Después de que Johann y Joey, se unieran a la mesa, con Yessabell y Ezra, comenzaron con el brindis antes de la cena.
Joey se levantó y tomó su copa, golpeándola ligeramente con la cuchara, para llamar la atención, mientras los meseros terminaban de servir la cena.

Todos guardaron silencio, el DJ, puso algo de Bruno Mars, de fondo y Joey se aclaró la garganta, antes de hablar.

-Buenas noches a todos; Damas, Caballeros y niños –Comenzó –Les damos la bienvenida, a nuestro primer baile de año nuevo. Gracias por honrarnos con su presencia, colegas, amigos y familia, todos ahora forman parte de nuestra familia, y estamos contentos de compartir con ustedes, la salida del año viejo y la llegada del nuevo año 2017.

Todos aplaudieron y Johann se puso de pie, para continuar con el brindis.

-Estamos felices de que hayan podido venir y celebrar este baile con nosotros, el cual planeamos hacer cada año, a partir de ahora. Sin más demoras, los invitamos a disfrutar de la cena, después tendremos el baile y una sorpresa especial para todos.

Todos aplaudieron y se dispusieron a comer, mientras Johann y Joey se sentaban.

-Mira –Susurró Ezra a Yessabell, acercándole su celular –Tu prima subió la foto hace cinco minutos y ya tiene más de cuatrocientos mil likes y trecientos mil comentarios.

Yessabell se inclinó para ver la foto en la página de Facebook, de Ezra, donde Miranda lo había etiquetado a él y Yessabell.

-Ahora Miranda se hará popular –Sonrío a la pantalla y después volteó a ver a Ezra –Seguro que le darás “Me gusta”

-“Me encanta” –Le sonrío y le dio un beso.

Después del postre, varios invitados se levantaron a bailar, al ritmo de Billy Idol, que cantaba Dancing With Myself. Yessabell se quedó con Ezra, un rato más, antes de salir a bailar.

-Sabes, estaba pensando… nunca me has dicho cuando es tu cumpleaños –Acusó Yessabell, viendo a Ezra, tomados de la mano y entrelazando sus dedos con los de él.

-¿Te sorprenderías si te digo que es hoy? –Preguntó medio en broma, viéndola a los ojos.

-¿De verdad? –Preguntó sorprendida.

-Sí, bueno… sé que suena extraño, pero lo es –Admitió con media sonrisa.

-Ezra, ¿Por qué no me lo dijiste antes? –Preguntó sosteniéndole ambas manos y acomodándose en su asiento, para quedar de frente a él –Espera ¿Cuántos años tienes?

-Cumplo 25 –Contestó Ezra, tranquilamente.

-Ósea que cuando mi mamá te contrato ¿Hacia poco que te habías graduado? –Preguntó Yessabell, frunciendo el ceño.

-Sí, bueno en realidad, yo había hecho mi servicio social en la empresa donde ella trabaja y cuando termine, me pidieron que me quedará, al mismo tiempo que me capacitaron para seguridad, ya que siempre me había llamado la atención y en cuanto me gradué me pidieron que supliera a un chico de seguridad –Explicó inclinándose un poco –Apenas llevaba tres meses, cuando tú mamá me pidió que trabajará como tu guardaespaldas.

-Supongo que, el que estemos juntos, se lo debo a mi mamá –Apuntó pensando –Ella siempre ha tenido ojo para saber de quién podría enamorarme –Ezra río –Como sea, tenemos que celebrar tu cumpleaños, porque no… vamos a dar una vuelta mañana, aquí puedes patinar en el rió que se congela.

-Claro, me gusta la idea –Ezra le dio un beso en los nudillos y se levantó –Ahora vamos a bailar.

Yessabell se levantó y de la mano, lo siguió hasta la pista de baile.
Neil Diamond estaba cantando Sweet Caroline. Yessabell colocó una mano en el hombro derecho de Ezra y con la otra, tomó su mano izquierda y ambos comenzaron a bailar, al ritmo de la música, moviéndose por la pista. Ambos pareciendo una bella pareja de algún musical de Hollywood.

La canción cambio a una de Brenton Wood; Gimmee Little Sing.
Ezra llevó a Yessabell por la pista, dando vueltas y pasos profesionales por el lugar.
Después de una ronda de bailes setenteros y ochenteros, una canción familiar, comenzó a sonar.

Yessabell le sonrío a Ezra. Auburn estaba cantando Perfet Two, a través de las bocinas.

-Creo que esa debería ser una buena canción para nosotros, aunque me gusto cuando me cantaste “I Don´t Wanna Love Somebody Else”, esta es mucho mejor –Admitió Yessabell, con las manos entrelazadas, detrás del cuello de Ezra.

