Capítulo 19 Amigos Nunca
Después de que nadie dijera nada en todo el trayecto a casa, Derek pensó en llamar a Yessabell para disculparse. Tomó su celular y buscó el número de Yessabell en su agenda, marcó y espero a que contestara.
-¿Qué quieres? –Preguntó una voz masculina al contestar el celular.
-¿Quién eres? –Preguntó Derek molesto -¿Y por qué tienes el celular de Yessabell?
-Soy Stephen ¿Quién habla? –Preguntó Stephen fingiendo no reconocer a Derek.
-Soy Derek idiota, el celular tiene identificador de llamadas, es obvio que mi nombre salió. ¿Por qué tienes el celular de Yessabell? –Preguntó Derek impaciente.
-Mira, Derek idiota. Si no mal recuerdas, Yessabell me pidió que le guardara el celular y olvide dárselo y ella olvido pedirlo ¿De acuerdo? Ahora largate y dejame descansar, son casi las doce –Dijo Stephen cada vez más molesto.
-No me llamo así y solo quería hablar con Yessabell, por eso marque, no estoy interesado en hablar contigo –Atacó Derek molesto.
-Tú dijiste que ese era tu nombre y ¿Por qué llamas a Yessabell a las doce de la noche? –Preguntó Stephen al borde de los celos –¡Dejala en paz!
-Eso no es de tu incumbencia, ella es quien decidirá con quien se queda –Contestó Derek a la defensiva –Mira, tú no me agradas ni yo a ti, es claro que nunca seremos amigos, pero quiero proponer un trato.
-¿Cuál? –Preguntó Stephen a regañadientes.
-Ambos queremos que Yessabell se quede con uno, por lo que haremos lo posible para que conozca nuestras mejores cualidades, sé que ella dijo que no era una competencia, pero jugaremos limpio, cada uno a su manera, sin hablar mal del otro o sabotear lo que el otro haga, solo haciendo lo mejor ¿Te parece? –Explicó Derek intentando razonar con Stephen.
-Bueno, me parece justo, es la primera vez que dices algo sensato, pero en el primer intento de sabotaje de tu parte, el trato se rompe y jugare sucio –Advirtió Stephen seriamente.
-Lo mismo digo Stephen ¿Trato hecho –Preguntó Derek.
-Trato hecho Derek –Contestó Stephen –Ahora dejame dormir Drek idiota.
-Como sea –Derek colgó y pensó en cómo sería su estrategia de ahora en adelante para conquistar a Yessabell, lo mismo que Stephen hizo.
A la mañana siguiente, Yessabell se fue a su último día de trabajo antes de las vacaciones, no hubo noticias del asesino en un buen tiempo, por lo que todos estaban tranquilos, los señores Jones, la recibieron con alegría y adelantaron sus buenos deseos en sus vacaciones. Milo y Kristen, estarían trabajando en vacaciones, por lo que para ellos era un día como cualquier otro.
Yessabell estaba feliz de su pronto descanso, detrás de la caja registradora, mientras las personas iban y venían del Coffee Time, en sus últimos días de labores, preparándose para las vacaciones.
-Bienvenida a Coffee Time ¿Qué desea ordenar? –Preguntó Yessabell con una sonrisa que le llegaba hasta los ojos.
-Un latte chico, descremado –Pidió la mujer mientras sacaba su cartera.
-Por supuesto –Yessabell tomó la orden y le dio el tiquet a la mujer, mientras tomaba el dinero.
-¿Un buen día no? –Preguntó Derek a Yessabell, mientras le entregaba su café a la mujer.
-El inicio de unas buenas vacaciones –Contestó Yessabell sonriente, volteando a verlo, a su lado.
En ese momento la campanilla de la entrada sonó, anunciando a un nuevo cliente, Derek abrió los ojos de par en par y Yessabell volteó a ver lo que tenía sorprendido a Derek, ella también se sorprendió al verlo.
Stephen, con un enorme ramo de rosas blancas, caminando hasta la caja, su sonrisa que le llegaba hasta los ojos, hizo a Yessabell sentir emoción y ese extraño cosquilleo por todo su cuerpo.
-¡Hey Yessabell! –Dijo alegremente.
-¡Hey Stephen! –Yessabell le sonrío y no pudo evitar que una pequeña risa se le escapara.
-Te traje tu celular, olvide dártelo anoche –Saco el celular del bolsillo de su pantalón negro y se lo entrego –Y por supuesto, también esto –Le extendió el enorme ramo de rosas blanca y le dio una media sonrisa.
