Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21 Creando Recuerdos

Una vez en el lago y con patines puestos, todos se dispusieron a patinar.

Yessabell lo hacía como una experta, mientras Ezra intentaba seguirle el paso. Miranda y Damon iban a su propio paso, admirando las piruetas que Yessabell hacía.

-¡Vamos Erza! –Yessabell lo tomó de la mano y dieron algunas vueltas, riendo y felices por el momento.

-¡Dios, es difícil seguirte el paso! –Exclamó Ezra riendo –Pero me encanta estar contigo, sin importar las circunstancias.

-A mí también –Se acercó y lo besó –Vamos, te enseñaré unos trucos.

Después de pasar una hora patinando, riendo y divirtiéndose. Todos fueron a comer, a un pequeño restaurante en el centro comercial, donde todo el que cruzaba mirada con Yessabell, le pedía una foto o un autógrafo, después de eso, fueron a ver una película.

-Me muero por ver esta película –Susurró Miranda, mientras entraban a la sala del cine, con asientos descendentes, en tono rojo de terciopelo –“Luna de miel en año nuevo” Es tan romántico –Declaró cuando se sentaban en la última fila, en el centro.

-Eres tan cursi, mi vida –Acusó Damon a su lado derecho.

-Miranda siempre fue cursi –Secundó Yessabell a lado izquierdo de su prima –Pero así es ella.

Miranda le sonrío, definitivamente se conocían bien.

-Ok, basta de plática, ya va a empezar –Susurró Ezra mientras las luces se atenuaban y todos en la sala guardaban silencio.

El filme comenzó y lentamente Ezra tomó la mano de Yessabell, ella sintió su cuerpo hormiguear. Como la primera vez que estuvieron cerca, cuando él la cargo para que no se resbalara en la nieve y sintió sus brazos fuertes, sosteniéndola.

Yessabell volteó a verlo y ambos se sonrieron tal vez Ezra sentía lo mismo en ese momento. Ella inclinó su cabeza y la recargó en el hombro de él, mientras Ezra le rodeaba los hombros con el brazo derecho.

-Me gusta mucho estar contigo amor –Susurró Yessabell –Entre tus brazos, es mi lugar favorito.

-Me alegra, porque a mí me agrada tenerte así –Susurró él de vuelta.

La película fue romántica, como bien dijo Miranda. Yessabell sonrió al ver la emoción en los ojos de Ezra y se sintió la mujer más afortunada del mundo.

Cuando la película terminó, todos regresaron a casa de Johann.
Los abuelos de Yessabell ya estaban listos para irse. Los padres de Miranda, estaban bajando las pequeñas maletas que habían llevado.

-Fue un gusto volver a verte primita –Miranda le dio un abrazo, tambaleando de una lado a otro –Mantenme informada de todo lo que decidas con respecto al proyecto y no te alejes tanto por favor –Pidió soltandola.

-Ok, nos vemos después y te llamó cuando tenga más información –Prometió Yessabell después se despidió de Damon –Cuida de Miranda por favor.

-Lo haré –Damon le dio un abrazo rápido y se reunió con Miranda y su familia, en la puerta de la casa, donde todos se despedían.

-Nos vemos pronto Yessabell –Cristina le dio un abrazo fuerte y la soltó –No dejes que el mundo de la fama te arrastre.

-No lo haré tía Cristi –Aseguró y después se despidió de su tío –Nos vemos luego tío Lucas.

-Hasta luego princesa –Lucas le dio un abrazo y después bajó las escaleras –Nos vemos pronto Joey, hasta luego Johann –Se despidió cuando todos caminaban hasta la camioneta.

Todos subieron a la camioneta y mientras se despedían con la mano, Lucas llevó la camioneta por la carretera, hasta que desaparecieron.

-Bueno, vamos todos a la sala, hace frio y sería bueno prender la chimenea –Propuso Johann, haciendo señas para que todos entraran –Además le tenemos una sorpresa a Ezra –Agregó animada.

Yessabell y Ezra se miraron, pero no dijeron ni una palabra.
Caminaron hasta la sala y se acurrucaron en un sofá doble, mientras Johann prendía la chimenea para después ir a la cocina a buscar unos cappuccinos calientes y Joey se encargaba de buscar la sorpresa de Ezra.

-Uno para Yessabell –Johann le ofreció un cappuccino –Otro para Ezra –Dijo ofreciéndole un café a Ezra, quien le sonrío y lo tomó.

-Que rápido ha pasado todo –Habló Yessabell dejando su taza en la mesita de enfrente y se levantó -¿Les molesta si pongo música? –Preguntó dirigiéndose al tocadiscos.

-Claro que no cariño, adelante –Concedió Johann, sentándose en el sofá de enfrente -¿Qué ha pasado tan rápido? –Dio un sorbo a su café.

-Todo… cada vez que tengo tiempo libre o vacaciones, el tiempo pasa volando –Se quejó Yessabell, mientras ponía un vinilo de Ray LaMontagne, que sonaba con Be Here Now, a través del altavoz.