-Definitivamente –Ezra, con las manos en las caderas de Yessabell, la jaló un poco más hacia él y le dio un suave y tierno beso.

Ella se recargó en el hombro de él y continuaron bailando, hasta que la canción terminó.

-¿Me permites bailar con mi futura hija? –Preguntó Joey detrás de Yessabell, Ezra asintió y Yessabell bailo Treasure, de Bruno Mars, con Joey.

Ezra fue a bailar con Johann.

-Ezra, quiero que sepas que nunca había visto a mi hija tan feliz –Confesó mientras se movían al ritmo de la música, alejándose un poco de Yessabell y Joey –Tratala bien por favor, no la hagas sufrir, yo sé que tal vez te pido mucho y que incluso no debería pedírtelo, pero es mi única hija y me duele verla triste.

-No se preocupe señora Murphy, no le haré daño, es lo que menos quiero, he perdido mucho tiempo después del accidente y definitivamente no está en mis planes hacerle daño a Yessabell –Aseguró con seriedad –Solo quiero hacerla feliz, lo más que pueda, no sé cuánto dure esto, pero lo que sea, quiero que este feliz. Probablemente sean palabras trilladas, pero se lo digo de corazón.

-Sé que eres un buen hombre Ezra, solo te pido que no la hagas sufrir, Yessabell ha pasado por mucho y verla así de feliz… –Volteó a ver a Yessabell, bailando con Joey, ambos riendo –Siempre quise que su vida no fuera tan inestable, después de lo que vivió en el bachillerato… pero ya ves, el año pasado, fue… un completo caos.

-No se preocupe señora Murphy, no la defraudare y haré feliz a Yessabell, lo mejor que pueda –Ezra le dedicó una sonrisa sincera.

-Llámame Johann, ahora eres de la familia –Le sonrío y terminaron de bailar.

Ezra volteó, buscando a Yessabell, pero ella estaba bailando con Miranda, Girls Just Want To Have Fun, de Cindy Lauper.
Ezra sintió una mano jalarlo del brazo y cuando se dio vuelta, se encontró con la mamá de Miranda y ella lo invito a bailar.

-Te has ganado a los padres de Johann –Aseguró Cristina bailando –Aunque mis papás no pudieron venir, pidieron que te saludara, se enteraron de su relación y tenían muchas ganas de conocerte, pero han tenido que quedarse en Londres, están terminando su proceso de jubilación.

-Que mal que no pudieran venir –Admitió Ezra –Yessabell no me ha hablado mucho de ellos, pero sé que los extraña bastante.

-Sí, hace casi dos años que no se ven, pero vendrán para la boda, siempre consideraron a Johann como una hija y yo como una hermana, hizo muy feliz a mi hermano –Explicó Cristina –Y ahora espero que tú y mi sobrina sean felices, mis padres estarán felices de conocerte.

-Solo espero que se den cuenta, de que mis intenciones con Yessabell son sinceras –Aseguró viendo a Yessabell, quien bailaba como profesional a lado de Miranda, en una pequeña coreografía, que parecía que habían ensayado, cantando a todo pulmón.

-Esa canción siempre les gusto –Informó siguiendo la mirada de Ezra –Desde pequeñas se arreglaron una coreografía y es bueno ver que siguen siendo unidas.

La canción terminó y Cristina se despidió de Ezra, para regresar con su esposo. Ezra caminó hasta Yessabell y ella se arrojó a sus brazos, mientras Miranda, regresaba a la mesa con Damon.

-Te extrañe –Declaró sonriente.

-Pero si solo nos separamos dos canciones –Aseguró Ezra riendo sin soltarla.

-Para mí fue una eternidad –Confesó pasándole los dedos por el cabello, apoyando su frente en la de él.

-¿Tanto me quieres cerca? –Preguntó un poco serio.

-No sabes cuánto –Contestó dándole un beso.

Johann se acercó al DJ y tomó el micrófono.

-Damas, caballeros y niños. Como les dijimos antes, les tenemos una sorpresa para este baile de año nuevo –Anunció entusiasmada –A continuación, haremos una ronda de baile aleatoria. Bailaran con una persona, que no sea con la que hayan venido y a cada cambio de canción del DJ, cambiaran de pareja.

-Tenemos media hora, antes de que comience la cuenta regresiva para el 2017, y la última sorpresa de la noche –Agregó Joey, a su lado –Ahora, ¡Todos a la pista de baile! ¡Nadie se puede quedar sentado! –Advirtió.