-Gracias, pero no tenías que molestarte –Yessabell tomó el ramo y se inundó con el dulce aroma de las rosas.
-Creí que no te gustaban las rosas –Dijo Derek confundido -¿Qué paso?
-A Yessabell siempre le han gustado las rosas, rojas y blancas, yo siempre le regalaba rosas –Comentó Stephen tranquilamente.
Entonces Derek entendió lo que sucedía, Yessabell no había aceptado las rosas cuando él se las regalo, porque eso solo lo hacía Stephen, las rosas eran algo suyo.
Solo suyo.
-Lo siento Derek –Dijo Yessabell volteando a verlo, disculpándose por no decírselo anteriormente.
-Está bien Yessabell, no te disculpes. Lo entiendo –Dijo Derek sonriéndole, no iba a perder puntos haciéndole una escena.
-¿Entender qué? –Preguntó Stephen ajeno a la conversación.
-Nada, Stephen –Yessabell volteó a verlo sonriente –Son muy hermosas, muchas gracias –Volteó a ver a los Sres. Jones, quienes estaban limpiando mesas, mientras esperaban a que llegaran clientes –Voy a guardarlas ¿Quieres un café?.
-Sí, mmmm –Stephen levantó la vista, al menú detrás de Yessabell –Un Cappuccino helado –Sacó su billetera y le paso a Yessabell un billete –Quedate con el cambio hermosa.
-Oh, gracias –Yessabell le sonrió dandole su tiquet –Ahora vuelvo –Caminó hasta la bodega, mientras Derek preparaba el cappuccino de Stephen y guardo las rosas en un estante, junto a sus cosas.
Milo y Kristen estaban en su descanso.
-Espero que esto no tenga veneno –Advirtio Stephen tomando el cappuccino helado que le entregaba Derek.
-Dijimos que sin sabotajes, así que no te matare, sería muy fácil –Susurró Derek con media sonrisa.
-¿Quién es tu amigo, Derek? –Preguntó La Sra. Jones, acercándose a Derek, detrás del mostrador.
-Oh, en realidad es solo un conocido, es amigo de Yessabell. Se llama Stephen Lakes –Contestó Derek lo más amable posible –Stephen, ella es la Sra. Jones, él es Stephen.
-Mucho gusto Sra. Jones –Stephen tomó la mano de la mujer y le dio un beso en los nudillos, con una pequeña reverencia.
-El gusto es mío Stephen –Dijo la Sra. Jones sonrojándose –Eres todo un caballero, ahora sé por qué Yessabell es tú amiga, ella es muy atenta y amable, como tú. –Volteó a ver a su esposo, que se acercaba a un lado de Stephen –Cariño, ven a conocer al amigo de Yessabell.
-Él es Ben, Sr. Jones, él es Stephen, un amigo de Yessabell –Presentó Derek.
-Mucho gusto Stephen –Dijo Ben, con una enorme sonrisa.
-El gusto es mío Sr. Jones, tiene usted a una bella dama como esposa y debo admitir, que el café que preparan aquí, es el cielo –Aseguró Stephen sinceramente –Cuando vivía en Whinterpool con Yessabell, solíamos ir a un pequeño café en la ciudad, era el único con un buen café, a ella le fascina y nunca encontramos un lugar donde mereciera la pena tomar un buen café, hasta ahora.
-Es lo mismo que ella dice, anduvo por la ciudad, dando vueltas por todos los cafés, haciendo una especie de cata –Dijo Ben riendo –Ella afirma que el de aquí, fue el mejor.
-Hágale caso, Yessabell tendrá un paladar exigente, pero no falla –Admitió Stephen con una mano en el corazón.
-Eso hare –Dijo Ben –Derek, dale un Cappuccino Moka, por cuenta de la casa.
Derek estaba sorprendido por la manera tan rápida que tenía Stephen para conquistar al mundo y en este caso, para ganarse a los señores Jones.
-No es necesario Sr. Jones –Stephen, no quería recibir nada gratis, no era lo suyo y realmente dijo el cumplido porque lo sintió.
-No acepto un no. Y llamame Ben –Dijo Ben, mientras se alejaba a llenar los servilleteros.
Yessabell apareció, viendo la escena frente a ella, Stephen y el señor Ben, estaban sentados en una mesa, platicando como si fueran amigos de toda la vida, mientras la Sra. Jones, les acercaba unos cappuccinos.
-¿Qué paso? –Le susurró a Derek, en cuanto regreso a la caja registradora.
