-Bueno, pues no les digas nada, que el detective quiere esperar a que pase la fiesta de Halloween, donde posiblemente podremos dar con el verdadero culpable...

-Está bien, los vemos mañana en la fiesta Ana, adiós –Stephen colgó y su vista se dirigió a Fanny y luego Bruno, quienes acababan de entender la situación, sin necesidad de preguntar.

-Están increíbles chicos –Aseguró Fanny, para no levantar sospechas.

-Si –Bruno se levantó dirigiéndose a la puerta –Yo voy a preparar mis cosas, para mañana.

Fanny salió de la cocina sin decir nada, solo sonrió ligeramente a Robert, quien le devolvió el gesto.

-¿Qué tal los disfraces hermano? –Preguntó Andrew bajo la máscara moviendo las manos.

-Increíbles –Stephen chocó los puños con ambos recordando el acuerdo al que habían llegado los amigos de Yessabell.

**********

-Ezra ¿Podemos hablar? –Preguntó Yessabell acercándose a Ezra, quien se encontraba sentado en el sofá doble de la sala.

-¿De qué quieres hablar? –Pregunto Ezra viéndola sentarse a su lado.

-Perdoname –Lo vio a los ojos –No quiero que pienses que te estoy culpando de lo que está pasando, pero….

-Pero eso pasa Yessabell –La interrumpió reacomodándose para quedar frente a ella –Pasa algo sospecho y de inmediato me culpas, solo porque no estaba en el momento contigo.

-¡Entiéndeme Ezra! –Se levantó exaltada –Desde que todo esto empezó a suceder, te has alejado de mí y en cada situación, te siento… más distante y… no puedo evitar pensar… que… que me estas ocultando algo.

Ezra se levantó con la mirada seria y la encaró.

-Si he estado distante, no es por eso… –Bajó la mirada, contemplando el siguiente movimiento –Entiendo que las cosas han estado demasiado extrañas y que… –Levantó la mirada, ella lo veía fijamente esperando una explicación –Perdoname tú a mí –La tomó de las manos –No sabes cuánto me dolió saber lo que sucedió en la biblioteca y… verte en brazos de Stephen.

-Ezra no –Se acercó y se abrazó a él –Simplemente no reaccionamos de la mejor forma, a todo lo que sucedió, todo ha sido tan extraño desde que ese reloj apareció.

-Prometeme que no vamos a volver a separarnos –Se alejó y tomó el rostro de Yessabell entre sus manos –Que si esto vuelve a suceder, lo arreglaremos, odio estar peleando contigo.

-No va a volver a pasar –Aseguró ella sonriendo –Mañana vamos a ir a esa fiesta y vamos a arreglar las cosas, encontraremos al verdadero responsable de todo esto.

Al día siguiente, los chicos se levantaron tarde, aprovechando que no había clases, mientras que las chicas aprovecharon para ir preparando sus disfraces.

-¿Están seguras de esto? –Preguntó Marisol terminando de peinarse.

-Es lo que sugirió el detective –Contestó Ana frente al espejo de su habitación, las chicas decidieron arreglarse ahí –Sabiendo que Renata y Miranda están bien cuidadas, solo quedan tú y Fanny…

-Como carnadas –Interrumpió Fanny subiendo el cierre de Yessabell.

-No lo vean así chicas –Intervino Yessabell –Véanlo como la oportunidad de terminar con esta pesadilla de una vez por todas.

-Ese detective sí que esta crazy –Atacó Marisol, provocando las risas.

Ana había optado por disfrazarse de la niña del aro, coordinada con Philip, quien iría de sacerdote. Marisol y Bruno optaron por ir coordinados de Mario Bross y la Princesa, mientras que Fanny iba de Cleopatra; nada que ver con el disfraz de su novio, quien se había adelantado a la decoración del gran salón, junto con Andrew.
Yessabell y Ezra se coordinaron con vestimenta victoriana, Yessabell rescato un hermoso vestido amplio en color crema, de una tienda vintage, colocando un poco de sangre falsa sobre él y en su cuello, para hacerlo un disfraz acorde a Halloween.

En cuanto todas estuvieron arregladas bajaron a la cocina, donde Ezra, Philip y Bruno las esperaban, para irse a la gran fiesta, llevada a cabo en el gimnasio de la facultad de Literatura.

-El detective y los policías ya llegaron al gimnasio, vestidos como civiles, para no ser identificados –Informó Ezra mientras manejaba hasta el estacionamiento.

-Espero que valga la pena exponer a las chicas –Mencionó Bruno abrazando a Marisol.

-Tranquilo amor, ya verás que esta noche todo se arreglará.

-Sí chicos, tenemos que estar tranquilos aunque algo alertas –Sugirió Ana, mientras bajaban de la camioneta.

-No se separen chicos –Pidió Ezra mientras se encaminaban a las puertas del gimnasio –Todos mantengan los celulares cerca, en caso de que tengamos que separarnos, pero siempre alerta.

-De acuerdo –Philip tomó a Ana de la mano.