Los que ya estaban en la pista de baile, comenzaron a buscar una nueva pareja, mientras los que estaban sentados, se levantaban.

Un fotógrafo apareció en el borde de la pista, mientras las luces en las grandes lámparas de los postes, que se colocaron en las orillas, atenuaban su luz. El DJ, encendió su equipo de luces de varios colores y Adanowsky comenzó a cantar Jáime Tes Genoux, a todo volumen.

Yessabell bailó con su tío Lucas, mientras Ezra, bailaba con la abuela de Yessabell; Monique.
Johann fue a bailar con el padre de Nicolás, quien a su vez, bailaba con Miranda. Renata estaba bailando con Joey y Damon, con la hermana de Renata.

Todos bailaban con todos, lo cual causo risas entre los asistentes y el fotógrafo, comenzó una sesión a diestra y siniestra del baile.
La canción cambió a Angels de Baseballs. Yessabell fue a bailar con su abuelo Gerard, quien era un buen bailarín. Ezra fue a bailar con Yadira, Johann con Damon, Miranda con Zafar y Joey con Monique.

Después de un minuto, la música volvió a cambiar a Crazy In Love de Beyonce. Yessabell fue con el señor Galen, Johann con el señor Valenzuela. Renata con Ezra, Nicolás con Yadira, Miranda con Marcus y Joey con Cristina.

El DJ, volvió a cambiar la música, a una canción de Save Ferris; Come On Eileen. Yessabell fue a bailar con Zafar. Johann con Lucas, Ezra con la señora Valenzuela, Renata con Damon, Miranda con uno de los amigos de Johann y Joey con Hannah.
La última canción, antes de que terminara el baile, fue No Diggity de Ed Sheeran & Passenger.

Yessabell bailó con Nicolás. Johann con Gerard, Joey con Yadira.
Ezra con Miriam, Renata con Lucas, Miranda con el señor Valenzuela. Damon con Hannah y los demás con quien encontraron.
El DJ, anunció el final del baile aleatorio y los asistentes comenzaron a descubrir la parte de arriba de la carpa, quitando una especie de manta que cubría un domo transparente. La oscura noche podía verse a través del techo, iluminada por las estrellas, sin necesidad de salir al frío del exterior.

Todos se reunieron en el centro de la pista, buscando a sus acompañantes. Ezra buscó a Yessabell, quien estaba en el centro de la pista, contemplando la vista. La tomó por la cintura y levantó la
mirada.

-¡Comienza la cuenta regresiva! –Anunció el DJ, por el micrófono -¡Quince, catorce, trece…! –Todos contaban en una sola voz.

-Estamos por empezar un nuevo año, juntos –Susurró Ezra a Yessabell.

-Juntos –Secundó ella sonriendo al cielo.

-¡Diez, nueve, ocho…!

Ezra jaló a Yessabell más cerca y ella volteó a verlo, a sus hermosos ojos verde esmeralda, que brillaban bajo la luz de las estrellas. Él contemplo los hermosos ojos azul noche, de Yessabell.

-¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno! ¡Feliz año nuevo! –Gritaron todos al mismo tiempo.

Ezra se inclinó y besó a Yessabell. Lo mismo que Joey y Johann y varias parejas más.

-Feliz año nuevo –Susurró Yessabell contra sus labios.

-Feliz año nuevo –Susurró de vuelta sin apartarse de ella.

En ese instante, en el cielo, se alzaron varios fuegos artificiales, bañando la oscura noche, de colores vivos; amarillos, rojos, naranjas, verdes, rosas, azules y morados; mezclados con los pequeños copos de nieve que empezaban a caer; todos sobre el domo, permitiendo a los invitados, apreciar el bello espectáculo.

Cuando terminaron los fuegos artificiales, algunos invitados comenzaron a retirarse, otros fueron a sentarse y otros pocos fueron a bailar.

Yessabell y Ezra, fueron a despedirse de Nicolás y Renata, y de sus familias. Johann estaba despidiendo a sus amigos de la oficina y Joey a sus hermanos y sus familias.

Yessabell regresó a la carpa y se acercó a Miranda.

-Hola Miranda.

-Hola Yessabell –Respondió Miranda, de la mano de Damon.

-Mañana voy a salir con Ezra, para celebrar su cumpleaños, ¿Quieren venir con nosotros?, tal vez vayamos a patinar, a comer a algún lugar, no sé, a ver que se nos ocurre –Sugirió sonriente.

-Dirás hoy –Corrigió Damon riendo.

-Por supuesto que nos gustaría ir –Agregó Miranda –Aunque sabes que no soy buena coordinando y eso del patinaje me va a resultar un poco difícil, pero por lo demás no hay problema, creo que nos vamos a ir en la tarde.