-Stephen les cayó bien –Contestó Derek con verdadero reconocimiento –Admito que el chico es bueno haciendo amistades.
-¿Ahora son buenos amigos? –Preguntó Yessabell esperanzada.
-Para nada, amigos nunca, solo digamos que… hicimos las paces, estamos de acuerdo en que tú debes elegir a uno y no hay más –Contestó Derek con profesionalismo.
-¿Estás listo para mañana? –Preguntó Yessabell cambiando de tema.
-Todo listo, maleta, tienda y bolsa de dormir. Aunque me pregunto –Derek se pasó una mano por la barbilla, meditando –Vamos a estar las dos semanas allá ¿Cierto?
-Sí ¿Por qué? –Preguntó Yessabell con una pequeña sonrisa -¿Te da miedo que nos encontremos con un oso o algo así?
-No para nada –Dijo Derek riendo –Necesitaba saber cuántos cambios de ropa debería llevar y eso y bueno las novias de mis amigos son…
-No les gusta estar al aire libre sin comodidades –Terminó Yessabell entendiendo a Derek, pues Marisol era igual.
-Exacto. Ellas estaban pensando en pasar solo unos días y luego regresar –Explicó Derek.
-Sí, bueno, Marisol es igual, Nicolás y Renata van a regresar con ella el jueves, aunque la casa de las personas que nos prestaron la propiedad viven cerca, ella prefirió regresar antes –Dijo ella dándole una salida a las amigas de Derek –Sí tus amigos quieren regresar con ellos el jueves, está bien, Nicolás dejara su SUV, en el garaje de estas personas y luego regresaran.
-Yo para nada quiero regresar, pero seguro que ellos toman la opción, incluso mis amigos, aunque creo que Felipe está explorando su lado salvaje –Aceptó, Derek riendo.
-¿En serio? –Yessabell río un poco –Bueno, será bueno para él, la tía de Nicolás, aseguro que la propiedad es bastante amplia y el lugar está bien cuidado, no hay de qué preocuparse, además tienen algunos árboles frutales, el rió está cerca y el lago donde podemos nadar, aunque los dueños ofrecieron su casa, por cualquier situación, así que es probable que la segunda semana la pasemos en su casa, por eso de bañarnos y demás.
-Eso no es bueno –Dijo Derek un poco triste.
-¿Por qué? –Preguntó Yessabell con curiosidad.
-Bueno… si nos bañábamos en el lago… era probable que… ya sabes –Derek la vio intentando reprimir una risa –Yo te viera…
-Oh –Yessabell le dio un golpe con el puño en el hombro, entendiendo el punto de Derek –No Derek, ni lo pienses.
-Sabía qué harías eso –Dijo Derek riendo y acariciando su hombro.
-Yessabell –Stephen llamó su atención, ambos voltearon a verlo –Me tengo que ir, tengo una última reunión con los chicos del equipo. Nos vemos el lunes, pero no me diste tu dirección, no sé en dónde nos veremos.
-Oh, claro –Yessabell tomó un bolígrafo y papel, garabateo su dirección y se la dio a Stephen –Toma, es esta y mi número ya lo tienes, por cualquier cosa.
-Ok, gracias, nos vemos el lunes princesa –Volteó a ver a Derek, con entusiasmo –Hasta el lunes Derek.
-Adiós Stephen –Dijo Derek amablemente.
-Nos vemos –Stephen les sonrío y se fue.
-Creo que le caes bien –Dijo Yessabell a Derek, una vez que Stephen se fue.
-¿A sí? ¿Por qué piensas eso? –Preguntó Derek incrédulo, sabía que probablemente era una estrategia de Stephen, tener a todos de su lado.
-Stephen es amable y sociable, pero si alguien realmente le cae mal, no le dirige ni la mirada –Yessabell le contesto con seriedad, lo que hizo pensar a Derek, que Stephen, realmente estaba siendo sincero –Creeme, si le cayeras mal, ya estarías en el hospital.
-Eso es alentador –Bromeó Derek.
-Como sea, espero que se lleven bien en la acampada, realmente es importante para mí –Declaró Yessabell cruzando sus brazos.
-No tendrás quejas –Aseguró Derek volteó a ver el reloj en la pared –Es hora del descanso.
En ese momento, Milo y Kristen llegaron de su descanso y Yessabell y Derek, salieron a un pequeño restaurante chino a una cuadra de la cafetería.
-¿Qué opinas, acerca de las entrevistas? ¿Crees que debería hacerlas? –Preguntó Yessabell mientras jugaba en el popote de su soda.