Yessabell sostuvo la mano de Fanny y enlazo el brazo izquierdo con el de Ezra.

Los alumnos iban llegando en pequeños grupos, mientras la música sonaba fuerte a través de las bocinas. El gimnasio había sido adaptado a un salón de fiestas, la decoración la dio la universidad y los alumnos solo se encargaron de colocarla.

Se trataba de un lugar amplio, las gradas podían moverse a un lado dejando un lugar más amplio y una especie de cabina en lo alto, donde normalmente entraban los narradores de los encuentros de volleyball, pero en esa ocasión, el DJ se había instalado con un gran
equipo, para amenizar la tarde/noche.

-¡Quedo increíble! –Expresó Yessabell admirando la decoración y las luces en tonos naranja, morado y negro, que parpadeaban a la par de la música.

El detective y su equipo se habían distribuido por todo el lugar, distinguiéndose por ir vestidos de presos, y un detective disfrazado de Sherlock Holmes, para no levantar sospechas entre los asistentes.

Andrew y Robert se encontraban en el centro de la pista, bailando al ritmo de la música, bajo sus disfraces de scream.

-¿Qué le pasa a tu novio? –Preguntó Bruno a Fanny, mientras todos se acercaban a la pista.

-Qué va a ser –Contestó Fanny molesta –Ese Andrew le ha dado algo de beber –Lo tomó del brazo –Vamos a que te refresques.

-Claro cariño –Andrew se levantó la máscara –Pero tienes al equivocado.

Fanny tomó al verdadero Robert y lo llevo a través de las puertas del gimnasio, rumbo a los baños.

-Iremos con ellos –Ana y Philip los siguieron.

-¿Dónde está Stephen? –Preguntó Bruno buscándolo con la vista por el gimnasio.

-Estaba en la cabina del Dj –Contestó Andrew –Yo los dejo chicos, las señoritas buscan mi presencia –Señaló con la cabeza viendo hacia un grupo de chicas, cerca de las únicas gradas que quedaron junto a la cabina del Dj.

-Vamos amor –Habló Bruno a Marisol –Mantengámonos cerca de ese.

-En un momento los buscamos chicos –Dijo Marisol moviéndose con la música.

-No se separen –Pidió Yessabell casi gritando para que la escucharan sobre la música.

-Amor, no te mueva de aquí –Pidió Ezra viendo al detective cerca de la puerta que daba al estacionamiento –Creo que el detective quiere decirme algo, no me tardo.

-Está bien Ezra, pero no te tardes. –Yessabell paso la vista sobre las varias mesas alrededor del gimnasio –Te espero allá –Señaló una mesa frente a ellos –Esas chicas comparten algunas clases conmigo.

-Bueno, ahí te busco –Ezra le dio un beso tierno sobre los labios y salió a buscar al detective.

Yessabell dio unos pasos en dirección a la mesa, cuando una mano fuerte la detuvo.

-Te ves hermosa.

-Tú no te quedas atrás.

Se vieron sonrientes sin apartar la mirada.

-Y eres… –Stephen dio un paso atrás y la inspeccionó de pies a cabeza –¿Una princesa victoriana?

-Algo así –Contestó ella riendo –Encontramos los disfraces en una tienda vintage, cuando lo vi, me pareció increíble.

-Te queda perfecto –Aseguró él –Aunque el antifaz oculta tu hermoso rostro.

Yessabell le sonrió bajo el antifaz a juego con el vestido, que se sostenía con una pequeña varita que parecía hecha de oro.

-¿Y tú por qué traes antifaz? –Preguntó ella viendo el antifaz en la mano derecha de Stephen.

-Venía con el esmoquin, aunque parece que nos coordinamos –Contestó con media sonrisa -¿Por qué te dejaron aquí sola?

-Fanny llevó a Robert al baño, creo que Andrew quería emborracharlo y Ana y Philip fueron con ellos.

-Andrew no cambia –Stephen lo buscó con la mirada y lo encontró rodeado de chicas en el fondo del gimnasio, mientras Bruno y Marisol bailaban cerca de él –Por lo menos tiene quien lo vigile.

-¿Qué pasó con Mariza? –Preguntó Yessabell viendo a una chica rosar su cuerpo contra el de Andrew.

-Se supone que siguen juntos –Contestó Stephen regresando su vista a Yessabell -¿Quieres bailar? –Preguntó cambiando de tema.

-Está bien –Le tomó la mano y se acercaron al centro de la pista, mientras sonaba Born To Be Alive.

-A veces quisiera regresar el tiempo.

-¿Para qué? –Preguntó ella sin dejar de bailar.

-Para no cometer todos esos decepcionantes errores –Le tomó la mano y le dio la vuelta, para luego tomarla por la cintura –Para ser yo quien disfrute de tu compañía, para ser yo quien pueda llevarte de la mano, para ser yo quien pueda robarte un beso de vez en cuando, para ser yo quien tenga el placer de presentarte como mi novia.

-Stephen… –Se acercó a él.