-Perfecto aprovecharemos la mañana entonces, gracias –Agradeció más que contenta.

-Gracias a ti por invitarnos, pasear con una celebridad, no sucede, todos los días –Intervino Damon agradecido.

-Damon, qué cosas dices –Murmuró riendo –Tengo que irme, estoy algo cansada y Ezra ya no puede permanecer despierto, no está acostumbrado a dormir tan tarde –Se disculpó despidiéndose –Nos vemos a las nueve de la mañana, vamos a ir a desayunar al centro.

-Ok, nos vemos en un rato –Miranda la despidió y Yessabell se fue.

-Tu prima es muy sencilla, ¿Sabes? Pensé que sería como esas celebridades que se creen la gran cosa –Confesó Damon viendo a Yessabell, despedirse de sus abuelos, en la orilla de la carpa –Pero veo que me equivoque.

-Ella jamás será así –Confirmó Miranda, también viéndola –Ha pasado por tantas cosas, que tiene los pies bien puestos sobre la tierra –Suspiro y volteó a ver a Damon –Que bueno que te cayó bien y tú a ella. Yessabell es como una hermana para mí, y saber que me considera importante como yo a ella, es muy gratificante.

-Sí, lo sé –Damon le dio un beso -¿Quieres bailar?

-La última ronda y después a dormir –Accedió Miranda.

Mientras tanto, Yessabell le dio las buenas noches a su familia y subió a su habitación, donde Ezra la esperaba.

-Tú mamá me dio esto –Comentó Ezra cuando Yessabell cerró la puerta tras ella –Dice que te los dejaron, algunos invitados, por tu cumpleaños.

Yessabell vio unas veinte cajas de diferentes tamaños y varias bolsas marrones, con papel de colores sobresaliendo por los bordes, cerca del pie de la cama.

-Me siento culpable Ezra, todo mundo me regala cosas y tú no recibiste nada por tu cumpleaños –Confesó acercándose a él, y
sentándose a su lado, en el borde de la cama.

-Amor, no digas eso –Ezra sujetó su rostro entre sus manos y la miró a los ojos –No me importa que las personas no me regalen algo, con tenerte es suficiente.

-¡Oh, Ezra! –Se acercó y lo besó –Te quiero, tanto, tanto…–Lo empujó contra la cama y continuaron besándose, mientras Ezra acariciaba su cabello, Yessabell lo llenaba de besos.

-Ya no puedo… estar lejos de ti… Yessabell –Murmuró entre besos –No quiero… que esto termine… nunca…

-Yo tampoco –Confesó apartándose un poco –No permitiré que termine.

-Quiero intentar algo –Pidió levantándose.

-¿Qué? –Preguntó intrigada.

Ezra se quitó la corbata y vio a Yessabell a los ojos.

-¿Dejarías que te muestre lo que sé sobre sexo? –Preguntó con cuidado.

-¿De qué hablas? –Preguntó desconcertada y con algo de timidez en la voz –No entiendo,
pensé que… yo creí que tú…

-Yessabell, debo ser honesto contigo –Se paró frente a ella, con una mirada seria –Hace un tiempo te conté que solo había tenido dos novias en mi vida. Pero lo que no te dije…. Fue lo que aprendí de la primera.

Yessabell abrió la boca para decir algo, pero no dijo nada y Ezra continuó.

-También te dije que mi hermano se acostó con ella… la razón era simple. Amelia no era como cualquier otra chica. Amelia llevaba una vida sexual activa, desde que tenía catorce años. Aprendió muchas cosas de los tipos con los que estuvo… y cuando yo la conocí, me lo enseñó todo. Tal vez por eso me sentía tan unido a ella…

Ezra se detuvo al notar que estaba dando muchos detalles, innecesarios y que Yessabell permanecía en silencio, inexpresiva.

-Como sea… –Continuó –Lo que sé de sexo, lo aprendí con ella… pero entiendo si no quieres que te muestre.

Ezra esperó a que Yessabell le dijese algo.
Ella agachó la mirada a su regazo y pensó que probablemente, no era tan cierto que conocía a Ezra bastante bien. Sí accedía, sería como tener presente a la ex novia de Ezra, de la cual, él evidentemente había estado muy enamorado. Sin embargo no hacerlo, sería como demostrar poca madurez, pues a pesar de todo, se trataba del pasado y esa chica ya no estaba presente.

Ezra la contempló, preguntándose si había cometido un error, al haberle mencionado aquello a Yessabell.

Mientras ella seguía con la mirada baja, contemplando la propuesta.