Se detuvieron y sin pensarlo dos veces, Ezra caminó más apresurado con Yessabell de su mano. Hasta que llegaron al aula que emitía el fuerte sonido.

-¡Está trabada! –Exclamó Ezra jalando la perilla e intentando abrir la puerta -¡¿Hay alguien ahí?! –Grito empujando la puerta.

El fuerte ruido de varias butacas cayendo se escuchó.

-¡Date prisa Ezra! –Grito Yessabell empujando la puerta.

-Ok, retirate amor –La hizo a un lado y soltó una fuerte patada contra la puerta -¡Dios mío! –Exclamó en cuanto vio a Philip y Ana, atados de manos y pies a dos butacas, con las bocas selladas por cintas.

-¡Cielo santo Ana! –Grito Yessabell entrando detrás de Ezra -¿Qué sucedió? –Preguntó en cuanto le quito la cinta a Ana y Ezra a Philip.

-Tenemos que salir de aquí –Advirtió Philip mientras los desataban.

-¿Quién les hizo esto? ¿Dónde están Fanny y Robert? –Preguntó Yessabell desesperada.

-Escuchen –Pidió Ana en un susurro –Cuando llegamos a los baños no los encontramos, no sabemos dónde están.

-Intentamos llamarles, pero no respondieron –Agregó Philip –En cuanto salimos de los baños escuchamos un ruido y al venir a ver, nos atacaron.

-¿Estás diciendo que no era una persona? –Preguntó Ezra mientras comenzaban a caminar a la puerta.

-Eran tres y pueden estar cerca –Contestó Ana en voz baja –Tenemos que decirle al detective y marcharnos de aquí.

-¿Y si también los tienen a ellos? –Preguntó Yessabell.

-¡Yessabell! –El fuerte grito de Fanny se escuchó a través del pasillo

-¡Ana! ¡Ezra! –Los gritos se hacían más fuertes –¡Ayuda!

-¡Fanny! –Yessabell salió corriendo por todo el pasillo, seguida de Ezra, Ana y Philip -¿Dónde estás? –Grito desesperada.

-¡Ayuda!

Los gritos se escuchaban más cerca, Yessabell seguía corriendo desesperada.

-¡Espera Yessabell! –Grito Ezra siguiéndole el paso –Puede ser una trampa.

-¡No! Fanny está en peligro –Yessabell llegó hasta las escaleras donde ya no estaba la sombra y subió a toda prisa al tercer piso.

-¡Detente Yessabell! –Pidió Ana siguiéndoles el paso.

Yessabell se detuvo en el tercer escalón y volteó a ver a sus amigos.

-Tal vez sea una trampa como dice Ezra –Sugirió Philip.

-Nos atacaron tres personas Yessabell –Agregó Ana –No sabemos de lo que sean capaces y tampoco sabemos si…

-¡Ayuda!

El grito de Robert los alerto y todos corrieron escaleras arriba, mientras Philip buscaba su celular.

-Alguien présteme el celular para llamar al…

-Toma –Lo interrumpió Ezra acercándole su celular –Llama al detective rápido, su número está guardado como detective Monroe..

Philip tomó el celular y marcó el número del detective mientras Yessabell, Ezra y Ana se adelantaban, buscando entre los pasillos.

-Detective Monroe, suba rápido al segundo piso –Pidió Philip en cuanto el detective tomó la llamada –Están aquí, hasta el momento hemos visto a tres, pero están armados, dese prisa por favor.

El detective colgó y dio la instrucción a cuatro policías para que los siguieran y a los otros cuatro para que cerraran las puertas y no dejaran salir a nadie mientras llegaban los refuerzos.

Yessabell se metió en el último pasillo cerca de las escaleras al cuarto piso, mientras Ezra buscaba en las aulas del pasillo anterior. Y Ana esperaba a Philip.

-Creo que deberíamos esperar aquí –Ana se frotó las muñecas.

-Tranquila amor, ya vienen –Aseguró Philip parándose a un lado del pasillo y abrazándola.

-Solo espero que se den prisa y terminemos con esto.

-¡Yessabell!

Yessabell escuchó el fuerte grito al final del pasillo, giró la perilla de la puerta y está se abrió sin problemas. El aula estaba en completa oscuridad.

-¿Fanny? –Preguntó en un susurro entrando lentamente, dejando la puerta entreabierta.

-¡Ayudanos Yessabell! –Pidió Robert con poca fuerza y llorando.

-¿Dónde están? –Preguntó caminando más adentro –No los veo.

-¡Yessabell corre! –El grito de Fanny fue apagado con un fuerte golpe.

Yessabell se sobresaltó y la luz se encendió.

El aula estaba vaciá, al fondo de la habitación había un televisor conectado a una especie de reproductor de DVD, que estaba transmitiendo en vivo desde la azotea del edificio.

Fanny y Robert estaban atados de brazos y manos a la orilla de la azotea, mientras dos figuras oscuras los torturaban con látigos.

-¡No! –Grito Yessabell cubriéndose la boca con ambas manos.

Salió corriendo del aula y subió las escaleras a toda prisa, viendo de reojo como Ezra y el detective la seguían. Philip y Ana corrieron a alcanzarlos, pero un fuerte disparo detrás de ellos los detuvo. Los cuatro policías, Ezra y el detective se detuvieron a ver.

Una sombra oscura que lanzó el disparo al techo, bajó las escaleras al primer piso.

-¡Deténganlo! –Grito el detective a dos de los policías –Ustedes quédense ahí –Pidió a Ana y Philip. –Ezra quedate aquí, yo la cuidaré, no me permitiría que algo les pasara a ustedes.

-Déjeme ir con usted –Pidió Ezra –Se trata de mi novia.

-No es tú decisión Ezra, quédate aquí –El detective no cedió –Síganme –Pidió a los otros dos policías.

-Pero puedo ser de ayuda –Suplicó Ezra.

-¡Que no! –Exclamó el detective –Ya vienen los refuerzos –Vamos, alcancemos a la señorita Lovato.

Yessabell llegó a la azotea apenas respirando, corrió por el lugar, esquivando las pequeñas jardineras, hasta que encontró a Fanny, quien había perdido la consciencia.

-¡Fanny! –Yessabell estaba llorando y con las manos temblorosas, intentando soltar las cuerdas -¿Me escuchas Fanny? Por favor responde.

-Tal vez está muerta –Sugirió una voz detrás de Yessabell.

Ella se detuvo, aunque ya había deshecho los nudos. Respiró profundo y lentamente dejó a Fanny sobre el suelo. Se dio media vuelta y se encontró con ese personaje de Scream, quien le apuntaba con un cuchillo, aunque la estatura y complexión, no eran como la vez de la biblioteca.

-¿Dónde está Robert? –Preguntó conteniendo las lágrimas.

-Buscando a la siguiente víctima.

-¿Qué? ¿Robert está metido en esto? –Preguntó incrédula.

-Aquí está –Un segundo Scream se acercó sosteniendo a Stephen por el cuello, mientras le apuntaba con un cuchillo.

-¡No le hagan daño por favor! –Pidió Yessabell -¿Qué es lo que quieren? –Preguntó arrodillándose junto a Fanny.

-Tranquila Yessabell –Stephen la vio con tristeza.

-Eso ya lo sabes –Dijo el Scream que sostenía a Stephen -¡Ya lo saben! –Arrojó a Stephen contra el suelo, quien tenía las manos atadas y no pudo evitar el golpe.

-¡Basta por favor! –Pidió Yessabell entre llantos, viendo como el segundo Scream golpeaba con fuerza a Stephen –Por favor no lo
lastimen…

El fuerte sonido de un disparo se escuchó y Yessabell se levantó de golpe entre llantos.

-Bruno y Marisol ya son historia –Aseguró el primer Scream riendo.

Yessabell escuchó el alboroto debajo de ellos, volteó a ver a los estudiantes que abandonaban corriendo el edificio, mientras varias patrullas se acercaban rodeando el edificio.

-¿Qué le hicieron a Bruno y Marisol? ¿Dónde está Robert? –Preguntó Yessabell entre sollozos.

-¡Tenemos que irnos ya! –Grito el primer Scream.

-¡Aún no! –Grito el segundo Scream –No lo hemos hecho.

-¿Dónde está Robert? –Volvió a preguntar Yessabell.

-Él solo fingió con ustedes, está de nuestro lado y fue a buscar a tus amigos –Contestó el segundo Scream –Igual que Andrew y tu
querido Ezra –Soltó una carcajada –¿No se te hace raro que ambos se desaparecieran, justo cuando todos se separaron? Con su ayuda
supimos dónde estaban todos. Es triste saber que tu propio novio
puede traicionarte.

-¡En serio tenemos que irnos! –Exclamó el primer Scream.

-¡No podemos irnos todavía! –El segundo Scream estaba molesto.

-¡Pues quedate y que te atrapen! –El primer Scream empujó a Yessabell y salió corriendo -¡Yo quiero seguir con esto!

-¡HAAAA! –Yessabell grito con fuerza, cayendo entre la orilla de la pequeña barda y el vacío.

-¡Yessabell! –Grito Stephen sentándose cerca de la orilla, a un par de metros de Fanny, quien seguía inconsciente -¡Sostente!

El Scream número dos se acercó a ella.

-Ten cuidado bonita, o podrías caer.

-¡Alejate de ella! –Le grito Stephen.

-¡Tú callate! –Ordenó el Scream que sin ningún esfuerzo, levantó a Yessabell poniéndola frente a él. –Sería una lástima perder a tan bella chica.

Yessabell vio de reojo a Stephen quien estaba frotando la cuerda contra la barda para poder romperla.

-Por favor, no me hagas daño –Pidió Yessabell desesperada -¿Qué es lo que quieren de nosotros?

-Venganza –La tomó por el cuello y la llevó a la orilla –Si no lo hago yo, lo hará ella y te hará sufrir.

-¡Te dije que te alejaras! –Stephen lo jaló por detrás y comenzaron a forcejear.

-¡No te hagas el valiente! –Le grito el Scream número dos.

-No te hagas tú el valiente Andrew o Robert, o quien seas –Stephen luchaba frente a frente contra el Scream que era fuerte, aunque no
igual que él.

-Si no hago esto, ella lo hará peor y no les gustará –Advirtió el Scream –Lamentablemente todos pagarán.

El Scream logró derribar a Stephen poniéndole el pie y aprovecho para colocarse sobre él, levantando el cuchillo.

-¡Por favor no! –Grito Yessabell viendo la escena -¡No lo lastimes! ¡Él no por favor!

-¡Yessabell! –Grito Stephen sosteniendo las manos del Scream para que no lo lastimara con el cuchillo.

-¡Ella quiere venganza, sin importar quien se cruce!

-¡Arriba las manos Scream! –Grito el detective apuntando con su arma, teniendo como refuerzo a cuatro policías detrás de él y un Ezra necio y ahora sorprendido por lo que estaban viendo sus ojos –Baja el arma, te tenemos rodeado.

El Scream se puso de pie y levantó las manos en señal de rendición, dando algunos pasos atrás.

Yessabell lloraba desesperada a un lado de Fanny y Stephen aprovechó para acercarse a ellas.

-¿Estás bien? –Le preguntó en un susurro.

-Sí –Contestó Yessabell tomando a Fanny entre sus brazos.

-Baja el arma Scream –Exigió el detective dando unos pasos más cerca de ellos, mientras los policías lo imitaban –Me imagino que eres el cómplice de los otros dos, así que quedas arrestado –Expusó viendo el cuchillo caer al suelo –Date la vuelta y pon las manos sobre la nuca.

El Scream hizo lo que se le ordenó, mientras Stephen levantaba a Fanny en sus brazos y Yessabell se ponía de pie con ellos.

-Vamos, tenemos que llevar a Fanny al hospital –Stephen siguió la señal del detective, quien le ordenó que se acercaran a la puerta.

El detective se acercó al Scream y le colocó las esposas con las manos detrás de la espalda.

-Tienes derecho a guardar silencio, todo lo que digas puede ser usado en tu contra en un tribunal.

Lo ayudó a ponerse de pie y le dio la vuelta para guiarlo a la puerta, donde todos se encontraban dispuestos a salir.

-Veamos quien se encuentra bajo la máscara –Dijo uno de los policías desenmascarando al Scream.

Antes de ser llevada de vuelta dentro del edificio, Yessabell volteó la mirada y no pudo evitar llorar al encontrarse con los hermosos ojos avellana que una vez la enamoraron.

-Derek… –Susurró y siguió su camino.