-No sé tú, pero yo las haría, se trata de revistas serias e importantes, por supuesto que deberías –Contestó Derek rotundamente –Además, una oportunidad así, no se presenta todos los días, ni siquiera para Catalina, que es la capitana.
-Tienes razón, aunque, mi mamá opina que debo conseguir un asistente o alguien que me ayude con esas cosas, yo le dije que por supuesto que no –Yessabell tomó un rollo de sushi y dio un mordisco –Son solo dos entrevistas y seguro que para cuando salgan, todos olvidaran lo que sucedió, será historia.
-Eso, si –Dijo Derek seguro –Pues hazlas, dile a Ezra que te ayude a coordinar las entrevistas y asunto arreglado.
-Ok, me convenciste –Yessabell le sonrío y en ese momento, su celular sonó –Lo siento, debe ser…
Cuando reviso la pantalla, le pareció extraño que el Sr. Parker le estuviera llamando.
-¿Hola?
-Srta. Lovato, soy el Sr. Parker –Dijo él, al otro lado de la línea.
-Ah, hola Sr. Parker ¿Cómo le va? –Preguntó Yessabell, fijando su mirada en el plato frente a ella.
-Muy bien gracias, Srta. Lovato, tengo una buena noticia para usted –Dijo el Sr. Parker, con emoción.
-¿En serio? ¿De qué se trata? –Preguntó Yessabell muriéndose por la curiosidad.
-El ensayo que hizo sobre el libro de “Los Desconocidos”, fue elegido para ser publicado en la revista de Literatura de la Universidad –Anunció el Sr. Parker, alegre –Cuando regrese de vacaciones, veremos todos los detalles.
-Wow ¿Es enserio? –Preguntó Yessabell con una enorme sonrisa -¿Pero cómo es posible? Creí que solo elegían artículos de chicos de último año.
No podía creer que su ensayo fuera el elegido, de entre toda la comunidad estudiantil, aunque había un pequeño consejo de edición, que se encargaba de la revista y algunos alumnos de la facultad participaban en él, solo elegían los mejores artículos y cada mes, seleccionaban algún ensayo o reporte de cualquier alumno que lo mereciera en el campus, aunque normalmente elegían con ayuda de los profesores y solo de chicos de último año.
-Bueno, este año me han preguntado si había algún chico de primer año con potencial, he mencionado algunos cinco de todas las clases que imparto y con la ayuda de dos colegas, elegimos tu ensayo, ellos realmente están asombrados con tu trabajo –Contestó el Sr. Parker –Tienes potencial y es hora de que el mundo lo sepa.
-Eso… ¡oh dios míos! … es realmente increíble, muchas gracias por la oportunidad Sr. Parker –Yessabell estaba que no cabía de la emoción.
-De nada Yessabell, lo mereces, tú padre estaría orgulloso –Él Sr. Parker, parecía realmente orgulloso de ella –Ahora te dejo disfrutar de tu éxito, que tengas unas bonitas vacaciones.
-Muchas gracias Sr. Parker –Yessabell colgó y de inmediato le dio la noticia a Derek -¡Van a publicar mi ensayo en la revista de Literatura de la Universidad!
-¿En serio? ¡Eso es increíble Yessabell! –Exclamó Derek igual de feliz.
-¡Lo sé! Aún no lo puedo creer –Yessabell tomó un sorbo de su soda, se sentía mareada con tantas buenas noticias.
-¿Sabes lo que significa? Todas las Universidades de Literatura del estado y sus alrededores, leerán tu ensayo, es como… como lo mejor que le puede suceder a un estudiante –Declaró Derek con efusividad.
-¡Dios! Se lo tengo que decir a mamá –Yessabell buscó el número de su mamá, en la agenda de su celular y la puso al tanto de su buena noticia.
Esa noche, mientras Yessabell terminaba de hacer sus tareas y la maleta que se llevaría a la acampada, aun irradiaba felicidad, había dado a todos sus amigos, incluyendo a Stephen y Bruno, las buenas noticias, todos la habían felicitado y quedaron en celebrar, cuando la revista saliera a la venta y obviamente, todos dijeron que la comprarían.
Esperaba con ansias que el lunes llegara, para poder descansar del ajetreo cotidiano y de la escuela, por un rato.
Empaco varios jeans, tenis, varias playeras y camisetas, algunos cambios de ropa interior y artículos de limpieza corporal.
Se acostó tarde y espero a que el sueño la llevara al descanso.
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