-Cariño, no te preocupes ni te estreses, tu siempre aprovechas el tiempo al máximo, no tienes nada de que arrepentirte –Aseguró Johann para tranquilizarla.

-Tú si aplicas el Carpe Diem, Yessabell, tu mamá tiene razón –Agregó Ezra –Además, la hemos pasado bien, tú misma lo dijiste o ¿Acaso no eres feliz? –Preguntó un poco triste.

-Pos supuesto que lo soy –Contestó corriendo hasta su lado, en el sofá –Lo soy Ezra, muy feliz –Le sonrió y lo miro a los ojos –Nunca había sido más feliz. Tengo todo lo que quiero. A ti, a mi mamá feliz, a mis amigos y los libros, no hay nada que me haga falta.

-Me alegra oírlo –Ezra la abrazó y Johann sonrío bajo su taza.

-Bueno, feliz cumpleaños Ezra –Joey entró en la sala, cargando una gran caja verde con un moño plateado –Vimos esto hace un tiempo y decidimos dártelo, pero no sabíamos en que momento –Explicó entregándole la caja –Creo que es un buen momento.

-Gracias –Ezra tomó la caja y la contemplo por unos segundos.

-Vamos, ábrelo –Animó Johann un poco impaciente.

Ezra asintió y comenzó a desenvolver la caja.
Dentro, un paquete de seis vinilos de clásicos y un tocadiscos pequeño en color azul marino y negro.

-¡Wow! Muchas gracias –Exclamó Ezra sin quitar los ojos de la caja –Es… dios… no tengo palabras.

-Bueno, ahora eres parte de la familia –Argumentó Johann, recargándose en el hombro de Joey, en el sofá –Ezra, esta es tú bienvenida a nuestra familia.

Ezra levanto la mirada y pasó los ojos por Johann, Joey y Yessabell.

-Creo que siempre lo supiste –Declaró Yessabell sonriéndole -¿Quieres poner un vinilo?

-Claro –Ezra sacó uno de los álbumes. Frank Sinatra. Se levantó y lo colocó en el tocadiscos. Can´t Take My Eyes Of You, comenzó a sonar –Me encanta esta canción –Murmuró.

Yessabell le sonrío, aunque él no podía verla, porque estaba de espaldas a ella.
Se levantó y caminó hasta él.

-¿Me concede esta pieza? –Preguntó sacando a Ezra de sus pensamientos.

Ezra sonrío y la tomó en brazos y comenzaron a bailar por toda la sala.
Johann y Joey se sonrieron y apreciaron el baile de Yessabell y Ezra.

-Hay que dejarlos solos –Susurró Johann a Joey, poniéndose de pie.

-Estoy de acuerdo –Joey se levantó y la tomó de la mano –Vamos a revisar los establos, con Stabrus fuera, no hay quien los revise.

Ambos salieron de la sala y fueron a los establos, mientras Yessabell y Ezra seguían ensimismados el uno en el otro.

-No puedo quitar mis ojos de ti –Susurró Ezra viendo los enigmáticos ojos azules de Yessabell –Quedate y déjame amarte… eres demasiado buena para ser verdad.

-Ezra… no te dejaré –Susurró ella de vuelta.

Ezra le tomó la mano y la hizo girar, mientras cantaba con Sinatra.

-Me gusta crear recuerdos contigo –Declaró Ezra cuando la canción terminaba –Cada vez que no te tengo cerca, son los que me hacen sentirte a mi lado.

El celular de Ezra sonó, cuando terminaron de bailar, levantó la mirada y Yessabell le sonrío.

-Toma la llamada, puede ser importante –Le dio un beso rápido y caminó hasta el tocadiscos.

-¿Bueno? –Preguntó Ezra, intentando no sonar molesto, porque los hubiesen interrumpido.

-¿Ezra Miller? –Preguntó una voz femenina, al otro lado de la línea –¿Eres el agente y novio, de Yessabell Lovato?

-Sí, él habla –Contestó sentándose en uno de los sofás dobles.

-Soy Samara Campos, productora del programa matutino “Buen Día” –Explicó la mujer en el teléfono –Me gustaría invitarlos a ti y a Yessabell, al programa para hacerles una entrevista, a los dos ¿Qué les parece? –Preguntó entusiasmada.

-Ok, deme un minuto, lo consultaré con ella –Ezra tapó la bocina con la mano y volteó a ver a Yessabell –Son del programa “Buen Día”, quieren hacernos una entrevista a los dos. ¿Qué dices?

-Supongo que estaría bien, mientras más logremos recaudar para la fundación, mejor –Contestó Yessabell caminando hasta él, para sentarse a su lado en el sofá.

-Claro, nos gustaría ir –Aceptó Ezra al teléfono -¿Cuándo quiere que hagamos la entrevista? –Preguntó. Terminó de tomar los detalles de la hora y el día y colgó –Bueno, haremos la entrevista el viernes, quede en estar las tres horas que dura el programa, tenemos que estar ahí, antes de las nueve.

