Capítulo 3 Recordar
Al día siguiente, Yessabell se levantó muy cansada, se vistió como pudo, un vestido beige que le llegaba arriba de las rodillas, cuello en v y mangas cortas, combinándolo con un saco café y botas cafés, su cabello iba trenzado de lado, con algunos mechones sueltos.
Cuando llegó a la universidad, se encontró con la nueva noticia. Derek había regresado a clases. Lo que hizo que su ánimo mejorará, aunque al mismo tiempo se sintió extraña, no sabía cómo era que Derek iba a reaccionar a su verdadero yo.
El señor Parker, les instruía la clase de la primera hora del miércoles; Literatura Contemporánea. Entró al aula, detrás de Yessabell.
-Srta. Lovato ¿Cómo se encuentra hoy?
-Muy bien, gracias por preguntar, lamento no haber llegado ayer –Se disculpó Yessabell, mientras entraban al aula.
-No se preocupe, ayer tomamos el tiempo para revisar las novelas, espero que traiga su borrador –Explicó el señor Parker, caminando a su escritorio.
-Claro –Sacó el cuaderno de su mochila y se lo entregó –Solo llevo cuarenta hojas, no estoy muy segura de muchas cosas.
-No sé preocupe señorita, seguro que es bueno –El señor Parker ojeo el cuaderno y lo dejó en su escritorio.
Yessabell caminó a las escaleras y se debatió entre sentarse junto a Derek o no, él levantó la mirada y le hizo señas para que se sentará a su lado. El yeso que había tenido en la pierna ya no estaba y su aspecto era mucho mejor que el del día anterior.
Yessabell le dio una rápida sonrisa y camino hasta su lado.
-Hola –Saludó Derek sonriente, mientras Yessabell se sentaba.
-Hola... –Contestó en un hilo de voz.
-Bienvenidos chicos, antes de comenzar la clase de hoy, quiero dar un pequeño aviso –Anunció el señor Parker –Derek Sanders, reanuda sus estudios y tengo entendido, que todos compartieron, por lo menos una clase con él, aunque los profesores nos encargaremos de ponerlo al corriente, les pido que lo ayuden en lo que necesite.
-Gracias señor Parker –Dijo Derek apenado.
-No es nada señor Sanders. Ahora –Se dirigió a la clase –Saquen lápiz y papel, quiero que hagan una lista, de posibles temas que usarían en una novela o cuento de literatura contemporánea, adelante –El señor Parker se sentó en la silla y comenzó a leer la novela en borrador de Yessabell.
-Así que… -Derek volteó a ver a Yessabell, de pies a cabeza, deteniéndose en sus hermosas piernas que estaban cruzadas y el escote de su vestido, que dejaba al descubierto, la parte superior de sus pechos.
-¿Qué? –Volteó a verlo y le sonrío -¿Qué tienes? –Preguntó al ver la sonrisa distraída de Derek.
-Nada –Regresó a su hoja, pero aun no escribía nada.
-¿Por qué regresaste tan pronto? –Preguntó ella anotando el tema número cinco en su lista.
-No quería perder más tiempo, además, volver a la rutina me ayudará a recordar más rápido y… es solo un mes, supongo que me pondré al corriente a tiempo –Explicó escribiendo un tema por fin.
-Eso suena a que tienes un plan o necesitas recordar... algo... –Sugirió escribiendo su nombre en la hoja.
-Lo tengo, además si… eres mi novia, seguro que no me dejaras solo ¿Verdad? –Preguntó bajando una mano al muslo de Yessabell, ella dio un leve respingo y apretó los glúteos bajo el asiento, sintiendo la adrenalina correr por su cuerpo.
-Derek… aquí no –Le apartó la mano con un manotazo y Derek se rió.
-¿Eso significa que puedo tocarte? –Susurró acercándose un poco a ella, para que nadie los escuchará, aunque no era como si pudieran escucharlos, solo había veinte alumnos en la clase y todos estaban esparcidos en las butacas, susurrando para pasarse los temas.
Yessabell se levantó y tomó su hoja, para entregarla al señor Parker, quien se había aproximado a la primera fila.
-Cuando terminen las clases, después de su entrenamiento, la espero en la sala de profesores, para darle mis correcciones de su novela –Informó el señor Parker, tomando la hoja de Yessabell.
Ella asintió sonriente, se dio la vuelta y regresó a su lugar, Derek solo tenía cuatro temas y así entregó su hoja.
Al final de las clases, Yessabell caminó hacia el gimnasio, con Derek a cuestas.
-¿No vas a ir a tu entrenamiento de baloncesto? –Preguntó al notar que no se iba –Yo creo que aún no deberías ir, pero sí ya te sientes mejor, hazlo.
-Sí, solo que… -Derek clavó la mirada en el suelo, pensando en su siguiente movimiento.
-¿Qué? –Se acercó a él y le levantó la barbilla –No sé si recuerdes, pero después del entrenamiento, tienes trabajo en el Coffee Time, claro si aún quieres trabajar.
-¿Trabajo? ¿Tú también trabajas? –Preguntó tomando la mano que Yessabell había usado, para levantarle la barbilla.
-Sí, trabajas de lunes a jueves y los sábados, yo solo de lunes a jueves. En el mismo lugar –Le sonrío y por un momento se sintió tranquila, probablemente Derek podría recobrar la memoria y recordar todo, sin mucho problema.
-Ok, supongo que podemos irnos juntos… -Derek le dio un beso en los nudillos, lo que Yessabell sintió como el primer beso.
-Sí, bueno, entramos a las tres, pero después del entrenamiento tengo que ir a la sala de maestros por mi revisión –Explicó con una sonrisa de enamorada.
-Iré contigo –Derek la atrajo hacia él –Quiero hacer algo y espero que no me mates por esto.
-¿Qué es? –Le sonrío y Derek se inclinó para besarla, la empujó suavemente contra la pared, cerca de un arbusto, donde nadie los podía ver.
Derek le tomó el rostro con las manos, mientras ella se abrazaba a él. Fue un beso apasionado y desesperado, como si Derek intentará recordar todo, con aquello.
Pronto, Yessabell estaba sobre las caderas de Derek, con las piernas cruzadas y aferrándose a su espalda, mientras él recorría las piernas de ella bajo su vestido.
Una serie de imágenes, pasaron por su cabeza, muchas sobre su vida antes de la universidad, las últimas eran sobre su año pasado.
Él y Yessabell frente a la puerta de su casa, besándose. Yessabell y Derek patinando y por último, ambos en una banca en el parque, besándose.
Derek se apartó rápidamente, tirando a Yessabell al suelo.
-Lo siento –La ayudó a levantarse y ella se levantó adolorida.
-¿Estás bien? –Preguntó mientras se sacudía el vestido -¿Te lastime?
-Sí… no sé, solo creo que… empiezo a recordar… vi algunas imágenes, pero mucho no tiene sentido –Derek se dio la vuelta y se sacudió el cabello.
-Está bien, ya llegará –Yessabell se dio la vuelta y se fue al gimnasio.
Cuando ambos terminaron su entrenamiento, se encontraron en la entrada a la sala de maestros.
-¿Qué hacemos aquí? –Susurró Derek viendo a todos lados, menos a Yessabell.
-El señor Parker nos asignó a tres de la clase, escribir una novela corta… como ayer no estuve en clase, hoy me dará mi revisión –Contestó viendo a través de la ventana de la puerta –Espero que sea algo positivo.
El señor Parker apareció en el pasillo y se acercó a la puerta de la sala.
-Señorita Lovato, Señor Sanders, vengan –Abrió la puerta y los tres pasaron.
La sala de maestros, era un lugar al que los estudiantes tenían prohibido entrar, a excepción de que algunos profesores los llevarán con ellos. Había varios escritorios entre los cubículos, una mesa enorme en el centro, con varias sillas de madera y del lado derecho, una pequeña cafetería. Caminaron al fondo de la sala, al cubículo del señor Parker.
-Siéntense chicos –Ofreció el señor Parker, señalando las dos sillas frente al escritorio. Sacó el cuaderno de Yessabell y se lo entregó –Debo decir que no esperaba menos de usted. Es una historia bastante entretenida –Se reclinó en su silla y cruzó los brazos –Es muy buena, muy, muy buena, tal vez necesita algunas correcciones de redacción, pero de ahí en fuera…. la idea es buena y entretenida.
-Yo… am… no sé qué decir –Yessabell guardó el cuaderno en su mochila con algo de timidez -¿De verdad cree que es buena?
-Por supuesto –El señor Parker sonrío satisfecho –Tu manera de redactar y explicarte sobre las situaciones… me recuerda mucho a lo que tú padre hacía. Eres puntual pero explicita, sin caer en la vaguedad, me gusta mucho, debo decir que cuando leí tu cuento corto en la revista… me sorprendió muchísimo tu increíble imaginación. No muchos conservan el don después de la infancia.
-¿De verdad lo leyó? –Preguntó incrédula.
-Por supuesto, me gusta estar al día con lo que ocurre en el mundo de la literatura, y también reconozco que leí las revistas deportivas –Confesó sonriente.
-¡Dios!, para mí es un honor... –Yessabell se recargó en su silla –Revisaré las correcciones y la próxima clase, le presento mis avances.
-Por supuesto, tomate tú tiempo –Los tres se levantaron y el señor Parker los despidió.
-¿Revista? –Preguntó Derek cuando salieron del campus.
-Sí bueno… a finales de mayo, publicaron la Revista de Literatura de la Universidad y el señor Parker, junto con dos profesores más, eligieron un ensayo mío para publicarlo y la profesora del Literatura Creativa, publico un cuento mío también, fue algo… -El celular de Yessabell comenzó a sonar y cuando vio el identificador de llamadas, no dudó en contestar –Los siento, tengo que…
-No te preocupes –Derek le tomó la mano libre y entrelazo sus dedos con los de ella.
-¿Ean? ¿Todo bien? –Preguntó al teléfono.
-Sí, es solo que me llamaron de una revista de adolescentes, para que des una entrevista sobre la responsabilidad del deporte y también hay una revista de moda, que quiere que hagas unas fotos con lo último de la moda en jeans –Explicó Ean tranquilamente –¿Te parece si das la entrevista el sábado en la mañana a las diez y las fotos el domingo? Solo que esas tomaran gran parte del día.
-Ok, está bien, sí a las dos –Aceptó un poco nerviosa, pero aun así, trabajo era trabajo -¿Vas a ir?
-Se supone que sí, Ezra iría ¿No? –Preguntó Ean despreocupado.
-Ok, tienes razón –Aceptó de mala gana y después recordó a Ezra -¿Cómo está Ezra?
-Igual –Contestó secamente –Nos vemos mañana en el hospital y te explicó los detalles.
-Ok, nos vemos –Yessabell colgó y guardó su celular en su mochila.
-¿Quién era? –Preguntó Derek con poco interés.
-Ean, el hermano de Ezra –Tomó aire, hablar de Ezra, era un tema triste –Ezra era mi guardaespaldas, igual que Henry y Malcom. Henry y Malcom regresaron a casa, Ezra… -Desvió la mirada –Ezra sigue en coma.
-Yessabell, lo siento mucho –Derek la jaló hacia él –Daria todo, por poder recordar y saber qué está pasando.
-No te preocupes –Le dio un beso y reanudo su camino –Los señores Jones son los dueños de la cafetería, Milo y Kristen, trabajan ahí. Todos preguntaron por ti.
-Ok, intentaré recordar todo eso –Bromeó mientras caminaban por las calles, rumbo a la cafetería.
Para cuando terminó el día, Derek encajó muy bien en la cafetería, los señores Jones se mostraron comprensivos y Milo y Kristen, le ayudaron a recordar cómo usar las máquinas de la cafetería.
-Que bueno que se acabó todo eso del asesino ¿No? ¿Cómo están tus amigos? –Preguntó Milo mientras sacaban la basura.
-Muy bien, dentro de lo que cabe –Contestó ella metiendo las bolsas de basura en el contenedor.
-¿Y Ezra? –Preguntó un poco bajo, apenas audible.
-No lo sé, mañana voy a verlo, su hermano está preocupado, dice que los doctores están pensando en desconectarlo, no hay muchas esperanzas –Se recargó en la pared y respiró profundamente, intentando calmarse.
-Yessabell, va a estar bien, las cosas saldrán bien –Aseguró Milo, intentando calmarla a su lado -¿Quieres hablar de eso?
-No, está bien, estoy bien –Tomó una respiración más profunda y se calmó –Es hora de irnos.
Yessabell se ofreció a llevar a Derek a su casa.
-Oye, quiero saber algo –Dijo Derek, una vez que Yessabell, se estacionó frente a la puerta de su casa.
-¿Qué cosa? –Preguntó desabrochándose el cinturón y girando, para poder verlo.
-¿Por qué hay muchas personas que te conocen y dicen que quieren verte en algo más? –Preguntó quitándose el cinturón de seguridad también y volteando a ver a Yessabell -¿Qué fue eso?
-Ooh, ya –Se inclinó hacia él –Después de que ganará el torneo de volleyball, algunas revistas internacionales me pidieron entrevistas y una sesión de fotos, muchos leen esas revistas al parecer –Susurró apenada.
-¿Yo las tengo? –Preguntó acercándose.
-Sip, seguramente debajo de tu cama, en algún cajón o algo así –Contestó con una sonrisa coqueta.
-La verdad, apenas y pase por mi cuarto, supongo que las buscaré –Derek le acaricio la mejilla –Aún no me puedo creer que seamos novios, eres una chica difícil.
-No para ti –Yessabell se acercó y lo besó.
Derek la jaló y la subió en su regazo, acariciándole las piernas, mientras ella enredaba sus dedos en el cabello de él.
-¿Estás segura? –Preguntó entre besos.
-Muy segura –Bajó al cuello de Derek, sintiendo su temperatura elevarse.
Derek deslizo sus dedos sobre las piernas de Yessabell, hasta llegar a sus braguitas. Ella le desabrocho la camisa, y el cinturón del pantalón.
-Dios esto es muy excitante... –Murmuró Derek, mientras Yessabell le besaba el cuello –En una camioneta...
-Ya lo hicimos en la bañera –Susurró riendo, al recordarlo –Y en un globo aerostático.
-¿De verdad? –Preguntó Derek, tomando su rostro entre sus manos.
-Sí –Contestó ella riendo.
-Tenemos que repetirlo –Derek, comenzó a besarla nuevamente, pero un nuevo flashback de imágenes lo sacó de concentración, esta vez, su famosa ex novia y su mejor amigo.
Yessabell seguía besándolo desesperadamente, intentando que conectaran nuevamente después de todo aquel accidente, bajó sus manos al pecho desnudo de Derek y comenzó a moverse sugerentemente, sobre su regazo.
Derek no pudo soportar la mezcla entre su presente y su pasado y lo que pasó durante todo el año en que perdió la memoria, se sintió triste por lo que su ex novia le hizo y triste por no poder recordar el amor que le tenía a Yessabell, se enojó consigo mismo y decidió terminar con aquello, prácticamente empujó a Yessabell, contra el parabrisas.
-Lo siento –Se abotono la camisa y el cinturón –No puedo, perdoname... –Salió de la camioneta a toda prisa, dejando a Yessabell confundida.
Intentando entender la situación, se acomodó la ropa y regresó al asiento del conductor.
Volvió a casa y subió a su habitación sin mediar palabra con nadie.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro