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Capítulo 7 Un Paso

Al día siguiente, fue evidente el cambio en todo.
Derek cambió de lugar a la primera fila, el asiento más cercano a la entrada, incluso cambió su horario, coincidiendo solo en una clase con Yessabell, la clase del señor Parker.

Yessabell estaba triste, pero intentaba mantenerse firme, hablando con sus compañeros de clase o las chicas del equipo de vóley bol, en momentos así, llegó a extrañar tanto el confort y apoyo que Stephen le proporcionaba.

La semana continuó igual, ambos se evitaban y Yessabell pasaba todo su tiempo libre con Ezra, leyendo todo menos su novela corta, la cual había cambiado un poco ya que estaba basada en su historia con Derek, ahora estaba cambiando las cosas, dejando las primeras cincuenta paginas intactas.

Los días pasaron como un borrón, Yessabell se entretuvo con las clases, el entrenamiento y las visitas con Ezra. Al inicio de Octubre, las cosas cambiaron aún más.

Se encontraba en el gimnasio, lista para comenzar el entrenamiento, a lado de sus compañeras, cuando Catalina, la capitana, se acercó a ellas.

-Necesito su atención por favor, tengo un anuncio importante que darles -Catalina se paró frente a las chicas, sentadas en las gradas.

Todas guardaron silencio y esperaron a que hablará.

-Sé que todas saben que este es mi último año, pronto me graduare y por ende, dejare el equipo. Lo que no sabían, es que... he estado observándolas a todas, vigilando los entrenamientos y analizando su compromiso con el equipo, por lo que he tomado una decisión.

Todas voltearon a verse entre sí, sabían que Catalina estaba buscando a una nueva capitana, la pregunta era, ¿Quién?

-La nueva capitana, después de que pasen las fiestas decembrina, será Yessabell.

-¿Qué? -Preguntó Yessabell sorprendida.

-Eres la que nació para esto, le has dedicado mucho tiempo y esfuerzo y además, es lo tuyo, después de la escritura claro -Explicó Catalina orgullosa -Serás la nueva capitana Yessabell Lovato ¡Felicidades!

-¡No puede ser! -Se cubrió la boca con ambas manos y todas comenzaron a abrazarla para felicitarla.

Después del entrenamiento, Yessabell corrió al hospital, a darle la buena noticia a Ezra, estaba tan feliz que no notó la parvada de doctores que iban y venían de la habitación de Ezra.

Distinguió a Ean cerca de la puerta, con los brazos cruzados y la mirada perdida en el suelo.

-¿Qué sucede? -Le preguntó al no poder ver lo que sucedía en la habitación.

-Despertó... -Susurró Ean sin levantar la vista.

-¿De verdad? -Yessabell no podía creer aquella noticia -Quiero verlo, tengo que entrar.

-Espera -Ean la tomó del brazo y la llevó al otro extremo del pasillo -Aún están revisándolo y no permitirán visitas hasta que terminen y claro, yo siendo su hermano, lo veré primero.

-Como sea -Lo empujó para salirse de su agarre y se dio la vuelta, cambió su expresión de enojo a una máxima sonrisa, sacó su celular y caminó hasta salir al patio, para tener mayor privacidad -¿Mamá?

-Yessabell ¿Qué sucede? ¿Estás bien cariño? -Preguntó Johann, al otro lado de la línea.

-Sí mamá, estoy muy bien -Levantó la mirada al cielo -Es Ezra... mamá...

-¿Qué pasa con Ezra cariño? -Preguntó cuando Yessabell se quedó callada.

-Ezra despertó mamá -Contestó con lágrimas en los ojos -Despertó, por fin... yo... mamá, me siento... estoy...

-Tranquila cariño -Pidió Johann con la voz ronca -Todos estará bien ¿Ya lo viste?

-No, aún no, su hermano pasará primero, estoy esperando mi turno -Contestó limpiándose las lágrimas y acomodando su mochila en su hombro -Solo quería que lo supieras mamá, estoy muy feliz, también quiero decirte que me nombraron capitana del equipo de volleyball, para después de año nuevo -Agregó rápidamente, apenas entendible.

-Ok, ok, esa es mucha información, cariño, estoy feliz por ti -Aseguró sonando más tranquila -En navidad tendremos más tiempo para hablar de todo lo que no podemos hablar por teléfono, si necesitas cualquier cosa, solo estoy a una llamada.

-Sí mamá, lo sé, gracias -Yessabell volteó a ver a la puerta, Ean, le estaba haciendo señas para que entrará -Me tengo que ir mamá, creo que es mi turno de ver a Ezra.

-Ok, cariño, llámame más tarde -Pidió Johann -Te quiero hija, cuidate.

-Yo también mamá, adiós -Colgó y caminó hasta Ean.