-Ok, perfecto –Yessabell se acurrucó a su lado –Me encanta como hueles –Murmuró viendo hacia la chimenea –Es como estar en casa.

Ezra sonrió, una sonrisa que le llegaba hasta los ojos.

-Eres tan tierna mi Yessabell –Le pasó un brazo por los hombros y la atrajo hacia él, lo más que pudo –Como mi niña, a la que debo cuidar. Pero a veces me sorprendes demasiado.

-Eres él único que puede seguirme el paso –Afirmó riendo –Contigo todo es disfrutar, diversión y alegría, jamás me cansaré de ti –Levantó la cabeza y lo beso –¿Por qué no subimos a la habitación?

-¿Qué quieres hacer? –Preguntó Ezra juguetón.

-Lo que tú quieras –Contestó con voz seductora, pasándole una mano por la mejilla. Ezra tragó y su respiración cambio de ritmo.

-Vamos –Se levantó y tomó la mano de Yessabell, llevándola escaleras arriba, hasta su habitación. Cerró con seguro y la llevó hasta la cama, besándola febrilmente.

Yessabell le quitó la ropa de la parte superior con avidez, mientras él continuaba besándola.

-Te ayudo con esto –Murmuró Ezra en su boca, mientras la desvestía con urgencia –No lo necesitas.

Yessabell soltó una risita y le quitó el pantalón. Ambos se sacaron las botas y ya en ropa interior, se tumbaron en la cama, Ezra sobre Yessabell.

Ella respiraba rápido y su corazón latía desembocado, anhelando el contacto con la piel de él, disfrutando el dulce sabor de sus besos, ligeramente al café que habían tomado.

-Te amo Ezra, no quiero perderte –Murmuró en voz baja, intentando no sonar triste o desesperada.

-Yo te amo más y nunca me perderás, porque no lo permitiré –Prometió con media sonrisa y se inclinó para besarla.

Yessabell enredo los dedos en el cabello de Ezra y él la acaricio suavemente, desde los pechos, hasta las piernas.
Ambos sintieron el calor recorrer su cuerpo, junto con esa sensación de hormigueo y deseo, sus corazones palpitando con avidez, sus respiraciones excitadas y sus cuerpos anhelantes por el otro.

Él bajó lentamente, haciendo un camino de besos, desde el mentón de ella, hasta su garganta, bajando por sus pechos y su estómago.
Ella se removió de placer bajo él, anhelando sentirlo dentro de ella.

Ezra llegó hasta el vientre de Yessabell, y ella sintió su cuerpo estremecerse. Él continuó con sus besos, bajó hasta la entrepierna de Yessabell, le quitó las bragas e introdujo dos dedos en su interior, donde ella lo esperaba húmeda y excitada, jadeando.

Haciendo movimientos circulares, lentos y con la mirada fija en la expresión de Yessabell, Ezra logró llevarla al orgasmo, apreciando el placer, reflejado en el rostro de ella.
Se levantó y buscó un condón en el bolsillo de su pantalón, se lo colocó y regresó a la cama, sobre Yessabell, introduciéndose en ella ferozmente, con embestidas rápidas y urgidas.

Yessabell le sonrío y de inmediato sintió el deseo, fundirse a su alrededor. Ezra logró llevarla a un segundo orgasmo y ambos cayeron rendidos en la cama.
Permanecieron así por un buen rato, hasta que Yessabell se quedó dormida.

Ezra se levantó y fue a darse un baño. Al salir, Yessabell seguía dormida y se recostó a su lado sobre las sabanas, en su ropa de dormir, solo contemplando como dormía.

-Descansa mi amor, de ahora en adelante, yo velare tus sueños, a mi lado nada malo te pasará –Confirmó en voz baja, para no despertarla.

Después bajó y fue a buscar la cena para los dos.

Johann le dio una pequeña bandeja de madera; con dos platos de sopa con crema, dos platos con bistec y verduras al vapor y dos vasos de jugo de manzana.

Cuando Ezra entró en la habitación, Yessabell estaba en el baño, tomando una ducha rápida. Cinco minutos después, apareció en su pijama más abrigador y se sentó en la cama, junto a Ezra, quien le sonrío con ternura.

-Ezra, he pasado una buenas vacaciones, contigo, todo es paz y tranquilidad –Confesó Yessabell un poco tímida –Quisiera poder detener el tiempo y estar siempre a tu lado.

-Lo sé amor, yo también, pero estamos juntos y eso es lo que importa –Ezra le rozó la mejilla con los nudillos y ella asintió –Ahora a cenar, podemos poner una película mientras cenamos –Sugirió levantándose de la cama, con cuidado de no tirar la bandeja con comida.

-Buena idea –Yessabell comenzó su cena, mientras Ezra se decidió por poner “YO TAMBIEN”.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro