que le ofrecía Madison y le sonrío.

-Si necesitas algo, estaré afuera –Madison le sonrió y salió.

-Su desayuno Lady –Dijo Ezra pasándole un plato y sentándose frente a ella, tomando la misma postura que Yessabell.

-Muy gracioso –Yessabell tomó el tenedor y pesco un trozo de pescado, metiéndolo a su boca –Esta delicioso –Aseguró una vez que paso el bocado.

-Quedo bueno –Admitió Ezra, con la boca medio llena.

-Es raro tu falta de modales –Bromeó Yessabell riendo y continuó comiendo en silencio.

-¿Problemas en el paraíso? –Preguntó Ezra, después de un largo silencio de solo comer.

-¿Sabes? Es la primera vez que me enojo al extremo –Confesó Yessabell tomando una rodaja de zanahoria con la mano –He estado triste, melancólica, enamorada e incluso alegre al extremo, pero jamás había estado tan enojada.

-No me gusta verte enojada, dime ¿Qué puedo hacer para mejorarlo? –Preguntó Ezra con la esperanza de alegrar y resolver la vida de Yessabell.

-Muchas gracias Ezra, por preocuparte por mí, por escucharme, por acompañarme –Yessabell le dio una sonrisa sincera –Con estar a mi lado es suficiente.

Ambos terminaron de comer y mientras terminaban sus sodas, Ezra platico de cualquier cosa para mejorar el estado de ánimo de Yessabell.

-A veces olvido que hace poco terminaste la escuela –Dijo Yessabell después de que Ezra le contara una anécdota de sus tiempos de estudiante –Así que solo tuviste dos novias en tu corta vida ¿Por qué no saliste con alguien más?

-Bueno, cuando me eligieron para trabajar en seguridad pensé que sería difícil llevar una relación con alguna chica y lo es, si tuviera novia sería difícil pasar tiempo con ella por estar contigo –Explicó Ezra, con algo de tristeza en la voz.

-¿Entonces, por qué elegiste este trabajo? –Preguntó Yessabell desconcertada.

-Me gustan los trajes –Afirmó Ezra riendo –Pero lo que más me gusta es proteger a alguien, en mis exámenes de aptitud, fue el valor que más sobresalía, la protección.

-Ya, pues me alegro de tenerte –Yessabell le sonrío y en ese momento Ezra se inclinó hacia ella, instintivamente Yessabell también se inclinó y ambos se fundieron en un beso. Suave y tierno, lleno de emociones mezcladas, amor, alegría, culpa, tristeza, deseo y pasión.

Ezra bajo sus manos a las caderas de Yessabell, mientras ella enredaba sus dedos en el cabello de él, detrás de su cuello. La empujo y ambos quedaron tendidos sobre la bolsa de dormir, mientras profundizaban el beso y las cosas subían de tono. Ezra se separó rápidamente, cuando se dio cuenta que estaba sobre Yessabell y ella tenía las piernas enredadas sobre su cadera.

-Lo siento –Ezra se levantó y se acomodó la ropa –Me deje llevar por el momento, no debí hacerlo, tengo que controlarme mejor.

-Está bien Ezra, fuimos los dos, pero tienes razón, esto no puede volver a pasar –Yessabell se sentó y acomodo su cabello y su ropa.

-Me llevare esto –Ezra tomó los platos y los vasos vacíos y salió de la tienda de Yessabell, como si esta estuviera prendida en fuego.

Yessabell tomó varias respiraciones profundas y se recostó de nuevo, meditando sobre aquello.

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