-Puedes verlo, necesitamos hablar más, pero no es el momento. Él quiere verte -Declaró Ean, en un tono un poco hostil

Yessabell no le dijo nada y caminó directo hasta la habitación de Ezra, cerró la puerta detrás de ella y se abalanzo a él, en un fuerte abrazo y lágrimas rodando por sus mejillas.

-Tranquila, me vas a romper -Declaró Ezra riendo.

-Te extrañe demasiado -Yessabell estaba hecha un mar de llanto incontrolable -Lo siento, han pasado tantas cosas y que estés despierto... estoy tan feliz de verte.

-Yo también -Le regresó el abrazo -Tranquila mi niña, ya estoy aquí, contigo.

-¿No habrás perdido la memoria también, o sí? -Preguntó limpiándose las lágrimas.

-¿Perdido la memoria? No ¿De qué hablas? -Preguntó tomándola por los hombros y apartándola un poco -No entiendo.

-Es una historia larga, pero en pocas palabras... Derek perdió la memoria en el accidente, todo después de Agosto del año pasado -Contestó con tristeza.

-¿Derek, está bien? ¿Dónde está? -Preguntó pasando su mano derecha a la mejilla de Yessabell.

-Sí, él estuvo en coma también... despertó hace como un mes... está en su casa, regresó con sus amigos, pero apenas empezó a recordar algunas cosas y... no quiero atormentarte con mis problemas, no es momento -Se apartó y se limpió las lágrimas, intentó poner buena cara y hablarle a Ezra, de las cosas buenas -Mamá dice que puedes trabajar con Malcom y Henry en seguridad, en alguna de sus imprentas, si quieres o...

-¿Puedo quedarme contigo? Supongo que aun necesitas a alguien que te lleve la agenda -Terminó Ezra, sentándose en la cama.

-Sí, eso sería perfecto -Le sonrío y se sentó en la cama, frente a él -¡Ha! y tengo otra buena noticia, hoy salió a la venta la última revista en la que hice una sesión de fotos, tengo que conseguírtela, fue increíble, todos fueron...

-¿Quién te ha estado ayudando con eso? -Preguntó en el momento en que una enfermera le llevaba la comida -Gracias -Le dijo a la enfermera y ella se retiró, un poco avergonzada.

-Tu hermano, aunque debo admitir, que para nada, para nada, se acerca a tu gran trabajo -Contestó levantándose para acercar el carrito con la bandeja de la comida -¿Quieres que te ayude con esto?

-No, yo puedo hacerlo -Respondió riendo.

-Bueno, lo haré de todas formas -Metió la cuchara en el tazón de la sopa y se la pasó a Ezra, con cuidado -Está un poco caliente, sopla -Ordenó mientras Ezra hacia una pequeña o con la boca y soplaba la sopa en la cuchara, para después comerla.

-Así, que ¿Conociste a mi hermano? Espero que no haya sido un dolor de cabeza para ti -Explicó haciendo una mueca de disgusto -A veces puede ser algo impulsivo y rebelde.

-Descuida, se cómo arreglármelas sola, pero contigo a mi lado, seguro que no lo necesitare más -Seguía alimentando a Ezra, hasta que terminó su sopa, el pan y la gelatina que le habían llevado -Cuando salgas de aquí, te llevaré a un buen restaurante, necesitas alimentarte mejor.

-Lo que mandes -Ezra tomó el vaso de jugo y lo terminó contento, tener a Yessabell cerca, cuidándolo y mimándolo, era mejor que cualquier enfermera cuidándolo -Los doctores dijeron que podrían darme de alta, mañana por la mañana, pero les dije que esperaría a la tarde, así podrás acompañarme, claro si no intervengo en tus horarios.

-No te preocupes, a las dos estaré aquí, ya no trabajo en la cafetería, mamá dijo que con lo que gané en las primeras revistas, prácticamente tengo pagada la maestría, aunque ella insiste en seguir pagando todo y sabes que solo trabajaba ahí para ocupar mi tiempo -Explicó jalando el carrito de comida, de regreso a su lugar.

-Entonces la pequeña Yessabell, se está haciendo famosa... -Expuso Ezra, tocándose la barbilla pensativo -Supongo que tendrás a más de un chico haciendo fila, esperando una oportunidad.

-Tal vez, pero ninguno que me interese -Se dio la vuelta y caminó hasta la ventana, se quedó contemplando el pequeño jardín -Derek y yo terminamos hace un mes, él dijo que era mejor para ambos, mientras recupera la memoria, pero yo no... -Las lágrimas comenzaron a llegar -No estoy muy segura de que sea lo correcto, ya no lo he visto, cambió su horario de clases, ya no trabajó en la cafetería y cuando sus amigos van a visitarnos, él no va.