Bajó la cabeza un poco para quedar a la altura de Yessabell, ambos cerraron los ojos y se acercaron más.

-¡Stephen! –La voz chillona de Gabriela los sacó del sueño y ambos se apartaron –No sabía que venias –Ella se colgó del brazo de él –No los interrumpo ¿O sí? –Quiero presentarte a mi nueva mejor amiga –Lo jaló hacia ella, pero Stephen la empujó.

-No tienes que tratarme como un trapo, te recuerdo que tú y yo, ya no somos amigos.

-¡Stephen! –Gabriela se puso la mano en el corazón con un exceso de drama –Tus palabras me lastiman.

-Ya basta Gabriela, no quiero saber de ti –Tomó a Yessabell de la mano y la llevó a la mesa de postres.

Gabriela los vio con enojo y seriedad, mientras Yessabell era llevada del brazo de Stephen, ambas viéndose fijamente.

-No le des el gusto –Le susurró Stephen a Yessabell para que volteara a verlo.

-No sabía que ya no eran amigos –Declaró ella en cuanto llegaron a la mesa.

-Dejamos de serlo desde… –Tomó un vaso y comenzó a servirle ponche –Ya sabes, lo que sucedió y eso.

-Sí –Yessabell tomó el vaso que él le ofreció –Gracias –Lo bebió todo –Lo que tampoco sabía, era que ahora ellas son las mejores amigas –Su mirada estaba perdida en la imagen frente a ella.

Stephen volteó a ver el lugar en la pista que acababan de dejar.

Gabriela hablando muy seriamente con Nora, la ex novia de Derek.
Ambas en esos disfraces de vampiresas, viendo a Yessabell con seriedad. Gabriela le susurró algo a Nora y ambas soltaron una carcajada, para después perderse entre los invitados.

-Este lugar se está llenando –Anunció Stephen para cambiar de tema.

-¿Crees que él o la responsable de las notas y eso, este aquí?

-Aquí esta –Ezra tomó la palabra a un lado de Stephen.

-¿Cómo lo sabes? –Preguntó Stephen terminando su vaso de ponche.

-El detective ha estado rastreando algunas de las pistas y por ahora, la responsable puede ser cualquiera de las estudiantes y teniéndolos a todos aquí, es más seguro que esta noche se presente –Ezra se colocó a un lado de Yessabell y la tomó de la mano, mientras Stephen reprimía la risa.

-Entonces… ¿La culpable es una de las estudiantes del campus? –Preguntó Yessabell viendo entre Stephen y Ezra.

-¿Dónde están los demás? –Preguntó Ezra viendo como abrían las grandes puertas que daban al pasillo de los casilleros, para que los alumnos tuvieran más espacio, pues el gimnasio ya estaba lleno –¿No han regresado del baño? –Comenzó a caminar en dirección a los baños, llevando a Yessabell con él.

-Yo voy a buscar a Andrew y los demás –Propuso Stephen dejándolos a medio camino.

-¡Nos vemos al final de los casilleros! –Le grito Ezra y Stephen asintió.

Llegaron a los baños y mientras Ezra buscaba en el de los chicos, Yessabell iba al de las chicas.

-No están –Informó Ezra en cuanto salió –Revisa tus mensajes.

Yessabell asintió y comenzó a revisar.

-Tengo un mensaje de Ana de hace 5 minutos, llevaron a Robert afuera para que tomara aire fresco.

-Yo tengo uno de Bruno, dice que se llevaron a Andrew a casa –Ezra levantó la mirada con sospecha –Algo no está bien.

-Lo sé. Hubiesen llamado antes, si de verdad Andrew y Robert no estaban bien…

Un fuerte ruido se escuchó a lo lejos, Yessabell volteó la mirada a su izquierda, al final del pasillo donde se distinguían algunos chicos muy entrados en la fiesta.
Ezra volteó a la derecha y comenzaron a caminar al otro extremo de los casilleros, al final del pasillo, que conectaba con más pasillos y las escaleras que daban al segubdo piso del edificio.

El ruido se hizo más fuerte y ambos se sobresaltaron.

-¿No deberíamos llamar al detective? –Preguntó Yessabell detrás de Ezra mientras él se seguía acercando al ruido.

-Creo que sí, mientras no me sueltes –Ezra continuó caminando, asomándose entre los pasillos –Creo que el ruido viene del segundo piso.

-Ok, subamos, pero en cuanto veamos algo corremos y llamamos al detective.

-Tranquila –La tomó de la mano y subieron las escaleras –Hay algo ahí –Señaló una sombra oscura al final del pasillo, cerca de las escaleras que daban al segundo piso –No hagas ruido –Susurró.

Caminaron lentamente, acercándose cada vez más a la gran sombra que Ezra había detectado, cuando escucharon un fuerte ruido proveniente de uno de los pasillos.
Se detuvieron y sin pensarlo dos veces, Ezra caminó más apresurado con Yessabell de su mano. Hasta que llegaron al aula que emitía el fuerte sonido.