-Yessabell, lo siento tanto, no me imagine que algo así podría pasar, pero no lo entiendo, dijiste que estaba recordando algunas cosas -Explicó Ezra, con empatía -¿Qué paso entonces?

-Recuerda muchas cosas de nosotros, pero no lo enamorados que estábamos y lo peor... lo peor es que recuerda mucho a su ex, dice que la amaba mucho, pero que también la odiaba por lo que le hizo, sin embargo... aún la recuerda, por eso nos separamos, él quería que fuera feliz, aunque no fuera a su lado -Explicó sacando un pañuelo de su mochila para limpiarse las lágrimas -Él se sacrificó por ambos, aunque no creo que haya sido lo correcto.

-Yessabell, él tomó una decisión, quiere que seas feliz, que ambos lo sean, no puedes permitirte seguir sufriendo por todo el que se cree digno de tu confianza y después te deja. Yessabell, tienes que seguir tu camino -Le dio su apoyo y ella supo que era la persona indicada para superar aquel dolor, la persona que siempre estuvo con ella, en las buenas y en las malas.

-Tienes razón... me duele mucho... pero voy a salir de esta -Se calmó un poco y terminó de limpiarse las lágrimas, se volteó, dispuesta a seguir los consejos de Ezra -Te necesito más que nunca, eres la única persona que puede sacarme de esto -Tomó aire y continuó -Ezra Miller, preparate, porque cuando terminé el mes, iras conmigo a una fiesta de disfraces, que jamás olvidaras.

-¿Una fiesta? ¿A quién conociste? -Preguntó Ezra divertido.

-Más bien ¿A quién no conocí? -Preguntó sonriente -Desde las sesiones de fotos, me han estado llamando para diferentes proyectos, muchos artistas me han invitado a algunas fiestas, pero hasta ahora no había cedido, lo haré, solo si tú me acompañas.

-Ok, iré contigo, pero primero necesito salir de aquí -Accedió agradecido por haber ayudado a Yessabell.

-Tenemos tantas cosas que hacer, que ya no puedo esperar a que salgas -Tenía planeado un cambio de imagen para ambos, algo de ropa nueva y por supuesto, buscar sus disfraces para la fiesta de Chantría, cambiar de aires podría ser la oportunidad para continuar.

-Tranquila mujer, un paso a la vez -Ezra se recostó y se abrazó así mismo -Todos tienen razón cuando dicen, que es difícil seguirte el paso.

-Creí que era el único que lo pensaba -Ean estaba parado junto a la puerta con los brazos cruzados y una pierna cruzada frente a la otra, ni Ezra ni Yessabell, habían notado su presencia.

Voltearon al mismo tiempo, un poco asombrados como si los hubieran atrapado en pleno acto.

-Creí que estabas afuera, esperando -Supuso Yessabell un poco molesta.

-Sí bueno, ya han hablado bastante y yo también necesito hablar con mi hermano, si no te molesta -Atacó Ean, sonando igual de molesto.

-Bueno, probablemente la próxima vez, se te ocurra tener modales y llamar a la puerta antes de entrar sin invitación e interrumpir una conversación privada -Contra atacó Yessabell, al pie de la cama de Ezra, viéndolo fríamente -Cualquiera diría que no sueles tener modales Ean.

-Y cualquiera diría que tendrías un poco de decencia y compasión, por no alentar a los corazones solitarios y darle falsas esperanzas a la población masculina, cuando en realidad tu corazón y tu cabeza están en polos opuestos, esperando la llegada de aquel príncipe azul que jamás aparecerá porque realmente no existe o que quizás, sólo quizás, su más parecido con un mortal, está cerca y no tienes ojos para nadie más -Insinuó Ean, con aires de grandeza -Cualquiera diría que solo te regodeas en tu belleza y no permites que nadie se acerque, porque eres solo suya... de aquel misterioso enamorado secreto.

-Si yo fuera tú, no hablaría de algo que no sé y mucho menos de algo que no me incumbe -Yessabell se acomodó la mochila en el hombro y fulmino a Ean con la mirada.

-Y si yo fuera tú... -Ean fue interrumpido por Ezra.

-¡Basta Ean! Dejala en paz -Estaba molesto, Yessabell no tenía que verlo para saberlo -No sé qué ha pasado entre ustedes, pero más te vale no hacerle daño y no acercarte a ella.

-Nada. Entre nosotros no pasó nada Ezra. Apenas y soporto a tú hermano -Yessabell camino hasta la puerta, pero antes de salir volteó a ver a Ezra -Nos vemos mañana -Y se fue.

Ean y Ezra hablaron de todo lo que pasó en los dos meses, Ean le comentó del casi beso en dos ocasiones y Ezra le obligó a apartarse de Yessabell para siempre, lo que Ean no prometió.

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